DR. JOHN DEMARTINI
Si padeces una enfermedad grave y
optas por solo investigar cual ha sido el factor psicológico que te
la ha provocado, en lugar de utilizar la medicina clásica, es
posible que ello te cause la muerte. Evidentemente es aconsejable
que tomes medicación a la vez que indagas en la causa psicológica.
En ningún caso se debe renegar de la medicina. Toda forma de
sanación tiene su lugar.
Sanar mediante la mente
puede actuar armoniosamente junto con la medicina clásica. Si hay
dolor, la medicación puede hacer que el dolor desaparezca, lo que
ayudará a la persona a concentrarse más en su salud. «Pensar en la
salud perfecta», es algo que cualquiera puede hacer en privado sea
cual sea la situación exterior.
LISA NICHOLS
El Universo es una obra maestra de
abundancia. Cuando te abres a sentir la abundancia del Universo,
experimentas el asombro, la dicha, la beatitud y todas las grandes
cosas que tiene reservadas para ti: buena salud, riqueza, buen
carácter. Pero cuando te cierras con pensamientos negativos,
experimentas malestar, dolores, y sientes que es doloroso vivir cada
día.
DR. BEN JOHNSON
MÉDICO, ESCRITOR Y LÍDER EN SANACION CON LA ENERGÍA
Tenemos mil diagnósticos y
enfermedades distintos. Sólo son el eslabón débil. Todos ellos son
el resultado de una sola cosa: el estrés. Si ejerces suficiente
presión en la cadena y en el sistema, uno de los eslabones se rompe.
Todo estrés comienza con
un pensamiento negativo. Un pensamiento que no hemos tenido en
cuenta, y luego cada vez más pensamientos afines, hasta que se
manifiesta el estrés. El efecto es el estrés, pero la causa ha sido
el pensamiento negativo y todo comienza con un pequeño pensamiento
negativo. No importa lo que hayas manifestado, puedes cambiarlo...
con un pequeño pensamiento positivo.
DR. JOHN DEMARTINI
Nuestra fisiología crea enfermedades
para respondernos, para hacernos saber que tenemos una visión
desequilibrada o que no somos capaces de amar ni de sentir gratitud.
Por lo tanto los signos y síntomas del cuerpo no son algo terrible.
El doctor Demartini nos
está diciendo nos está diciendo que el amor y la gratitud disolverán
toda la negatividad de nuestras vidas, independientemente de la
forma que hayan tomado. El amor y la gratitud pueden separar mares,
mover montañas y obrar milagros. El amor y la gratitud pueden
disolver cualquier enfermedad.
MICHAEL BERNARD BECKWITH
La pregunta más frecuente es:
cuando una persona ha manifestado una enfermedad en el templo del
cuerpo o algún tipo de malestar en su vida, ¿es posible invertir ese
proceso a través del poder del pensamiento “correcto”? La respuesta
es un sí rotundo.
La Risa es la mejor Medicina
LA HISTORIA DE CATHY
GOODMAN,
Me diagnosticaron cáncer de mama.
Realmente creí con todo mi corazón, con toda mi fe, que ya me había
curado. Cada día decía: «Gracias por mi curación». Esto lo repetía
continuamente. «Gracias por mi curación». Estaba convencida de que
me había curado. Me veía como si el cáncer nunca hubiera invadido mi
cuerpo.
Una de las cosas que hice para
sanarme fue ver películas cómicas. Todo lo que hacíamos era reír y
reír. No podíamos permitirnos ningún estrés en mi vida porque
sabíamos que ésa era una de las peores cosas que te pueden pasar
mientras estás intentando curarte.
Desde el diagnóstico hasta la
curación transcurrieron aproximadamente tres meses. No me sometí ni
a quimioterapia ni a radiación.
Esta hermosa e
inspiradora historia de Cathy Goodman demuestra los tres grandes
poderes en acción: el poder de la gratitud para sanar, el poder de
la fe para recibir y el poder de la risa y la felicidad para
disolver la enfermedad en nuestro cuerpo.
Cathy tuvo la inspiración
de usar la risa en su sanación, tras conocer la historia de Norman
Cousins.
A Norman le habían
diagnosticado una enfermedad «incurable». Los médicos le habían
dicho que sólo le quedaban unos meses de vida. Norman decidió
curarse a sí mismo. Durante tres meses se dedicó a ver todas las
películas cómicas que pudo y a reírse sin parar. La enfermedad
desapareció en tres meses y los médicos dijeron que su recuperación
había sido un milagro.
