CULTIVAR LA ENERGÍA
Cuando salimos adveró un jeep marrón, de capota dura, de tal vez
diez años de antigüedad, estacionado junto al camino. Mientras nos
acercábamos vi que estaba lleno de recipientes de hielo, cajas de
alimentos secos, bolsas de dormir y chaquetas gruesas. Había varios
tanques de combustible externos sujetos con correas a la parte
posterior.
—¿De dónde salió todo esto? —pregunté. Yin me guiñó un ojo.
—Hace un largo tiempo que venimos preparándonos para este viaje.
Desde el monasterio del lama Rigden, Yin se dirigió al norte unos
cuantos kilómetros y luego salió del ancho camino de grava hacia una
senda muy estrecha. Continuamos avanzando durante varios kilómetros
sin decir nada.
La verdad era que yo no sabía qué decir. Había accedido a participar
en ese viaje puramente a causa de las palabras del lama y por lo que
Wil había hecho por mí en el pasado, pero ahora comenzaba a sentir
desasosiego por la decisión. Traté de disipar el miedo y repasar en
mi mente todo lo que me había dicho el lama Rigden. ¿Qué había
querido decir con "dominar la fuerza de mis expectativas"?
Miré a Yin, que iba con la vista fija en el camino.
—¿Adónde nos encaminamos? —pregunté. Sin mirarme, respondió:
—Esto es un atajo a la Carretera de la Amistad. Debemos ir hacia el
sudoeste, rumbo a Tingri, cerca del monte Everest. El trayecto nos
llevará casi todo el día. También iremos subiendo en altitud.
—¿Es segura esa zona? Yin me miró de reojo.
—Tendremos mucho cuidado. Vamos a encontramos con el señor Hanh.
—¿Quién es?
—Es el que más sabe sobre la primera extensión de la energía de
oración que debes aprender. Es de Tailandia, y muy culto.
Meneé la cabeza y desvié la mirada.
—No estoy seguro de comprender estas extensiones.
¿Qué son?
—Sabes que tienes un campo de energía, ¿correcto? Un Campo de
Oración que fluye de ti todo el tiempo.
—Sí.
—Y sabes que este campo surte un efecto en el mundo, en lo que
sucede. Y sabes que puede ser pequeño y débil o extenso y fuerte.
—Sí, supongo.
—Bueno, hay maneras precisas de ampliar y expandir tu campo, de
modo que puedas volverte más creativo y poderoso. Las leyendas
dicen que al final todos los humanos sabrán hacerlo. Pero tú debes
hacerlo ahora, si quieres llegar a Shambhala y encontrar a Wil.
—¿Tú ya puedes realizar estas extensiones? —quise saber.
Yin me miró y arrugó la frente. —No dije eso.
Me limité a mirarlo. ¿Cómo se suponía que yo aprendiera a hacerlo,
si hasta a Yin le costaba?
Durante horas anduvimos sin hablar. Nos detuvimos una sola vez para
cargar combustible en una parada para camiones; comimos nueces y
verduras mientras avanzábamos. Bastante después del anochecer
atravesamos Tingri.
—Aquí debemos tener mucho cuidado —me advirtió Yin—. Estamos cerca
del monasterio de Rongphu y el campamento del Everest, así que
habrá soldados chinos observando a los turistas y montañistas. Pero
también podremos ver los paisajes increíbles de la cara norte del
Everest. Yin hizo varios giros hasta llegar a una zona de viejos
edificios de madera. Del otro lado había una simple casa de
ladrillos de barro.
El terreno que rodeaba la vivienda de Hanh lucía inmaculado, con
canteros de flores plantadas con esmero y jardines de piedras.
Mientras ascendíamos con el auto por el sendero, salió un hombre
ataviado con una túnica colorida, bordada a mano. Parecía tener unos
sesenta y tantos años, pero se movía como una persona mucho más
joven. Tenía la cabeza completamente rapada.
Yin lo saludó con la mano mientras el hombre se esforzaba por ver
quién era. Al reconocer a Yin esbozó una radiante sonrisa y avanzó
hacia nosotros, que bajamos del jeep.
Los dos hombres hablaron un momento en tibetano; luego Yin me señaló
y dijo:
—Éste es mi amigo estadounidense.
Le dije mi nombre a Hanh, que hizo una ligera reverencia y me
estrechó la mano.
—Bienvenido —me dijo—. Por favor, pasen. Mientras Hanh entraba de
nuevo en la casa. Yin se detuvo de pronto y sacó su mochila del
jeep.
—Trae tu bolso —me indicó.
Dentro de la casa, la decoración era modesta pero llena de coloridos
tapices y pinturas tibetanos. Entramos en una sala, desde la cual
alcanzaba a ver casi todos los otros cuartos. A la izquierda había
una pequeña cocina y un dormitorio, y a la derecha otra habitación,
semejante a una especie de consultorio médico. En el centro se veía
una camilla para masajes, y contra una pared había armarios y un
pequeño lavabo.
Yin le dijo algo más a Hanh en tibetano, y lo oí repetir mi nombre.
Hanh se inclinó hacia adelante, con una nueva expresión de alerta.
Me miró de soslayo y respiró hondo.
—Eres muy miedoso —me dijo, mirándome con atención.
—¿En serio? —contesté.
Hanh rió entre dientes por mi sarcasmo.
—Debemos hacer algo para solucionarlo, si es que quieres completar
tu viaje.
Caminó alrededor de mí, escrutándome el cuerpo.
—Los de Shambhala —comenzó a explicarme— viven en forma diferente de
la mayoría de los demás humanos. Siempre lo han hecho. En realidad,
a lo largo de los milenios ha existido un gran abismo entre los
niveles de energía de la mayoría de la gente y los habitantes de
Shambhala. Sin embargo, en tiempos recientes, como todos los
humanos han evolucionado y aumentado su conciencia, esa distancia se
ha reducido, aunque todavía es muy grande.
Mientras Hanh hablaba, yo miraba de reojo a Yin, que parecía tan
nervioso como yo.
Hanh también lo captó.
