Les comunico que en estos encuentros a
nivel telepático existe un patrón. Siempre que hay una reunión
grupal donde se tocan temas relacionados con el mundo espiritual,
las personas involucradas en la búsqueda evolucionan un escalón,
pequeño o grande. Depende de cada uno.
Interlocutor: ¿Cuál es su
nombre?
Anciano de los días: En mi planeta me
conocen como “El anciano de las rotaciones”, aunque mi nombre es
Kether.
Interlocutor: ¿Por qué le
llaman así?
Anciano de los días: Porque desde que
comencé a guiar a mi gente siempre los orienté a valorar cada
rotación planetaria. En mi planeta se le llama rotación a lo que
ustedes, en La Tierra, llaman día.
Por la noche, vamos a dormir con el
pensamiento elevado en el amor a nuestros semejantes y por la
mañana, al despertarnos, vemos con gozo la salida de nuestra
estrella. Cada nueva rotación convoca a una ceremonia de amor. Mi
gente aprendió a dar gracias al Creador por cada rotación más de
vida física. Por eso me llaman “El anciano de las rotaciones”,
aunque en su planeta sería “El anciano de los días”.
Interlocutor: ¿Cómo se
llama su planeta?
Anciano de los días: Se
llama Aní.
Interlocutor: ¿Cuál es su
forma de vida?
Anciano de los días: Nosotros avanzamos
respetando la forma de pensar del otro, aunque no la compartamos.
Damos preponderancia a la filosofía.
No siempre ha sido así, pues hemos
tenido muchos conflictos a lo largo de los eones. Conflictos que
hemos superado, aunque para ello tuvimos que vencer primero nuestra
avidez de poder.
Fuimos creciendo en nuestro interior y
dejamos de estar condicionados por el entorno. Dimos prioridad al
altruismo.
Interlocutor: ¿Dejaron de
lado la parte tecnológica?
Anciano de los días: No. El avance en
lo científico fue paralelo a lo espiritual. Hoy tenemos la
tecnología necesaria para dominar la materia, pero ponemos todo
nuestro afán en lo relacionado con lo espiritual.
Demostrar nuestro poder tecnológico
sería caer víctima de nuestro propio ego.
En nuestro mundo, el planeta Aní,
tenemos actualmente una armonía total, pero costó mucho lograrla.
Hace muchos siglos, cuando encarné en Aní por primera vez, había
disparidad de criterios por distintas políticas a aplicar y el
planeta estaba al borde de una guerra interna. Logré, con el tiempo,
alcanzar el gobierno de mi mundo y fui nombrado Anciano. Este
nombramiento es un título honorífico y no tiene nada que ver con la
edad de la persona.
No pude evitar las guerras pero, al
cabo de muchas rotaciones, logré una tregua entre los dos bandos en
pugna y luego la firma de la paz.
Tiempo más tarde, al desencarnar, tuve
el honor de ser designado Logos planetario de Aní.
En el planeta, la paz no duró
eternamente, pues siglos más tarde se produjo un cisma religioso de
primera magnitud. En los niveles espirituales de Luz observamos con
asombro y sufrimiento, las rebeliones que comenzaron a producirse en
Aní. Fueron a escala planetaria y las revueltas provocaron miles de
muertes.
Después de arduas deliberaciones en
nuestro nivel espiritual y, por expreso pedido mío, se decide que yo
vuelva a encarnar para tratar de frenar ese nuevo conflicto.
Era la primera vez que un Logos
planetario volvía al plano físico.
Esto puede parecer una tarea sencilla,
pero recuerden que la persona nace sin la memoria de reencarnaciones
anteriores. Podía transformarme en un simple campesino o en un
hombre de familia como tantos, sin involucrarme en nada. Eso, en el
mejor de los casos. Sé de espíritus de Luz que, al encarnar, fueron
presa de apetitos materiales.
Por suerte en mi caso no fue así. Fui creciendo en un hogar humilde,
incrementando el conocimiento a través de distintos tratados
antiguos. El cisma religioso continuaba. Al terminar los estudios
básicos, organicé grupos que pedían por la paz general, pero las
revueltas no disminuían. Investigué durante varias rotaciones
planetarias sobre las distintas religiones de Aní. Conversé con los
grandes maestros de la época. Eran obstinados y su necedad los hacía
apoyarse en lo que ya conocían. Eran cerrados a nuevos paradigmas.
Hacían caso omiso de nuevas orientaciones, pero lentamente fui
imponiendo mi criterio, logrando que den importancia a la
espiritualidad y no a la religiosidad
.
