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LAS 7 LEYES ESPIRITUALES DEL ÉXITO

La Ley del Dar

Deepak Chopra 

 

LA LEY DEL DAR

 

El universo opera por medio de un intercambio dinámico... Dar y recibir son aspectos diferentes del

flujo de la energía en el universo. Y si estamos dispuestos a dar aquello que buscamos, mantendremos

la abundancia del universo circulando en nuestra vida.

 

Este frágil recipiente lo has vaciado una y otra vez para llenarlo eternamente de vida nueva. Esta pequeña

flauta de caña la has llevado por valles y montañas, soplando a través de ella melodías siempre nuevas...

Tus dones infinitos vienen a mí solamente en mis pequeñas manos. Pasan los siglos, y tú continúas vertiendo,

y todavía hay espacio para llenar.

                                                               - RABINDRANATH TAGORE, Gitanjali

 

La segunda ley espiritual del éxito es la ley del dar. También podría llamarse la ley del dar y recibir porque

el universo opera a través de un intercambio dinámico. Nada es estático. Nuestro cuerpo está en intercambio

dinámico y constante-con el cuerpo del universo; nuestra mente mantiene una interacción dinámica con la

mente del cosmos; nuestra energía es una expresión de la energía del cosmos.

El flujo de la vida no es otra cosa que la interacción armoniosa de todos los elementos y las fuerzas que

estructuran el campo de la existencia. Esta armoniosa interacción de los elementos y las fuerzas de la vida

opera a través de la ley del dar. Puesto que nuestro cuerpo, nuestra mente y el universo mantienen un

constante y dinámico intercambio, frenar la circulación de la energía es como frenar el flujo sanguíneo.

Cuando la sangre deja de circular, comienza a coagularse y a estancarse. Por ello debemos dar y recibir a fin

de mantener la riqueza y la afluencia* - o cualquier cosa que deseemos en la vida - circulando

permanentemente.

     

La palabra "afluencia" viene de la raíz latina afflúere que significa "fluir hacia". La palabra afluencia

significa "fluir en abundancia". El dinero realmente es un símbolo de la energía vital que intercambiamos, y

de la energíavital que utilizamos como consecuencia del servicio que le * prestamos al universo. Al dinero

también se lellama moneda "corriente", nombre que refleja igualmente la naturaleza fluida de la energía. La

palabra"corriente" viene del latín cúrrere que significa "correr" o "fluir".

Por tanto, si impedimos la circulación del dinero - si nuestra única intención es acaparar el dinero y

aferrarnos aél -, impediremos también, puesto que el dinero es energía vital, que éste vuelva a circular en

nuestra vida.

Para que esa energía fluya constantemente hacia nosotros, debemos mantenerla en circulación. Al igual que

un río, el dinero debe mantenerse en movimiento, o de lo contrario comienza a estancarse, a obstruir, a

sofocary a estrangular su propia fuerza vital. La circulación lo mantiene vivo y vital.

Toda relación es una relación de dar y recibir. El dar engendra el recibir, y el recibir engendra el dar. Lo

quesube debe bajar; lo que se va debe volver. En realidad, recibir es lo mismo que dar, porque dar y recibir

sonaspectos diferentes del flujo de la energía en el universo. Y si detenemos el flujo de alguno de los

dos,obstaculizamos la inteligencia de la naturaleza.

En toda semilla está la promesa de miles de bosques. Pero la semilla no debe ser acaparada; ella debe dar su

inteligencia al suelo fértil. A través de su acción de dar, su energía invisible fluye para convertirse en una

manifestación material.

Cuanto más demos más recibiremos, porque mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra

vida. En realidad, todo lo que tiene valor en la vida se multiplica únicamente cuando es dado. Lo que no se

multiplica a través del dar, ni vale la pena darse, ni vale la pena recibirse. Si al dar sentimos que hemos

perdido algo, el regalo no ha sido dado en realidad, y entonces no generará abundancia. Cuando damos a

regañadientes, no hay energía detrás de nuestro acto de dar.

Al dar y al recibir, lo más importante es la intención. La intención debe ser siempre crear felicidad para

quien day para quien recibe, porque la felicidad sostiene y sustenta la vida y, por tanto, genera abundancia.

La retribución es directamente proporcional a lo que se da, cuando el acto es incondicional y sale del corazón.

Poreso el acto de dar debe ser alegre - la actitud mental debe ser tal que se sienta alegría en el acto mismo

dedar. De esa manera, la energía que hay en el acto de dar aumenta muchas veces más.