—Yin tiene tanto miedo como tú —me dijo—. Pero él sabe que ese
miedo puede manejarse. No creo que
tú te des cuenta todavía. Debes comenzar a actuar y pensar como los
habitantes de Shambhala. Debes primero cultivar y luego estabilizar
tu energía.
Hanh calló y se concentró otra vez en mirar mi cuerpo; luego sonrió.
—Has vivido muchas experiencias —continuó—. Deberías ser más fuerte.
—Quizá no comprendo del todo bien la energía —observé.
—Oh, no. Sí que la comprendes. —Hanh esbozó una amplia sonrisa.
—SIMPLEMENTE NO QUIERES CAMBIAR LA FORMA EN QUE VIVES. QUIERES
ENTUSIASMARTE CON LAS IDEAS Y LUEGO VIVIR DE MANERA INCONSCIENTE,
MÁS O MENOS COMO HAS HECHO SIEMPRE.
La conversación no se encaminaba por donde yo quería, así que mi
miedo se transformó en una leve irritación.
Mientras yo continuaba de pie, Hanh caminó a mi alrededor varias
veces más, siempre observándome con intensidad el cuerpo de arriba
abajo.
—¿Qué miras? —le pregunté.
—Cuando evalúo el nivel de energía de alguien, le miro primero la
postura —respondió Hanh con tono práctico—. La tuya no está mal en
este momento, pero tuviste que trabajar en ella, ¿no?
Su pregunta era muy perceptiva. De joven, hubo un año en que crecí
con demasiada rapidez, y como resultado me encorvé terriblemente.
Tenía la espalda siempre cansada y dolorida, y sólo mejoró cuando
comencé a practicar unas posiciones básicas de yoga todas las
mañanas.
—La energía todavía no fluye muy bien en la parte superior de tu
cuerpo —agregó Hanh.
—¿Puedes darte cuenta con sólo mirarme? —contesté.
—Y sintiéndote. LA CANTIDAD Y LA FUERZA DE LA ENERGÍA SE SIENTEN
COMO EL GRADO DE PRESENCIA QUE TIENES EN LA HABITACIÓN. SIN DUDA
DEBES DE HABER EXPERIMENTADO LA PRESENCIA DE ALGUIEN QUE AL ENTRAR
EN UNA HABITACIÓN HACÍA SENTIR SU PRESENCIA O CARISMA.
—Claro, por supuesto. —Pensé de nuevo en el hombre de la piscina del
hotel, en Katmandú.
—CUANTA MÁS ENERGÍA TENEMOS, MÁS SIENTEN LOS DEMÁS NUESTRA
PRESENCIA. A MENUDO SE TRATA DE ENERGÍA QUE SE DESPLIEGA A TRAVÉS
DEL EGO, POR LO CUAL SE LA SIENTE FUERTE AL PRINCIPIO PERO LUEGO SE
DISIPA CON GRAN RAPIDEZ. PERO EN OTROS INDIVIDUOS ES UNA ENERGÍA
GERMINA Y CONSTANTE QUE PERMANECE ESTABLE.
Asentí.
—Una cosa a tu favor es que eres una persona abierta —continuó Hanh—.
En algún momento del pasado has experimentado una apertura mística,
una súbita afluencia de energía divina, ¿verdad?
—Sí —respondí, evocando mi experiencia en las montañas de Perú, que
hasta aquel momento aún permanecía vívida en mi memoria. En aquella
oportunidad, me hallaba al límite de mis fuerzas, seguro de que
estaba a punto de ser asesinado por soldados peruanos, cuando de
pronto me inundaron una calma, una euforia y una levedad insólitas.
Era la primera vez que experimentaba lo que los místicos de diversas
religiones han denominado un estado transformador.
—¿Cómo te llenó la energía? —preguntó Hanh—. ¿Cómo ocurrió,
exactamente?
—Fue una oleada de serenidad, y todo mi miedo se disipó.
—¿Cómo se movía?
Era una pregunta en la que yo nunca había pensado, pero con rapidez
empecé a recordar.
—Parecía subirme por la columna vertebral y salir por lo alto de mi
cabeza, levantando mi cuerpo. Sentí como si flotara. Como si hubiera
una cuerda que me tiraba hacia arriba, desde la coronilla.
Hanh asintió con expresión aprobadora y me miró a los ojos.
—¿Cuánto duró?
—No mucho —respondí—. Pero HE APRENDIDO A ABSORBER LA BELLEZA QUE
ME RODEA, CON EL OBJETO DE VOLVER A ENCENDER ESA SENSACIÓN.
—LO QUE TE FALTA PRACTICAR —afirmó Hanh— ES ABSORBER LA ENERGÍA Y
LUEGO MANTENERLA CONSCIENTEMENTE EN UN NIVEL MÁS ALTO. ÉSTA ES LA
PRIMERA EXTENSIÓN QUE DEBES REALIZAR. DEBES MANTENER TU ENERGÍA
FLUYENDO HACIA ADENTRO EN FORMA MÁS PLENA. ESTO DEBES HACERLO DE UNA
MANERA PRECISA, CUIDANDO DE QUE TUS OTRAS ACCIONES NO EROSIONEN TU
CAMPO DE ENERGÍA UNA VEZ QUE LO HAS DESARROLLADO. Hizo una pausa.
—¿Comprendes? EL RESTO DE TU VIDA DEBE MANTENER TU ENERGÍA MÁS
ELEVADA. DEBES SER CONGRUENTE. —Me echó una mirada traviesa. —DEBES
VIVIR CON SABIDURÍA. Ahora, comamos.
Desapareció en la cocina y regresó con una bandeja de verduras
acompañadas con salsa. Nos llamó a Yin y a mí a la mesa y sirvió las
verduras en tres pequeños recipientes. Pronto se tornó evidente que
también la comida formaba parte de la información que Hanh impartía.
Mientras comíamos, continuó:
—MANTENER LA ENERGÍA MÁS ELEVADA DENTRO DE UNO MISMO RESULTA
IMPOSIBLE SI UNO SE ALIMENTA DE MATERIAS MUERTAS.
