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TÉCNICAS DE “JUEGO” PARA REMONTARSE A VIDAS PREVIAS

A Través del Tiempo - 2° libro

  Capitulo 15

  Brian Weiss

 

La asociación libre con palabras y frases emocionalmente cargadas puede ayudarnos a llegar a vidas anteriores. Existen ciertas palabras universales que trascienden las culturas y los tiempos; son fijas a lo largo de los siglos. Más abajo figura una lista parcial, adaptada del libro de Gloria Chadwick, Discovering Your Past Lives. Cada uno puede agregar sus propias frases y palabras.

 
   

Al estar relajado, cierre usted los ojos, y piense o diga una de estas palabras. Luego observe las imágenes mentales, escenas y sensaciones resultantes. También puede hacer una grabación de la lista y transmitirla. Tómese tiempo para demorarse en cada palabra a medida que surgen en su mente escenas y sentimientos.

Guerra

Paz

Desierto

Soldados marchando

Barcos

Pistola

Cuchillos

Muchedumbre

Horca

Ejecución

Hambre

Inanición

Esclavo

Rey

Libro

Escribir con pluma

Cielo nocturno

Estrellas

Iglesia

Lanza

Océano

Montaña

Cueva

Crepúsculo

Dolor

Música

Oficial

Caballo

Animal

Inundación

Veneno

Médico

Curandero

Cuerpo

Funeral

Nacimiento.

Luego anote las imágenes en su diario. Úselas después para buscar patrones o temas de vidas pasadas o como claves para sus sesiones de regresión y visualización. Por ejemplo: si hizo asociaciones libres con la palabra ‘soldado” y luego se vio marchando en la Guerra Civil, puede anotar la imagen en su diario y luego meditar sobre eso al día siguiente, una semana y hasta meses después. Al probar este ejercicio conviene permanecer abierto y con espíritu de juego.

Como comentario aparte, las vidas pasadas durante la Guerra Civil son muy comunes. Mucha gente ha tenido experiencias de cosa ya vista al visitar tumbas y campos de batalla de esa guerra.

La técnica que llamo “Caras” es otro método de “juego” para recordar vidas pasadas. Siéntese a un par de metros de un amigo, con luces tenues y música suave como fondo. Mire la cara de la otra persona. Espere a ver si las facciones cambian. Observe y describa los cambios que ve. Con frecuencia las facciones parecen cambiar. Ojos, narices y peinados se disuelven y toman nueva forma. A veces aparecen sombreros y tocados.

También puede probar este ejercicio a solas, utilizando un espejo y observando los cambios que ve en su propio rostro.

Si nota que a partir de la cabeza de su amigo o de su propia imagen en el espejo, se extiende una luz blanca, que puede medir un par de centímetros o varios, quizás esté viendo una manifestación del campo energético que se extiende desde el cuerpo, físico hacia afuera. Muchas personas informan que’ ven esta “aura’, que a veces aparece en colores. He estudiado a varias personas que, por separado, describieron los mismos diseños de colores en el aura de otra persona. Cuando las hice observar o ‘leer” el campo energético de otro, las descripciones también coincidieron entre sí.

Probé este ejercicio por primera vez en mi consultorio, con varias personas; podían ver las transformaciones del rostro, el color de piel, pelo, ojos, etcétera. Aun así me preocupaba que este simple enfoque pudiera parecer tonto o ser, simplemente, una distorsión perceptual.

por lo que me resistía a presentarlo como ejercicio en mis talleres. Por fin, al aproximarse el final de un taller excitante, con un grupo de varios cientos de personas muy dispuestas a cooperar, decidí arriesgarme.

Más de cien parejas de participantes se sentaron frente a frente, en un salón de baile apenas iluminado, mirándose mutuamente a la cara. Al cabo de un rato se les indicó que buscaran otra pareja e intentaran nuevamente el ejercicio. Los resultados nos sorprendieron a todos. La mayoría de los participantes vieron cambiar dramáticamente la cara de la persona observada, convirtiéndose en una serie de rostros, algunos muy antiguos. Hubo quienes tuvieron experiencias psíquicas en las que vieron caras que, según descubieron después, se parecían a familiares fallecidos de la persona observada. Otros vieron facciones que tenían apariencia de pertenecer a guías espirituales. Algunos vieron caras de personajes que sus parejas conocen sólo por regresión a vidas pasadas o por la descripción de videntes.