En realidad, practicar la ley del dar es muy sencillo: si deseamos alegría, démosles alegría a otros; si

deseamos amor, aprendamos a dar amor; si deseamos atención y aprecio, aprendamos a prestar atención y a

apreciar a los demás; si deseamos riqueza material, ayudemos a otros a conseguir esa riqueza. En realidad, la

manera más fácil de obtener lo que deseamos es ayudar a los demás a conseguir lo que ellos desean. Este

principio funciona igualmente bien para las personas, las empresas, las sociedades y las naciones. Si

 

La palabra inglesa affluence - traducida aquí como "afluencia" - significa, además de abundancia, riqueza y

prosperidad;

de ahí la digresión etimológica del siguiente párrafo. (N. del Ed. )

 

deseamos recibir el beneficio de todas las cosas buenas de la vida, aprendamos a desearle en silencio a todo

el mundo todas las cosas buenas de la vida.

Incluso la sola idea de dar, el simple deseo, o una sencilla oración, tienen el poder de afectar a los demás.

Esto se debe a que nuestro cuerpo, reducido a su estado esencial, es un haz individual de energía e

información en medio de un universo de energía e información. Somos haces individuales de conciencia en

medio de un universo consciente. La palabra "conciencia" implica mucho más que energía e información -

implica una energía y una información que viven en forma de pensamiento. Por tanto, somos haces de

pensamiento en medio de un universo pensante. Y el pensamiento tiene el poder de transformar.

La vida es la danza eterna de la conciencia, que se manifiesta como un intercambio dinámico de impulsos de

inteligencia entre el microcosmos y el macrocosmos, entre el cuerpo humano y el cuerpo universal, entre la

mente humana y la mente cósmica.

Cuando aprendemos a dar aquello que buscamos, activamos esa danza y su coreografía con un movimiento

exquisito, enérgico y vital, que constituye el palpitar eterno de la vida.

 

La mejor manera de poner a funcionar la ley del dar - de iniciar todo el proceso de circulación - es tomando

la decisión de que cada vez que entremos en contacto con una persona, le daremos algo. No es necesario que

sean cosas materiales; podría ser una flor, un cumplido o una oración. En realidad, las formas más poderosas

de dar no son materiales. Obsequios como interesarse, prestar atención, dar afecto, aprecio y amor, son

algunos de los más preciados que se pueden dar, y no cuestan nada. Cuando nos encontremos con alguien,

enviémosle en silencio un buen deseo por su felicidad, alegría y bienestar. Esta forma de generosidad

silenciosa es muy poderosa.

Una de las cosas que me enseñaron cuando era niño, y que también les he enseñado a mis hijos, es nunca

visitar a alguien sin llevarle algo - no visitemos nunca a alguien sin llevarle un regalo. Sin embargo, uno

podría preguntarse: "¿Cómo puedo hacerles regalos a los demás si ahora ni siquiera tengo suficiente para mí?"

Podemos regalar una flor; una sola flor. Podemos llevar una nota o una tarjeta que exprese algo sobre nues-

tros sentimientos hacia la persona a quien visitamos. Podemos llevar un elogio. Podemos llevar una oración.

Tomemos la decisión de dar en todo lugar a donde vayamos, y a quien quiera que veamos. Mientras estemos

dando, estaremos recibiendo. Cuanto más demos, más confianza tendremos en los efectos milagrosos de esta

ley. Y a medida que recibamos más, también aumentará nuestra capacidad para dar.

Nuestra verdadera naturaleza es de prosperidad y abundancia; somos naturalmente prósperos porque la

naturaleza provee a todas las necesidades y deseos. No nos falta nada porque nuestra naturaleza esencial es

la potencialidad pura, las posibilidades infinitas. Por consiguiente, debemos saber que ya somos

intrínsecamente ricos, independientemente de cuánto dinero tengamos, porque la fuente de toda riqueza es el

campo de la potencialidad pura - es la conciencia que sabe cómo satisfacer cada necesidad, incluyendo la

alegría, el amor, la risa, la paz, la armonía y el conocimiento. Si vamos en pos de estas cosas primero - no

solamente para nosotros mismos, sino para los demás - todo lo demás nos llegará espontáneamente.

CÓMO APLICAR LA LEY DEL DAR

Pondré a funcionar la ley del dar comprometiéndome a hacer lo siguiente:

 

1) Llevaré un regalo a cualquier lugar a donde vaya y para cualquier persona con quien me encuentre. Ese

regalo puede ser un elogio, una flor o una oración. Hoy les daré algo a todas las personas con quienes me

encuentre, para iniciar así el proceso de poner en circulación la alegría, la riqueza y la prosperidad en mi

vida y en la de los demás.

 

2) Hoy recibiré con gratitud todos los regalos que la vida me dé. Recibiré los obsequios de la naturaleza: la

luz del sol y el canto de los pájaros, o los aguaceros de primavera o las primeras nevadas del invierno.

También estaré abierto a recibir de los demás, sea un regalo material, dinero, un elogio o una oración.

 

3) Me comprometeré a mantener en circulación la abundancia dando y recibiendo los dones más preciados de

la vida: cariño, afecto, aprecio y amor.

Cada vez que me encuentre con alguien, le desearé en silencio felicidad, alegría y bienestar.

 

 
 
 
 

 
 

 
         
         
       
       
       
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