1
Abraham
nos
da
la
bienvenida
al
planeta
Tierra
Estáis
en
este
maravilloso
cuerpo,
viviendo
en
este
espléndido
planeta,
y
aunque
no
sea
vuestro
primer
día
aquí,
nos
gustaría
daros
la
bienvenida
a
la
Tierra.
Quizás
os
parezca
extraño
puesto
que
ya
lleváis
algún
tiempo
en
ella,
pero
lo
hacemos
porque
queremos
ayudaros
a
que
adoptéis
una
nueva
visión
de
vuestra
existencia,
¡y
de
vosotros
mismos!
Nosotros
tenemos
una
visión
clara
de
vuestra
experiencia
de
vida
actual,
pero
también
podemos
distanciarnos
un
poco
y
veros
en
un
contexto
mucho
más
amplio
del
que
vosotros
os
percibís
desde
vuestra
perspectiva
actual.
Deseamos
que
nuestra
explicación
de
vosotros,
con
nuestra
visión
Expandida,
os
ayude
a
realizar
la
perfección
en
este
plan
de
vida
Eterno.
Sabemos
que
vuestro
nacimiento
en
el
cuerpo
físico
parece
el
principio
de
lo
que
sois,
pero
dista
mucho
de
ser
así.
Sería
como
ir
al
cine
y
sentir
que
cuando
entras
en
la
sala
comienza
tu
existencia.
Puede
que
desde
vuestro
punto
de
vista
físico
argumentéis
que
entrar
en
una
sala
de
cine
es
muy
diferente
a
nacer
en
un
cuerpo
de
bebé,
porque
cuando
entras
en
un
cine
recuerdas
lo
que
te
ha
sucedido
antes
de
entrar.
Recuerdas
quién
eras
y
lo
que
estabas
haciendo.
Tienes
un
agudo
sentido
de
la
continuidad
respecto
al
«antes»
de
entrar,
al
«estar
dentro»
del
cine
y
a
lo
que
sucede
«después»
de
haber
estado
dentro.
Es
decir,
no
sientes
como
si
al
entrar
en
el
cine
se
hubiera
iniciado
una
nueva
vida
para
ti. |
|
Nosotros
pretendemos
ampliar
un
poco
tu
percepción
para
que
puedas
empezar
a
darte
cuenta
de
que,
cuando
naciste
en
el
cuerpo,
al
que
ahora
consideras
«tú»,
tampoco
estabas
«empezando».
Nos
gustaría
volver
a
despertar
dentro
de
ti
un
sentido
de
con-
tinuidad
más
vasto,
a
medida
que
vayas
recordando
quién
eras
«antes»
de
entrar
en
este
cuerpo
y,
aún
más,
queremos
que
te
conviertas
en
esa
Perspectiva
Expandida,
concentrada
en
el
aquí
y
el
ahora,
pero
recordando
quién-eres-realmente
y
por
que
has
venido
a
este
cuerpo.
Puede
que
digas:
«Pero
el
día
en
que
fui
al
cine
era
una
persona
madura,
a
diferencia
del
día
en
que
nací;
podía
hablar,
caminar
y
comer
por
mí
mismo».
Y
aunque
nosotros
entendemos
que
tu
pequeño
tamaño
e
inmadurez
física
pueden
dar
la
impresión
de
que
estabas
empezando,
no
es
así.
Tu
nuevo
cuerpo
y
entorno
proporcionan
una
nueva
oportunidad
para
que
un
Ser
muy
sabio
y
maduro
siga
expandiéndose
deformas
diferentes.
A
medida
que
la
Perspectiva
Expandida
de
quién-eres-realmente
se
vaya
despertando
en
tu
interior,
aumentará
proporcionalmente
tu
aprecio
por
esta
experiencia.
Si
contemplas
la
vida
en
el
planeta
Tierra
en
su
contexto
más
amplio,
disminuirán
tus
temores
y
despertará
en
tu
interior
tu
entusiasmo
natural
por
vivir.
El
valor
de
tu
fe
Aquí
estarnos
contemplándote
a
ti
y
a
tu
vida
desde
sus
contextos
más
expandidos,
intentando
explicártelo
desde
tu
perspectiva
actual.
Pero
«tú»
no
te
puedes
ver
desde
la
nuestra,
por
lo
tanto
esta
explicación
es
innecesaria.
En
esta
sección
vamos
a
transmitirte
nuestra
visión
sobre
tí,
sobre
nosotros
y
sobre
nuestra
mutua
interacción.
No
podernos
grabar
nuestro
punto
de
vista
acerca
de
ti.
Sin
embargo,
cuando
leas
estas
palabras
y
reflexiones
sobre
ellas
con
una
actitud
de
fe
o
de
querer
comprender,
juntos
podremos
construir
suficientes
nexos
de
unión
para
que
puedas
avanzar
por
este
libro,
de
modo
que
cuando
llegues
a
la
última
página
entiendas
y
compartas
nuestra
visión;
no
porque
nuestras
palabras
hayan
sido
tan
poderosas
que
te
hayan
transformado,
sino
porque
la
combinación
de
su
lógica
y
el
desarrollo
de
tu
propia
vida
transformen
tu
fe
o
esperanza
en
conocimiento.
¡Y
qué
maravilloso
estado
de
Ser...
conocer
con
absoluta
certeza
la
existencia
de
tu
Ser,
la
razón
de
tu
vida
y
la
plena
realización
de
todo-lo-que-eres.
Entonces,
podrás
seguir
con
lo
que
habías
venido
a
hacer:
¡vivir
con
alegría
esta
vida
que
está
en
expansión
constante!
Este
planeta
glorioso
te
entusiasmó
Aunque
la
idea
de
adoptar
un
cuerpo
en
este
planeta
Tierra
no
fuera
nueva
para
ti,
sin
duda
te
entusiasmaba,
pues
desde
tu
perspectiva
No-Física,
anterior
a
tu
nacimiento
corpóreo,
comprendías
todas
sus
implicaciones.
Entendías
el
entorno
perfecto
y
estable
en
el
que
nacerías,
y
te
desbordaba
la
alegría
por
esta
forma
de
vida.
Lo
que
más
sentías
era
la
libertad
y
la
naturaleza
ilimitada
de
este
entorno.
Te
emocionaba
la
variada
belleza
de
la
naturaleza
física
de
tu
planeta,
pero
también
sentías
esa
misma
emoción
por
la
diversidad
de
las
personas
e
ideas
que
te
estaban
aguardando.
Mientras
te
preparabas
para
venir
a
este
planeta,
en
ningún
momento
sentiste
preocupación
alguna
por
la
perspectiva
de
sus
habitantes.
Nunca
sentiste
la
necesidad
de
venir
para
enderezarlos,
para
mostrarles
lo
equivocados
que
estaban
o
de
corregir
su
forma
de
actuar.
Conocías
la
diversidad
de
este
planeta,
siempre
cambiante
y
perfecto,
y
viniste
con
una
fuerza
indescriptible.
Como
procedías
de
un
punto
ventajoso
y
seguro,
no
estabas
en
guardia,
ni
te
preocupaba
tu
llegada
o
tu
entorno
al
venir
aquí.
Por
el
contrario,
sabías
que
contarías
con
los
recursos
necesarios
no
sólo
para
hacer
frente
a
tu
nuevo
entorno,
sino
para
utilizarlo
para
tu
gozosa
y
eterna
expansión.