web
analytics
Estadísticas
 
 
 

 
 

Amistad con Dios

Un Diálogo Inusual
Neale Donald Walsh

Capítulo 5

Segunda Parte

 

 

La única manera en la que puedes experimentar la magnificencia de ser Uno con todo es si existe algún estado o condición en el que no ser Uno con Todo sea posible. Sin embargo, Todo es Uno en el Reino de lo Absoluto, lo cual finalmente es la máxima realidad; el hecho de que algo no sea Uno con Todo es imposible.

No obstante, lo que no es imposible es la ilusión de no ser Uno con Todo. Entonces, fue con el propósito de crear esta ilusión que surgió el Reino de lo Relativo. Es como un mundo de Alicia en el País de las Maravillas, en donde las cosas no son como parecen ser y en el que las cosas parecen ser lo que no son.

 

 

Tu ego es la herramienta principal en la creación de esta ilusión. Este dispositivo es el que te permite imaginar a tu Yo como algo separado del Resto de Ti Mismo. Es la parte de ti que te considera un individuo.

Tú no eres un individuo, sin embargo, debes individualizarte con el fin de comprender y apreciar la experiencia en su totalidad. De modo que, en este sentido, es “bueno” tener ego. Si consideras lo que tratas de hacer, es algo “bueno”. Sin embargo, demasiado ego, anali-zando lo que deseas hacer, “no resulta bueno”. Esto se debe a que intentas usar la ilusión de separación para comprender y apreciar mejor la experiencia de la Unidad, que es Quien Eres Realmente.

Cuando el ego se engrandece tanto que todo lo que puedes apreciar es tu Yo separado, to-das las probabilidades de experimentar el Yo unificado desaparecen y estás perdido. Literal-mente te has perdido en el mundo de tu ilusión y puedes permanecer así durante muchas vidas, hasta que finalmente sacas a tu Yo de ese mundo, o hasta que otra persona –otra alma- te saca. A esto se refiere la frase “devolverte a ti mismo”. A esto se referían las iglesias cristianas cuando hablaban del concepto del “salvador”, El único error que cometieron éstas fue declararse a sí mismas y a sus religiones como la única manera de “salvarse”, reforzando de esta manera nuevamente la ilusión de separación, ¡justamente la misma ilusión de la cual deberían tratar de salvarte!

Así, pues, me preguntas si es bueno tener ego, y esa es una pregunta enorme. Todo de-pende de qué estés tratando de hacer. Si usas el ego como herramienta con la cual final-mente experimentas la Única Realidad, es bueno. Si el ego te está usando a ti para impedir que experimentes la realidad, entonces no es bueno. En la medida en que te detenga de hacer lo que viniste a hacer, “no es algo bueno”. Sin embargo, siempre tienes libre albedrío para lo que has venido a hacer. Si disfrutas de no experimentar tu Yo como parte de la Unidad, tendrás la opción de no tener esa experiencia en este momento. Es únicamente cuando te hayas cansado de tu separación, te hayas cansado de la ilusión, te hayas cansado de la soledad y el dolor, que buscarás tu camino a casa y entonces encontrarás que ahí Estaré, que siempre he estado ahí.
Siempre.

Vaya. Haz una pregunta y obtén una respuesta.

Especialmente cuando le preguntas a Dios.

Si ya veo. Quiero decir, no es como si tuvieras que detenerte y pensar en estas cosas.

No, la respuesta está justo ahí, en la punta de Mi lengua. Además, quiero agregar que está justo en la punta de tu lengua, también.

¿Qué significa eso?

Significa que Yo no me guardo estas respuestas. Nunca lo he hecho. Todas las respuestas a todas las preguntas de la vida se encuentran, literalmente, en la punta de tu lengua.

Esa es otra manera de decir, “según tu palabra, así será”.

Bueno, de acuerdo con esa afirmación, si yo digo que todo lo que dices Tú son puros disparates, entonces todo lo que acabas de decir no es verdad.

Eso es cierto.

No, eso no es cierto.

Quiero decir, es cierto que no es verdad.

Pero si digo que todo lo que Tú dices no es verdad, entonces no es verdad que no sea verdad.

Eso es cierto.

A menos de que no lo sea.

A menos de que no lo sea.

