Interlocutor: ¿Cómo lo sabe con tanta certeza?
Asdoel: Lo sé
porque en este momento me comunico con la parte espiritual de cada
uno de ustedes, lo que llaman Thetán o Yo Superior.
Hay thetanes
de ustedes que están muy elevados y hay thetanes que tienen dudas
atroces, algunas causadas precisamente por las dudas que tiene la
parte encarnada de cada uno.
En nuestro
planeta, Anthea, hay una tremenda armonía, y nosotros hacemos lo
mismo que en otros mundos donde hay más de una raza: compartimos el
planeta en paz. La otra raza es muy tecnológica y varios de sus
seres han estado en infinitas ocasiones en este planeta.
Interlocutor: ¿Raza a la que pertenecen los que cayeron en Roswell?
Asdoel:
Exactamente. Esta raza habita en lo que para ustedes sería el
hemisferio Sur, y nosotros habitamos el hemisferio Norte.
Interlocutor: ¿Confirman que viven en paz?
Asdoel:
Vivimos en paz. Yo no diría que ellos nos tienen miedo, porque
nosotros los servimos en Amor y jamás pueden tener miedo de
nosotros. Pero lo cierto es que tenemos un poder telepático tan
grande que podemos neutralizarlos para que no usen sus armas en
nuestra contra.
Interlocutor: ¿Nunca tuvieron, entonces, que usar ese poder
telepático para defenderse?
Asdoel: Lo
hemos hecho solamente en los albores de nuestra civilización, pero
luego nunca más hemos necesitado de ese poder. Nosotros no
pretendemos nada material, sólo nos interesa crecer espiritualmente.
Interlocutor: ¿Usted en este momento está encarnado en su planeta y
se comunica telepáticamente desde allí? Lo pregunto para saber si
esta transmisión se está haciendo desde algún OVNI orbitando la
Tierra.
Asdoel: Estoy
encarnado en Anthea y me traslado astralmente para esta comunicación
telepática.
Interlocutor: ¿Usted, como Thetán, en qué nivel espiritual se
encuentra?
Asdoel: Estoy
en el mismo plano espiritual en que se encuentra el actual Logos
Solar, el Maestro Jesús: el plano 5º.
Interlocutor: ¿Usted se ha comunicado con nuestro Logos Solar?
Asdoel: Sí, he
hablado con el Maestro Jesús... Fíjate que no digo “vuestro”
Maestro, porque lo hemos tomado telepáticamente en muchísimas
ocasiones y nos ha transmitido la enseñanza del Amor Universal, y
lo hemos asimilado muy bien.
Tratamos de
transmitírselo a su vez a estos “niños” del hemisferio Sur de
nuestra planeta Anthea, pero no les interesa el mensaje. Solo
quieren crecer en lo tecnológico y lo científico.
Incluso la
mayoría de ellos descree del mundo espiritual. Piensan que cuando el
ser muere, ahí se acaba todo.
Interlocutor: ¿Qué expectativa de vida hay en Anthea?
Asdoel: Para
los del hemisferio Sur es de aproximadamente 100 de vuestros años.
La nuestra oscila entre 300 y 400 años de los vuestros. Pero tal vez
haya asombro en muchos de ustedes, porque dirán: ¡qué longevos!
Pero... ¿qué pensaría un insecto de vuestro planeta que vive horas o
días, de vuestros 70 ú 80 años...?
Entonces, todo
este tipo de cuestiones es algo relativo. Hay seres que viven 40
años, como en Astrix, que es un planeta lejano, pero son
espirituales. Son seres como cascarudos, similares a los insectos de
ustedes.
Y ustedes
dirían: ¡Deben ser totalmente salvajes!, y quizás instintivamente
le apuntarían con un arma y les dispararían. Error, porque son seres
sumamente elevados, a nuestra misma altura de elevación.
Interlocutor: ¿Ustedes, los seres espirituales de Anthea, qué
doctrina practican o siguen?
Asdoel: La
Doctrina del Amor. La misión es transmitir por sobre todas las cosas
el Amor. Tenemos, al igual que en otro sistemas estelares, como en
Antares 4, comunidades enormes donde unos servimos a los otros,
donde nadie pasa hambre, porque si una familia pierde una cosecha,
otra familia la socorre.