Al reír, Norman liberó
toda la negatividad y también su enfermedad. Sin duda, la risa es
la mejor medicina.
DR. BEN JOHNSON
Todos venimos con un
programa básico. Se denomina «autosanación». Te haces una herida y
se cierra. Tienes una infección bacteriana y el sistema inmunitario
se pone en marcha para combatir esas bacterias y te cura. El sistema
inmunitario está diseñado para proteger al cuerpo.
BOB PROCTOR
La enfermedad no puede
subsistir en un cuerpo que se encuentra en un estado emocional
saludable. Nuestro cuerpo está eliminando millones de células cada
segundo y también crea millones de células al mismo tiempo.
DR. JOHN HAGELIN
De hecho, hay partes
de tu cuerpo que cada día son sustituidas. Otras partes tardan
meses, otras tardan años. Pero al cabo de unos pocos años todos
tenemos un cuerpo totalmente nuevo.
Si todo nuestro cuerpo se
renueva cada cierto tiempo, tal como ha demostrado la ciencia, ¿cómo
puede una enfermedad o un proceso degenerativo habitar en nuestro
cuerpo durante años?. Sólo puede retenerlo el pensamiento, la
observación de la enfermedad y la atención que se le concede a la
misma.
Ten Pensamientos de Perfección
Ten pensamientos de
perfección. La enfermedad no puede existir en un cuerpo que tiene
pensamientos armoniosos. Sé consciente de que sólo hay perfección, y
cuando observas la perfección has de invocarla en tí. Los
pensamientos imperfectos son la causa de todos los males de la
humanidad, incluida la enfermedad, la pobreza y la infelicidad.
Cuando tenemos pensamientos negativos nos estamos privando de la
herencia que nos pertenece por derecho propio. Manifiesta y
proponte: «Tengo pensamientos perfectos. Sólo veo perfección. Soy
perfección».
Eliminé todo ápice de
rigidez y falta de agilidad de mi cuerpo. Me enfoqué en ver mi
cuerpo tan flexible y perfecto como el de una niña y la rigidez y el
dolor articular desaparecieron.
Puedes comprobar que las
creencias sobre el envejecimiento están en nuestra mente. La ciencia
explica que nuestro cuerpo se regenera por completo en muy poco
tiempo. El envejecimiento es el pensamiento limitado, de modo que
libera esos pensamientos de tu conciencia y piensa que tu cuerpo
sólo tiene unos meses, por más cumpleaños que hayas tachado en tu
calendario. En tu próximo cumpleaños hazte un favor y ¡celébralo
como si fuera el primero! No cubras tu cuerpo con sesenta velas, a
menos que desees invocar eso. Por desgracia, la sociedad occidental
tiene una fijación con la edad, aunque en realidad ésta no existe.
Puedes pensar tu
camino hacia un estado de salud perfecto, el cuerpo perfecto, el
peso perfecto y la juventud eterna. Puedes hacer que se manifieste,
pensando coherentemente en la perfección.
BOB PROCTOR
Si padeces una
enfermedad, te estás enfocando en ella y le hablas a la gente de la
misma, vas a crear más enfermedad en tus células. Visualízate
viviendo en un cuerpo perfectamente sano. Haz que el médico cuide de
tu enfermedad.
Las personas que padecen
una enfermedad suelen hablar de ella todo el tiempo. Eso es porque
piensan en ella continuamente y verbalizan sus pensamientos. Si te
encuentras un poco mal, no hables de ello, a menos que quieras más.
Sé consciente de que tu pensamiento ha sido el responsable de ese
estado y repite todas las veces que puedas «Me siento de maravilla.
Me siento muy bien», y realmente siéntelo así. Si no te encuentras
muy bien y alguien te pregunta ¿qué tal estás?, agradece que esa
persona te haya recordado tus pensamientos de sentirte bien. Habla
sólo de lo que quieres.
No puedes enfermar a
menos que creas que puedes, y pensar eso supone invitar con tu
pensamiento a que así sea. También estás invitando a la enfermedad
cuando escuchas a otras personas hablar de enfermedades. Al
escucharlas estás prestando toda tu atención a la enfermedad, y
cuando prestas toda tu atención a algo, lo estás invocando. Y sin
duda no estás ayudando a esas personas. Estás dando energía a su
enfermedad. Si realmente quieres ayudarlas, cambia de conversación y
habla de cosas buenas, si puedes, si no márchate. Cuando te vayas
dedica tus poderosos pensamientos y sentimientos a ver a esa persona
en buen estado y luego déjalo ir.