Lo que sucede es que creas tu propia realidad.

Eso dices Tú.

Así es.

Pero si no creo en lo que Tú dices…

…entonces no lo experimentarás como tu realidad. Pero fíjate bien en este dilema, porque si no aceptas que puedes crear tu propia realidad, entonces experimentarás tu realidad como algo que no creaste… probando así que creas tu propia realidad.

Caramba, siento que estoy en la casa de los espejos.

Lo estás, Ser maravilloso. En más formas de las que te puedes imaginar. Pues todo lo que ves es un reflejo de ti mismo. y si los espejos de la vida te muestran distorsiones, son un reflejo de los pensamientos distorsionados de ti mismo.

Eso me regresa al punto en donde estabas antes de desviarme por esta tangente.

No hay tangentes, Hijo Mío, solo diferentes caminos hacia el mismo destino.

Te preguntaba cómo puedo tener una amistad conmigo mismo. Tú dijiste que conoceré a Dios cuando conozca mi propia alma; que puedo tener una amistad con Dios cuando tenga una amistad conmigo mismo. Y te pregunté cómo puedo hacer eso. Yo pensaba que ya tenía una amistad conmigo mismo.

Algunas personas la tienen y algunas personas no. Para algunas personas, lo más que pueden obtener es una tregua.

Quizá es verdad lo que dijiste acerca de que un ego grande es señal de que no me agrado a mí mismo. Voy a pensar detenidamente en eso.
No es tanto que las personas no se agraden completamente a sí mismas. Es sólo que hay una parte de sí mismas que no les agrada, de modo que el ego compensa tratando de agradar a otras personas. Obviamente, no muestran a los demás la parte de sí mismos que no les agrada hasta que la creciente intimidad de una relación hace que sea imposible ocultarla. Cuando finalmente revelan esa parte y cuando la otra persona se muestra sor-prendida, quizá inclusive en forma negativa, sienten que se ha confirmado el hecho de que ese aspecto de su persona es desagradable, y así el círculo continúa.

Es un proceso muy complejo y tu pasas por él diariamente.

Debiste haber sido psicólogo.

Yo inventé la psicología.

Lo sé. Sólo bromeaba.

Lo sé. Veras, “bromear” es algo que hace la gente cuando…

¡Suficiente!

Tienes razón. Suficiente. Sólo estaba bromeando.

Me haces reír. ¿Lo sabías?

¿Yo te hago reír a ti? Tú me haces reír a Mí.

Eso es lo que me gusta, un Dios con sentido del humor.

La risa es buena para el alma.

No podría estar más de acuerdo, ¿pero podemos regresar a la pregunta? ¿cómo puedo tener una amistad conmigo mismo?

Comprendiendo claramente Quien Eres Realmente y quién no eres. Una vez que sepas Quien Eres Realmente, te enamorarás de tu persona.

Una vez que te hayas enamorado de tu persona, te enamorarás de Mí.

¿Cómo puedo comprender claramente quién soy y quién no soy?

Comencemos primeramente con quién no eres, porque aquí yace el problema más grande.

Está bien, ¿Quién no soy yo?

Antes que nada quiero decirte que tú no eres tu pasado. Tú no eres tus ayeres.

No eres lo que hiciste ayer, lo que dijiste ayer, lo que pensaste ayer.

Muchas personas querrán pensar que eres tus ayeres. De hecho, algunos insistirán en que los seas. Harán esto porque están muy interesados en que continúes presentándote de esta manera. Por una parte, esto les hace sentir que “tienen razón” en lo que se refiere a ti. Por otra parte, que pueden “depender” de ti.

Cuando otras personas te perciben como “malo”, no quieren que cambies, porque simple-mente quieren continuar teniendo “razón” acerca de ti. Esto les permite justificar la manera como te tratan.

Cuando otras personas te perciben como “bueno”, no quieren que cambies, porque quieren continuar teniendo la posibilidad de “depender” de ti. Esto les permite justificar la manera en la que esperan que los trates.
Lo que estás invitado a hacer es vivir el momento. Renuévate en el momento presente.

Esto te ayuda a separar tu Persona de las antiguas ideas acerca de ti mismo, pues una gran cantidad de éstas se basan en las ideas que tienen de otras personas con respecto a ti.

