EL PROCESO DE LA VIDA
Tomé una bifurcación del sendero de atrás de la casa de Ani y Tashi,
hacia la izquierda, y anduve por entre las piedras y los árboles
durante casi un kilómetro y medio. Ani había concluido nuestra
conversación en forma abrupta, diciendo que debía hacer unos
preparativos de los que me hablaría más tarde, y yo había decidido
salir a caminar solo.
Mientras contemplaba el follaje verde, mi mente se llenaba de
preguntas. Ani había dicho que me hacía falta ver cómo Shambhala era
el modelo de una cultura enfocada en el proceso de la vida. ¿Qué
quería decir?
Mientras reflexionaba sobre este interrogante, noté que por el
sendero venía un hombre caminando hacia mí. Era mayor, en apariencia
de alrededor de cincuenta años, y caminaba a paso vivaz. Cuando me
alcanzó, demoró un momento su mirada en la mía y pasó de largo. Por
el rabillo del ojo vi que se volvía una vez a observarme.
Caminé un poco más, irritado por no haberme detenido y entablado
conversación. Di la vuelta y me encaminé en la dirección en que iba
el hombre, en la esperanza de encontrarlo. Lo divisé más adelante,
doblando un recodo, y lo perdí de vista. Cuando llegué al mismo
recodo, había desaparecido. Aunque me sentí decepcionado, regresé a
la casa de Ani sin pensar más en ello.
Ella me saludó en la puerta, con unos vaqueros y una camisa en la
mano.
—Vas a necesitarlos —me dijo.
—Déjame adivinar —repliqué—. Los creaste con tu campo.
Hizo un gesto afirmativo.
—Comienzas a comprendernos.
Me senté en una silla y la miré. No creía comprender nada de
nada.
—Ha llegado el padre de Tashi —me anunció Ani.
—¿Dónde está? —le pregunté.
—Adentro, con Tashi. —Señaló un dormitorio.
—¿De dónde vino?
—Ha pasado un tiempo en los templos.
Levanté la cabeza, atento.
—¿Acaba de llegar?
—Sí, poco antes de que regresaras.
—Creo que hace un rato pasé junto a él en el sendero.
Ani calló un instante y luego dijo:
—Creo que ha venido a prepararnos.
—¿Para qué?
—Para la transición. Calcula que nos acercamos al momento en que
Shambhala se mudará.
Estaba por preguntarle más, pero noté que miraba para otro lado, en
apariencia sumida en profundos pensamientos.
—¿Me contaste que viste al padre de Tashi en el sendero? —me
preguntó.
Asentí.
—Entonces el mensaje que nos trae debe de ser importante también
para ti. Tenemos que ser muy conscientes del proceso.
Me miró expectante.
—Mencionaste el proceso de la vida —le dije—. ¿Puedes explicarme con
exactitud cómo lo entiende la gente de Shambhala?
Hizo un gesto afirmativo.
—Contemplemos el cuadro completo de cómo puede evolucionar una
sociedad una vez que comienza a elevar su nivel de energía de
oración. Lo primero que sucede es que los que crean la tecnología
comienzan a hacerla cada vez más eficiente y automatizada, de modo
que haya robots que puedan encargarse cada vez más de fabricar los
bienes materiales de la sociedad. Esto ya está ocurriendo en todas
las industrias de la cultura exterior y es un desarrollo positivo,
pese a ser en especial peligroso, pues puede colocar demasiado poder
en las manos de unos pocos individuos o corporaciones, a menos que
se lo descentralice. También puede provocar desempleo, por lo cual
muchas personas deben adaptarse y cambiar su manera de ganarse la
vida.
"Lo que modera estos problemas, sin embargo, es el hecho de que, a
medida que se automatiza la producción material, la economía general
comienza a desplazarse hacia una economía de información y
servicio... brindando a los demás la información correcta en el
momento debido... lo cual exige que todos se vuelvan más intuitivos
y alertas y enfocados en la percepción sincrónica como manera de
vida.
"A medida que aumenta el conocimiento espiritual y la gente se torna
más consciente del poder creativo que puede alcanzar con sus Campos
de Oración, la tecnología evoluciona un paso más. Es entonces cuando
se descubren los amplificadores de ondas de pensamiento, de modo que
los individuos puedan crear todo lo que necesitan por medio de la
mente.
