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Amistad con Dios

Un Diálogo Inusual
Neale Donald Walsh

Capítulo 17

 

 

Este es el consejo más útil que jamás haya leído: que todos nosotros, incluso “los peores”, tenemos un hogar en tu corazón, sólo debemos pedirlo. Y éste debe ser el significado de tener una amistad con Dios.
Cuando comencé este libro, dije que esperaba concentrarme en dos cosas: cómo convertir una conversación con Dios en una amistad real y activa, y cómo usar esa amistad para aplicar la sabiduría de Conversaciones con Dios en la vida cotidiana.

Así que ahora estás aprendiendo lo que ya te había dicho antes: que tu relación con Dios no es diferente de la que sostienes con otras personas.
Al igual que en tus relaciones con otros humanos, comienzas con una conversación. Si ésta marcha bien, desarrollas una amistad. Si la amistad va bien, experimentas verdadera Unidad. Esto es lo que desean experimentar todas las almas entre sí. Es lo que desean experimentar todas las almas Conmigo.

 

La idea atrás de este libro era mostrarles cómo desarrollar una amistad, una vez iniciada la conversación. Has sostenido tres conversaciones en los libros que precedieron a éste. Ahora es el momento de entablar una amistad.

Sin embargo, lamento decir que la mayoría de la gente no dará el primer paso para desarrollar una relación Conmigo. Les resulta imposible creer que Yo sostendré una con-versación real con ellos, de modo que limitan su experiencia Conmigo a interacciones unilaterales, lo que la mayoría denomina plegarias. Me hablan a Mí, pero no hablan conmigo.

Algunos de quienes hablan Conmigo tienen mucha fe en que estoy escuchando sus pala-bras, sin embargo, no esperan escuchar las mías. Suplican, “Dios, envíame una señal”. Sin embargo, cuando se las envío, la más común que se me pueda ocurrir, usando su mismo lenguaje, Me niegan. Y, algo sí te diré: algunos de ustedes Me seguirán negando. No sólo negarán que se trata de una señal, sino que pensarán que es imposible recibir tal señal.

Pero quiero señalar lo siguiente: nada es imposible en el mundo de Dios. No he dejado de hablar directamente con ustedes y nunca lo haré.

Quizás nunca puedas escuchar con claridad o interpretar con entera exactitud las pala-bras que quiero decir, pero siempre que lo intentes, le das una oportunidad a nuestra amistad. Y siempre cuando le des una oportunidad a Dios, nunca estarás sólo, nunca nadie se enfrentará con una circunstancia importante sólo, nunca le faltará un recurso instantáneo en un momento de necesidad y, si, siempre tendrá un lugar en Mi corazón. Esto es lo que significa tener una amistad con Dios.

¿Y esa amistad está abierta a todos?

Todos.

¿Sin importar sus creencias, sin importar su religión?

Sin importar sus creencias o su religión.

¿O ausencia de religión?

O ausencia de religión.

Cualquiera puede tener una amistad con Dios, en cualquier momento. ¿Correcto?

Todos ustedes tienen una amistad con Dios. Sólo que algunos no lo saben, como ya he indicado.

Sé que nos repetimos, pero quiero asegurarme, quiero tener la absoluto certeza de entender todo esto correctamente. Acabas de mencionar que no siempre interpretamos todo con exactitud y esto es algo que quiero captar con la mayor precisión. No quiero que haya errores al respecto. ¿Afirmas que no hay un sendero determinado para llegar a Dios?

Eso es justamente lo que pretendo decir. De manera exacta, precisa, inequívoca. Hay miles de senderos hacia Dios y todos te conducen hacia Él.

De modo que, por fin, podemos eliminar la palabra “mejor” con relación a Dios. Podemos dejar de decir que “nuestro Dios es el mejor”.