Desvié la mirada y dejé de prestar atención. Si aquello iba a ser un
sermón sobre la alimentación, mejor que lo pasara por alto.
Al parecer, mi actitud enojó a Hanh.
—¿Estás loco? —casi me gritó—. Tu mismísima supervivencia depende
de esta información, y no quieres poner un poco de tu parte para
aprender. ¿QUÉ PIENSAS? ¿QUE PUEDES VIVIR DE CUALQUIER FORMA QUE
QUIERAS Y AUN ASÍ HACER COSAS IMPORTANTES?
Guardó silencio y me miró de soslayo. Me di cuenta de que, aunque el
enojo era genuino, también formaba parte de su actuación. Tuve la
impresión de que me pasaba información en más de un nivel. Cuando
le devolví la mirada, no pude sino sonreír. Hanh era un hombre muy
simpático. Me palmeó el hombro y me sonrió.
—La mayoría de las personas —continuó— están llenas de energía y
entusiasmo en su juventud, pero después, durante la madurez, se
sumen en una lenta caída cuesta abajo que fingen no notar. Al fin y
al cabo, sus amigos se vuelven más lentos y sus hijos son activos,
de modo que comienzan a pasar cada vez más tiempo sentados y
comiendo todo lo que tenga buen sabor.
"Antes de que pase mucho tiempo comienzan a quejarse y a padecer
problemas crónicos, como dificultades digestivas o irritaciones de
la piel, a los que restan importancia por considerarlos simple
cuestiones de la edad, hasta que un día contraen una enfermedad
seria que no se va. En general van a un médico que no hace hincapié
en la prevención, y empiezan a tomar drogas, y a veces el problema
mejora y a veces no. Y luego, a medida que pasan los años, sufren
alguna enfermedad que en forma progresiva va empeorando, y se dan
cuenta de que están muriendo. Su único solaz radica en pensar que
les ocurre a todos, que es algo inevitable.
"Lo terrible es que este colapso de energía ocurre en cierto grado
aun a las personas que en todo lo demás se proponen ser
espirituales. —Se inclinó hacia mí y simuló mirar de un lado a otro,
para ver si alguien lo escuchaba.
—Esto incluye a algunos de nuestros lamas más respetados.
Tuve ganas reír pero no me atreví.
—SI PROCURAMOS UNA ENERGÍA MÁS ELEVADA Y AL MISMO TIEMPO PRETENDEMOS
CONSUMIR ALIMENTOS QUE NOS ROBAN ESA ENERGÍA —continuó Hanh—, NO
LLEGAMOS A NINGUNA PARTE. SI QUEREMOS QUE NUESTRO CAMPO DE ENERGÍA
PERMANEZCA FUERTE, DEBEMOS EVALUAR TODAS LAS ENERGÍAS QUE EN FORMA
RUTINARIA PERMITIMOS QUE ENTREN EN NUESTRO CAMPO, EN ESPECIAL LOS
ALIMENTOS, Y EVITAR TODOS SALVO LOS MEJORES. Volvió a inclinarse
hacia mí.
—Esto es muy difícil para la mayoría de las personas, porque todos
somos adictos a los alimentos que comemos, la mayoría de los cuales
son horriblemente venenosos. Miré para otro lado.
—Sé que existe mucha información contradictoria sobre la
alimentación —prosiguió—. Pero también hay informaciones veraces.
CADA UNO DEBE HACER SU INVESTIGACIÓN Y OBLIGARSE A VER EL CUADRO
GENERAL. SOMOS SERES ESPIRITUALES QUE VENIMOS A ESTE MUNDO PARA
ELEVAR NUESTRA ENERGÍA. SIN EMBARGO, MUCHO DE LO QUE ENCONTRAMOS
AQUÍ ESTÁ DESTINADO PURAMENTE AL PLACER SENSUAL Y LA DISTRACCIÓN, Y
GRAN PARTE DE ELLO REDUCE NUESTRA ENERGÍA Y NOS TIRONEA HACIA LA
DESINTEGRACIÓN FÍSICA. SI EN REALIDAD CREEMOS QUE SOMOS SERES
ENERGÉTICOS, DEBEMOS SEGUIR UN SENDERO ESTRECHO POR ENTRE ESTAS
TENTACIONES.
"SI CONTEMPLAMOS TODO EL CAMINO DE LA EVOLUCIÓN HASTA SUS
ORÍGENES, VEMOS QUE DESDE EL PRINCIPIO TUVIMOS QUE EXPERIMENTAR CON
LOS ALIMENTOS PURAMENTE MEDIANTE EL MÉTODO DE LA PRUEBA Y EL ERROR,
CON EL FIN DE AVERIGUAR CUÁLES NOS HACÍAN BIEN Y CUÁLES PODÍAN
MATARNOS. SI COMES ESTA PLANTA, SOBREVIVES; SI COMES AQUELLA DE
ALLÁ, MUERES. EN ESTE PUNTO DE LA HISTORIA YA HEMOS AVERIGUADO QUÉ
NOS MATA, PERO SÓLO AHORA COMENZAMOS A DARNOS CUENTA DE QUÉ
ALIMENTOS BENEFICIAN NUESTRA LONGEVIDAD Y MANTIENEN ELEVADA NUESTRA
ENERGÍA, Y CUÁLES TERMINAN POR DESGASTARNOS.
Calló un momento, como para determinar si yo lo comprendía.
—En Shambhala ven este cuadro general —continuó—. Saben quiénes
somos como seres humanos. Damos la impresión de ser materia
concreta, carne y hueso, ¡pero SOMOS ÁTOMOS! ¡PURA ENERGÍA! ESTE
DATO LO HA CONSTATADO LA CIENCIA. CUANDO MIRAMOS MÁS HONDO EN LOS
ÁTOMOS, VEMOS PRIMERO PARTÍCULAS Y LUEGO, EN NIVELES MÁS PROFUNDOS,
LAS PARTÍCULAS MISMAS DESAPARECEN EN ESQUEMAS DE PURA ENERGÍA,
VIBRANDO EN UN CIERTO NIVEL. Y si contemplamos desde esta
perspectiva la manera en que comemos, vemos que lo que ingresamos en
nuestro cuerpo como alimento afecta nuestro estado vibratorio.