"Cuando sucede esto, la cultura se encuentra libre para
concentrarse por completo en los temas espirituales, o lo que
nosotros denominamos el proceso de la vida en sí. Ése es el punto en
que nos encontramos ahora en Shambhala y al cual el resto de la
humanidad está destinada a llegar. Toda nuestra sociedad se educa
con miras a la realidad más amplia del espíritu. En determinado
momento todas las culturas deben comprender que somos seres
espirituales y que nuestros cuerpos son sólo átomos en una vibración
particular, una vibración capaz de elevarse mediante el aumento de
nuestra conexión y nuestro poder de oración.
"Aquí, en Shambhala, ya lo comprendemos, y también comprendemos que
hemos llegado aquí, a partir del plano puramente espiritual, a
lograr algo. Venimos aquí con una misión para llevar el mundo a la
plena conciencia espiritual, generación por generación, y para
hacerlo de la manera más consciente posible. Es por eso que
participamos plenamente en este proceso de la vida desde el
principio mismo... de hecho, antes del nacimiento.
Me miró para ver si yo entendía, y enseguida continuó:
—Antes del nacimiento, siempre existe una relación intuitiva entre
la madre y el padre y el hijo que aún no ha nacido.
—¿Qué clase de relación? —pregunté.
Sonrió.
—Aquí todos saben que el alma comienza a contactarse con los padres
antes de la concepción. Hace conocer su presencia, en especial con
la madre. Forma parte del proceso de decidir si el futuro padre o
madre es en realidad el adecuado.
La miré con asombro.
—Esto ya ocurre en las culturas exteriores —me explicó Ani—, pero
sólo ahora la gente comienza a hablarlo y desarrollar su percepción.
Pregunta a cualquier grupo de madres y fíjate lo que dicen.
"Este mismo tipo de intuición actúa también en el proceso del
matrimonio, si lo piensas bien. Cuando los seres humanos buscan una
pareja en forma consciente, la principal medida es la pasión, pero
ése no es el único factor. También tenemos intuiciones de cómo será
la vida con una persona en particular. Evaluamos, ya tengamos plena
conciencia de ello o no, si el estilo de vida con ese individuo
representará un progreso con respecto al estilo y las actitudes con
que nos criamos.
"¿Entiendes a qué me refiero? Elegir la pareja adecuada es
importante desde un punto de vista evolutivo. A medida que
evolucionamos espiritualmente, los seres humanos estamos destinados
a formar pareja en forma consciente, con el objeto de establecer un
hogar, o tener una actitud de hogar, que represente un modo de vida
más genuino en comparación con la generación anterior. De manera
intuitiva sabemos que debemos construir una vida que aumente la
sabiduría que encontramos cuando llegamos al mundo. ¿Comprendes el
proceso?
"Luego, cuando llegan las intuiciones acerca de un hijo que quiere
nacer a nosotros, siempre plantean preguntas:
¿Por qué este niño quiere nacer en nuestra familia? ¿Qué quiere ser
cuando crezca? ¿Cómo ampliará y expandirá este niño la comprensión
que ha encontrado con nosotros?
—Espera un momento —la interrumpí—. ¿No debemos cuidarnos de
suponer que sabemos cómo resultarán nuestros hijos? ¿Y si nos
equivocamos y tratamos de colocarlos en un casillero que no es el
mejor para ellos? Mi madre creía que yo iba a ser predicador rural,
y eso no era acertado.
—Sí, por supuesto. Éstas son sólo intuiciones; la realidad apenas si
se acercará a lo que pensamos. Nunca será exacto. La humanidad pasó
siglos arreglando matrimonios y obligando a los hijos a adoptar
profesiones elegidas por los padres. ¿Pero no entiendes? Eso era un
mal uso de una intuición real. Nosotros podemos aprender de sus
errores. No recibimos un conocimiento definitivo sobre nuestros
hijos, ni deberíamos ejercer el control total. Meramente recibimos
instrucciones, imágenes amplias de lo que van a hacer con su vida...
aunque yo apostaría a que tu madre no estaba tan equivocada en
cuanto a ti. Me reí. Ani tenía razón, desde luego.
—De modo que puedes ver adónde conduce todo esto. Sabemos que,
mientras la madre y el padre intuyen cómo utilizará el hijo la
sabiduría que encontrará con ellos, y luego la extenderá aún más, el
alma no nacida hace lo mismo en una visión previa a la vida de lo
que quiere lograr. A continuación viene el proceso de la concepción.
Me miró un momento.
—¿Recuerdas la pareja que vimos en la cascada?
—Sí.
—¿Qué piensas de eso?
—Parecía algo muy deliberado.
—Sí, lo era. Una vez que una pareja decide intentar la concepción
para traer al alma que intuyen, el acto físico es una suerte de
fusión de campos de energía que de una manera muy real abre
orgásmicamente una puerta al cielo y permite entrar al alma.