Si, así es; pero, ¿lo harán? Ésa es la pregunta. Será necesario que abandonen sus ideas de superioridad y ésa es la idea más seductora que hayan tenido los seres humanos. Ha seducido a la raza humana por completo. Ha justificado la matanza masiva de miembros de su propia especie y todas las demás especies sensibles sobre su planeta.

Este único pensamiento, esta idea de que son mejores de alguna manera que alguien más ha sido la causa de todo el dolor, todo el sufrimiento, toda la crueldad y toda la in-humanidad que se han causado los unos a los otros.

Esto ya lo has mencionado.

Al igual que muchos otros puntos que he abordado con anterioridad en este diálogo, lo repetiré una y otra vez. Deseo enfatizar el significado de este punto en particular, usando términos tan nítidos, un lenguaje tan claro y específico que ustedes nunca puedan olvidarlo. A través de los tiempos, los seres humanos Me han preguntado, ¿cuál es el camino hacia un mundo perfecto?, ¿cómo podemos vivir juntos en armonía?, ¿cuál es el secreto de la paz duradera? Y, a través de los años les he dado la respuesta, les he dado sabiduría, miles de veces, en miles de formas. Sin embargo, no han escuchado.

Ahora lo declaro aquí, en este libro, una y otra vez. Uso un lenguaje tan claro que nunca más podrán ignorarlo, que comprenderán por completo y lo acogerán de manera más profunda, que desde este momento en adelante y hasta el fin de los tiempos rechazarán la creencia de que, de alguna forma, algún grupo de ustedes es mejor que otro.

Lo diré una vez más: pongan fin al concepto de Mejor.

Éste, pues, es el Nuevo Evangelio: No existe una raza superior. No existe una nación más grandiosa. No existe una religión verdadera. No hay una filosofía inherente perfecta. No hay un partido político que siempre esté en lo correcto, ni un sistema económico supremo, o un camino exclusivo para llegar al Cielo. Borren estas ideas de su memoria, elimínenlas, erradíquenlas de su cultura, pues éstos son pensamientos de división y separación, y ustedes se han matado unos a otros debido a ellos. Únicamente, la verdad que les he dado aquí los salvará: TODOS SOMOS UNO.

Difundan este mensaje a lo largo y a lo ancho del mundo, a través de océanos y alrededor de continentes, a la vuelta de la esquina y dando la vuelta al mundo.

Lo haré. Adondequiera que vaya, en donde me encuentre, lo diré en voz alta y clara.

Y con esta nueva declaración del Nuevo Evangelio, disipen para siempre la segunda idea más peligrosa en la que han basado sus conductas los seres humanos: la creencia de que hay algo que necesitas hacer para poder sobrevivir.

No necesitas hacer nada. Tu supervivencia está garantizada. Ése es un hecho, no una esperanza. Es una realidad, no una promesa.

Siempre han sido, son y serán eternamente.

La vida es eterna, el amor es inmortal y la muerte es sólo un horizonte.

He escuchado esa frase en una maravillosa canción grabada por Carly Simon.

¿Acaso no les he dicho que me comunicaré con ustedes de maneras diferentes, por medio de un artículo de revista que apareció en publicación hace tres meses y que, casualmente, leyeron en un salón de belleza, a través de un comentario casual de un amigo, o incluso, por medio de la letra de la siguiente canción que escuchen?

Es por medio de este tipo de “conversaciones continuas con Dios” que les envío Mi mensaje eterno: su supervivencia está garantizada.

La pregunta no es si va a sobrevivir, sino ¿cuál será su experiencia mientras sobreviven?

Están respondiendo a esta pregunta en este mismo momento, a través de lo que denominan vida y lo que conocen como la siguiente vida. Pues lo que experimenten en ésta sólo puede reflejar lo que han creado en esta vida, ya que, de verdad, sólo existe Una Vida Eterna, en la que cada momento da origen al siguiente.

¿De modo que creamos nuestro propio cielo y nuestro propio infierno?