Nuestras
comunidades no son tan grandes como en Antares 4, somos familias más
pequeñas, pero tenemos grandes núcleos de amor, y nos reunimos
periódicamente a hacer visualizaciones telepáticas.
Nos reunimos
en un templo gigantesco —digo templo para que me entiendan, porque
en nuestro planeta no lo llamamos así— 500, 600, hasta 1000 seres,
en círculos pequeños, concéntricos, cada vez más grandes, hasta
cubrir toda la edificación.
Y hacemos una
comunicación telepática con entidades vibracionales de los niveles
4º y 5º , y se llega a visualizar, como en una imagen holográfica de
vuestro mundo, a la entidad que está en ese momento en ese plano
espiritual.
El ser que en
ese momento es el receptáculo, se conecta con la entidad de Luz e
“intenciona” para que se visualice.
Todos
mentalmente hacemos fuerza con amor, y no solamente llegamos a
visualizarlo, como aquí sería la mediumnidad vidente —estoy leyendo
en este momento algunas de vuestras mentes—, sino que la entidad
aparece...
Interlocutor: ¿Se hace material?
Asdoel: No, no
se hace material, no se hace de la vibración física 1, sino que se
llega a visualizar por un dispositivo especial parecido a vuestra
técnica holográfica. Sería muy extenso explicar el funcionamiento
de ese dispositivo en este momento...
Interlocutor:
¿Será posible que aquí yo lo pudiera ver a usted través de la
videncia?
Asdoel: El que
está preparado me puede ver perfectamente.
Interlocutor:
¿Qué veríamos?
Asdoel: Verían
a un ser de facciones muy similares a este receptáculo, de boca la
mitad de pequeña, prácticamente sin el apéndice nasal, con dos
huecos, ojos cuatro veces más grandes, prácticamente la pupila
totalmente dilatada, en color casi negro...
Interlocutor: Hay una película norteamericana llamada “Cocoon”,
donde aparece un ser extraterrestre como el que usted describe...
Asdoel: No es
exacta la figura pero es bastante parecida. Difiere un poquito
porque nosotros tenemos el cráneo algo más voluminoso, y los órganos
visuales mucho más grandes que en esa película que me mencionas.
Esto me lo están transmitiendo telepáticamente las entidades
espirituales que están alrededor mío.
Interlocutor: ¿Y la vestimenta?
Asdoel: Es una
vestimenta muy ajustada al cuerpo, como lo que ustedes llamarían un
plástico, pero difiere en que es un plástico poroso que deja
transpirar a nuestra piel.
Interlocutor: ¿De qué color?
Asdoel: Verde,
celeste, grisado...
Interlocutor: ¿Siempre colores claros?
Asdoel: No
necesariamente; hay algunas entidades que meditan con colores
oscuros, negro, marrón, refiriéndome a los colores que ustedes ven,
porque nosotros podemos ver más colores que los terrestres y
nuestros oídos captan más diferencias tonales.
Interlocutor: ¿Viajan de un planeta a otro como rutina?
Asdoel:
Hacemos lo mismo que hacen en otros sistemas estelares. Nosotros les
damos alguna sabiduría a los seres del hemisferio Sur de nuestro
planeta, y ellos nos dan naves.
Interlocutor: ¿Ustedes no tienen la tecnología para fabricar naves
espaciales?
Asdoel: Si, la
tenemos, pero no nos interesa la parte tecnológica, porque podríamos
haber desarrollado naves espaciales mucho antes que ellos...
Interlocutor: ¿Se contactan o comunican con los habitantes de los
planetas que visitan?
Asdoel:
Nosotros sí, pero no nos damos a conocer en presencia física sino
telepáticamente, y para que ellos no se alucinen y piensen que están
perdiendo la razón, lo hacemos con personas que estén preparadas en
este sentido.
Interlocutor: ¿Tratan de ayudar?
Asdoel: En
todos los casos. Nuestra misión es de amor, que es la más difícil,
porque en la mayoría de los planetas que nos contactamos nos piden
fórmulas...
Interlocutor: ¿Fórmulas? ¿Sobre qué?
Asdoel:
Generalmente para fabricar armamentos.
Interlocutor: Yo pensaba que pedían fórmulas, por ejemplo para
mejorar la agricultura...