Pensé en lo que había visto en la cascada. La energía de la pareja
se fundía, y comenzaba a crecer una energía nueva.
—En la mentalidad materialista de la ciencia de las culturas
exteriores —prosiguió Ani—, la unión sexual se ha reducido a mera
biología, apenas un acto físico. Pero aquí conocemos la energía
espiritual de lo que en realidad sucede. Las dos personas fundieron
sus campos de energía en uno solo, y el hijo fue producto de esa
fusión.
"Una vez más, la ciencia prefiere considerar que la concepción es
una combinación fortuita de genes, y por cierto así lo parece cuando
se lo estudia superficialmente en un tubo de ensayo. Sin embargo, en
realidad los genes del padre y la madre se combinan para hacer un
niño cuyas características son sincrónicas con los mejores destinos
que ese niño visualiza en una visión previa a la vida, y los genes
se combinan de una manera precisa para dar al hijo las tendencias y
los talentos necesarios para cumplir esa visión. Con el tiempo, los
científicos de las culturas exteriores acabarán por encontrar un
modo de confirmar este proceso.
"Por eso es tan peligrosa la recombinación física de genes por parte
de científicos y médicos. Ayudar a combatir la enfermedad es una
cosa, pero recombinar para aumentar la inteligencia o el talento, o
simplemente a causa de una u otra preferencia, es algo que parte del
ego y puede resultar desastroso. Esta práctica por sí misma llevó a
la destrucción de algunas civilizaciones anteriores.
"Lo que quiero decir en última instancia —concluyó— es que aquí, en
Shambhala, tomamos muy serio el proceso de la maternidad y
paternidad. En su forma ideal, la intuición de los padres y la
intuición del hijo trabajan juntas con el fin de dar al hijo la
mejor preparación para lograr el propósito de su vida.
Lo que me decía Ani me hizo pensar otra vez en las concepciones
desaparecidas que ocurrían en Shambhala.
—¿Qué crees que sucede con las concepciones que han desaparecido
aquí? —pregunté.
Se encogió de hombros, al tiempo que echaba una mirada de reojo a la
puerta cerrada de la habitación de Tashi.
—No sé, pero quizás el padre de Tashi pueda decírnoslo. Me acudió a
la mente otra pregunta, así que la formulé:
—No comprendo quiénes van a los templos y quiénes se quedan en el
perímetro. Ani rió.
—Supongo que resulta un poco confuso. Nuestra cultura se divide en
los que enseñan y los que son llamados a los templos. Sin embargo,
muchos de los que van a los templos van y vienen cada pocos días
para mantener las relaciones humanas y sociales, en especial si
tienen hijos. La situación puede cambiar en cualquier momento, sobre
la base de la intuición. Los que trabajan en los templos pueden
volver a enseñar, y los que han estado enseñando van a los templos.
Es todo muy fluido y sincrónico.
Hizo una breve pausa; con un ademán la insté a seguir hablando.
—A continuación, en el proceso de la vida, viene la tarea de ayudar
al hijo a despertar. Recuerda que todos olvidamos hasta cierto punto
por qué vinimos y qué debemos hacer de nuestra vida, así que es
preciso dar al hijo las circunstancias históricas que rodean el
suceso de su nacimiento.
"Lo importante es darle un contexto de vida, de modo que sepa lo que
ha ocurrido antes de su llegada, y dónde se ubica él. Esto incluye
la historia personal de su familia, remontándose varias
generaciones. En Shambhala guardamos estos datos en un aparato
similar a un grabador de video, salvo que se almacenan en forma
electrónica.
"Tashi, por ejemplo, pudo ver a sus parientes de siete generaciones
atrás contándole sus vidas, cuáles fueron sus sueños, qué salió bien
y qué no, y, al final de su existencia, lo que habrían hecho de
manera diferente. Todo esto constituye información inmensamente
importante, que el hijo escucha de boca de sus parientes. Ayuda a
los jóvenes a trazar el curso de su propia vida aprendiendo de los
errores y construyendo sobre la sabiduría de los que los
antecedieron. Tashi ha aprendido mucho de sus antecesores, aunque
su pariente preferido sigue siendo su abuela. Me colmaba el asombro.
—Grabar a los parientes es una excelente idea. Me pregunto por qué
en mi país no nos tomamos tiempo para hacerlo.
