EL COMIENZO
Los
Mensajes de los Sabios
CAPITULO 1
Brian Weiss
|
|
Nuestra tarea es aprender, llegar a ser divinos a
través del conocimiento. Sabemos tan pocas
cosas...Gracias al conocimiento nos acercamos a
Dios, y entonces podemos descansar. Después volvemos
para enseñar y ayudar a los demás. |
Considero necesarias unas palabras de presentación
para quienes me lean por primera vez. He recorrido
un largo camino desde el día en que, médico de
formación clásica, catedrático de psiquiatría y
escéptico empedernido, me di cuenta de que la vida
humana es algo más maravillosa y más profunda de lo
que me había hecho creer incluso mi rigurosa
formación médica.
Recibí una formación académica: me licencié por la
Universidad de Columbia y después fui a la Facultad
de Medicina de la Universidad de Yale, donde además
fui jefe de residentes de psiquiatría. He dado
clases en diversas facultades de medicina y durante
once años dirigí el Departamento de Psiquiatría del
Centro Médico Monte Sinaí, en Miami Beach (Florida).
Cuando conocí a Catherine, la paciente cuya historia
se cuenta en mi primer libro,
Muchas vidas, muchos sabios,
ya había publicado más de cuarenta trabajos
científicos colaboraciones en libros, y había
adquirido reconocimiento internacional en
psicofarmacología y química cerebral. No es de
extrañar, pues, que fuera totalmente escéptico
respecto a campos «faltos de rigor científico» como
la parapsicología. No sabía nada sobre temas como
las vidas anteriores o la reencarnación, ni quería
saberlo.
Y entonces entré en contacto, de forma repentina y
sorprendente, con lo espiritual, el «hemisferio
derecho»,lo no lineal. De modo inexplicable,
Catherine empezó a revivir lo que parecían recuerdos
de vidas anteriores.
De algún modo, todos sus síntomas clínicos mejoraron
a través de ese proceso de regresión. Me quedé
atónito, pero al mismo tiempo empecé a descubrir la
armonía existente entre ciencia e intuición.
Ese proceso se inició hace veinte años y, desde
entonces, he llevado a más de dos mil pacientes a
experimentar regresiones a recuerdos perinatales,
del útero materno o de vidas anteriores. Ya he
escrito tres libros sobre esas experiencias, que se
han traducido a casi treinta idiomas.
Al centrarse mi trabajo en los temas de la
reencarnación, la terapia de regresión a vidas
anteriores y la reunión de almas gemelas, me he
convertido en el gurú extraoficial de la
reencarnación. Acepto de buen grado ese
calificativo, ya que creo que es cierto que nos
reencarnamos hasta que aprendemos nuestras lecciones
y pasamos al siguiente peldaño. Además, como ya he
señalado reiteradamente, existen considerables
pruebas históricas y médicas de que la reencarnación
es una realidad.
No obstante, este libro, que refleja lo que les
enseño en la actualidad a mis pacientes y a quienes
asisten a los actos en los que participo, trata de
muchas más cosas que la reencarnación y la terapia
de regresión.
Aunque son partes importantes del rompecabezas, hay
también otras piezas importantes y es preciso
conocerlas todas, y además bien. He estudiado la
labor de curanderos, médiums, videntes y demás
personas dedicadas a prácticas holísticas y
alternativas, y he descubierto que existen otras
vías para llegar al despertar espiritual.
Este libro representa la culminación de veinte años
de experiencia y estudios, no sólo sobre la
reencarnación, sino también dentro del movimiento
conocido como
new age.