Ciertos alimentos aumentan nuestra energía y nuestra vibración, y
otros las disminuyen. La verdad es así de simple.
"TODA ENFERMEDAD ES RESULTADO DE UNA REDUCCIÓN DE LA ENERGÍA
VIBRATORIA, Y CUANDO NUESTRA ENERGÍA SE REDUCE A UN CIERTO PUNTO, EN
EL MUNDO HAY FUERZAS NATURALES QUE ESTÁN DESTINADAS A DESINCORPORAR
NUESTRO CUERPO.
Me miró como si hubiera dicho algo muy profundo.
—Quieres decir desincorporar físicamente —planteé.
—Sí. Vuelve a observar el cuadro general. Cuando alguien muere... un
perro atropellado por un auto, o una persona al cabo de una larga
enfermedad... las células del cuerpo pierden de inmediato su
vibración y se vuelven muy acidas en su composición química. Para
los microbios del mundo, los virus, las bacterias y los hongos, el
estado ácido es la señal de que es tiempo de descomponer ese tejido
muerto. Ése es su trabajo en el universo físico: devolver un cuerpo
a la tierra.
"Hace un rato te dije —continuó— que cuando nuestro cuerpo
experimenta una reducción de energía a causa de la clase de
alimentos que ingerimos, somos susceptibles a la enfermedad.
Funciona de la siguiente manera: CUANDO INGERIMOS ALIMENTOS, ÉSTOS
SON METABOLIZADOS Y DEJAN UN RESIDUO O CENIZA EN NUESTRO CUERPO.
ESTA CENIZA ES, EN SU NATURALEZA, ACIDA O ALCALINA, SEGÚN EL
ALIMENTO. SI ES ALCALINA, PUEDE EXTRAÉRSELA RÁPIDAMENTE DEL CUERPO
CON POCA ENERGÍA. SIN EMBARGO, SI LOS RESIDUOS SON ÁCIDOS, PARA LA
SANGRE Y EL SISTEMA LINFÁTICO RESULTA MUY DIFÍCIL ELIMINARLOS, POR
LO CUAL SE LOS ALMACENA EN NUESTROS ÓRGANOS Y TEJIDOS COMO SÓLIDOS:
FORMAS CRISTALINAS DE BAJA VIBRACIÓN QUE PRODUCEN BLOQUES O
PERTURBACIONES EN LOS NIVELES VIBRATORIOS DE NUESTRAS CÉLULAS.
CUANTOS MÁS DE ESOS SUBPRODUCTOS ÁCIDOS SE ALMACENEN, MÁS ÁCIDOS SE
TORNAN ESTOS TEJIDOS, ¿y adivina qué?
Volvió a echarme una mirada dramática.
—Aparece un microbio de uno o otro tipo, que percibe todo este ácido
y dice: "Ah, este cuerpo está listo para la descomposición".
"¿Entiendes? CUANDO UN ORGANISMO MUERE, SU CUERPO CAMBIA RÁPIDAMENTE
A UN MEDIO ALTAMENTE ÁCIDO Y ES CONSUMIDO POR MICROBIOS A GRAN
VELOCIDAD. SI COMENZAMOS A ASEMEJARNOS A ESTE MISMO ÁCIDO, ENTONCES
COMENZAMOS A SUFRIR EL ATAQUE DE LOS MICROBIOS. TODAS LAS
ENFERMEDADES HUMANAS SON RESULTADO DE TAL ATAQUE.
Lo que decía Hanh tenía perfecto sentido. Mucho tiempo atrás, yo
había encontrado en Internet cierta información sobre el pH del
cuerpo. Más aún, me parecía saberla en forma intuitiva.
—¿Estás diciéndome que lo que comemos nos predispone directamente a
la enfermedad? —pregunté.
—Sí. LOS ALIMENTOS INADECUADOS PUEDEN REDUCIR TU NIVEL VIBRACIONAL
HASTA EL PUNTO EN QUE LAS FUERZAS DE LA NATURALEZA INICIAN EL
PROCESO DE DEVOLVER EL CUERPO A LA TIERRA.
—¿Y las enfermedades que no son causadas por microbios?
—Todas las enfermedades se originan mediante la acción microbiana.
Las investigaciones de ustedes mismos en Occidente lo muestran. Se
ha descubierto que diversos microbios guardan relación con las
lesiones arteriales de las enfermedades cardíacas, así como con la
producción de tumores en el cáncer. Pero recuerda que los microbios
sólo hacen lo que hacen. Nuestra alimentación, que crea el ambiente
ácido, es la verdadera causa.
Hizo una nueva pausa y luego añadió:
—Comprende esto plenamente: Nosotros, los humanos, podemos hallarnos
en un estado de energía alta, alcalina, o bien en un estado ácido,
lo cual da a los microbios que viven con nosotros, o que tenemos
cerca, la señal de que estamos listos para la descomposición. La
enfermedad es literalmente la podredumbre de alguna parte de nuestro
cuerpo, porque los microbios que nos rodean han dado la señal de que
ya estamos muertos.
Me echó otra mirada traviesa.
—Disculpa que sea tan brusco —se excusó—, pero no disponemos de
mucho tiempo. LOS ALIMENTOS QUE COMEMOS DETERMINAN CASI POR ENTERO
EN CUÁL DE ESTAS DOS CONDICIONES ESTAMOS. EN GENERAL, LOS ALIMENTOS
QUE DEJAN RESIDUOS ÁCIDOS EN NUESTRO CUERPO SON LAS COMIDAS PESADAS,
DEMASIADO COCIDAS O DEMASIADO PROCESADAS, Y LOS DULCES; POR EJEMPLO:
LAS CARNES, LAS HARINAS, LOS PASTELES, EL ALCOHOL, EL CAFÉ Y LAS
FRUTAS MÁS DULCES. LOS ALIMENTOS ALCALINOS SON MÁS VERDES, MÁS
FRESCOS Y MÁS VIVOS, COMO LAS VERDURAS Y SUS JUGOS, LAS VERDURAS DE
HOJA, LOS BROTES Y LAS FRUTAS COMO LA PALTA, EL TOMATE, EL POMELO Y
LOS LIMONES. NO PODRÍA SER MÁS SIMPLE. SOMOS SERES ESPIRITUALES EN
UN MUNDO ENERGÉTICO, ESPIRITUAL. USTEDES, LOS OCCIDENTALES, PODRÁN
HABER CRECIDO CREYENDO QUE LA CARNE COCIDA Y LOS ALIMENTOS
PROCESADOS NOS HACEN BIEN. PERO AHORA SABEMOS QUE CREAN UN MEDIO DE
LENTA DESINCORPORACIÓN QUE CON EL TIEMPO SURTE EFECTOS NOCIVOS EN
NOSOTROS.