Sí, en el presente y en la eternidad. Sin embargo, hasta que comprendan que su super-vivencia no está en peligro, podrán dejar de preocuparse por cuál de ustedes es mejor. No tienen por qué castigarse eternamente, luchar para llegar a la cima, o destruir a otros para asegurarse de ser los más aptos. De modo que, por fin, podrán salir de ese infierno. Literalmente.

Vengan, pues. Únanse a Mí en una amistad profunda y duradera. Aquí les he indicado los pasos. Y he compartido con ustedes las Cinco Actitudes de Dios, mismas que cambiarán sus vidas.

Vengan, pues. Salgan de ese “infierno”. Entren a la bendición, a la alegría y al cielo. Pues suyo es el Reino, el poder y la gloria, eternamente.
Esto no se los diría si no fuera cierto.

¡Acepto! ¡Acepto tu invitación a participar en una verdadera amistad con Dios! Seguiré los Siete Pasos. Adoptaré las Cinco Actitudes. Y nunca más volveré a creer que me has dejado de hablar, o que no puedo hablar directamente contigo.

Qué bueno.

Y, dado que ahora somos buenos amigos, quisiera pedirte un favor.

Lo que sea. Pide y recibirás.

¿Podrías explicar cómo implementar algunas de las grandes verdades incluidas en Con-versaciones con Dios? Quiero que todos comprendan cómo convertir esta sabiduría en algo funcional para sus vidas cotidianas.

¿Qué parte de la sabiduría te gustaría discutir? Vamos a concentrarnos en una porción específica del mensaje y te diré cómo utilizarla de manera funcional en tus interacciones comunes.

¡Muy bien! ¡Ya estamos entrando en materia! Bueno, al final de la trilogía Conversaciones con Dios, tú dijiste que todo el diálogo de ochocientas páginas se podría resumir en tres puntos: 1) todos somos uno, 2) hay suficiente, y 3) no tenemos que hacer nada. De alguna manera, volviste a tocar los puntos Uno y Tres, justo en este momento, cuando te referiste al fin del concepto de mejor.

Sí.

Pero, ¿podrías explicarme cómo se podría aplicar esto a la vida cotidiana? También, ¿qué hay acerca del Punto dos? ¿Cómo lo aplico a la vida cotidiana? ¿Cómo aplico todos esos puntos?

Gracias por preguntar. Como ya mencionaste, por fin “entramos en materia”.

El primer mensaje no es muy fácil de aplicar. Sencillamente avanza por la vida como si toda la gente, y de hecho, como si todas las cosas fueran una extensión de ti. Trata a todas las demás cosas de la misma manera.

Espera, espera. Detente justo ahí. Ése es un buen ejemplo de lo que quiero decir. ¿Cómo aplico una afirmación como esa a mi vida cotidiana? ¿Significa que no puedo matar a un mosquito?

Aquí no existen los permisos o las prohibiciones. Puedes hacer lo que desees. Cada decisión es una declaración de Quién Eres Tú.
Bien, ¡“quién soy yo” es una persona que no quiere que un mosquito lo pique!

Nada muere, solo cambia de forma. Sin embargo, vamos a usar tus definiciones por el momento, para fines de esta discusión. Si, según tu definición, matas una parte de ti mismo cuando matas un mosquito. Haces lo mismo cuando cortas un árbol. O recoges una flor. O sacrificas una vaca y te la comes.

¡Entonces no puede tocar nada! ¡Debo dejar todo tal y como lo encontré! Si termitas destruyen mi casa, sólo tengo que mudarme y regalarles la casa, porque, después de todo, no quiero asesinarlas. ¿Cuál es el límite de esto?

Esa es una buena pregunta. ¿Cuál es el límite de esto? ¿El hecho de que no matas a las personas no significa que no puedes matar termitas? Y, a la inversa, ¿el hecho de que matas a las termitas significa que es aceptable matar a las personas?

No, por supuesto que no.

Bueno, pues, ahí lo tienes. Has respondido a tu propia pregunta.