Trataba de divulgar mi palabra para que todos recuperen el sentido
común.
Finalmente se fueron dejando de lado
los dogmas, se unificaron las ideas y se logró al fin la tan ansiada
paz.
Me nombraron Anciano y prediqué el Amor
a todos los habitantes de Aní, encaminando la unión definitiva del
planeta.
Actualmente Aní es un mundo de Amor,
donde todos cooperan entre sí. Lo técnico se combina con lo
filosófico. El conocimiento se complementa con la sabiduría. La
voluntad se apuntala con la perseverancia.
Finalmente les enseñé a dar gracias al
Absoluto por cada rotación, porque un instante más de vida es un
instante más de Servicio.
Interlocutor: Por lo que me cuenta,
Aní alcanzó la meta espiritual.
Anciano de los días: No, pero seguimos
evolucionando. Aún no estamos preparados para formar lo que se llama
la “mente planetaria”.
Interlocutor: ¿Qué es la
mente planetaria?
Anciano de los días: Es la fusión de
todos los pensamientos, sin que el ser encarnado pierda su
individualidad. Cada persona está al tanto de las carencias del
otro. Cada habitante del planeta puede saber quién precisa una ayuda
solidaria y así brindarla.
Esto no significa perder la privacidad
mental, pues cada uno podría “cerrar su mente” cuando tuviera algo
personal que no quisiese compartir: el tener secretos forma parte
del libre albedrío.
Conocemos otro planeta que dista 25
años luz de nosotros, casi 60 años luz de ustedes, que logró la tan
ansiada mente planetaria.
Interlocutor: ¿Usted está
encarnado en este momento?
Anciano de los días: Así
es.
Interlocutor: ¿O sea que ésta es una
transmisión telepática desde su planeta?
Anciano de los días: Sí. Mi tethán se
comunica con el thetán de este receptáculo.
Interlocutor: ¿A qué
distancia de la Tierra está Aní, su mundo?
Anciano de los días: Aní es el cuarto
planeta de la estrella 47 Ursae Majoris y se encuentra a 35
años luz de aquí.
Interlocutor: He comprendido... Le paso
la palabra a uno de los presentes que quiere hacerle una pregunta.
Anciano de los días: De
acuerdo.
Bautista B. : ¿Ustedes
conocen bien el planeta Tierra?
Anciano de los días: Sí, hermano, lo
conocemos. Conocemos sus costumbres.
Bautista B.: ¿Y qué
concepto tienen de nosotros?
Anciano de los días: ¡Tienen tanto para
dar! Y se encierran cada vez más en su ego. No comparten nada
de lo que tienen y, por el contrario, tienen avidez por guardar
todas las cosas materiales, como si se las fuesen a llevar al otro
plano.
Bautista B.: Creo que aún no hemos
evolucionado totalmente como para llegar a una perfección, pero
estoy convencido de que dentro de los próximos cincuenta años
entraremos a evolucionar en lo espiritual, así como ahora estamos
evolucionando con la técnica. Avanzamos mucho con la ingeniería
genética y con la electrónica.
Anciano de los días: Hermano, el crecer
espiritualmente depende exclusivamente de ustedes. No es la primera
vez que se les transmite la palabra. Una vez, hace dos mil de
vuestros años, ya les fue mostrado el camino. Lo único que hicieron
es fundar religiones para su propio beneficio.
¿Sabían que la mayoría de los maestros
espirituales que han encarnado en misión han transmitido palabras de
amor y no fueron entendidos?
El actual Logos Solar de vuestro
sistema, el Maestro Jesús ha transmitido el mensaje de una manera
tan sublime... Sin embargo, lo único que ha logrado es que sólo unos
pocos lo entiendan. Porque la mayoría de los habitantes de este
planeta han utilizado el mensaje en forma tergiversada, para someter
a las masas y forzar su dependencia.
Se les ha dicho que cada ser encarnado
es responsable de su propio destino, de acuerdo a la actitud que
tomen con sus semejantes. Se les ha explicado que la mezquindad los
condenaría a retrasar el camino hacia la Luz y que solo el altruismo
los llevaría a la meta.
En
este presente, aquellos que creen en un Creador, solo buscan
comunicarse con El mediante oraciones para pedirle favores. ¡Es el
concepto lo que se ha tergiversado!
En lugar de tomar conciencia de que el
sufrimiento es el pilar de la elevación espiritual, ustedes lo toman
como un castigo divino.