Ahora agitaba ambos brazos y tenía los ojos muy abiertos,
chispeantes.
—Vivimos en la Edad Media en lo que concierne a los principios de un
cuerpo vibrante, de energía elevada. Se supone que los seres humanos
debemos vivir más de ciento cincuenta años. Pero comemos de una
manera que de inmediato comienza a destruirnos. En todas partes
vemos personas que desincorporan ante nuestros ojos. Pero no tiene
por qué ser así.
Hizo una pausa y tomó aliento.
—No es así en Shambhala. Al cabo de un momento más, Hanh se puso a
caminar de un lado a otro, mirándome de arriba abajo una vez más.
—Entonces... ahí tienes —concluyó—. LAS LEYENDAS DICEN QUE LOS
HUMANOS APRENDERÁN PRIMERO LA VERDADERA NATURALEZA DE LOS ALIMENTOS
Y QUÉ CLASES CONSUMIR. LUEGO, SEGÚN AFIRMAN LAS LEYENDAS, PODREMOS
ABRIRNOS PLENAMENTE A LAS FUENTES INTERIORES DE ENERGÍA QUE
AUMENTAN AÚN MÁS NUESTRA VIBRACIÓN.
Apartó la silla de la mesa y me miró.
—Estás manejando muy bien la altitud del Tíbet, pero me gustaría que
descansaras un poco.
—Sería bueno —respondí—. Estoy agotado.
—Sí —convino Yin—. Ha sido un día muy largo.
—Asegúrate de esperar un sueño —agregó Hanh, al tiempo que me
conducía a un dormitorio.
—¿Esperar un sueño? Hanh se volvió.
—Sí. Tienes más poder del que crees. Me reí.
Me desperté de pronto y miré por la ventana. El Sol estaba ya bien
alto en el cielo. No había tenido ningún sueño. Me puse los zapatos
y entré en la otra habitación.
Hanh y Yin se hallaban sentados a la mesa.
—¿Cómo dormiste? —me preguntó Hanh.
—Bien —respondí mientras me desplomaba en una de las sillas—. Pero
no recuerdo haber soñado.
—Eso es porque no tienes bastante energía —afirmó Hanh, algo
distraído. Otra vez me miraba intensamente el cuerpo. Me di cuenta
de que se concentraba en la manera en que yo me había sentado.
—¿Qué miras? —le pregunté.
—¿Así es como te despiertas por las mañanas? —me interrogó.
Volví a pararme.
—¿Qué tiene de malo?
—DESPUÉS DE DORMIR, UNO DEBE DESPERTAR AL CUERPO Y COMENZAR A
ACEPTAR LA ENERGÍA ANTES DE HACER CUALQUIER OTRA COSA. —Estaba
parado con las piernas separadas y las manos en las caderas.
Mientras yo lo observaba, juntó los pies y levantó los brazos. Su
cuerpo se elevó en un solo movimiento hasta que quedó parado sobre
las puntas de los pies, con las palmas juntas directamente por
encima de la cabeza.
Parpadeé. Había algo desacostumbrado en la forma en que movía el
cuerpo, pero yo no podía concentrarme en ello con exactitud. Parecía
haberse alzado como flotando, más que empleando los músculos. Cuando
pude volver a enfocar, irradiaba una amplia sonrisa. Luego, con la
misma rapidez, su cuerpo pasó de esa posición a ejecutar unos pasos
llenos de gracia en dirección a mí. Parpadeé de nuevo.
—LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS SE DESPIERTAN CON LENTITUD —EXPLICÓ HANH—,
Y ANDAN EN POSTURAS DESGARBADAS E INDOLENTES Y SE PONEN EN MARCHA
CON UNA TAZA DE CAFÉ O TÉ. VAN A UN EMPLEO EN EL QUE SIGUEN
DESGARBADAS E INDOLENTES O USAN UN SOLO CONJUNTO DE MÚSCULOS. LOS
PATRONES DE CONDUCTA SE ASIENTAN Y, COMO YA TE DIJE, SE DESARROLLAN
BLOQUEOS EN LA MANERA EN QUE FLUYE LA ENERGÍA A TRAVÉS DE NUESTRO
CUERPO.
"DEBES ASEGURARTE DE QUE TU CUERPO ESTÉ ABIERTO EN TODAS PARTES, CON
EL OBJETO DE RECIBIR TODA LA ENERGÍA QUE HAYA DISPONIBLE. ESO SE
LOGRA MOVIENDO TODOS LOS MÚSCULOS, TODAS LAS MAÑANAS, A PARTIR DEL
CENTRO DEL CUERPO. —SEÑALÓ UN PUNTO SITUADO APENAS POR DEBAJO DE SU
OMBLIGO. —SI TE CONCENTRAS EN MOVERSE A PARTIR DE ESTA ZONA, TUS
MÚSCULOS QUEDARÁN LIBRES PARA FUNCIONAR EN SU NIVEL DE COORDINACIÓN
MÁS ALTO. ES EL NÚCLEO PRINCIPAL DE TODAS LAS ARTES MARCIALES Y
DISCIPLINAS DE DANZA. HASTA PUEDES INVENTAR TUS PROPIOS MOVIMIENTOS.
Con este comentario, se lanzó a una multitud de movimientos que yo
nunca había visto antes. Se asemejaban a los cambios de peso y los
giros que uno ve en el Tai-Chi, pero sin duda mucho más expandidos.