—No se toman el tiempo para hacerlo porque todavía postergan hasta
el último instante el hecho de hablar sobre la muerte, y entonces es
casi siempre demasiado tarde. Y en las culturas exteriores la
existencia aún se concentra demasiado en lo material, no en el
proceso de la vida en sí. Esto se tomará más fácil con el paso del
tiempo, cuando las culturas exteriores comiencen a sostener su
vibración y a aprender las extensiones de oración. En la actualidad
todavía reducen la vida a lo común, a lo mundano, cuando en verdad
es un proceso constantemente informativo y misterioso.
Me miró como si estas últimas palabras suyas encerraran un
significado más hondo.
—Tú mismo debes superar la tendencia y permanecer concentrado en el
proceso de lo que está sucediéndote. Has llegado a Shambhala en un
momento en que ingresamos en la transición. El padre ha venido a
hablar con Tashi sobre su futuro y la situación en los templos. Sin
embargo, mi hijo no siente una inclinación intuitiva a ir a los
templos. En cambio, le interesa ir a tu mundo. Y tú apareces en el
medio de esto. Todo esto significa algo.
Como para puntualizar lo que Ani acababa de decir, los dos oímos un
débil estruendo a la distancia, que se apagó con rapidez.
Ani mostró una expresión confundida.
—No se parece a nada que haya oído antes.
Me recorrió un escalofrío.
—Creo que podría ser un helicóptero —dije.
De nuevo pensé en contarle mi sueño, pero antes de que pudiera
hacerlo ella continuó:
—Debemos apresurarnos —me urgió—. Tienes que conocer quiénes somos,
la cultura que hemos creado. Estábamos hablando de la importancia de
que los jóvenes comprendan la secuencia de las generaciones que los
antecedieron. Esta historia es algo de lo que todos los individuos
del perímetro toman conciencia a muy temprana edad, cuando
despiertan a su propia espiritualidad y perciben lo que vinieron a
hacer aquí.
Levantó un dedo.
—Aquí todos tienen en claro que el mundo humano evoluciona a través
de la sucesión de generaciones. Una generación establece un modo de
vida y enfrenta determinados desafíos, y luego viene la siguiente
generación y extiende esa visión del mundo. Lamentablemente, en las
culturas exteriores sólo ahora comienzan a tomar en serio esta
evolución. Con más frecuencia lo que ocurre es que los padres
quieren que los hijos sean como ellos, que tengan la misma visión de
todo. Es un deseo natural en cierto modo, porque todos queremos que
nuestros hijos refuercen las elecciones que hemos hecho.
"Pero a menudo el proceso se vuelve antagónico. Los padres
critican los intereses de los hijos, y los hijos critican las
costumbres anticuadas de los padres. En cierta medida es parte del
proceso: los hijos contemplan las vidas de los padres y piensan: "En
general me gusta cómo viven, pero yo habría hecho las cosas de otra
manera". Todos los hijos saben qué hay de incompleto en el modo de
vida de los padres. Al fin y al cabo, así es el sistema: ELEGIMOS A
NUESTROS PADRES EN PARTE PARA QUE SE NOS DESPIERTE A LO QUE FALTA,
A LO QUE DEBE AGREGARSE A LA COMPRENSIÓN HUMANA, E INICIAMOS ESE
PROCESO MEDIANTE EL HECHO DE SENTIMOS INSATISFECHOS CON LO QUE
ENCONTRAMOS EN NUESTRA VIDA CON ELLOS.
"Sin embargo, no tiene por qué ser antagónico. Una vez que conocemos
el proceso de la vida, podemos participar en forma consciente. Los
padres pueden mostrarse abiertos a las críticas de los hijos y
respaldarlos en sus sueños. Por supuesto, hacer esto causa que los
padres tengan que extender su propia manera de pensar y evolucionar
junto con los hijos, lo que puede resultar difícil.
Yo ya lo había oído antes: Ani se desvivía por describirme con
claridad el proceso de la evolución. Le hice unas preguntas más, y
dedicó varios minutos a darme los detalles de la vida en el
perímetro de Shambhala. Me explicó que, una vez que los hijos
llegaban a comprender la historia y la familia, el paso siguiente
consistía en aprender a extender su Campo de Oración creativo, tal
como lo había hecho yo. Después debían encontrar un modo de hacer
progresar la cultura, ya fuera enseñando en el perímetro o
utilizando su Campo de Oración en los templos.
—Al final éste será también el estilo de vida en las culturas
exteriores —agregó—. Algunos se dedicarán a enseñar a los niños, y
otros ingresarán en las muchas instituciones de cultura humana y los
ayudarán a avanzar hacia el ideal espiritual.
Estaba por preguntarle más acerca de lo que hacían en los templos,
cuando se abrió la puerta de la habitación de Tashi. El chico salió,
seguido por el padre.