Asdoel: No,
para armamentos...
Interlocutor: Es algo sorprendente, pudiendo pedir fórmulas para
curar piden fórmulas para matar... Pasando a otro tema, ¿Cómo son
las plantas de Anthea?
Asdoel: Los
árboles tienen hojas verdes muy intensas y son tan grandes que a
veces doblan a los propios árboles que las sustentan.
Interlocutor: ¿Y los minerales?
Asdoel: En
nuestro planeta hay minerales más duros que los que aquí ustedes
llaman “diamante”, la purificación del carbono.
Interlocutor: ¿Para qué los usan?
Asdoel: Para
labrar las rocas, para las construcciones.
Interlocutor: ¿Cómo son las construcciones en Anthea?
Asdoel: Son
muy hermosas. Son construcciones habitacionales pequeñas,
individuales, prácticamente no se envenena la atmósfera, las naves
generalmente... Ahora los técnicos del hemisferio Sur están
experimentando con la antigravedad, pero aún siguen con la
materia-antimateria.
Interlocutor: ¿Con qué se alimentan?
Asdoel:
Verduras, granos, cereales...
Interlocutor: ¿Y animales?
Asdoel: No nos
alimentamos de animales.
Interlocutor: ¿Tendríamos nosotros también que prescindir de comer
animales?
Asdoel: No se
puede cambiar una cultura de un momento para otro y no quisiera que
le den tanta importancia a eso, sino a la parte espiritual.
No lo digo
solamente yo, lo dicen distintas entidades espirituales aun de
vuestro mismo planeta. Lo importante no es lo que se come, lo que
entra en la boca, sino lo que sale por la boca. Esto lo dijo el
Maestro que tenemos en común, Jesús, que ha encarnado en este
bendito planeta de ustedes.
Interlocutor: ¿Con respecto al Incidente Roswell, que nos puede
decir?
Asdoel: Voy a
dejar en claro que el incidente que ustedes llaman así, fue el
resultado de una escaramuza entre planetas... Había una nave de
Orión 3, que perseguía a estos “chicos traviesos”, antheanos del
hemisferio Sur de nuestro planeta, que los habían provocado con
total irresponsabilidad... Los tripulantes de la nave de Orión 3 los
persiguieron durante varios años luz y los alcanzaron prácticamente
en este sistema estelar... Un rayo de energía que les enviaron
provocó una falla en la propulsión de la nave antheana y ésta cayó a
Tierra.
Interlocutor: ¿El rayo de energía era tipo láser?
Asdoel: Algo
similar, pero no lo llamamos así, sino energía “Brezer”.
Interlocutor: ¿Eran cuatro los tripulantes?
Asdoel: Sí,
eran cuatro.
Interlocutor: ¿Alguno de ellos estaban vivos cuando los capturaron
los militares norteamericanos?
Asdoel: Así
es, dos de ellos estaban vivos.
Interlocutor: ¿Es cierto, como se comenta, que a uno de ellos lo
mataron de un culatazo?
Asdoel: No lo
han matado de un culatazo... pero por lo menos lo han golpeado 5 ó 6
veces, según me había comentado en una oportunidad su Yo Superior o
Thetán, como llaman también ustedes a la parte espiritual de los
seres encarnados, lo que le provocó heridas graves. Luego le han
dado inyecciones como reactivo para ver cómo reaccionaba el
organismo de este ser y allí fue cuando desencarnó.
Interlocutor: ¿Los captores llegaron a comunicarse con alguno de
estos dos antheanos?
Asdoel: Sí,
con uno de ellos, y ha divulgado algunos secretos, y estos secretos
están en archivos ocultos en vuestro país del norte.
Interlocutor: No hace mucho se pasó por nuestra televisión una
filmación de lo que se presentó como la autopsia de un
extraterrestre capturado en Roswell. Pero los “expertos” que vieron
la filmación dijeron que era un muñeco. ¿Cuál es la verdad?
Asdoel: No era
un muñeco. Era uno de los antheanos capturados en Roswell. La
filmación era real. Incluso si ustedes vuelven a verla —eso yo lo
puedo ver en el Registro Akáshico— observarán que hubo reacciones de
este ser...