—Tu cuerpo —agregó Hanh— sabrá cómo moverse para ayudar a aflojar
tus bloqueos individuales.
Se paró en una pierna, se inclinó y balanceó el brazo como si
fuera a arrojar una pelota, sólo que su mano casi tocó el piso al
realizar el movimiento. Luego se volvió e hizo lo mismo con la otra
pierna. En ningún momento vi cómo cambió el peso de un miembro a
otro, y de nuevo daba la impresión de flotar.
Sacudí la cabeza y traté de concentrarme, pero Hanh se había
detenido donde se hallaba, como si un fotógrafo hubiera congelado
sus movimientos en una instantánea, lo cual parecía imposible. De la
misma manera súbita avanzó hacia mí.
—¿Cómo lo haces? —le pregunté. Respondió:
—COMENCÉ POCO A POCO, RECORDANDO EL PRINCIPIO BÁSICO. SI TE MUEVES
DESDE TU CENTRO Y ESPERAS QUE LA ENERGÍA FLUYA HACIA TI, TE MOVERÁS
DE UN MODO CADA VEZ MÁS LIVIANO. POR SUPUESTO, PARA PERFECCIONAR
ESTO DEBES PODER ABRIRTE A TODA LA ENERGÍA DIVINA QUE SE ENCUENTRA
DISPONIBLE EN TU INTERIOR.
Calló y me miró.
—¿Cuánto recuerdas de tu apertura mística?
Volví a pensar en Perú y mi experiencia en la cumbre de la montaña.
—Bastante, creo.
—Qué bueno —continuó—. Salgamos.
Yin sonrió al ponerse de pie, y seguimos a Hanh hasta un pequeño
jardín, donde subimos unos escalones hasta una zona cubierta de un
ralo pasto pardo y grandes piedras irregulares. Las rocas tenían
atractivas vetas de rojos y castaños. Durante diez minutos Hanh me
condujo a lo largo de algunos de los movimientos que yo había visto
antes, y luego me ofreció un lugar donde sentarme en el suelo; él
tomó asiento a mi derecha. Yin lo hizo detrás de nosotros. A la
distancia, el sol de la mañana bañaba las montañas con una cálida
luz amarilla. Quedé impresionado por su belleza.
—LAS LEYENDAS DICEN —comenzó Hanh— QUE ABRIRSE A UN ESTADO DE
ENERGÍA MÁS ELEVADO ES UNA CAPACIDAD QUE TODOS LOS HUMANOS
ADQUIRIREMOS ALGÚN DÍA. COMENZARÁ COMO UN CONOCIMIENTO GENERAL DE
QUE TAL CONCIENCIA ES POSIBLE. DESPUÉS AVANZAREMOS HACIA UNA
COMPRENSIÓN DE TODOS LOS FACTORES RELACIONADOS CON EL CULTIVO Y EL
MANTENIMIENTO DE ESE NIVEL DE ENERGÍA MÁS ELEVADO.
Hizo una pausa y me miró.
—TÚ YA CONOCES EL PROCEDIMIENTO BÁSICO, PERO DEBES EXPANDIR TUS
SENTIDOS. SEGÚN LAS LEYENDAS, PRIMERO DEBES CALMARTE Y
CONTEMPLAR LO QUE TE RODEA. RARA VEZ MIRAMOS CON ATENCIÓN LAS
COSAS QUE NOS RODEAN. LAS TOMAMOS COMO MEROS OBJETOS QUE OCUPAN UN
LUGAR SECUNDARIO CON RESPECTO A CUALQUIER COSA QUE NOS OCUPE LA
MENTE O DEBAMOS HACER. PERO ES PRECISO RECORDAR QUE EN EL UNIVERSO
TODO ESTÁ VIVO, LLENO DE ENERGÍA ESPIRITUAL, Y ES UNA PARTE DE DIOS.
DEBEMOS PEDIR EN FORMA INTENCIONAL CONECTARNOS CON LO DIVINO QUE HAY
EN NUESTRO INTERIOR.
"COMO BIEN SABES, LA MEDIDA PARA SABER SI ESTAMOS CONECTÁNDONOS O
NO CON ESTA ENERGÍA ES NUESTRO SENTIDO DE LA BELLEZA.
PLANTÉATE SIEMPRE ESTA PREGUNTA: ¿CUÁN HERMOSO LUCE TODO? NO
IMPORTA CÓMO VEAMOS ALGO AL PRINCIPIO; SIEMPRE PODEMOS VER MÁS
BELLEZA EN ELLO SI LO INTENTAMOS. EL GRADO DE BELLEZA QUE SOMOS
CAPACES DE VER MIDE CUÁNTA ENERGÍA DIVINA ESTAMOS RECIBIENDO EN
NUESTRO INTERIOR.
A continuación Hanh me pidió que dedicara algún tiempo a mirar, a
mirar de verdad, todo lo que me rodeaba.
—UNA VEZ QUE COMENZAMOS A ESTABLECER NUESTRA CONEXIÓN —PROSIGUIÓ— Y
EXPERIMENTAR LA ENERGÍA DIVINA, TODO COMIENZA A TENER MÁS PRESENCIA
EN NUESTRA PERCEPCIÓN. LAS COSAS SOBRESALEN Y NOTAMOS SU FORMA Y SU
COLOR ÚNICOS. CUANDO COMIENZA A MANIFESTARSE ESTA PERCEPCIÓN,
PODEMOS ABSORBER AÚN MÁS ENERGÍA.
