La
undécima revelación
Basado en mi propia experiencia, y en lo que está sucediendo a
nuestro alrededor, este libro se ofrece como una ilustración de este
próximo paso hacia la conciencia. Es mi creencia que esta revelación
ya está emergiendo, remolineando entre miles de conversaciones
espirituales a altas horas de la noche, oculta apenas por debajo de
la superficie del odio y el miedo que aún marcan a nuestra época.
Como antes, nuestra única responsabilidad consiste en vivir de
acuerdo con lo que sabemos, y luego tender la mano... y difundir el
conocimiento.
James Redfield Verano de 1999 |
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NOTA DEL
AUTOR
Cuando escribí La Novena Revelación y La Décima
Revelación, estaba firmemente convencido de que la cultura
humana evolucionaba a través de series de revelaciones acerca de la
vida y la espiritualidad, revelaciones que podían describirse y
documentarse. Todo lo que ha ocurrido desde entonces no ha hecho más
que profundizar esta creencia.
Vamos volviéndonos plenamente conscientes de un proceso espiritual
más elevado que actúa "entre bambalinas" en la vida, y mientras
tanto vamos dejando atrás una visión materialista del mundo que
reduce la vida a la supervivencia, presta escasa atención a la
religión los domingos y se vale de juguetes y distracciones para
dejar a un lado el verdadero asombro de estar vivos.
Lo que deseamos, en cambio, es una vida llena de misteriosas
coincidencias y súbitas intuiciones que nos indiquen que existe un
sendero especial para nosotros en esta existencia y que nos impulsen
a una búsqueda particular de información y experiencia... como si
un destino predeterminado pujara por emerger. Este tipo de vida es
como una historia de detectives que se desarrolla dentro de nosotros
mismos, cuyas pistas pronto nos llevan adelante por medio de una
revelación tras otra.
Descubrimos que nos espera una verdadera experiencia de lo divino
que llevamos en nuestro interior, y si logramos encontrar esta
conexión, nuestra vida se infunde de aún más claridad e intuición.
Comenzamos a captar visiones de nuestro destino, de alguna misión
que podemos cumplir, siempre que solucionemos nuestros hábitos
distractivos, tratemos a los demás con una cierta ética y nos
mantengamos leales a nuestro corazón.
De hecho, con la Décima Revelación esta perspectiva se expande aún
más, para incluir todo el espectro de la historia y la cultura. En
algún nivel, todos sabemos que venimos de otro lugar celestial a
esta dimensión terrenal para participar en una meta general: la de
crear, lentamente, generación por generación, una cultura por
completo espiritual en este planeta.
Sin embargo, al comprender esta revelación vigorizadora, va
llegando una nueva: la Undécima. Nuestros pensamientos y actitudes
cuentan para que nuestros sueños se tornen realidad. De hecho, creo
que nos hallamos al borde de comprender, por fin, la manera en que
nuestras intenciones mentales, nuestras oraciones, hasta nuestras
opiniones y suposiciones secretas, influyen no sólo en nuestro
propio éxito sino también en el de otros.
Basado en mi propia experiencia, y en lo que está sucediendo a
nuestro alrededor, este libro se ofrece como una ilustración de este
próximo paso hacia la conciencia. Es mi creencia que esta revelación
ya está emergiendo, remolineando entre miles de conversaciones
espirituales a altas horas de la noche, oculta apenas por debajo de
la superficie del odio y el miedo que aún marcan a nuestra época.
Como antes, nuestra única responsabilidad consiste en vivir de
acuerdo con lo que sabemos, y luego tender la mano... y difundir el
conocimiento.
James Redfield Verano de 1999