—Mi padre desea verte —me dijo Tashi. El hombre hizo una leve
reverencia y Tashi nos presentó; ambos nos sentamos a la mesa. El
padre vestía los tradicionales pantalones y chaleco de piel de oveja
de los pastores tibetanos, salvo que su ropa estaba inmaculadamente
limpia y era de un color castaño claro. Él era bajo y fornido; me
miraba con ojos bondadosos y expresión de entusiasmo juvenil.
—¿Sabes que Shambhala está a punto de entrar en transición? —me
preguntó. Miré a Ani y luego a él.
—Sólo sé lo que dicen las leyendas.
—LAS LEYENDAS DICEN —me contestó— QUE, EN UN MOMENTO PRECISO DE
LA EVOLUCIÓN DE SHAMBHALA Y LAS CULTURAS EXTERIORES, OCURRIRÁ UN
GRAN CAMBIO. ESTE CAMBIO SÓLO PUEDE SUCEDER CUANDO EN LAS CULTURAS
EXTERIORES EL NIVEL DE CONCIENCIA HAYA ALCANZADO UN PUNTO
PARTICULAR. Pero cuando así sea, Shambhala se mudará.
—¿Mudarse adónde? —pregunté—. ¿Lo sabes? Sonrió.
—Nadie lo sabe con exactitud.
Por alguna razón, su declaración me colmó de una oleada de ansiedad
y un ligero aturdimiento. Por un momento me costó enfocar la vista.
—Todavía no está tan fuerte —comentó Ani, refiriéndose a mí.
El padre de Tashi me miró.
—He venido a causa de mi intuición de que es importante que
Tashi se una a nosotros en los templos durante esta transición. LAS
LEYENDAS DICEN QUE HABRÁ UNA ETAPA DE GRAN OPORTUNIDAD PERO TAMBIÉN
DE SERIO PELIGRO. POR UN TIEMPO LO QUE HEMOS ESTADO HACIENDO EN LOS
TEMPLOS SE TRASTORNARÁ. NO PODREMOS AYUDAR TANTO. Miró al hijo.
—Esto sucederá cuando la situación en las culturas exteriores se
vuelva crítica. Muchas veces, durante la historia oculta de la
humanidad, los seres humanos se han desarrollado espiritualmente
hasta este punto y luego han perdido el camino y vuelto a caer en la
ignorancia.
Comenzaron a usar mal su tecnología, trastornando así el curso
natural de la evolución.
"Por ejemplo, en este momento, en las culturas exteriores, algunas
personas distorsionan el proceso natural de la alimentación mediante
la manipulación genética de las semillas, para darles
características antinaturales. Esto se hace primordialmente con el
objeto de patentar esas semillas y controlar el mercado.
"Lo mismo está ocurriendo en la industria farmacéutica, donde
alteran genéticamente un remedio de hierbas, accesible a todos,
para poder lucrar. En el preciso sistema de energía del cuerpo,
estas manipulaciones pueden acarrear terribles consecuencias para la
salud. Lo mismo se aplica a los alimentos irradiados, el cloro y
otros aditivos a la provisión de agua, y ni hablar de las
denominadas drogas químicas.
"Al mismo tiempo, la tecnología de los medios ha alcanzado un punto
en que puede tener una influencia dramática. Si responde sólo a las
necesidades de las corporaciones y los políticos corruptos, puede
crear realidades distorsionadas y antinaturales. A medida que
continúe la fusión de corporaciones, de modo que controlen una parte
cada vez mayor de la tecnología y quieran usar más publicidad para
crear necesidades falsas, este problema crecerá.
"Más imperativa es la situación de poder y vigilancia del gobierno,
aun en los países democráticos. Alegando la necesidad de combatir a
traficantes de drogas o terroristas, el gobierno viola cada vez más
la intimidad del ser humano común. Ya se restringen las
transacciones en efectivo e Internet está completamente vigilada. El
paso siguiente consistirá en imponer una sociedad sin dinero en
efectivo controlada por una autoridad central.
"Este crecimiento hacia una autoridad gubernamental central y
carente de espíritu, en un mundo virtual de alta tecnología,
divorciado de los procesos naturales, donde el alimento, el agua y
las rutinas de la vida diaria se han trivializado y distorsionado,
sólo conduce al desastre. Cuando se subvierte la salud en un mero
ciclo comercial de empeoramiento de la alimentación, nuevas
enfermedades y más drogas, el resultado es Armaguedón, y ya ha
ocurrido varias veces en la prehistoria. Podría volver a suceder,
sólo que esta vez en una escala mucho mayor. Le sonrió a Ani.