Mi intención es recordarle lo que son el amor y la
alegría y enseñarle a incorporarlos a su vida ahora,
cuando está en un estado físico. Con esta obra
aprenderá técnicas que le servirán para alcanzar
niveles de paz y felicidad interiores de los que
quizá carezca su vida en este momento. Encontrará
gran cantidad de material sobre la naturaleza del
alma, la inmortalidad y las escalas de valores. Se
incluyen muchos consejos y técnicas prácticos para
transformar la vida, las relaciones, el estado de
ánimo y el mental, la salud y el bienestar físico y
el destino. El conocimiento de las vidas anteriores
no es necesario para alcanzar esos cambios
positivos: lo más importante es la comprensión. A
medida que compren da su auténtica naturaleza y su
verdadero propósito, su vida se irá transformando de
forma permanente, y entonces podrá empezar a cambiar
el mundo.
Mi vida ha ido cambiando del mismo modo. Las vidas
anteriores siguen siendo para mí un concepto y
unvalor fundamentales, pero comprender, experimentar
y expresar el amor, la alegría y la paz interior en
mi vidacotidiana se han convertido en cosas más
importantes.
Le agradezco inmensamente a Catherine que entrara en
mi consulta aquel día providencial y abriera mi
mente al concepto de las vidas anteriores, pues eso
se convirtió en la vía de mi despertar personal, lo
cual me llevó al crecimiento y a la comprensión
espirituales.
Un rasgo sorprendente e importante de las
regresiones de Catherine era el canalizar o
transmitir, estando profundamente hipnotizada,
información detallada y precisa procedente de
fuentes de conocimiento superiores. Ese material ha
servido de inspiración para muchos miles de personas
de todo el planeta y ha transformado sus vidas.
Catherine atribuía la fuente de esa sabiduría a los
«Sabios», almas muy evolucionadas sin forma física
que le contaron «cosas sabias y maravillosas», que
me fue transmitiendo. Tras salir del estado
hipnótico, Catherine recordaba muchos detalles de
las vidas anteriores que acababa de experimentar,
pero nunca se acordaba de nada relacionado con su
contacto con esos Sabios, ya que los mensajes se
transmitían a través de ella, pero no surgían de su
memoria.
Cuando me escriben cartas o cuando hablo en público,
la gente suele bombardearme con preguntas para |
saber si hay más mensajes de los Sabios.
-¿Se ha enterado de algo más?
-¿Qué cosas nuevas ha descubierto?
-¿Sigue en contacto con ellos?
La respuesta es afirmativa. Y está en este libro. A
través de otros pacientes, de mis viajes y de mi
propia meditación, he descubierto muchas más cosas.
También ha quedado claro que tenemos que comprender
con mayor profundidad lo que ya se nos ha
transmitido. Así pues, en este libro se reproducen
en parte mensajes clave de mis libros anteriores.
Aparecen en cursiva al inicio de cada capítulo y en
ocasiones intercalados en el texto.
Al ir entretejiendo lo viejo y lo nuevo me he dado
cuenta de que se ha ido desvelando con delicadeza
toda una filosofía espiritual que se ha puesto en
mis manos. En su núcleo está el amor. Creo que, como
personas,estamos preparados para adoptada.
Durante los últimos treinta años, sobre todo, hemos
buscado la estabilidad a través de la recuperación
de la sabiduría antigua, como si la abrumadora
cantidad de avances científicos y tecnológicos de
nuestros días nos hubiera desequilibrado.
Afortunadamente, también hemos depurado esa
sabiduría antigua para descartar supersticiones y
mitos superados. Nuestra conciencia ha evolucionado
por fin hasta aceptar esa sabiduría filtrada de los
siglos.
Nadamos en un mar de conciencia de
new age,
holística y espiritual, que parece haber desbordado
las presas de las antiguas creencias y de la
conciencia restringida. Hay pruebas por todas
partes. El
new thought
se está convirtiendo en algo dominante.
El Instituto Nacional de Sanidad de Estados Unidos
financia estudios sobre acupuntura, medicina
naturista,hipnosis y estados de conciencia
alterados. Las mutuas cubren técnicas de curación
alternativas y complementarias. Las empresas de
publicidad tradicionales promueven productos
comerciales con campañas internacionales que se
sirven de la reencarnación como arma de venta. Las
películas y los programas de televisión pregonan a
los cuatro vientos temas de
new age
que llegan a millones de espectadores interesados.