Interlocutor: Sí, yo vi la filmación y observé, como todos, porque
fue muy evidente, un parpadeo...
Asdoel: Además
del parpadeo hubo otra reacción más. Es importante que vuelvan a ver
la filmación. Mi receptáculo, que es la encarnación de una alta
entidad, tiene la película. Sepan que Johnakan Ur-el, el Thetán de
este receptáculo, es un compañero mío de estudios.
Ahora me
retiraré para dar paso a otra entidad que está muy interesada en
comunicarse con ustedes. Es un habitante de un planeta muy cercano a
ustedes que aún no es detectable por telescopio, pero pronto ustedes
lo harán...
Interlocutor: Muchas gracias por dialogar con nosotros y hasta
luego... ¿Quién se va a comunicar ahora?
Adomel: Mi
nombre es Adomel, tenemos una morfología similar al ser terrestre...
Interlocutor: ¿De qué planeta proviene?
Adomel: Vengo
del planeta Lemarén. Es un planeta donde predominan los bosques, los
ríos, pero por sobre todo hay grandes océanos. Hay ocho partes de
agua y dos partes de sólido, lo que ustedes llamarían “Tierra
firme”.
Somos una
civilización muy similar a la de ustedes. Dominamos el espacio.
Llegamos lo que serían 30 años terrestres a nuestro satélite. Y hace
5 años terrestres llegamos a nuestro cuarto planeta, que es un
planeta también habitable. Respiramos oxígeno y nitrógeno, como
ustedes.
Tenemos una
civilización bastante armónica. No tenemos guerras.
Interlocutor: ¿Qué cantidad de habitantes tienen en Lemarén?
Adomel: Somos
aproximadamente 1000 millones de seres. Somos muchos para la pequeña
superficie planetaria que tenemos.
Interlocutor: ¿Cómo sobreviven, entonces, en un lugar tan pequeño?
Adomel: Es
pequeño, pero nos alcanza. Es un planeta —voy a hablar en medidas de
ustedes— que tiene 60.000 km de diámetro, es una vez y media el
tamaño de la Tierra, y de todas maneras nos abastecemos muy bien.
Respetamos la ecología.
Interlocutor: ¿Hay civilización interna, es decir dentro del
planeta?
Adomel: Sí,
con la cual nos llevamos muy bien. Y también hay una civilización
submarina, con la que también nos llevamos bien. Pero nosotros somos
los que dominamos la tecnología espacial.
Interlocutor: ¿Su cuerpo en este momento está en una nave espacial o
en su planeta?
Adomel: Mi
cuerpo físico en este momento está en Lemarén.
Interlocutor: ¿Pero hay seres de Lemarén encarnados en la Tierra?
Adomel: No, no
hay.
Interlocutor: ¿En este momento hay naves espaciales de Lemarén en
nuestro planeta?
Adomel: No
estamos permanentemente. Nuestras naves vienen y se van. Pero no son
naves nuestras, en realidad, sino de Antares y de Sirio que nos han
venido a visitar.
Interlocutor: ¿Ustedes no tienen tecnología espacial?
Adomel: Sí,
pero no es tan elevada como para construir naves capaces de llegar a
otros sistemas solares. En realidad, hace muy poco tiempo que
salimos al espacio exterior.
Pero hemos
tenido la fortuna de que nos hemos contactado con otras razas de
este sistema vecino y ellos nos trasladan sin ningún inconveniente e
incluso nos dan tecnología como para que nosotros podamos
desarrollar en lo que serían 20 años terrestres como 100 o más de
los nuestros.
Interlocutor: ¿Nos puede brindar alguna información sobre la
civilización de Venus y de Marte?
Adomel: De
Venus tengo poco conocimiento. Sé que es un mundo inhóspito, incapaz
de albergar vida tal cual la conocemos. Quiero aclararles que yo soy
un piloto de pruebas y mi conocimiento es superficial con respecto a
otros temas. Si a mí me preguntaran cómo funciona el motor de mi
nave, no podría responder porque no lo conozco. Yo soy un piloto que
me manejo con el computador de mi nave y siempre tengo un
acompañante del sistema de Sirio que me resuelve los inconvenientes
durante las travesías —quiero aclarar que en Sirio hay 4
civilizaciones distintas—, y así siempre llego felizmente a
destino. También viajo con nativos de Antares, que supervisan que
la nave esté en perfectas condiciones para que no nos estrellemos
contra ningún planeta, como ha sucedido con nuestros vecinos de
Anthea, que se precipitaron en Roswell.