¿Cómo puedo olvidar mi pasado? Las ideas que tienen otras personas con respecto a mí están basadas, cuando menos en parte, en la forma en que me perciben, en mis conductas del pasado. ¿Qué hago, simplemente olvidar que hice esas cosas? ¿Fingir que no importan?

Ni lo uno ni lo otro.

No intentes olvidar tu pasado, intenta cambiar tu futuro.

Lo peor que puedes hacer es olvidar tu pasado. Olvida tu pasado y olvidarás todo lo que tiene que enseñarte, todo lo que te dio como regalo.
Tampoco finjas que no te importa. Más bien, reconoce que sí importa y que, precisamente porque sí importa, has decidido no repetir ciertas conductas nuevamente. Sin embargo, una vez que has tomado esa decisión, deja atrás tu pasado, lo cual no significa olvidarlo. Significa dejar de aferrarte a él, termina tu sujeción al pasado como si te fueras a ahogar sin él. Te ahogas debido a él.

Deja de usar tu pasado para mantenerte sumergido en las ideas de Quién Eres. Deja atrás eos viejos troncos y comienza a nadar hacia una costa nueva.

Inclusive las personas con un pasado maravilloso no se hacen ningún favor aferrándose a él como una manera de definir Quiénes Son. Esto se llama “dormir sobre nuestros laureles”, y nada detiene el crecimiento en su mayor rapidez.

No debes dormir sobre tus laureles ni detenerte en tus fracasos. Más bien, comienza otra vez; cada dorado momento del presente inicia una nueva página.

Pero, ¿cómo puedo cambiar conductas que se han convertido en habituales o características de la personalidad que se han enraizado?
Haciéndote una pregunta sencilla: ¡soy Yo esta persona?

Es la pregunta más importante que jamás te formularás. Te resultará muy provechoso hacértela antes y después de cada decisión en tu vida, desde qué ropa usar, hasta qué em-pleo aceptar, desde con quien casarte, hasta si debes casarte siquiera. Indiscutiblemente es una pregunta clave cuando te sorprendes a ti mismo adoptando conductas que dices querer descontinuar.

¿Y esto va a cambiar las características de la personalidad y las conductas que hemos te-nido durante mucho tiempo?

Inténtalo.

Está bien. Lo haré

Bueno.

Después de que decida quién no soy y después de que libere de la idea de que soy mi pa-sado, ¿cómo descubro Quién soy yo?

No se trata de un proceso de descubrimiento, sino de uno de creación. No puedes “des-cubrir” Quien Eres, porque debes empezar a partir de cero cuando lo decidas. No decides esto basándote en tus descubrimientos, sino en tus preferencias.

No seas quien pensabas ser, sé quien desearías ser.

Ésa es una gran diferencia

Es la diferencia más grande de tu vida. Hasta el momento has estado “siendo” quien creías ser. De ahora en adelante serás el producto de tus anhelos más elevados.

¿Realmente puedo cambiar tanto?

Por supuesto que puedes. Pero recuerda: no se trata de cambiar y así convertirte en al-guien aceptable. A los ojos de Dios, ya eres aceptable en este momento. Únicamente estás cambiando porque has elegido cambiar, eliges una versión más nueva de Ti mismo.

La versión más grandiosa de la visión más fantástica que jamás haya tenido acerca de Quién Soy Yo.

Exactamente.

¿Y una pregunta tan simple como “soy Yo Esta Persona” me va a conducir a ello?

Lo hará, a no ser que suceda lo contrario. Pero es una herramienta muy muy poderosa. Puede generar transformaciones.

Es poderosa porque pone en contexto todo aquello que está ocurriendo. Te permite ver claramente lo que estás haciendo. He observado que muchas personas no saben lo que están haciendo.

¿Qué quieres decir? ¿Qué están haciendo?

Se están creando a sí mismos. Muchas personas no comprender esto. No pueden ver lo que está ocurriendo, lo que están haciendo. No saben que, de hecho, esto es el propósito de la vida.

Y porque no saben esto, no se percatan de cuánta importancia, cuánta repercusión tiene cada decisión.