¿Por qué sucede todo eso?
Durante cientos de años la gente ha creído de forma
errónea que la tecnología, una vez desarrollada
plenamente, resolvería los males de la humanidad,
que la ciencia indicaría el camino por el que salir
del bosque, por el que alejarse de la enfermedad, la
pobreza, el sufrimiento y el dolor.
Hoy sabemos que, por sí solas, la tecnología y la
ciencia son incapaces de resolver nuestros
problemas. La tecnología puede utilizarse para fines
buenos o malos. Sólo cuando se emplea con
iluminación, sabiduría y equilibrio puede ayudarnos
de verdad. Tenemos que encontrar el equilibrio
adecuado.
El amor es la piedra sobre la que se basa ese
equilibrio.
Cuando la gente tiene experiencias espirituales
intensas, casi siempre se evoca la energía del amor.
Esa forma de amor es incondicional, absoluta e
ilimitada. Es como un impulso de energía pura, una
energía que también posee atributos de gran fuerza,
como la sabiduría, la compasión, la eternidad y la
conciencia sublime.
El amor es la energía más básica y dominante que
existe. Es la esencia de nuestro ser y de nuestro
universo.
El amor es el componente fundamental de la
naturaleza que conecta y une todas las cosas, a
todas las personas.
El amor es más que un objetivo, más que un
combustible, más que un ideal. El amor es nuestra
naturaleza.
Es nuestra esencia.
Espero que este libro le enseñe a reconocer el amor,
a cultivar y ampliar su experiencia de amor (en
especial para con usted mismo y en sus relaciones) y
a manifestar e irradiar su amor a los demás. Gracias
a ello tendrá, de forma inevitable, más alegría, más
salud y más felicidad en su vida.
El amor todo lo cura. En un futuro cercano algunos
atributos de su energía se estudiarán
científicamente, se cuantificarán, se medirán y se
comprenderán. Otros seguirán siendo misteriosos,
ilimitados e incalculables.
Por fortuna, cuando la energía del amor se siente
con profundidad, sus efectos curativos se
experimentan siempre, con independencia de si se
mide o se comprende.
Los físicos saben que todo es energía. Las bombas
nucleares se construyen según técnicas de
transformación y liberación de energía. La medicina
naturista y la tradicional funcionan debido a
transformaciones de energía provocadas a nivel
celular. Los resultados varían mucho, pero los
mecanismos subyacentes son los mismos:
transformaciones de energía.
La energía del amor es, en potencia, más fuerte que
cualquier bomba y más sutil que cualquier hierba. Lo
que sucede es que aún no hemos aprendido a
aprovechar esa energía tan básica y pura. Cuando lo
consigamos, podrá darse una curación en todos los
niveles, individual y planetaria.
Antes de escribir este libro he descrito la
fenomenología, las características de diversas
experiencias metafísicas: la reencarnación, la
naturaleza del alma, los curanderos y la curación,
los hechos parapsicológicos y los dones de los
médiums, las experiencias cercanas a la muerte y
post mortem,
y la increíble sabiduría de los seres que parecen
existir en «el otro lado».
Ahora tiene la oportunidad de comprender y
experimentar la energía común a todas esas
experiencias, fenómenos y seres, que los conecta. Al
hacerlo, su vida se amplificará y mejorará, y podrá
deshacerse de los bloqueos y obstáculos que le
impiden alcanzar la paz interior, la alegría y la
felicidad.