"VERÁS: EN REALIDAD LA ENERGÍA NO VIENE TANTO DE LAS COSAS QUE NOS
RODEAN... AUNQUE PODEMOS ABSORBER ENERGÍA DIRECTAMENTE DE ALGUNAS
PLANTAS Y LUGARES SAGRADOS. LA ENERGÍA SAGRADA VIENE DE NUESTRA
CONEXIÓN CON LO DIVINO. TODO LO QUE NOS RODEA, TANTO NATURAL COMO
HECHO POR EL SER HUMANO... LAS FLORES, LAS PIEDRAS, EL PASTO, LAS
MONTAÑAS, EL ARTE... YA ES MAJESTUOSAMENTE HERMOSO Y ESTÁ PRESENTE
MÁS ALLÁ DE CUALQUIER COSA QUE LOS HUMANOS PODAMOS PERCIBIR. LO
ÚNICO QUE HACEMOS, CUANDO NOS ABRIMOS A LO DIVINO, ES ELEVAR NUESTRA
VIBRACIÓN DE ENERGÍA Y ASÍ NUESTRA CAPACIDAD PERCEPTIVA, DE MODO
QUE PODEMOS VER EL MUNDO DE LA MANERA EN QUE YA ES. ¿COMPRENDES? LOS
HUMANOS YA VIVIMOS EN UN MUNDO DE INMENSA BELLEZA Y COLOR Y FORMA.
EL PARAÍSO ESTÁ AQUÍ MISMO. SIMPLEMENTE NO NOS HEMOS ABIERTO A LA
SUFICIENTE ENERGÍA INTERIOR PARA PODER VERLO.
Yo escuchaba con fascinación. Ahora todo aquello me resultaba más
claro que nunca antes.
—CONCÉNTRATE EN LA BELLEZA —me indicó Hanh— Y COMIENZA A ASPIRAR
LA ENERGÍA QUE HAY DENTRO DE TI. Respiré hondo.
—AHORA PROCURA PERCIBIR CÓMO AUMENTA LA BELLEZA MIENTRAS RESPIRAS
—me instruyó Hanh.
Volví a mirar las piedras y las montañas, y, para mi asombro, noté
que el pico más alto que se elevaba a la distancia era el monte
Everest. Por alguna razón no había reconocido su forma hasta ese
momento.
—Sí, sí, mira el Everest —me alentó Hanh. Mientras contemplaba la
montaña, advertí que los picos cubiertos de nieve que había delante
parecían formar pequeños escalones hacia la cumbre con forma de
corona. La visión provocó un salto hacia afuera en mi percepción y
de pronto la montaña más alta del mundo me pareció más cercana, de
algún modo parte de mí, como si pudiera alcanzarla y tocarla.
—SIGUE RESPIRANDO —me indicó Hanh—. TU VIBRACIÓN Y TU CAPACIDAD
DE PERCIBIR AUMENTARÁN AÚN MÁS. TODO SE TORNARÁ MÁS BRILLANTE, COMO
ILUMINADO DESDE ADENTRO.
Respiré hondo de nuevo y comencé a sentirme más liviano; mi
espalda se enderezó con poco esfuerzo. De manera increíble, me
sentía exactamente como durante la experiencia en la montaña de
Perú.
Hanh me miraba y movía la cabeza en gesto afirmativo.
—TU CAPACIDAD PARA PERCIBIR LA BELLEZA ES LA MEDIDA PRIMARIA DE
QUE LA ENERGÍA DIVINA ESTÁ FLUYENDO HACIA TI. PERO HAY OTRAS MEDIDAS
TAMBIÉN.
"TE SENTIRÁS MÁS LIVIANO —continuó Hanh—. LA ENERGÍA ASCENDERÁ A
TRAVÉS DE TI Y TE ELEVARÁ, como tú mismo dijiste, COMO SI UNA CUERDA
TIRARA DE TI DESDE LO ALTO DE TU CABEZA. Y SENTIRÁS UNA MAYOR
SABIDURÍA ACERCA DE QUIÉN ERES Y LO QUE ESTÁS HACIENDO. RECIBIRÁS
INTUICIONES Y SUEÑOS SOBRE LO QUE VIENE A CONTINUACIÓN EN EL SENDERO
DE TU VIDA.
Hizo una pausa y me miró el cuerpo. Yo permanecía erguido sin
esfuerzo.
—AHORA LLEGAMOS A LA PARTE MÁS IMPORTANTE —prosiguió—. DEBES
APRENDER A SOSTENER ESTA ENERGÍA, A MANTENERLA FLUYENDO HACIA TI.
AQUÍ DEBES USAR EL PODER DE TU EXPECTATIVA, EL PODER DE TU ENERGÍA
DE ORACIÓN.
Me limité a mirarlo. De nuevo estaba ahí esa palabra: expectativa.
Nunca antes la había oído usada en ese contexto.
—¿Cómo lo hago? —pregunté, confundido; sentí que se reducía la
energía de mi cuerpo y que se esfumaban los colores y las formas que
me rodeaban.
Hanh abrió grandes los ojos y de inmediato echó a reír. Trató varias
veces de parar, pero al fin se puso a rodar por el piso en
incontrolable hilaridad. Recobró la compostura varias veces, pero
echaba de nuevo a reír al mirarme. Hasta oí a Yin reír
disimuladamente en el trasfondo.
Por fin Hanh respiró hondo varias veces y logró calmarse.
—Lo lamento mucho —se disculpó—. Es que esa expresión tuya fue muy
graciosa... De veras crees no tener ningún poder, ¿no?
—No es eso —protesté—. Simplemente no entendí lo que quisiste decir
con "expectativa". Hanh aún sonreía.
—Sí crees que tienes ciertas expectativas con respecto a la vida,
¿verdad? La expectativa de que salga el Sol. La expectativa de que
tu sangre circule.
—Por supuesto.
—Y bien, SÓLO TE PIDO QUE COMIENCES A VOLVERTE CONSCIENTE DE
ESTAS EXPECTATIVAS. ES LA ÚNICA MANERA DE MANTENER Y EXTENDER EL
NIVEL DE ENERGÍA MÁS ELEVADO QUE ACABAS DE EXPERIMENTAR. DEBES
APRENDER A ESPERAR ESE NIVEL DE ENERGÍA EN TU VIDA, Y DEBES HACERLO
EN FORMA MUY DELIBERADA Y CONSCIENTE. ES LA ÚNICA MANERA DE
COMPLETAR LA PRIMERA EXTENSIÓN DE LA ORACIÓN. ¿Deseas volver a
intentarlo?
Dedicamos varios minutos a respirar e intensificar la energía.