—Pero no tiene por qué ocurrir. De hecho, nosotros estamos a sólo
un pequeño paso de conciencia de evitarlo. SI CONSEGUIMOS AVANZAR
DEL TODO HACIA LA IDEA DE QUE SOMOS SERES ESPIRITUALES EN UN MUNDO
ESPIRITUAL, ENTONCES LA COMIDA, LA SALUD, LA TECNOLOGÍA, LOS MEDIOS
Y EL GOBIERNO VOLVERÁN TODOS A OCUPAR SUS DEBIDOS LUGARES EN LA
EVOLUCIÓN Y LA PERFECCIÓN DE ESTE MUNDO. PERO PARA QUE ELLO OCURRA,
EN LAS CULTURAS EXTERIORES DEBEN COMPRENDERSE POR COMPLETO LAS
EXTENSIONES DE ORACIÓN. DEBEN COMPRENDER QUÉ HACEMOS EN LOS TEMPLOS.
LA TRANSICIÓN DE SHAMBHALA FORMA PARTE DEL PROCESO, PERO HAY QUE
APROVECHAR LA OPORTUNIDAD.
Miró profundamente a Tashi.
—Para que esto suceda, tu generación debe fundirse con las últimas
dos en un Campo de Oración integrado... uno que incluya la unidad
definitiva de todas las religiones.
Tashi lo miró confundido, y el padre se le acercó.
—En todo el mundo, la generación nacida en las primeras décadas del
siglo XX, lo que nuestro amigo de Occidente denominaría la
generación de la Segunda Guerra Mundial, utilizó el coraje y la
tecnología para salvar la democracia y la libertad de la amenaza de
los dictadores que buscaban establecer un imperio. Ganaron,
empleando el poder tecnológico, y continuaron expandiendo esta
tecnología en una economía mundial. Después llegó a la Tierra la
generación siguiente/y sus intuiciones les indicaron que poner el
foco en el materialismo, sólo en la tecnología, no era correcto.
Había demasiada contaminación, demasiada influencia corporativa en
el gobierno, demasiada vigilancia por parte de las organizaciones de
inteligencia.
"Estas críticas constituían la manera normal para que una nueva
generación se expandiera y nos condujera intuitivamente hacia
adelante. Estos nuevos individuos crecieron en un materialismo
ganado con gran esfuerzo o, en algunos países, mediante el deseo de
lo material, y comenzaron a reaccionar, a expresar la idea de que
en la vida había otras cosas, que en la historia humana había un
propósito espiritual que podía captarse en mayor detalle.
"Ésa fue la base de lo que sucedió en Occidente en las décadas de
los 60 y 70: el rechazo del sistema de status basado en lo material,
la exploración de otras religiones, la popularidad de la filosofía,
la explosión de pensamiento en el Movimiento de Potencial Humano.
Todo fue resultado de una serie de revelaciones acerca de que en la
vida había algo más que lo que conocía nuestra visión material del
mundo.
Me miró con un guiño, como si lo supiera todo sobre mis experiencias
con las Revelaciones.
—Las intuiciones de las últimas generaciones fueron muy importantes
—prosiguió— porque comenzaron a poner en perspectiva la tecnología y
la abundancia material, y a entender la profunda intuición de que en
este planeta la tecnología se desarrolla para sustentar una cultura
en la que podamos concentramos no sólo en la supervivencia, sino
también en nuestro desarrollo espiritual.
Calló un momento.
—Y ahora, desde fines de la década de los 70 hasta la de los 80, ha
estado llegando una nueva generación, para impulsar la cultura
humana aún más adelante. —Miró a Tashi. —Tú y tus coetáneos son los
últimos miembros de esta generación. ¿Entiendes cuánto énfasis traen
al mundo?
Mientras Tashi reflexionaba en el interrogante, también yo pensé
en la cuestión. LOS HIJOS Y LAS HIJAS DE LA GENERACIÓN POSTERIOR A
LA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL SE HAN CARACTERIZADO POR REACCIONAR
AL IDEALISMO Y LA AMBIVALENCIA DE SUS PADRES CON RESPECTO A LA
TECNOLOGÍA, TORNÁNDOSE MÁS PRÁCTICOS Y, DE HECHO, DESARROLLANDO UN
AMOR POR LA TECNOLOGÍA QUE VA MÁS ALLÁ DE CUALQUIER COSA QUE SE HAYA
VISTO ANTES.
Todos me miraron como si hubieran oído mis pensamientos. Tashi
asentía con gesto de conformidad.