Sí, porque he usado un sistema de valores diferentes. No es el que sugieres aquí. No digo que “todos seamos Uno”. Me refiero a que, las personas y las termitas no son Uno, ni lo son las personas y los árboles. De modo que, habiendo hecho esa distinción, ¡los trato de manera diferente! Según Tu sistema de valores, no podría hacer algo semejante.

Por supuesto que podrías. Recuerda, He dicho que todos somos uno, pero no he dicho que todos sean iguales. ¡Es tu cabello igual a tu corazón?

¿Perdón?

Si te cortas el cabello, ¿significa que te cortarás el corazón?

Ya entiendo a qué te refieres.

¿de verdad?, ¿entiendes realmente? Porque muchos seres humanos actúan como si no fuera así. Tratan a todos y a todo como si fueran la misma cosa. Tratan a la vida humana como si no valiera más que la vida de un mosquito. Una termita. Si consideran que es aceptable cortarse el cabello, aplican el mismo razonamiento para cortarse el corazón. Se fastidian a sí mismos por querer fastidiar a los demás.
Muchas personas no actúan de esa manera.

Deben saber lo siguiente: cada uno de ustedes ha actuado de esa manera, de una forma u otra. Cada uno de ustedes ha actuado de manera indiscriminada, tratando a una cosa como si fuera igual a otra, incluso tratando a una persona como si él o ella fuera otra.

Caminan por la calle y ven a una persona blanca y creen que no hay diferencia entre ellas y su concepto del resto de las personas blancas. Caminan por la calle y ven a una persona negra y creen que no hay diferencias entre ella y su concepto del resto de las personas negras. En este proceso, cometen dos errores. Han estereotipado a los blancos y los negros, a los judíos y a los gentiles, a los hombres y a las mujeres, a los rusos y los americanos, a los serbios y a los albaneses, a los jefes y a los trabajadores, incluso a las rubias y a las morenas… y no dejarán de estereotipar, porque dejar de hacerlo significa que tendrían que detenerse a justificar la forma en que se tratan mutuamente.

Está bien, entonces, ¿dónde estamos parados en este momento? ¿Cómo trato a todos y a todo como si fueran parte de Mí? ¿Y decido que alguien o algún grupo, es un cáncer en mi cuerpo? ¿No lo extraigo? ¿Acaso no es esto lo que denominamos limpieza étnica, la eli-minación o el proceso de expatriación de un pueblo entero?

En efecto, ustedes han tomado tales decisiones.

Sí, en torno a los albaneses de Kosovo. En torno a los judíos en Alemania.

Más bien me refería a los pueblos nativos de América.

Oh.

Efectivamente, oh. La exterminación de personas es la exterminación de personas en Auschwitz o en Wounded Knee.

Como lo señalaste antes.

Como lo señalé con anterioridad.

Sin embargo, si todos somos parte del mismo cuerpo, ¿qué pasa si decido que algo o al-guien es un “cáncer”? ¿Cómo lidio con eso? Esa es mi pregunta.

Podrías tratar de aliviar el cáncer.

¿Cómo puedo hacerlo?

Podrías intentar usar el amor.

Pero algunas cosas y algunas personan no responden al amor. En ocasiones, la curación del cáncer significa matarlo, sacarlo del cuerpo. Lo que intentamos curar es el cuerpo, no el cáncer.

¿Y si el cuerpo no necesita ser curado?

¿Qué?

Ustedes siempre justifican su crueldad hacia los demás, incluso la matanza de otros, como un medio para su propia supervivencia. Sin embargo, esto nos regresa a otra pregunta, a otra situación. He hablado acerca de la segunda idea más peligrosa de los seres humanos. Ahora, vamos a cerrar el círculo. ¿Qué crees que te sucederá si no te libras de este cáncer del que hablas?

Me muero.

Y para evitar morir, extraes el cáncer. Es una cuestión de supervivencia.