Cada decisión que tomes –cada una- no es acerca de qué hacer. Es acerca de Quién Eres. Cuando te das cuenta de esto, cuando lo comprendes, todo cambia. Comienzas a ver la vida de manera diferente. Todos los eventos, sucesos y situaciones se convierten en oportunidades para hacer lo que vinieron a hacer.

Si vinimos aquí con una misión, ¿no es así?

Ah, si. Definitivamente. El propósito de tu alma es anunciar y declarar, ser y expresar, experimentar y satisfacer a Quien Eres Realmente.

¿Y quién soy?

¡Quienquiera que digas ser! La forma en que vives tu vida es tu declaración. Tus elecciones te definen. Cada acto es un acto de definición propia.

De modo que sí, una pregunta de cuatro palabras como ésa, puede cambiar tu vida. Porque esa pregunta si puedes recordar hacerla, plantea todo lo que ocurre en un nuevo contexto, mucho más grande.

Especialmente si haces la pregunta en el momento de tomar una decisión.
No hay momento alguno en el que no tomes decisiones. Siempre estás tomando decisiones, todo el tiempo. Inclusive cuando duermes, tomas decisiones. (De hecho, algunas de las más importantes las tomas cuando duermes. Y algunas personas duermen aún cuando parece que están despiertos).

En cierta ocasión, alguien dijo que estamos en un planeta de sonámbulos.
No estaba lejos de la verdad.

De modo que esa es la pregunta mágica, ¿verdad?

Ésa es la pregunta mágica. La de cinco palabras.

En realidad, hay dos preguntas mágicas de cinco palabras. Formuladas en el momento apropiado, éstas te pueden impulsar hacia adelante en tu propia evolución más de lo que jamás podrías imaginar. Estas preguntas son:

¿Realmente soy yo esta persona?

¿Qué haría el amor ahora?

Es a través de tu decisión de formular y responder estas preguntas en cada etapa, que podrás avanzar de estudiante a maestro en el Nuevo Evangelio.

¿El Nuevo Evangelio? ¿Qué es eso?

A su debido tiempo, amigo mío. A su debido tiempo. Tenemos mucho qué decir antes de llegar a eso.

¿Entonces podemos regresar al tema de la culpa sólo una vez más? ¿Qué hay de las personas que han hecho cosas horribles, por ejemplo, matado gente o violado mujeres o abusado de niños y simplemente no se pueden perdonar a sí mismos?

Los que han hecho en el pasado, no define quiénes son. Quizá otras personas si los clasifiquen según su pasado e incluso ellos crean que son esas personas, pero no es Quienes Son Realmente.

Pero la mayoría de la gente no quiere escuchar esto. Están demasiado consumidos por su propia culpa o quizá amargura por lo que creen ha sido una mala jugada del destino. Algunos de ellos incluso temen repetir sus actos. De tal manera que consideran que sus vidas son inútiles, sin sentido.

¡Ninguna vida carece de sentido! Y te puedo asegurar que ninguna vida es inútil.

El temor y la culpa son los únicos enemigos del hombre.

Eso ya me lo has dicho antes

Y te lo diré nuevamente. El temor y la culpa son tus únicos enemigos. Si abandonas el miedo, el miedo te abandona a ti. Si dejas ir a la culpa, la culpa te dejará a ti.

¿Cómo hacemos eso? ¿Cómo abandonamos el temor y la culpa?
Al decidir hacerlo. Es una decisión arbitraria, basada únicamente en tu preferencia personal. Simplemente cambias de opinión acerca de ti mismo y de cómo eliges sentirte. Es como dice Harry Palmer:
Sólo se requiere tomar una decisión para cambiar de parecer.
Hasta un asesino puede cambiar de parecer. Incluso un violador puede volver a recrear su vida a partir de cero. Hasta un abusador de niños puede ser redimido.Todo lo que se requiere es tomar una decisión desde lo más profundo del corazón, el alma y la mente: Este No Soy Yo.

¿Eso se aplica a todos, sin importar nuestras ofensas, grandes o pequeñas?

Eso se aplica a cualquiera de ustedes.

Sin embargo, ¿cómo me puedo perdonar si he hecho lo imperdonable?