—Intuimos que la tecnología tiene un propósito espiritual —dijo.
—Ahora —continuó el padre, mirándonos a todos—, ¿entienden cómo las
tres generaciones fluyen juntas? La generación de la Segunda Guerra
Mundial luchó contra la tiranía y demostró que la democracia podía
no sólo florecer en el mundo moderno, sino expandirse tremendamente
y conectar las economías del globo. Después, en medio de la
abundancia, llegó la generación siguiente para alertar respecto de
que había problemas con esta expansión, que estábamos contaminando
el mundo natural y perdiendo el contacto con la naturaleza y una
realidad espiritual que existe por debajo de los caprichos de la
historia.
"Y AHORA HA VENIDO LA GENERACIÓN SIGUIENTE PARA CONCENTRARSE DE
NUEVO EN LA ECONOMÍA, PARA REMODELAR LA TECNOLOGÍA DE MODO QUE PUEDA
SUSTENTAR EN FORMA CONSCIENTE NUESTRA CAPACIDAD MENTAL Y ESPIRITUAL,
como ha ocurrido aquí, en Shambhala... en lugar de permitir que la
tecnología caiga únicamente en las manos de aquellos que la usarían
para restringir la libertad y controlar a los demás.
—PERO ESTA NUEVA GENERACIÓN NO ES PLENAMENTE CONSCIENTE DE LO QUE
ESTÁ HACIENDO —comenté.
—No, no por completo —respondió—. SIN EMBARGO, ESTE CONOCIMIENTO
DE SÍ MISMOS, ESTA REVELACIÓN, SE EXPANDE DÍA A DÍA. DEBEMOS
DISPONER UN CAMPO DE ORACIÓN QUE LOS ELEVE EN ESA DIRECCIÓN. DEBE
SER UN CAMPO GRANDE Y FUERTE. LA NUEVA GENERACIÓN DEBE AYUDARNOS A
UNIFICAR LAS RELIGIONES.
"Esto es muy importante, porque siempre habrá controladores
dispuestos a manipular a esta generación para que invente usos
negativos de la tecnología, o para aprovechar su alienación.
Mientras nos hallábamos sentados allí, todos volvimos a oír el
zumbido bajo de los helicópteros, aún a la distancia.
—ESTÁ COMENZANDO LA TRANSICIÓN —anunció el padre de Tashi,
mirando a su hijo—. HAY MUCHOS PREPARATIVOS QUE HACER. SÓLO QUERÍA
TRANSMITIR QUE LA GENERACIÓN QUE TÚ REPRESENTAS AHORA DEBE AYUDAR A
EMPUJARNOS A TODOS HACIA ADELANTE. TÚ PERSONALMENTE TIENES ALGÚN
PAPEL QUE DESEMPEÑAR en la expansión hacia las culturas
exteriores de lo que ha estado haciendo Shambhala. Pero sólo tú
puedes decidir qué debes hacer.
El joven desvió la mirada. El padre lo abrazó un momento. Luego
abrazó a Ani y se marchó de la casa.
Tashi lo siguió con los ojos y regresó solo a su habitación. Lleno
de preguntas, seguí a Ani hasta el jardín.
—¿Adónde fue el padre de Tashi? —quise saber.
—Se está preparando para la transición —respondió ella, mirándome de
soslayo—. Tal vez no sea fácil. Tal vez todos seamos desalojados por
un tiempo. Hay muchos que están volviendo de los templos a ayudar.
Meneé la cabeza.
—¿Qué crees que sucederá?
—Nadie lo sabe —contestó—. Las leyendas no son específicas. Lo
único que sabemos es que habrá una transición.
La incertidumbre comenzó a disminuir de nuevo mi nivel de energía,
así que me senté en uno de los bancos cercanos.
Ani se sentó a mi lado.
—Pero sí sé lo que debes hacer tú —me dijo—: Debes continuar en pos
del resto de la Cuarta Extensión. Todo lo demás se cuidará solo.
Asentí con desánimo.
—Concéntrate en lo que has aprendido aquí. Has visto cómo debe
evolucionar la tecnología, y ya has comenzado a ver cómo nuestra
cultura se concentra en el proceso de la vida, el milagro del
nacimiento y la evolución consciente. Sabes que éste es el foco que
crea la mayor inspiración y la mayor alegría.
"La vida materialista de las culturas exteriores palidece en
comparación. Somos seres espirituales, y nuestra vida debe girar en
torno de los misterios de la familia y el talento y la búsqueda de
la misión individual. Te repito: tú ya sabes cómo es una cultura
así, y cómo se la siente.