LISA NICHOLS
Digamos que hay dos
personas, ambas tienen la misma enfermedad, pero una elige enfocarse
en ser feliz. Elige vivir en la posibilidad y la esperanza,
enfocarse en todas las razones por las que debería sentirse feliz y
agradecida. Luego tienes a la otra. El mismo diagnóstico, pero ésta
elige enfocarse en la enfermedad, el dolor y en el «¡Vaya me ha
tocado a mí!».
BOB DOYLE
Cuando las personas
están totalmente enfocadas en lo que está mal y en sus síntomas, los
perpetúan. La sanación no se producirá hasta que cambien su enfoque,
de estar enfermas a estar bien. Eso se debe a la ley de la
atracción.
«Recordemos, siempre que
podamos, que todo pensamiento desagradable, supone literalmente,
poner algo malo en el cuerpo».
Prentice
Mulford
DR. JOHN HAGELIN
Pensamientos más
felices conducen a una bioquímica más feliz. A un cuerpo más feliz y
saludable. Está demostrado que los pensamientos negativos y el
estrés perjudican seriamente al cuerpo y al funcionamiento del
cerebro, porque nuestros pensamientos y emociones están
continuamente reconstruyendo, reorganizando y recreando nuestro
cuerpo.
No importa lo que hayas
manifestado respecto a tu cuerpo, puedes cambiarlo, interior y
exteriormente. Empieza a tener pensamientos felices y empieza a
ser feliz. La felicidad es un sentimiento de estado del
ser. Tienes el dedo en la tecla de «sentirte feliz». Apriétala ahora
y mantenla apretada con firmeza, pase lo que pase a tu alrededor.
DR. BEN JOHNSON
Elimina el estrés
psicológico del cuerpo y éste hará aquello para lo que ha sido
diseñado. Curarse.
No has de luchar
para vencer una enfermedad. El sencillo proceso de dejar ir los
pensamientos negativos permitirá que emerja tu estado de salud
natural. Y tu cuerpo se curará a sí mismo.
MICHAEL BERNARD BECKWITH
He visto cómo se
regeneraban riñones. He visto cánceres disolverse. He visto personas
que han mejorado su visión o que incluso han vuelto a ver.
Antes de descubrir El
Secreto hacía tres años que llevaba gafas para leer. Una noche,
mientras leía sobre los orígenes de El Secreto en siglos anteriores,
me di cuenta de que hacía el gesto de alcanzar mis gafas para ver lo
que estaba leyendo. De pronto me detuve. Darme cuenta de lo que
había hecho fue como si me hubiera alcanzado un rayo.
Había oído el mensaje de
la sociedad de que la visión de cerca disminuye con la edad. Había
visto a la gente estirar los brazos para poder leer algo. Yo había
prestado mi atención a esa disminución de la vista propia de la edad
y la había hecho. Sabía que lo que había provocado con mis
pensamientos podía cambiarlo, así que inmediatamente me imagine
viendo con toda claridad, como cuando tenía veintiún años. Me vi en
restaurantes oscuros, en aviones y en mi ordenador leyendo
claramente y sin esfuerzo. Repetí muchas veces: «Puedo ver con
claridad. Puedo ver con claridad». Tuve sentimientos de gratitud y
entusiasmo por tener una visión clara. A los tres días volvía a ver
correctamente y ya no me he vuelto a poner las gafas para leer.
Veo con toda claridad.
Cuando le conté al doctor
Ben Johnson, uno de los maestros de El Secreto, lo que había
hecho, me dijo: «¿Te has dado cuenta de lo que les ha tenido que
suceder a tus ojos para que pudieras conseguir eso en tres días?»
«No, y doy gracias a Dios por no saberlo, ¡así ese pensamiento no ha
podido infiltrarse en mi cabeza! Sólo sé que lo he hecho y que lo he
podido hacer rápido», respondí. (A veces es mejor no tener tanta
información).
El doctor Johnson
consiguió eliminar una enfermedad «incurable» de su cuerpo, así que
la restauración de mi visión me parecía una banalidad en comparación
con el milagro de su propia historia. De hecho, esperaba recuperar
la vista de la noche a la mañana, así que tres días no era ningún
milagro para mí. Recuerda que el tiempo y el tamaño no existen en el
Universo. Es tan fácil curar un grano como una enfermedad. El
proceso es el mismo, la diferencia está en nuestra mente. De modo
que si has atraído algún tipo de aflicción redúcela en tu mente al
tamaño de un grano, libera todos los pensamientos negativos y luego
enfócate en la salud perfecta.