Cuando estaba viendo el nivel más elevado de belleza, tal como lo
había experimentado antes, se lo transmití con un movimiento de la
cabeza.
—AHORA —dijo Hanh— DEBES ESPERAR QUE ESTA ENERGÍA QUE TE LLENA
SIGA LLENÁNDOTE Y FLUYA FUERA DE TI EN TODAS DIRECCIONES.
VISUALÍZALO SUCEDIENDO.
Traté de mantener mi nivel de energía mientras preguntaba:
——Este efluvio... ¿cómo sé que está sucediendo realmente?
—PODRÁS SENTIRLO. POR AHORA, SÓLO VISUALÍZALO. Respiré hondo otra
vez y visualicé la energía entrando en mí y fluyendo hacia afuera en
todas las direcciones, hacia el mundo.
—Todavía no sé si está pasando realmente o no —dije. Hanh me miró
directamente, con aspecto de sentirse levemente impaciente.
—YA SABES QUE LA ENERGÍA ESTÁ FLUYENDO DE TI, PORQUE LA ENERGÍA
SE MANTIENE, LOS COLORES Y LAS FORMAS SIGUEN ELEVADOS, Y SIENTES
QUE TE LLENA Y LUEGO REBOSA.
—¿Cómo se lo siente? —pregunté.
Me miró con incredulidad.
—Ya conoces la respuesta.
Lo miré de soslayo y luego contemplé de nuevo las montañas,
visualizando el flujo de energía que salía de mí hacia ellas.
Continuaban hermosas y comenzaban a ser también inmensamente
atrayentes. Entonces me colmó una oleada de profunda emoción y
recordé lo que había experimentado en Perú.
Hanh asentía.
—¡Por supuesto! —exclamé—. LA MEDIDA DE SI LA ENERGÍA FLUYE O
NO HACIA AFUERA ES LA SENSACIÓN DE AMOR. Hanh esbozó una amplia
sonrisa.
—Sí, ES UN AMOR QUE SE CONVIERTE EN UNA EMOCIÓN DE FONDO QUE
PERMANECE CONTIGO MIENTRAS TU ENERGÍA DE ORACIÓN ESTÉ EMANANDO
HACIA EL MUNDO. DEBES PERMANECER EN UN ESTADO DE AMOR.
Hizo una pausa y lo miré un momento.
—Me parece algo terriblemente idealista para los seres humanos
comunes —comenté. Hanh rió entre dientes.
—No te estoy diciendo que seas un ser humano común. Te estoy
diciendo cómo colocarte a la delantera de la evolución. Te estoy
diciendo que seas un héroe. Sólo recuerda que DEBES ESPERAR QUE LA
ENERGÍA DIVINA ENTRE EN TI EN UN NIVEL MÁS ELEVADO, Y FLUYA DE TI
COMO UNA COPA REBOSANTE. CUANDO TE DESCONECTES, RECUERDA ESTA
SENSACIÓN DE AMOR. TRATA DE ENCENDER EN FORMA CONSCIENTE ESTE
ESTADO.
Sus ojos volvieron a chispear.
—TU EXPECTATIVA ES LA CLAVE EN CUANTO A SI PUEDES O NO
MANTENER ESTA EXPERIENCIA. DEBES VISUALIZARLA SUCEDIENDO, CREER QUE
ESTARÁ ACCESIBLE A TI EN TODAS LAS SITUACIONES. ESTA EXPECTATIVA
DEBE CULTIVARSE Y AFIRMARSE EN FORMA CONSCIENTE TODOS LOS DÍAS.
Asentí.
—Ahora —añadió—, ¿entiendes todos los procedimientos de que te he
hablado?
Antes de que pudiera responderle, agregó:
—LA CLAVE RADICA EN CÓMO TE DESPIERTAS A LA MAÑANA. Por
eso te pedí que durmieras: para poder ver cómo despiertas. DEBES
HACERLO CON DISCIPLINA. DESPIERTA TU CUERPO A LA AFLUENCIA DE
ENERGÍA DE LA MANERA QUE TE MOSTRÉ. MUÉVETE DESDE TU CENTRO; SIENTE
LA ENERGÍA DE INMEDIATO. ESPÉRALA DE INMEDIATO.
"INGIERE SÓLO ALIMENTOS QUE AÚN ESTÉN VIVOS, Y AL CABO DE UN TIEMPO
LA ENERGÍA DIVINA INTERIOR SERÁ MÁS FÁCIL DE ABSORBER HACIA DENTRO
DE TU SER. TÓMATE TIEMPO PARA LLENARTE DE ENERGÍA TODOS LOS DÍAS, Y
DESPIÉRTATE CON MOVIMIENTO. RECUERDA LAS MEDIDAS. VISUALIZA QUE ESTA
ENERGÍA ESTÁ ENTRANDO EN TI Y SIÉNTELA FLUIR HACIA EL MUNDO. SI
HACES TODO ESTO, HABRÁS COMPLETADO LA PRIMERA EXTENSIÓN. PODRÁS NO
SÓLO EXPERIMENTAR LA ENERGÍA DE VEZ EN CUANDO, SINO CULTIVARLA Y
MANTENERLA EN UN NIVEL MÁS ELEVADO.
Hizo una profunda reverencia y sin agregar nada más comenzó a
caminar de vuelta hacia la casa. Yin y yo lo seguimos. Cuando
llegamos, Hanh se puso a seleccionar alimentos y guardarlos en una
canasta grande.
—¿Y el punto de acceso? —le pregunté a Hanh. Se detuvo y me miró.
—Hay muchos puntos de acceso.
—Te pregunto si sabes dónde podemos encontrar el punto de acceso a
Shambhala. Me miró serio.
—Apenas has completado una extensión de tu energía de oración. Ahora
debes aprender qué hacer con esa energía que fluye de ti. Y eres
muy testarudo, y todavía proclive al miedo y la ira. Tendrás que
superar estas tendencias antes de poder siquiera acercarte a
Shambhala.
Con esta declaración, Hanh saludó con un movimiento de la cabeza a
Yin y le entregó la canasta; luego se marchó a la otra habitación.
|
|