Nuestras almas siempre se sienten atraídas hacia el
amor. Cuando comprendamos de verdad el concepto de
que el amor es una energía que lo abarca todo y que
su impulso curativo puede transformar con rapidez |
nuestros cuerpos, mentes y almas, superaremos
nuestros dolores y males crónicos. |
Unas palabras sobre este libro |
Para este trayecto es vital pensar de forma lógica y
racional. Aceptado todo sin reflexión, contemplación
y meditación sería tan insensato como rechazado todo
del mismo modo. La ciencia es el a de observarrte
detenidamente con una mirada imparcial y sin
prejuicios. Eso es lo que he intentado hacer. He
conocido a algunas personas de enormes aptitudes
(videntes, médiums, curanderos y demás) y muchas más
con pocas o ninguna, que en su mayor parte son
oportunistas. He dedicado muchos años a aprender y
aplicar el método científico, y mi mente escéptica
siempre está alerta y pasa todas mis experiencias
por ese filtro científico, pero también he tenido
cuidado de no actuar con un exceso de celo. Una
persona o una experiencia pueden desanimar, pero la
siguiente puede ser realmente extraordinaria y no
tiene que descartarse por lo sucedido anteriormente.
He escrito este libro para devolver un poco de lo
que se me ha entregado. He reflexionado sobre la
posible importancia de otro libro. Al fin y al cabo
ya he escrito tres, y en ellos hay mucho que
digerir. Además, hoy se ven libros de orientación
espiritual por todas partes. ¿Qué puede aportar otro
más?
La enseñanza es un proceso sumamente individual, me
recordé, que depende del estilo, el ritmo, las
preferencias personales, los valores y tantos otros
factores. Hay otras personas que, mediante libros o
seminarios o con su ejemplo, cuentan cosas
parecidas, pero quizá de forma distinta. Aunque sólo
haya una verdad, para llegar a ella hay muchos
caminos. Sin embargo, la respuesta es siempre la
misma; la verdad no ha cambiado.
Eso no quiere decir que un profesor sea mejor que
los demás o que sus métodos y su filosofía sean
superiores. Son distintos, simplemente. Lo que a uno
le funciona está bien, y lo que no le sirve le
funcionará a otro. Todos vamos a un mismo sitio.
La trayectoria que he seguido para comprender más
cosas sobre nuestra naturaleza espiritual es fruto
de muchos años de arduo estudio académico que
culminaron en mi formación médica, mi
especialización psiquiátrica y varias décadas de
experiencias postacadémicas y estudios clínicos. Ésa
ha sido mi trayectoria.
Otros pueden llegar a un estadio parecido gracias a
una experiencia de gran fuerza, espontánea
yabrumadora, como por ejemplo un suceso cercano a la
muerte. Y otros pueden alcanzar ese nivel con la
práctica de una única técnica, como la meditación,
durante un largo período. Son otras trayectorias.
Muchos caminos llevan a la iluminación. Juntos
podemos explorados. |
Nuestras creencias pueden cambiar debido a la fuerza
ya la inmediatez de la experiencia personal.
Empezamos a comprender algo cuando experimentamos su
esencia. La creencia se convierte entonces en saber.
No basta con leer sobre los conceptos presentados
aquí o confiar exclusivamente en las experiencias de
los demás, que se presentan como ejemplos o
ilustraciones de los conceptos. Por consiguiente, a
lo largo de todo el libro se incluyen ejercicios y
diversas técnicas para mejorar las experiencias
propias, para ayudarle directamente a cambiar.
Hace años que aconsejo a mis pacientes que escriban
un diario de sus sueños, y que anoten en él lo que
recuerden al despertar. Con un poco de práctica
mejora sensiblemente la memoria de los sueños.
Cuantos más detalles se recuerdan y se registran,
más fácil resulta analizar el sueño. Lo mismo puede
decirse de la meditación y la visualización. Al
practicar esos ejercicios puede serie de utilidad
anotar o escribir en forma de diario sus
pensamientos, sentimientos, observaciones y
experiencias. Al igual que con los sueños, cuanto
más escriba más fácil le será recordar y procesar
los detalles de sus experiencias.
A mí me ha resultado difícil practicar esas
técnicas, así que puedo aconsejarle con conocimiento
de causa que no se sienta frustrado. El progreso
puede parecer bastante lento. A veces me doy cuenta
de que me dejo llevar por la pereza y que durante
varias semanas seguidas no practico la meditación.