El Absoluto no castiga. Ustedes
cambian de vibración espiritual de acuerdo a vuestros actos: La
mezquindad es un lastre para el espíritu. El mismo solo puede
elevarse mediante el altruismo.
La ignorancia del ser encarnado hace
que éste tome decisiones equivocadas. Hay mucha inconsciencia en
vuestra raza.
Interlocutor: ¿No hay
mucha crueldad, también?
Anciano de los días: Sí,
lamentablemente existe esa emoción negativa, pues lastiman a sus
semejantes. Pero también se hieren a sí mismos... Eso es
inconsciencia. ¿Qué hacéis hoy por vuestro planeta? ¿Quién piensa en
el futuro? ¿Por qué no crean leyes para controlar la natalidad en
regiones donde los recién nacidos no sobreviven a la falta de
alimentos?
Bautista B.: ¿Qué
población tiene el planeta de ustedes, Aní?
Anciano de los días: Somos pocos
comparados con la población terrestre. Aproximadamente doscientos
millones de seres.
Bautista B.: No puedo entender cómo no se multiplican como especie.
Anciano de los días: Hermano, yo
tampoco puedo entender por qué ustedes se multiplican
indiscriminadamente como especie.
Bautista B.: Entiendo la
sutileza... ¿Ustedes tienen cárceles?
Anciano de los días: La cárcel existe,
pero en el espíritu de cada ser que comete un error.
Bautista B.: ¿Y cómo se
traduce eso a nuestro conocimiento?
Anciano de los días: Después de que un
integrante de nuestro pueblo cometió una acción errónea, tanto
verbal como física hacia un semejante, se encierra en un genuino
arrepentimiento. Se vuelca dentro de sí mismo y recién se contacta
con los demás cuando su ego quedó integrado y ya no es un
lastre para él.
Bautista B.: Perdone que insista, ¿pero
cuál sería el sufrimiento?
Anciano de los días: El sufrimiento se
produce cuando el sujeto toma conciencia de lo que hizo y, al ver su
error, gime por el hermano agredido. Se cuestiona muchas cosas,
aunque no siempre la solución llega pronto. A veces se tardan
rotaciones enteras en darse cuenta de que solo vale el amor y no la
agresión.
Hay conflictos espirituales que no se
llegan a superar con un tratamiento. La propia sabiduría interior
tiene que equilibrar el interior de ese ser.
Entonces, esa cárcel interna sería
como laboratorio de pruebas. El ego mandaría dosis de
soberbia e incomprensión, y la Conciencia Divina que todos llevamos
dentro nuestro enviaría rayos de Amor. El secreto está en que no hay
que destruir al ego, sino integrarlo.
Bautista B.: ¿Qué religión
practican?
Anciano de los días: Desde que se
solucionó lo del cisma religioso, sólo practicamos amar al Absoluto
y, por ende, amar a nuestros semejantes.
Bautista B.: Usted recién habló del
Maestro Jesús. ¿Lo conocen en su mundo?
Anciano de los días: Hablé del Maestro
Jesús porque en vuestro sistema es el Logos Solar. Yo tengo
altamente desarrollada la facultad mediúmnica y me comunico
periódicamente con mi hermano de Luz. Ya tenía contacto con el
Maestro cuando yo estaba desencarnado y era el Logos planetario de
Aní.
Interlocutor: ¿De qué
forma se comunican?
Anciano de los días: A
nivel telepático. No hay un lenguaje, solo ideas.
Bautista B.: ¿Cuántos años
viven en su planeta?
Anciano de los días: Prácticamente 120
rotaciones planetarias, que son cerca de 240 años terrestres.
Interlocutor: ¿Es decir
que viven más de dos siglos terrestres?
Anciano de los días: Así
es.
Bautista B.: ¿Y usted qué
edad tiene, Maestro?
Anciano de los días: Cerca
de 80 rotaciones.
Bautista B.: Disculpe mi atrevimiento, ¿pero por qué le dicen
Anciano si según vuestra longevidad como raza usted no es tan viejo?
Anciano de los días: Esto ya lo había aclarado. No es un adjetivo
calificativo, sino un título honorífico.
Interlocutor: Para establecer una
comparación, ¿cuántos años están adelantados tecnológicamente con
respecto a nosotros y qué ventaja nos llevan, para decirlo de alguna
manera, en la parte espiritual?
Anciano de los días: Científicamente
hemos realizado muchos descubrimientos, pero son tecnologías
distintas. No me atrevería a hablar de adelanto de un mundo sobre el
otro.