Cuando cambiamos de parejas, con frecuencia el nuevo observador veía las mismas caras que el anterior. Muchos percibieron el aura por primera vez.

Un niño de catorce años pudo captar psíquicamente información sobre sus parejas; era la primera vez que le ocurría. Desde entonces incluyo Caras en todos los talleres. Los resultados son invariablemente dramáticos y resulta muy divertido. El único secreto de Caras es intentarlo en un cuarto en penumbra.

Eso libera la mitad izquierda del cerebro y permite un paso más fácil de las impresiones intuitivas.

Caras puede proporcionar claves de ‘muchas vidas pasadas. Como en otros métodos, la meditación, visualización y/o asociación libre de los cambios observados pueden completar el recuerdo. Deje usted que se expandan y desarrollen sin censurar el material. Una cara puede convertirse en un grupo de rostros; detrás de una se puede desplegar toda una escena. Quizá se oiga una voz o una palabra importante. Pruebe y verá.

Otra técnica interesante, que puede resultar muy agradable, es visitar a un vidente reconocido que pueda leer vidas pasadas. El vidente puede proporcionar claves valiosas; tal vez usted Sienta resonar algo en su interior cuando esa persona hable. Hasta es posible que se activen recuerdos. Una lectura psíquica no tiene tanta carga emocional como una sesión de regresión, que agita el propio banco de recuerdos, haciendo que a la conciencia fluyan imágenes y sentimientos propios. Como resultado no se produce el cambio terapéutico Sin embargo, una sesión con un buen vidente puede ser una grata experiencia y proporcionar algunas claves de nuestro pasado que nos hagan pensar.

Beatrice Rich, una vidente muy conocida que trabaja en Nueva York y Miami, me habló de un cliente que no deseaba sólo la habitual lectura. Este hombre, un ejecutivo de empresa, quería también una lectura de vidas previas. Beatrice, trabajando con psicometría, que es el arte de recibir impresiones psíquicas teniendo en las manos un objeto del cliente, vio cambiar el cuerpo de este hombre. Sus brazos se tornaron más oscuros, mucho más gruesos y musculosos. Vio que él era soldado y hábil arquero. Sin que ella lo supiera, el hombre, radicado en la ciudad de Nueva York. Tenía una pasión que superaba a todo lo demás: la arquería. ¿Acaso ella había captado psíquicamente su interés? ¿Le estaba leyendo la mente y elaborando un escenario? ¿O realmente le veía una escena de una vida anterior, que también afectaba el presente de ese hombre?

Mientras Beatrice leía a otra cliente, vio enturbiarse el cuarto y la mujer se transformó en una dama turca, que siglos antes vendía brazaletes y baratijas en una feria. Después la cliente se quitó la chaqueta y se arremangó la blusa, mostrando que tenía el brazo cubierto de brazaletes. Ambas se echaron a reír. La visión de Beatrice ¿era sólo una impresión psíquica del guardarropa de su cliente? ¿O era una escena real de una vida anterior? La misma Beatrice no está segura.

En otra ocasión veía, una y otra vez, que una mujer pasaba de un viejo hawaiano a alguien de una antigua cultura de Europa septentrional, para volver a su cuerpo actual y reanudar el ciclo. Esta cliente pasaba sus vacaciones en dos únicos sitios: Hawaii y Escandinavia.

A otro cliente, estudiante universitario, Beatrice lo vio con otro cuerpo, viviendo en una cultura primitiva, miles de años antes. Describió un antiguo artefacto, similar a una cuchara, con la que ese hombre podía arrojar objetos tales como dardos o toscas flechas. Describió largas hileras de chozas a la orilla de un río y las fieras tribus guerreras que vivían aguas arriba. El profesor de arqueología del estudiante aseguró que esa arma no había existido nunca, pero el cliente acabó por hallarla en una ilustración de un texto. Beatrice no había visto nunca esa arma antes de su visión.