Exacto.

Y es por esa misma razón que las personas matan a otras personas, exterminan a grupos enteros de personas, expatrian a poblaciones enteras y a minorías étnicas. Creen que es necesario hacerlo, que es una cuestión que afecta su supervivencia misma.

Sí.

Sin embargo, insisto en lo siguiente: no necesitan hacer nada para sobrevivir. Su supervivencia está garantizada. Siempre han sido, son y serán un mundo infinito.

Su supervivencia es un hecho, no una esperanza. Una realidad, no una promesa. Por tanto, todo lo que han hecho con el fin de “sobrevivir” ha sido innecesario. Han creado un infierno viviente propio con el fin de evitar el infierno que imaginan que evitaron si crean el infierno que están creando.

Estás hablando acerca de una manera de sobrevivir –la vida eterna- y yo estoy hablando de otra manera: Quiénes Somos en este momento, en este lugar. ¿Y si nos agrada quiénes somos aquí, ahora, y no queremos que nada ni nadie cambie esa situación?

Ustedes no saben Quiénes Realmente Son, aquí y en este momento. Si así fuera, nunca harían las cosas que hacen. Nunca tendrían que hacerlo.

Pero no respondes a mi pregunta. ¿Y si nos agrada quiénes somos, aquí, ahora, y no queremos que nada ni nadie cambie esa situación?
Entonces no serían Quiénes Son Realmente. Solo serían quienes creen ser, aquí y ahora. Y estarían intentando hacer lo imposible, que es siempre permanecer siendo quienes creen ser. Esto es imposible.

No entiendo. Ya me confundiste.

Quien Eres Realmente es la vida. ¡Tú eres la vida misma! Y, ¿qué es la vida? Es un proceso. Y, ¿cuál es ese proceso? Es una evolución…

¡Todo cambia en la vida! ¡Todo!

La vida es cambio. Eso es la vida. Cuando le dan fin al cambio, le dan fin a la vida. Sin embargo, esto es algo que no pueden hacer. De modo que crean un infierno sobre la tierra, intentando hacer algo que no pueden hacer, esforzándose y extenuándose por impedir el cambio, cuando, de hecho, el cambio mismo es Quienes Son Realmente. Tu eres lo que cambia.

¡Pero algunas cosas cambian para mejorar y otras para empeorar! Lo único que hago es intentar detener los peores cambios.

No hay tal cosa como “mejor” o “peor”. Acabas de inventar todo eso. Tú decides a qué le denominas mejor y a qué peor.

De acuerdo, pero, ¿y si considero que es mejor permanecer vivo en mi actual forma de morir? ¡A eso le denomino un cambio para empeorar! Sin duda no me puedes asegurar que, si tengo cáncer en el cuerpo termina debido a mi pasividad, ¿cuál es el problema? Ciertamente no me estás diciendo eso, ¿o sí?

Digo que cada acto es un acto de definición propia, eso es a lo que se dedican sobre la Tierra, definen, crean, expresan y experimentan lo que creen ser. En concreto, evolucionan. La manera en la que lo hagan es su propia elección. El hecho de que evolucionen, no lo es.

Si eres un ser que elige extraer un cáncer con el fin de preservar su forma de vida más amplia, entonces así lo demostrarás.

Si eres un ser que considera a otros de tu especie como un cáncer porque son diferentes a ti o porque no concuerdan contigo, así lo demostrarás. De hecho, muchos de ustedes ya lo han demostrado.

Ahora los voy a invitar a vivir su vida de una forma completamente diferente. Voy a invitarlos a ver la vida como un proceso de evolución constante.

Véanlo de esta manera: todo es cambio, todo el tiempo. Eso los incluye a ustedes. Son tanto el modificador como el modificado. Eso se debe a que, aun mientras cambian, oca-sionan el cambio en sí mismos y en el mundo que les rodea.

