El
presentetrabajono intenta ser otra cosa que un recorrido maso menosintegrador
de aquellos conceptos expuestos por Freud para dar cuenta de la constitución
delYo.
Comencemos diciendo que la teoría del narcisismo, concibe al yo como una
formación que ocurre a partir de un acto psíquico particular.
Freud dirá que al autoerotismo deberá agregarse un nuevo acto psíquico
para que el yo se constituya.Este acto consiste en que las pulsiones se conjugan en una unidad y el yo
es tomado como objeto, es el objeto que ha venido a colocarse en el lugar vacío
del objeto de la pulsión A partir de éstos conceptos Freud diferenciará
“libido del yo” de “libido objetal”. En tantoeste dirigida al yo o a objetos. Freud presentará al bebé como el
captador de la libido objetal de la madre y se refiere a él como “His
Magestic the baby”. Al respecto plantea que aquello que hace que el cachorro
humano sea visto como un niño se debe buscar en el narcisismo redivivo de los
padres, desde el cual ese niño es mirado. Parece ineludible la presencia del
otro para que el yo se constituya y Lacan lo expresa en su ”Estadio del
espejo” al marcar la necesidad deun otro que sostenga la imagen del niño frente al espejo.El yo hace su aparición en un momento determinado, en el que se
precipita como imagen del cuerpo, imagen en la que el sujeto se reconoce y que
lo cautiva.El
Yo esta constituido por un proceso de identificación y es además el resultado
de identificaciones ya que una vez constituido se agregan sobre la primera otras
identificaciones divergentes entre si. Freud reconocetres tipos de identificaciones. La identificación
primordial que es aquella formadora del ideal del yo, es la ligazón
afectiva previa a toda elección de objeto. Alude a la primera marca del
significante (Rasgo Unario) que el atravesamiento por el lenguaje deja tras de sí.Esta primera identificación es la que sirve de base para la constitución
del yo ya que posibilita un lugar para que luego se den las identificaciones
secundarias, este es el segundo tipo del que Freud nos habla, implica tomar
en préstamo un solo rasgo de la persona objeto de allí que las llame
identificación alrasgo. En cuanto al tercer tipo, son aquellas en la que se prescinde de
la relación de objeto. Freud así los expresa en el siguiente párrafo: “Esto nos conduce a la génesis del ideal del yo, pues tras éste se
esconde la identificación primera, la de mayor valencia, del individuo: la
identificación con el padre de laprehistoria personal.”1 El ideal del yo es el punto desde el
cual el yo se ve siendo amable, en el sentido de objeto amado implica siempre
una distancia entre el yo y otra cosa, es quien mide permanentemente la
distancia entre el yo y el yo ideal. Es la exigencia interna de superarse, es
siempre simbólico y se expresa a través de significantes; mientras que el Yo
ideal funciona a modo de imagen de perfección a alcanzar marca que queda del
paso por el narcisismo. Ahora bien, luego dirá, que las elecciones que se
producen a posteriori del complejo de Edipo lo que hacen es reforzar la
identificación primaria, e introduce en este punto la temática del complejo de
Edipo y de Castración con sus avatares particulares para el varón o la mujer.
Digamos al respecto que los primeros objetos de amor deben caer para encontrar
la salida heterosexual y exogámica. Pero que a su vez, una vez caídos, estos
advienen en identificaciones que conforman el SuperYo, esta nueva instancia psíquica
que presenta Freud, de observación y crítica reúne un carácter normativo y
otro reactivo ya que no se agota en él‘Así como el padre debes ser’, sino que se extiende al “Así como
el padre no te es lícito ser”. Como tal el Super Yo es heredero del Complejo
de Edipo, en tanto que el ideal del yo pasa a ser una función deéste. Nos resta señalar, que el reservoreo de libido se encuentra
en el Ello, antes lo nombramos comoautoerotismo, es para Freud la más antigua de las instancias y el reino
de las pulsiones (de vida y de muerte) y que de él parte la libido hacia los
objetos. Recapitulemos,
el Super Yo es el representante de la potencias del Ello, es más bien su
abogado. En cuanto al Yo, lo observa, le imparte ordenes, lo corrige, lo amenaza
con castigos y lo condena al sentimiento de culpabilidad. El Super Yo es la
conciencia moral que no solo llama a rendir cuentas al Yo porsus actos sino también por sus pensamientos y acciones no realizadas.
1 Freud,Sigmund. El Yo y
el Ello. Pág.33.Piaget, J.Inhelder,B. La función semiótica o simbólica.
(En: Psicología del Niño.Ediciones Morata S.A. Madrid. 1984.)