Nada es Incurable
DR. JOHN DEMARTINI
Siempre digo que
incurable significa «curable desde dentro».
Creo y se que nada es
incurable. En algún momento de nuestra historia, toda enfermedad
considerada incurable se ha llegado a curar. En mi mente y en el
mundo que yo mismo creo, la palabra «incurable» no existe. En este
mundo hay mucho sitio para ti, ven y únete a mí y a todos los que
estamos aquí. Es el mundo donde los «milagros» ocurren todos los
días. Es un mundo donde reina la abundancia, donde todas las cosas
buenas existen ahora dentro de ti. Parece el cielo, ¿verdad? Lo es.
MICHAEL BERNARD BECKWITH
Puedes cambiar tu vida
y sanarte a ti mismo.
MORRIS GOODMAN
ESCRITOR Y ORADOR INTERNACIONAL
Mi historia empieza el
10 de marzo de1981. Ese día realmente cambió mi vida. Nunca olvidaré
ese día. Me estrellé con mi avioneta. Terminé en el hospital
totalmente paralizado. Mi médula espinal estaba aplastada, me había
roto la primera y segunda vértebras cervicales, había perdido el
reflejo de tragar, no podía ni comer ni beber, mi diafragma estaba
destrozado, no podía respirar. Lo único que podía hacer era
parpadear. Por supuesto, los médicos me dijeron que si sobrevivía
sería como un vegetal el resto de mi vida. Lo único que podía hacer
era abrir y cerrar los ojos. Ésa era la imagen que tenían de mí,
pero no me importaba lo que pensaran. Lo que me importaba era lo que
yo pensaba. Me visualicé volviendo a ser una persona normal,
saliendo por mi propio pie del hospital.
Lo único que tenía
para trabajar en el hospital era mi mente. Y con tu mente puedes
volver a unir las cosas de nuevo.
Estaba con respiración
asistida y me dijeron que nunca podría volver a respirar por mí
mismo porque mi diafragma estaba destrozado. Pero una vocecita
seguía diciéndome: «Respira, respira hondo». Al final me la
quitaron. No pudieron dar ninguna explicación. No podía permitir que
entrara en mi mente nada que pudiera distraerme de mi meta o de mi
visión.
Me había propuesto la
meta de salir del hospital por mi propio pie para Navidad. Y lo
conseguí. Salí del hospital caminando. Me dijeron que no era
posible. Ese día jamás lo olvidaré.
Si puede servir de
algo a las personas que en estos momentos están sufriendo, si
quisiera resumir mi vida y decirles lo que pueden hacer, usaría esta
breve frase: «El hombre se convierte en lo que piensa».
A Morris Goodman se le
conoce como El Hombre Milagro. Su historia fue elegida para El
Secreto porque demuestra el insondable poder y el ilimitado
potencial de la mente humana. Morris conocía el poder que había
dentro de él para conseguir lo que había elegido pensar. Todo es
posible. La historia de Morris Goodman ha inspirado a miles de
personas a pensar, imaginar y sentir para recuperar su salud.
Transformó el mayor reto en el mayor regalo de su vida.
Desde el estreno de El
Secreto, hemos recibido una lluvia de historias sobre la
desaparición de todo tipo de enfermedades en personas que habían
visto el documental. Cuando tienes fe todo es posible.
Sobre el tema de salud me
gustaría terminar con estas iluminadoras palabras del doctor Ben
Johnson: «Estamos entrando en la era de la medicina de la energía.
En el Universo todo tiene una frecuencia y lo único que debes hacer
es cambiarla o crear una frecuencia opuesta. Así de fácil es cambiar
cualquier cosa en el mundo, tanto si es una enfermedad física como
si es emocional o de cualquier otro tipo. Esto es inmenso. Es el
mayor fenómeno con el que nos hemos encontrado en la historia».
Resumen de El Secreto
• El efecto placebo
es un ejemplo de la ley de la atracción en acción. Cuando un
paciente cree realmente que la pastilla va a curarle, recibe lo que
cree y se cura.
• «Enfocarse en la
salud perfecta» es algo que podemos hacer en nuestro interior, a
pesar de lo que esté sucediendo fuera.
• La risa atrae la
felicidad, libera la negatividad y produce curaciones milagrosas.
• La enfermedad se
retiene en el cuerpo a través del pensamiento, mediante la
observación de la enfermedad y por la atención que le concedemos a
la misma. Si no te encuentras bien, no hables de ello, a menos que
quieras más malestar. Si escuchas hablar a los demás de su
enfermedad, añades energía a su enfermedad.