Y con respecto a la parte espiritual no
puedo decir que existe una ventaja de una civilización sobre la
otra, pues cada civilización cumple una etapa y ustedes todavía
tienen que aprender a no estar condicionados.
Bautista B.: Usted habló de tecnologías
distintas y mi pregunta es: ¿En qué temas están más adelantados?
Anciano de los días: Por ejemplo, en
teletransportación interplanetaria e interestelar. Desarrollamos un
aparato que transporta un cuerpo físico de un punto a otro del
espacio en fracciones de segundo. El único requisito es tener una
terminal en cada base. También tenemos naves para visitar otros
mundos.
Interlocutor: ¿Es decir
que tienen naves espaciales?
Anciano de los días: Así
es.
Interlocutor: ¿Y
moralmente, cuál sería el adelanto?
Anciano de los días: El avance moral
depende de cada raza. Resulta curioso notar la avidez de ustedes por
saber cuál es el adelanto de otras razas para, de esa manera,
compararse. Si mi respuesta fuera que estamos 100 años avanzados con
respecto a ustedes en la parte moral, estaría juzgando su conducta y
esa no es nuestra postura. No se avanza espiritualmente con el
conocimiento. Sí, con la sabiduría.
Todas las razas tienen el sendero
abierto hacia los caminos de Luz y depende de los habitantes de cada
planeta el que tomen conciencia de lo que es verdaderamente
importante. Son muchos los que valoran lo material y a veces no
tienen la culpa de tener esa forma de pensar. Porque ellos mismos
son valorados por los bienes que poseen. Vuestra sociedad le da más
importancia a las posesiones que a la sabiduría.
Sólo unos pocos toman conciencia de
cual es el verdadero valor del ser encarnado en el plano físico.
Bautista B.: ¿Qué
superficie tiene el planeta de ustedes?
Anciano de los días: Es un
poquito más pequeño que la Tierra.
Bautista B.: Voy a insistir sobre un
tema. ¿Por qué son tan pocos habitantes? Lo pregunto porque me
parece que 200 millones es poca cantidad...
Anciano de los días: Simplemente porque
controlamos la población.
Bautista B.: ¿Por qué
motivo controlan la natalidad?
Anciano de los días: No la controlamos
por egoísmo, sino por todo lo contrario. Sabemos que nuestro mundo
es limitado, tanto en espacio como en alimentos. No queremos que
nuestros descendientes pasen hambre o tengan nuevas luchas entre
ellos para conquistar territorios.
Si me perdonan un juego de palabras: No
entiendo cómo no lo entienden. Y pido perdón si parezco ofensivo.
Amamos nuestro mundo. Utilizamos en
forma plena la agricultura. Hay mucha superficie cubierta por las
aguas. Mares, ríos, lagos. La superficie continental posee cadenas
montañosas bastante elevadas. Hay montañas de una altura de 26 mil
metros terrestres.
La planicie es cultivada con diversos
sembradíos. No tenemos grandes ciudades, solo pequeños poblados
repartidos por todo el planeta. Y se vive en total armonía.
Bautista B.: Obviamente
existen mujeres...
Anciano de los días: Sí,
existen mujeres, existe el sexo y la procreación.
Bautista B.: ¿Cuál es el
período de gestación?
Anciano de los días: Dura
aproximadamente tres cuartas partes de una circunvalación
planetaria.
Bautista B.: ¿Hay alguna razón especial
por la que sean tan pocos habitantes en su planeta?
Anciano de los días: Se tiene un
control. No buscamos la causa.
Bautista B.: ¿Quién tiene
ese control?
Anciano de los días: Cada uno de
nosotros. Por favor, quiero aclarar que no existe ningún poder
central que tome decisiones por nosotros. Esto lo ratifico porque
creo vislumbrar la intención de la pregunta. Como norma, cada
familia tiene dos hijos, aunque hay algunas que llegan a tener
tres. No hay prohibiciones de ningún tipo, solo el sentido común...
Interlocutor: Obviamente, para mantener
el equilibrio poblacional, deben tener la misma cantidad de muertes
que de nacimientos.
Anciano de los días: Así
es en general.
Jorge B.: ¿Pero no hay una razón en
particular por la que en su planeta sean tan pocos?
Anciano de los días: Me desconcierta
que le den tanta importancia al tema. No, no hay una razón en
particular. Somos los que somos y disfrutamos cooperando los unos
con los otros. También intercambiamos cultura con otros mundos,
brindando nuestro conocimiento.