Cuando se levanten en la mañana, los invito a pensar en una cosa. ¿Qué va a cambiar el día de hoy? Y no ¡habrá un cambio el día de hoy?¡Eso es un hecho! ¿Pero cuál será ese cambio? Y, ¿qué papel van a desempeñar en la creación de ese cambio, de qué manera serán las causas conscientes de éste?

Toman decisiones a cada segundo de cada minuto, de cada hora, de cada día. Éstas giran en torno a qué va a cambiar y cómo. No se relacionan con nada más.

Incluso una elección tan simple como cepillarse el cabello. Usemos ese ejemplo porque es sencillo. Crees que lo haces de la misma forma todos los días y que no cambias nada en absoluto. Sin embargo, el mismo acto de cepillarse es un acto de cambio. Te acercas al espejo, miras tu reflejo justo después de despertar y piensas, “Uy, soy un desastre”. Debes cambiar tu aspecto, entonces te lavas la cara, te cepillas el cabello, te preparas para el día.

Todo ese tiempo, estás tomando decisiones. Algunas intentan que las cosas regresen a su condición original, a la manera en que solían ser. De modo que fabricas la ilusión de estar manteniendo las cosas tal y como eran. No obstante, simplemente te estás creando a ti mismo nuevamente, ¡en la versión más grandiiosa de la visión más fantástica que jamás hayas tenido acerca de Quién Eres Tú!

¡Toda la vida es un proceso de nueva creación! Ésta es la alegría más grande de Dios. ¡Esta es la creación renovada de Dios!

Ahora bien, las implicaciones que esto tiene sobre tu vida son fenomenales. Cuando lo piensas, se trata de una extraordinaria revelación. Todo lo que haces es cambiar. Todo lo que haces es evolucionar. La manera en la que cambies depende de ti. En lo que te con-viertas depende de ti, sin embargo, el hecho de que eres no está sujeto a discusión. Es un hecho. Es lo que está sucediendo. Eso es la vida. Es lo que es Dios. Es lo que eres Tú.

La vida, Dios, Tú = Aquello que cambia.

Pero aún no has resuelto el dilema, ¿si soy Uno con todo, qué pasa cuando aplasto un mosquito?

¿Qué tipo de cambio eliges crear en esa parte de ti mismo que denominas el mosquito? Ésa es tu pregunta y ésa es la implicación de la sabiduría Todos Somos Uno.

Tú no “cambias” la parte del Todo que denominas mosquito, no lo puedes “matar” ¿ves? La vida es eterna, no le puedes dar fin. Tienes el poder de cambiar tu forma. Al igual que en los populares espectáculos de ciencia ficción, te podrías denominar un modificador de forma. Ahora bien, debes saber lo siguiente: toda la conciencia actúa en unión. En el sentido más elevado, es imposible que uno de ustedes ejerza dominio sobre el otro. Todo aspecto de la divinidad comparte el control creativo sobre su destino. Todo aspecto de la divinidad comparte el control creativo sobre su destino. Por tanto, no puedes liquidar a un mosquito en contra de su voluntad. En algún nivel, el mosquito lo ha elegido así. Todos los cambios que ocurren en el universo suceden con el consentimiento del universo mismo, en sus diversas formas. El universo no puede discrepar consigo mismo. Eso es imposible.

Éstas palabras son peligrosas. Es una enseñanza peligrosa. Las personas podrían inter-pretar esto como, “Bien, ¡entonces le puede hacer cualquier cosa a quien yo desee, ya que me ha otorgado su permiso! Después de todo, ´¡comparten el proceso de creación´ conmigo”. Podría conducir a la anarquía en el comportamiento.

Esto es algo con lo que ustedes ya cuentan. La vida es lo que tú denominas “anarquía del comportamiento”, ¿no lo ves? Todos ustedes hacen lo que desean, cuando lo desean, como lo desean y yo no los detengo. ¿No lo puedes ver? La raza humana ha hecho lo que considera son actos espantosos y lo ha vuelto a repetir una y otra vez, y Dios no le impide hacerlo. ¿Nunca has preguntado por qué?