Sigo cayendo en las rutinas de la vida y a veces me
dejo dominar por el orgullo, la envidia o la
inseguridad. Todos somos humanos y la vida es dura.
La frustración es una reacción normal y corriente.
No somos una especie paciente.
Como ya he dicho, lo que importa es la dirección, no
la velocidad. Si va evolucionando para convertirse
en una persona más cariñosa, más compasiva y menos
violenta, es que ha tomado la dirección adecuada. Al
igual que yo, puede ser que se distraiga, que alguna
vez se desvíe equivocadamente y que se pierda hasta
encontrar el camino de regreso. Tal vez le parezca
que da dos pasos hacia adelante y luego uno hacia
atrás, pero no pasa nada. Así son las cosas cuando
tenemos forma humana. La iluminación es un proceso
lento y arduo que requiere entrega y disciplina.
Descansar de vez en cuando es absolutamente normal.
En realidad noes que retroceda, sino que consolida
lo que ha conseguido y reposa.
El progreso no siempre es lineal. Puede que haya
avanzado mucho en cuanto a caridad y compasión, pero
que le quede mucho también por hacer en relación con
la ira y la paciencia. Es importante que no se
juzgue. Si no se juzga ni permite que los demás lo
hagan, no se sentirá frustrado.
Las experiencias con las que se encontrará al ir
leyendo este libro tienen como objetivo ayudarle en
la evolución para convertirse en un ser lleno de
amor y alegría, movido por la no violencia y falto
de miedos.
Dado que el progreso por el camino espiritual no es
lineal, quizás algunos conceptos y ejercicios le
parezcan bastante fáciles y otros difíciles. Es
normal. |
En muchas ocasiones he tropezado, he recuperado la
conciencia y he reemprendido mi camino.
Seguramente a usted también le habrá sucedido. Con este
libro espero ayudarle a tropezar menos veces y a
recuperarse y a progresar con más facilidad. Estoy
convencido de que, gracias a sus cartas y a las
reacciones y respuestas que me lleguen, los lectores me
ayudarán del mismo modo.
Sin la contribución de los Sabios, este libro no se
habría escrito nunca, ya que esas citas son peldaños que
ayudan a llegar a las ideas y los ejercicios que se
presentan en los capítulos. Las ideas y los conceptos
contenidos en los mensajes son como semillas especiales
que han crecido y madurado en mi mente a lo largode los
años hasta convertirse en preciosas flores, que son las
que ahora le ofrezco.
Las citas de los Sabios son también como las campanillas
que hacen sonar los budistas para recordar que tienen
que dejar de divagar y regresar al presente, a la
conciencia. Los mensajes de los Sabios nos recuerdan, de
forma parecida, que tenemos q dejar que la mente vuelva
a lo importante (el amor, la paz, la vida eterna, que
los pensamientos y las prácticas espirituales) y dejar
de lado lo que no lo es (lo material, el orgullo y el
ego, la violencia, el miedo, las preocupaciones y el
odio).
Las citas, como las campanillas, nos hacen recuperar la
conciencia. Cada vez que vea palabras en cursiva, tómese
el tiempo que necesite y digiera su significado. Pocas
veces probará un sabor más dulce.
Todos remamos en la misma galera, y en el horizonte hay
tormentas que no auguran nada bueno. Da la impresión de
que la violencia y la falta de visión dominan nuestro
mundo. Tenemos que remar en armonía para renunciar
alodio, la ira, el miedo y el orgullo. Tenemos que tener
el valor de obrar bien. Tenemos que amarnos y
respetarnos los unos a los otros, ver y apreciar la
belleza y la dignidad innatas de todo el mundo, porque
todos somos almas, todos tenemos la misma sustancia.
Sólo si remamos al unísono, con toda la tripulación
unida, podremos sortear las tormentas y encontrar el
camino que lleva a casa
|
|
|
|