Es
infinita la diversidad de mundos y sus características. Hay un
planeta saturado de volcanes, cuya atmósfera está compuesta por
ácidos sulfurosos. Sus habitantes se adaptaron perfectamente en ese
hábitat y les sería completamente hostil el clima terrestre.
Hay otro planeta que está a 200 años luz del centro de la galaxia,
donde existe un gran agujero negro
.
Ese planeta tiene alrededor de 5.000 millones de seres. Es un mundo
enteramente tecnocrático. Para decirlo en términos de ustedes, “se
vive para el trabajo”. Un mundo donde prácticamente se trabaja sin
parar, como sus insectos hormigas.
Y hay otro planeta que está casi
desierto, es un mundo donde hay nada más que 500 habitantes. En
dicho mundo, cada uno de sus habitantes tiene kilómetros y
kilómetros de terreno sólo para él. Respetan su privacidad en forma
estricta y evitan contactarse personalmente.
Interlocutor: ¿Y cómo se
comunican?
Anciano de los días: Se comunican entre
ellos mediante visores. Prácticamente son seres que viven más de dos
mil de lo que ustedes llaman “años”.
Sin embargo, no se multiplican y
prácticamente el trato entre ellos es nulo. Son seres que tienen
escaso trato entre ellos y altísima soledad. Y no es que se
encierren porque mediten o porque sean elevados espiritualmente,
sino porque prácticamente se tienen miedo.
Interlocutor: ¿Miedo?
Anciano de los días: Sí, miedo. Les
causa pavor el pensar en tocarse, les causa repugnancia la sola idea
de verse personalmente. Por eso se comunican por medio de visores.
Pero dichos visores están muy
perfeccionados y brindan una imagen holográfica al interlocutor.
Obviamente, estos seres no precisan del
apareamiento para procrear.
Ustedes me preguntaban antes sobre el
control de la natalidad. Hay un mundo, un poco más grande que
vuestro planeta, donde 50.000 millones de seres viven todos
hacinados, trabajando, sin preocuparse por el crecimiento
espiritual. Son como aparatos mecánicos.
Interlocutor: ¿Cómo si no
tuviesen alma?
Anciano de los días: El alma es
inherente al ser... el alma es ese ser. Pero no todos toman
conciencia de que poseen un espíritu interno. Ese planeta es un
claro ejemplo de ello.
Cada mundo tiene sus peculiaridades y
es imposible analizar la razón de las diversas costumbres.
Espero que alguna vez se pueda lograr
la unión galáctica y que cada mundo le pueda brindar al otro la
ayuda que necesite, sea espiritual, moral o técnica. Ayuda que
evite conflictos, que evite situaciones bélicas, que sirva para que
cada planeta aprenda a vivir en amor. Para que cada individuo
carezca de ese conflicto interno y pueda encontrar el sendero de
Elevación.
No se necesita otra cosa para
comunicarse con el Altísimo. Además, quiero explicar algo muy
importante que ustedes ignoran: por qué se nombró al Maestro Jesús
Logos Solar de este sistema y no a otros que también estaban
nominados, como Cambión, que es una alta entidad de la 5º vibración
espiritual o como Nurbión, un espíritu tan altruista que siempre
piensa en el bienestar de los demás. Son espíritus no conocidos por
vosotros porque no encarnaron y siempre estuvieron colaborando en
los distintos planos del Error.
Tanto Cambión como Nurbión trabajan
actualmente en los planos espirituales 2 y 3, revirtiendo conflictos
en forma permanente. Pero Jesús, aparte de ser misericordioso con
sus hermanos, hizo algo más: Transmitió un mensaje de Amor para toda
la humanidad terrestre.
En los planos espirituales, ese mensaje
trascendió las fronteras de vuestro mundo y muchos Maestros de otros
planetas conocieron al adalid del Amor. No puedo dejar de resaltar
que Jesús tiene un carisma especial, sumado a un espíritu de
sacrificio y nobleza que lo hacen una figura incomparable.
Eso influyó en la elección y les
ratifico que la dirección espiritual del sistema solar está en las
mejores manos.
Se puede servir por reflejo, se puede
servir por costumbre, se puede servir por obligación, se puede
servir por especulación, se puede servir por mandato, pero no todos
sirven por Amor.
El secreto es servir por Amor. Esto es
lo que enseñó el actual Logos Solar de vuestro sistema, el Maestro
Jesús.
¿Desean hacerme otra
pregunta?
Benji B.: ¿Cómo son las
ciudades en su planeta?