Por supuesto que lo he hecho. Todos lo hemos hecho. Hemos gritado en nuestros cora-zones, “Dios, ¿por qué permites esto? Claro que hemos preguntado.

Bien, ¿no quieres la respuesta?

Por supuesto que quiero la respuesta.

Qué bueno porque te la acabo de dar.

Si eso es cierto, voy a tener que ponderarlo a fondo. Si eso es cierto, tengo la impresión de que no existe nada que nos impida infligir daño a los demás, todo con el pretexto de que todo en el Universo concuerda con lo que hacemos. Eso me parece muy perturbador. No sé cómo lidiar con ello. Las doctrinas de lo correcto y lo incorrecto, del crimen y el castigo, de la bondad y la maldad, de la recompensa eterna y de la condenación eterna, todas las cosas que nos controlan, todas las que le dan esperanzas a los oprimidos, todas son eliminadas por ese mensaje. Si no contamos con un nuevo mensaje para sustituirlo, temo por la raza humana y por las nuevas profundidades de depravación a las que va a descender.

Pero si cuentan con un nuevo mensaje. Es, al fin, La Verdad. Y este mensaje es el único que puede salvar al mundo. El antiguo mensaje no lo ha podido lograr. ¿No puedes entenderlo? ¿No te es evidente? El antiguo mensaje que, según tú, le ha dado esperanza a la humanidad, no les ha dado ninguno de los resultados que esperaban.

El antiguo mensaje de lo correcto y lo incorrecto, del crimen y el castigo, de la bondad y la maldad, de la recompensa o de la condenación eternas, no ha contribuido de ninguna manera a dar fin al sufrimiento sobre su planeta, dar por terminada la matanza sobre su planeta y la tortura que se infligen en contra de sí mismos. Y este se debe a que el mensaje ha generado división.

Solo existe un mensaje que pueda modificar el curso de la historia humana para siempre, finalizar la tortura y regresarlos a Dios. Ese mensaje es el Nuevo Evangelio: TODO SOMOS UNO.

De este Nuevo Evangelio surge un nuevo mensaje de responsabilidad total, el cual les indica que son totalmente responsables por aquello que elijan, que lo han elegido juntos y que, la única manera de cambiar sus elecciones es haciéndolo unidos.

No darán fin a la tortura de su especie mientras crean que sólo están torturando a otro. Sólo podrán finalizar la tortura cuando les quede claro que, de hecho, se torturan a sí mismos.

Esto sólo lo podrán lograr cuando comprendan, de manera absoluta que es imposible hacer algo en contra de la voluntad de otro. Sólo en ese momento de claridad podrán apreciar realmente aquello que hasta la fecha han considerado como una verdad imposible. Todos sus actos van dirigidos en contra de sí mismos.

Y esta verdad no la podrán apreciar hasta que comprendan, abracen y vivan en el Nuevo Evangelio.

TODOS SOMOS UNO

En consecuencia, por supuesto que todo lo que le haces a alguien ha sido creado, a cierto nivel, en conjunción contigo. Lo contrario sólo sería posible si todos no fuéramos Uno. Sin embargo, todos si SOMOS UNO. Sólo existe Uno de nosotros. Juntos creamos esta realidad.

¿Comprendes las implicaciones de esto? ¿Aprecias su increíble impacto?

Por lo tanto, adelante e imparten esta enseñanza a todas las naciones. Enseñen lo que hacen los unos a los otros, lo que hacen por su propio ser, lo que no hacen los otros, lo que no hacen por su propio ser. Trata a los demás como desearías ser tratado, ¡porque si estás recibiendo ese trato!

Esa es la Regla Dorada. Y ahora la comprendes por completo.

 

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Un Diálogo Inusual
Neale Donald Walsh

Capítulo 17

 

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