No hay tal cosa como algo imperdonable. No existe ofensa tan grande que me rehusara a perdonar. Aún las religiones más estrictas enseñan eso. Quizá no concuerden en la forma de expiación, ni en el camino, pero todas concuerdan en que existe un camino, existe un sendero.

¿Cuál es el camino? ¿Cómo puedo alcanzar la expiación si yo mismo considero que mis ofensas son imperdonables?

La oportunidad para obtener la expiación se te brinda de forma automática en el momento de la muerte.

Debes darte cuenta de que la “expiación” no es otra cosa más que la realización de que tú y todos los demás son Uno sólo. Es comprender que eres Uno con todo, incluyéndome a mí.

Esto lo vas a experimentar -lo vas a recordar- inmediatamente después de la muerte, cuando hayas salido de tu cuerpo.

Todas las almas experimentan su expiación de manera muy interesante. Se les permite re-correr una vez más, cada momento de la vida que acaban de concluir y experimentarla no sólo desde su propio punto de vista, sino desde el punto de vista de todas las personas que se vieron afectadas por ese momento. Tienen la oportunidad de volver a pensar cada pensamiento, de volver a decir cada palabra, de repetir cada acto y de experimentar su repercusión sobre cada persona a la que afectó, como si ellos fueran la otra persona. Y lo son.

Tienen la oportunidad de saberlo por medio de experiencias. En ese momento, la frase “Todos Somos Uno” ya no será un concepto, sino una experiencia.

Eso debe ser como vivir en un infierno. Creí que habías dicho en Conversaciones con Dios que no había tal cosa como el infierno.

No existe un lugar de tormento y condenación eterna, como ustedes han creado en sus teo-logías. Pero todos y cada uno experimentarán el impacto, el producto y el resultado de sus elecciones y decisiones. Sin embargo, esto tiene que ver con el crecimiento, no con la “justi-cia”. Es el proceso de evolución, nunca el castigo de “Dios”.

Y durante la “reseña” de tu vida”, como algunos le han llamado, nadie te juzgará, sino que simplemente se te permitirá experimentar la Totalidad de tu experiencia, en lugar de la versión centralizada de Ti que reside en tu actual experiencia corporal, en cada momento de tu vida.

Ay. Eso suena como algo que podría ser doloroso.

No lo es. No vas a experimentar dolor, solo conciencia. Adquirirás conciencia y estarás en profunda sincronía con la totalidad de cada momento y su contenido. Sin embargo, esto no te dolerá, sino que te iluminará.

No será un “¡ay!” sino un “¡aja!”.

Exactamente.

Pero si no va a haber un “¡ay!”, ¿cuál es la “retribución” por el dolor que hemos causado y por el daño que hemos hechos?

A Dios no le interesa cobrarse. Dios está interesado en moverte hacia adelante. Éste es el sendero de evolución en el que te encuentras, no el camino hacia el infierno.

La meta es adquirir conciencia, no sufrir una retribución.

Dios no está interesado en la venganza. A Dios sólo le interesa que abramos los ojos.

Vaya, nada mal. Nada mal en absoluto.

Bueno, creo que es importante mantener un tono ligero. He desperdiciado tantos años hundido en la culpa, y algunas personas parecen creer que nos debemos aferrar a ella para siempre. Pero la culpa y el arrepentimiento no son la misma cosa. El hecho de que haya dejado de sentir culpa acerca de algo no significa que no me arrepienta de ello. El arrepentimiento puede ser educativo, mientras que la culpa es sólo debilitante.

Tienes toda la razón. Bien dicho.

Cuando estemos libres de culpa, podemos seguir adelante, como Tú dijiste, con nuestras vidas. Podemos hacer algo productivo con ellas.

Efectivamente, así es. Harás amistad conmigo nuevamente, te enamorarás de ti mismo, cuando por fin reconozcas Quién Eres Realmente.

Y así habremos dado el primer paso para entablar una amistar real y activa con Dios.

Si

Ojalá fuera tan fácil como Tú lo haces parecer.

Lo es. Confía en Mí.

 

 

Amistad con Dios

Un Diálogo Inusual
Neale Donald Walsh

Capítulo 5

Segunda Parte

 

 El Místico en tus favoritos  El Místico como tu página de Inicio  
 
 

 
 

 
         
         
       
       
       
Conferencias Místicas