Anciano de los días: Son pequeños
poblados, con edificaciones bajas, con muchos arbustos, mucha
vegetación. Amamos a las plantas, vivimos con las plantas. Tenemos
también lo que ustedes llaman “animales”, es decir, seres con menor
discernimiento, y vivimos con ellos en perfecta armonía.
Todavía debe haber dos o tres razas que
no conviven con nosotros. Constituyen lo que ustedes llamarían
“salvajes”. Están en las montañas. Pero cada día se van adaptando
más a nosotros. Y va a llegar un momento en que todos los habitantes
de Aní vivamos en armonía.
Eduardo R. L.: ¿Sabe usted si en el
planeta Tierra hay extraterrestres conviviendo con nosotros?
Anciano de los días: Conviven con
ustedes no menos de dos razas y están ocultas al conocimiento
público. Parece difícil de creer, pero es así.
Karina T.: Me gustaría saber qué
desarrollo artístico tienen ustedes.
Anciano de los días: Principalmente,
trabajamos con imágenes. Aunque somos morfológicamente similares a
ustedes en muchos aspectos, las imágenes que nosotros representamos
—en la Tierra ustedes las llamarían “estatuas”— son completamente
distintas.
Nos manejamos con círculos, con curvas,
en un arte de expresión que ustedes catalogarían de incongruente. No
nos especializamos tanto en la pintura, pero amamos tanto el arte de
la arcilla como de la piedra.
Esculpimos imágenes ovoides, esféricas,
con huecos donde pueden insertarse unas imágenes con otras. Se
llegan a formar hermosos objetos, siempre desde nuestro punto de
vista. Quizás ustedes verían nuestro trabajo artístico como figuras
extrañas, sin sentido.
Carlos G.: ¿Hay algún mensaje en
particular para los presentes a esta sesión?
Anciano de los días: El mensaje no debe
ser solo para determinado grupo, sino para toda la humanidad
terrestre. Pero depende de ustedes si quieren ser los responsables
de difundir mis palabras.
Quiero decirles que no tomen la
búsqueda espiritual como una meta. Traten de gozar la misma
búsqueda.
Ignoren las religiones que den ofrendas
de sacrificio, pues El Absoluto no exige ninguna ofrenda.
No hagan caso de un mensaje que
condicione o que imponga dogmas. No presten atención a aquellas
palabras que hieran susceptibilidades.
Transmitan sólo aquello que sirva para
tomar conciencia de que todos somos hermanos. No debe haber un credo
que los separe, tampoco debe haber una competencia para llegar
primero a la cima de la Luz. Se valora más a aquel que resigna su
avance para tratar de ayudar al rezagado. Esto último muy pocos lo
tiene en cuenta.
Ante todo se ve todavía en los seres
humanos mucha soberbia. Se sigue midiendo al semejante por su poder
económico. Hay mucha falta de palabra y, lo que es peor, se trata de
ridiculizar a aquel que desea transmitir un mensaje espiritual.
Se que todos tienen conflictos, pero
deben ser sinceros con ustedes mismos. No hay que fingir una
armonía inexistente, tampoco ocultar el conflicto en el
inconsciente. Simplemente hay que integrarlo.
Hay otros que poseen un ego tan
grande que para alimentarlo con halagos se disfrazan de altruistas.
Algunos son dominados por la envidia y
no se dan cuenta de que esa emoción negativa los carcome por dentro.
No permitan que el ego tenga el
control de ustedes. Hagan que esa envidia se transforme en
cooperación, pero cooperen de verdad, desde el corazón.
Las dudas deben ser transformadas en
certezas. Traten de buscar cada uno su verdad dentro de sí mismos.
De esa manera, el conflicto interno desaparecerá y podrán lograr la
verdadera armonía. Tendrán al alcance de su mano la tan ansiada Luz.
El paso a dar es sencillo... sólo deben
de dejar de pensar como protagonistas y prestar más atención a las
carencias del otro, para intentar solucionarlas.
Pero es necesario que cada uno se
sincere consigo mismo, que cada uno reconozca sus falencias y que se
ponga como meta suplir las mismas con la intención de ser mejor cada
vez.
Acá no se trata de vencer el mal, sino
de transmutarlo en servicio hacia los demás.
Tampoco se crean infalibles. Recién
cuando todos estemos en comunión con el Altísimo, seremos
infalibles. Pensad que mientras tanto, aun llegando a un nivel de
Maestría, tenemos falencias, porque somos seres creados por el
Increado, que es el único infalible.