Lo que quiero
decir es que no conocemos todo. Sabemos que en el 4º planeta de
ustedes —Sol 4— que ustedes llaman Marte, hay vida interna.
De Venus, le
reitero que conozco muy poco. Sé que es un planeta de altísimas
temperaturas y de gran presión atmosférica. No creo que haya vida.
No me atrevo a opinar del tema.
Simplemente
quise contactarme con ustedes porque me simpatizan. Nosotros somos
de una constitución más robusta que la de ustedes y de cabeza
prácticamente cuadrada. Prácticamente no tenemos cuello. Nuestros
brazos son muy amplios y muy musculosos. Tenemos el cabello muy
corto y si nos quieren comparar, háganlo con respecto a los antiguos
gladiadores griegos o romanos de vuestra antigüedad.
Interlocutor: ¿Han hecho contacto físico con terrestres?
Adomel: Muy
pocas veces, porque para confrontarnos físicamente, sin tener
problemas psicológicos después, el contactado tiene que estar muy
bien instruido.
La mayoría de
los contactos han sido como ahora, es decir, por la vía telepática.
Me encanta
dialogar, pero hay más entidades que quieren comunicarse con
ustedes... Los dejo...
Interlocutor: Muy bien. Gracias, Adomel y hasta luego... ¿Quién se
va a comunicar ahora?
Johnakan Ur-el:
Una vez más estoy con ustedes. Soy el Thetán de este receptáculo.
Antes de mi encarnación actual, encarné como Juan Zebedeo, el
discípulo amado del maestro Jesús. Y 500 años antes había encarnado
como Ananda, primo y discípulo de Siddartha Gautama, el Buddha.
Siempre mi
misión fue servir a los Maestros. Siddartha se ha quebrado muchas
veces al ver que sus seguidores no se libraban de su apego. Hemos
hablado noches enteras sobre “Las cuatro nobles verdades”, para que
el ser humano venza su sufrimiento y encuentre su equilibrio.
En la
encarnación como Juan Zebedeo, he servido a mi amado Maestro Jesús,
y en las noches de pesadumbre, viendo que muchos de sus seguidores
dudaban sobre el Reino, yo le decía: “¡Maestro, tú no te puedes
quebrar!”. Entonces, él me respondía: “¿Por qué no, si el Padre me
permite quebrarme a veces?”.
Pero yo
insistía: “¡Maestro, tú no te puedes quebrar! ¡Te necesito tanto
para que me guíes!”.
“Juan, no me tienes que necesitar tanto —me
respondía—; tienes que dar tú también; si no, lo que yo te enseño no
te sirve”.
Y en ese
momento aprendí que yo tenía miedo, no por Jesús sino por mí.
Pensaba que si Jesús caía, qué pasaría entonces conmigo. ¡Y eso que
había sido enviado en misión, para secundar al Maestro!
Con esto les
quiero decir que todo ser encarnado tiene dudas, y las va a tener
hasta el último día de su existencia terrenal.
En esta vida,
al encarnar, no vine a secundar a ningún Maestro, sino a trasmitir
la Palabra y a tratar, aunque me cueste, de tender una mano a cada
uno de ustedes.
Yo no estoy
enseñando ninguna religión; simplemente estoy transmitiendo las
enseñanzas de mi Maestro Jesús, el Amor.
Ahora los voy
a dejar. Quiero dar paso a una entidad lumínica... Les envío las
bendiciones del Altísimo.
Interlocutor: ¿Quién se va a comunicar ahora?
Cristo: Estoy
por tercera vez con ustedes... Soy el Cristo, soy el Amor y les
estoy enviando, desde antes de incorporar una pequeña parte en este
receptáculo, mi Energía, la Energía del Logos Dimensional.
¡He visto en
diversos universos paralelos tantas misiones fracasadas! ¡Tantos
mundos iniciaron el sendero del Amor y se quedaron a mitad de
camino! Es mi tarea lograr que este planeta llegue a su meta
espiritual, que es la comunión con el Creador. Sé que no vais a
fracasar.