Otro método para activar el recuerdo de vidas pasadas es el trabajo físico. Algunos recuerdos parecen vincularse con zonas del cuerpo, en una especie de memoria celular. Muchas personas sometidas a masaje de acupresión, kinesiología, reflexología y otros métodos estimuladores de zonas claves del cuerpo experimentan visiones fugaces de vidas pasadas. Por ejemplo: la persona que en una vida anterior recibió un lanzazo en la parte baja de la espalda puede rexperimentar este hecho traumático durante un vigoroso masaje en ese sitio de su cuerpo actual. A veces el sitio activador está en otro lugar, con frecuencia en los pies y la parte inferior de las piernas.

La experiencia que tuve durante un masaje de acupresión descrita en un capítulo anterior, es un buen ejemplo de este fenómeno Durante una sesión, mientras el terapeuta trabajaba con mis pies, había llegado a un profundo estado de relajación De pronto comencé a tener un recuerdo vívido Y detallado de haber sido sacerdote en el antiguo Cercano Oriente.

Si usted tiene un recuerdo semejante o siquiera un fragmento de recuerdo anótelo en su diario. Más adelante quizá descubre que es parte de un patrón más grande o que pueda elaborarlo con las técnicas aquí descritas.

Un punto final, pero importante: no se Sorprenda si estas técnicas o el ejercicio de regresión del capítulo siguiente lo lleva a un lugar que no es una vida anterior. Cuando efectúo una regresión en mis pacientes no sé adónde nos llevará su sabiduría elevada. Con frecuencia el destino es una vida pasada o una serie de existencias previas. Pero a veces el destino es la niñez, un jardín curativo o el sitio místico, lleno de luz, que parece existir entre dos vidas. En cualquier caso será la sabiduría subconsciente de cada uno la que decide cuál es el mejor lugar. Con frecuencia, al conducir una regresión siento que soy sólo el pasajero del viaje.

Al utilizar estas técnicas se pueden experimentar también lugares y experiencias nuevas, que tal vez no hayan sido descritas en este libro. Permítase usted la posibilidad de sorprenderse con una experiencia inesperada. Con frecuencia estas son las que inducen el mayor desarrollo.

En vez de experimentar una vida pasada, tal vez vaya usted a un lugar en el que pueda leer los registros místicos, como Beth en el capítulo 9. Quizás encuentre en un jardín a un ser amado, quien le dará un consejo en una sola frase, como el padre de Betsy en el capítulo 5. Hasta es posible que experimente otras realidades, otras dimensiones, más allá de los tradicionales puntos de referencia del tiempo y el espacio.

Deje usted que su desarrollo evolucione de un modo intuitivo, no lineal, si ese es el patrón que adopta. Mientras mantenga una actitud juguetona con respecto a sus experiencias, sin tratar de juzgarlas, siempre continuará creciendo.

Recuerde que si surge algo realmente preocupante, puede resolverlo recurriendo a un terapeuta. Sin embargo, generalmente se recuerdan experiencias de la niñez, de una vida pasada o de otros sitios sin molestias ni nerviosismo significativos. He inducido regresiones en muchos grupos numerosos sin tener ningún problema. Uno nunca queda “varado” en el sitio al que va. Siempre se tiene la opción de abrir los ojos o flotar por sobre su experiencia. La elección es suya. El subconsciente conserva el control y no va a permitir que le ocurra nada que no se pueda manejar.

Por fin, estas técnicas para recordar vidas pasadas o, por lo menos, para cobrar conciencia de algunas claves y mojones del camino, no son las únicas, por cierto. Se han hecho estudios sobre recuerdos de vidas pasadas durante la estimulación eléctrica de ciertas zonas del cerebro, de recuerdos recuperados con la influencia de drogas o de estados mentales alterados, del coma, de experiencias de cuasi-muerte y viajes fuera del cuerpo y de muchas otras formas. Esta exploración es excitante. Exalta descubrir hasta qué punto somos más grandes que nuestra confinada personalidad actual. El verdadero ser, el ser inmortal, es el que pasa de cuerpo a cuerpo, de vida a vida. ¡Qué estimulante es encontrarse consigo mismo!.

 

 
 
 
 

 
 

 
         
         
       
       
       
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