Ahora les voy a transmitir armonía a su
espíritu. Por favor, cierren los ojos.
Imaginen una esfera incandescente,
derramando luz blanco azulada sobre vuestras cabezas. Es la Luz del
Altísimo, que se derrama sobre todo su cuerpo, cubriendo sus partes
externas e internas, todos vuestros órganos. Imaginen ahora una luz
dorada, la Luz del Cristo, que los llena de gozo y los sumerge en
éxtasis. Mentalicen ahora la luz violeta, que es la Luz que les
envía el Maestro Johnakan para transmutar lo negativo que pudiera
quedar de remanente. Los tres rayos, trabajando en combinación, van
a conectar su campo de conciencia con su Yo superior, logrando una
total armonía. Respiren hondo, buscando la conexión con vuestro Yo
superior, que es donde está la verdadera sabiduría.
Todos tenemos una meta. Esa meta es la
integración con el Absoluto. Desde siempre el Absoluto está dentro
nuestro, pero como muy pocas veces nos asomamos a nuestro interior,
no lo sabemos reconocer.
Los saludo con todo mi amor y con la
esperanza de que hayan asimilado el mensaje.
Interlocutor: Muchas gracias, Maestro,
por sus palabras... ¿Quién se va a comunicar ahora?
Johnakan: Quisiera, ante todo, saludar
a mis hermanos de Luz. Para aquellos que no me conocen les explico
que soy Johnakan Ur-el, estoy en el 5º nivel de vibración espiritual
y en una vida anterior fui Juan Zebedeo, el discípulo amado y alma
gemela del Maestro Jesús.
Quiero aclarar que el amor es sobre
todo sacrificio, que el ser encarnado lamentablemente aprende
mediante el sufrimiento. Que la mayoría arrastra karmas, pero que no
tomen esos karmas como una carga, sino como una bonificación, porque
son lecciones a aprender que quedaron pendientes de vidas pasadas.
No piensen que el camino será fácil.
El amor es servicio. En una ocasión
dije: “Servir al prójimo es servir a Dios”. Pero la visión del
plano físico 1 es muy limitada.
Cuanto más elevados se encuentren,
mayores serán las pruebas. Y los exámenes muchas veces se pagarán
con lágrimas.
¡Claro que el amor es Servicio! Pero la
recompensa muchas veces es el dolor. Y no todos están preparados
para sufrir. Conozco a muchas personas que hablan de lo que darían
si tuvieran la oportunidad, pero cuando llega su momento, se echan
atrás. Y dudan, atrapados en una vergonzosa vacilación.
Porque el servicio también es jugarse
en el amor. Y si la misión es actuar con el pensamiento puesto en
los demás, no dudemos.
Pero no pensemos en dar para tener
después una recompensa, porque eso sería especular con el Bien y
sería ficticio. Tampoco esperen un premio por buena conducta.
Dios provee, siempre provee. Pero, como
he dicho en mensajes anteriores: “Dios no quiere mendigos, quiere
dadivosos”. Entonces no pidáis. Dios quiere que le den.
Algunos me preguntarán: “¿Cómo le puedo
dar a Dios?”, y yo le respondo: “¡Pues dándole a tus semejantes!”.
·
¡Pero si yo no tengo nada
para dar! Económicamente estoy quebrado.
·
¿Cómo que no tienes que
dar? ¡Tienes tu tiempo, tienes tu espíritu, tienes tu corazón para
dar orientación, tienes tu calor para brindarlo! ¡Ahí le estás
sirviendo al Absoluto!”
Entonces, el secreto es no
dudar, el secreto es servir incondicionalmente al Padre.
Es fácil hablar de
Servicio. Lo difícil es llevar a cabo esa obra altruista. Hay que
servir hasta las últimas consecuencias. Por eso siempre tomo el
ejemplo de mi amado Maestro Jesús, que relegaba su persona
física para dar paso a Su Palabra. Y su Espíritu trascendió a su
época.
En la poca sabiduría que
yo tenía con mis escasos dieciocho años, intenté imitar su conducta
y le serví transmitiendo su mensaje. Cuando lo vi clavado en la
Cruz, mi corazón se partía de dolor. Y me sentí honrado cuando él,
antes de desencarnar, dijo, dirigiéndose a su madre: “Mujer, ahí
tienes a tu hijo”, y luego me dijo a mí: “Ahí tienes a tu madre”. A
partir de ahí, mi misión fue cuidar de esa sublime mujer, a la que
amé como a mi verdadera madre.
