He
recorrido un largo camino desde el día en que me di cuenta de que la
vida humana es algo más maravilloso y más profundo de lo que me
había hecho creer mi rigurosa formación médica.
Cuando
conocí a Catherine, la paciente cuya historia se cuenta en mi primer
libro, “Muchas vidas, muchos maestros”, ya había publicado varias
decenas de trabajos científicos y adquirido reconocimiento
internacional. Con ella entré en contacto, en forma repentina y
sorprendente, con lo espiritual. De modo inexplicable, Catherine
empezó a revivir lo que parecían recuerdos de vidas anteriores. Y lo
que es más, todos sus síntomas clínicos mejoraron a través de ese
proceso de regresión. Empecé a descubrir la armonía existente entre
ciencia e intuición, y mi vida también cambió.
Hoy
sabemos que por sí solas, la tecnología y la ciencia son incapaces
de resolver nuestros problemas. Sólo cuando se emplean con
iluminación y sabiduría puede ayudarnos de verdad. Tenemos que
encontrar el equilibrio adecuado, y el amor es la piedra sobre la
que se basa el equilibrio.
En Los
mensajes de los sabios me he referido a la energía común a todas
las experiencias metafísicas: la reencarnación, la naturaleza del
alma, la curación, los dones de los médiums y, sobre todo, a la
increíble sabiduría de los Sabios, seres que parecen existir en el
‘otro lado’ de esta vida.
Las ideas
y conceptos contenidos en sus mensajes son como semillas singulares
que han crecido y madurado en mi mente a lo largo de los años hasta
convertirse en preciosas flores.