"LAS LEYENDAS AFIRMAN QUE SABER CON CERTEZA CÓMO PUEDEN EVOLUCIONAR
LAS CULTURAS EXTIENDE EL CAMPO DE ORACIÓN DE TODOS Y LE DA MÁS
PODER. AHORA, CUANDO TE CONECTES CON TU INTERIOR Y VEAS TU CAMPO
FLUYENDO DELANTE DE TI, ACTUANDO PARA PRODUCIR SINCRONICIDAD Y
ELEVAR A LOS DEMÁS AL PROCESO SINCRÓNICO, PUEDES HACERLO CON MAYOR
EXPECTATIVA, PORQUE SABES CON CERTEZA ADÓNDE NOS LLEVA A TODOS ESTE
PROCESO, SI PERMANECEMOS FIELES A ÉL Y EVITAMOS EL MIEDO Y EL ODIO.
Tenía razón. Las extensiones iban develándose.
—Pero no lo he visto todo —objeté. Me miró profundamente a los ojos.
—No. Debes continuar comprendiendo el resto de la Cuarta Extensión.
Hay más. Tu Campo de Oración puede volverse aún más poderoso.
En ese momento oímos de nuevo los helicópteros, y su ruido me llenó
de ira. Parecía que se acercaban. ¿Cómo era posible? ¿Cómo podían
saber dónde estaba Shambhala?
—Malditos sean —murmuré, lo cual produjo una expresión de horror en
Ani.
—Tienes mucha ira —observó.
—Bueno, es difícil no sentir ira cuando te das cuenta de lo que
están haciendo los militares chinos.
—La ira es un patrón de comportamiento en ti. Sin duda te habrán
advertido de su efecto.
Evoqué todo lo que había tratado de explicarme Yin.
—Sí, así es. Pero no consigo dejar de hacerlo. Vi que Ani estaba
preocupada.
—Tendrás que dominar este problema —me advirtió—. Pero no te
culpes demasiado, porque eso envía una oración negativa que te
mantiene donde estás. Por otro lado, no puedes simplemente ignorar
tu ira. Debes tener presente el problema, permanecer consciente, y
al mismo tiempo disponer tu Campo de Oración para superarte y
desechar ese antiguo patrón de comportamiento.
Yo sabía que era difícil y que me exigiría un trabajo consciente.
—¿Qué debo hacer ahora? —pregunté.
—¿Qué crees?
—¿Debo ir a los templos?
—¿Ésa es tu intuición?
Pensé de nuevo en mi sueño y al fin se lo conté. Abrió los ojos con
asombro.
—¿Soñaste que ibas a los templos con Tashi? —me preguntó.
—Sí —respondí.
—Bien —repuso, seria—, ¿no crees que deberías decírselo?
Fui hasta la habitación de Tashi y toqué la pared.
—Entra —me dijo, y apareció una abertura. Tashi estaba estirado en
su cama. De inmediato se incorporó y me indicó una silla situada
frente a él. Me senté. Por un momento guardó silencio, como si
sostuviera el peso del mundo sobre sus hombros. Al fin dijo:
—Todavía no sé qué hacer.
—¿Qué estás pensando? —le pregunté.
—No lo sé. Estoy confundido. Lo único en que puedo pensar es en ir a
las culturas exteriores. Mi madre dice que debo encontrar mi propio
camino. Ojalá estuviera mi abuela aquí.
—¿Dónde está tu abuela?
—En alguna parte de los templos.
Nos quedamos mirándonos un largo momento y luego agregó:
—Si al menos pudiera entender el sueño que tuve...
Me enderecé en la silla.
—¿Qué sueño?
—Estaba con un grupo de gente. No podía verles la cara, pero sé que
uno de ellos era mi hermana.
Hizo una pausa. —También podía ver un lugar con agua. De algún modo
había llegado a las culturas exteriores.
—También yo tuve un sueño —le dije—. Estabas conmigo, en uno de los
templos... Era azul... y allí encontramos a otra persona.
Una sombra de sonrisa le cruzó la cara.
—¿Qué dices? —me preguntó—. ¿Que se supone que debo ir a los templos
en lugar de a las culturas exteriores?
—No —respondí—. No quiero decir eso. Me comentaste que todos creen
imposible llegar a las otras culturas a través de los templos.
Pero... ¿y si no es así?
Se le encendió el rostro.
—¿Me sugieres que vaya a los templos y trate de ir a las culturas
exteriores desde allí?
Me limité a mirarlo. —Eso debe ser —dijo, y se puso de pie—. Y tal
vez he sido convocado, al fin y al cabo
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