Si están en función de
servicio, tienen que amar cada día más. No importan las dudas que
tengan. Si conviven con personas que tratan de desestabilizarlos, no
se involucren en una discusión que solo los conduciría al fracaso.
Su entorno no los puede hacer retroceder. Traten de conciliar
situaciones. Busquen la armonía por sobre todas las cosas. Eviten
los rencores, pues éstos solo los lastiman a ustedes... ¡amad!
Busquen la verdad y
alcanzarán la sabiduría.
Nélida A.: ¿Cómo se hace para vencer
los conflictos del entorno?
Johnakan: Amando y no juzgando,
evitando los roles del ego, que siempre busca protagonizar,
no asumiendo el rol de víctimas de la adversidad, ni ocupando el
lugar de jueces, sentenciando de antemano al que no piensa como uno.
El ego puede ser integrado a la conciencia total y eso se
logra amando con todas las fuerzas del espíritu. No es sencillo,
pero se puede lograr.
Por último, les quiero decir que una de
las cosas que más traba al ser humano es el miedo a ser auténticos.
Si hay miedo a mostrarse tal cual son, van a dar una imagen falsa de
sí mismos. El miedo es fruto del ego, que obliga a la persona
a necesitar. Es importante que tomen conciencia de que dentro de
cada uno hay un Yo Superior, que es el espíritu en toda su pureza.
De esa manera, podrán reemplazar el miedo por el amor.
Es más, debéis tener certeza en el
amor. Pero para tener certeza del amor hay que practicarlo
diariamente y hacer del Servicio una costumbre.
Pero es necesario que sepan que el
servicio puede acarrear dolor. No recibirán una gratificación de los
otros. La gratificación vendrá de vuestra propia conciencia. Ése
será el pago, el sentirse bien con ustedes mismos.
Pienso que cada uno de ustedes va a
caer en nuevos conflictos, una y otra vez. Pero finalmente saldrán
adelante, porque su espíritu es inmortal y hará que sepan discernir
entre los triunfos pasajeros y el verdadero triunfo, que es la
Comunión con El Padre.
Los saludo con todo mi amor y recuerden
que, si bien ahora tienen la enorme responsabilidad de transmitir
los mensajes de Luz, tómenlo como una bonificación. Es el gozo de
Servir.
Interlocutor: Muchas gracias, Johnakan.
No nos despediremos de ti ni de las otras entidades de Luz, pues
sabemos que siempre están con nosotros
SESIÓN RADIAL DEL 28/7/97
Interlocutor: Andrea
Frigerio
Programa: “100% Andrea”,
en Radio del Plata
Entidad que se presentó a
dialogar: Tar, de Orión IV.
Andrea: Vamos a conversar con el
profesor Jorge Olguín, que dice que hace contactos telepáticos con
entidades extraterrestres y que puede enseñarnos a todos nosotros a
mantener ese tipo de contactos. Buenos días, profesor Jorge Olguín.
Jorge Olguín: Buenos días.
¿Qué tal, cómo está usted?
Andrea: Bien. Muy bien, por suerte.
¿Cómo es esto? ¿Todos podemos hacer contactos telepáticos con
entidades extraterrestres?
Jorge Olguín: Es cuestión de poder
desarrollar la mediumnidad, que todos tenemos incorporada. Hay
personas que por descreimiento o por desconfianza no desarrollan ese
Don Divino.
Andrea: ¿Qué es la
mediumnidad?
Jorge Olguín: La mediumnidad es la
facultad que nos permite desarrollar una percepción psíquica para
poder comunicarnos telepáticamente, no solamente con entidades
extraterrestres, sino con cualquier ser desencarnado.
Andrea: ¿Qué son seres
desencarnados?
Jorge Olguín: La teoría de la
reencarnación dice que no existe la muerte, sino una transmutación.
Al morir, dejamos nuestro plano vibracional físico y pasamos a un
plano vibracional superior, que es el que se conoce comúnmente como
“el mundo de los espíritus”.
Andrea: ¿Y usted mantiene contacto con
los seres desencarnados y con los extraterrestres?
SESIÓN TELEVISIVA DEL 6/7/99
RAH,
EXTRATERRESTRE DE ANTARES 4
El siguiente diálogo fue sostenido por
Horacio Embón con el Profesor Jorge Olguín, en el programa de TV por
Cable Zona Infinito, emitido los días 6 y 7 de julio de 1999, en
cual se presentó a dar un mensaje telepático Rah, extraterrestre de
Antares 4.
olguin_jorge@yahoo.com