“¿Cómo me siento con las cosas de cada día
después de haber permanecido en un tiempo en el que todo es
presente, incluso el pasado y el futuro?”
Esa pregunta se hacía Usted mientras se dirigía al trabajo. “Lo que
siento – se respondía a sí mismo- es una actitud distinta en
relación al aprovechamiento del tiempo: valoro más estar en cada
momento”.
Su intuición estaba suficientemente avivada para
que el proceso de aprendizaje siguiera durante todo el día, incluso
en los momento más triviales. Un detalle en el trabajo, un
comentario oído al azar, el fragmento de una canción que alguien
silbaba, todo parecía estar relacionado con el “cursillo intensivo”
que
Usted estaba siguiendo bajo la
orientación de Vanguardia.
-¡ La manera es correr contra reloj, contra el
tiempo, aunque el tiempo es dinero!
Usted hubiera encontrado normal esta frase poco
antes. La había pronunciado su jefe durante una reunión de trabajo
en la que se discutían los preparativos para el lanzamiento de un
nuevo producto por parte de su empresa. Pero en ese momento aquello
le sonaba como la idea más absurda del mundo y protestó:
-Tenemos que correr a favor del tiempo, ¡ nunca
contra él! . Si el tiempo es dinero, ir contra el tiempo significa
ir también contra el dinero.
Usted no solía mostrar su disconformidad de aquella
manera. Pero ahí no quedó la cosa: empezó a criticar algunos
aspectos del proyecto, propuso optimizar esfuerzos y “hacer más con
menos”. Defendió una reforma completa de la planificación y añadió
que era necesario que la empresa arriesgara más para no perder cuota
del mercado.
La prosperidad empezaba a afianzarse en su mente
y empezaría pronto a pedir medidas concretas para manifestarse.
Vanguardia
le había mostrado la manera de
liberarse de los valores negativos que bloqueaban su camino hacia la
prosperidad, pero Usted tenía la sensación de que faltaba algo. El
mal ambiente que se creó entre Usted y su jefe después de aquella reunión ponía de
manifiesto que había componentes emocionales en su relación con la
autoridad que todavía debía trabajar. Y eso estaba relacionado con
la manera en que lo habían criado.
Por eso aquel día decidió no ir a comer y buscar
un lugar solitario donde pudiera meditar sobre estas cuestiones.
Estaba sentado sobre la hierba de un parque y,
aunque no llegó a ver las bolitas brillantes que aparecieron en su
habitación, las recordó con sorprendente nitidez. Cerró los ojos y
sintió que el hemisferio derecho de su cerebro dirigía la actividad
mental en aquel momento y que así se ponía en contacto con regiones
inexploradas de su conocimiento.
“¿Qué serán esas esferas doradas?” se preguntó
-Son
sencillamente, transmisores, elementos de comunicación, como palomas
mensajeras informáticas que aún no han sido descubiertas en tu
tiempo – le dijo con nitidez la voz de Vanguardia
directamente en su oído izquierdo.
Usted sonrió, se sentó en una postura cómoda y
respiró profundamente, preparado para asistir a otra “clase”.
-Hay algunos
factores psicológicos importante que es necesario equilibrar en el
camino hacia la prosperidad. El primer factor es la experiencia del
nacimiento. Salimos de una situación muy confortable para ir a dar a
un lugar desconocido que, ya desde el primer momento, nos resulta
inhóspito: una luz fuerte capaz de cegar unos pequeños ojos aún
cerrados, pero muy sensibles, y un “comité de bienvenida” no
siempre cariñoso, que recibe al recién nacido con palmadas en las
nalgas. Nuestra primera experiencia de respiración en el mundo queda
registrada en nuestro cerebro asociada al miedo a la muerte. Todos
empezamos a respirar en esta vida llorando, en medio del pánico , y
ese recuerdo se revive inconscientemente cada vez que respiramos.
-Hay una
técnica de regresión conocida como
rebirthing (renacimiento) que
permite a la persona revivir su propio nacimiento y recordar los
detalles y las emociones que tuvieron lugar entonces. Pero es un
trabajo que debe hacer un profesional especializado. Busca uno.
Hazlo con tu esposa, para que os ayudéis el uno al otro haciendo el
papel de “padre” y “madre”, y te aseguro que os irá muy bien a los
dos. Mucha gente no progresa en la vida por el trauma el propio
nacimiento.
Usted permaneció en silencio algunos minutos,
durante un instante recordó la mirada de su jefe al final de la
reunión de aquella mañana y la situación de desconcierto en que se
encontró a continuación. Percibió que su memoria le mostraba ahora
la mirada de su padre.
En ese instante volvió a oír la voz del maestro
Vanguardia :
-Sigue relajado, con los ojos cerrados, e
imagina que eres muy pobre y que vives debajo de un puente. Sin
nada, desposeído de cualquier recurso material, en la más absoluta
miseria. Estás intentando hacer una pequeña hoguera para entrar en
calor y calentar una lata con un poco de café que te han dado en un
bar.
(Como en las ocasiones anteriores, lector haz
este ejercicio imaginando la situación que propone Vanguardia
. Relee despacio el párrafo anterior y
aprovecha la valiosa oportunidad que tienes en ese momento.)
Pobre
de solemnidad, viviendo debajo de un puente, te encuentras con tus
padres, que han venido a verte. Responde ahora mentalmente (o, si
prefieres, escríbelo en las líneas que siguen)
¿Qué siente tu padre al verte”
¿Qué siente tu madre cuando te ve en esa
situación?
¿Qué sientes tú cuando los ves?
¿Qué te dice tu padre?
¿Qué te dice tu madre?
¿Qué les dices tú a ellos?
Habláis un poco sobre tu situación y sobre
generalidades y, algunos minutos después se despiden de ti.
¿Qué te dice tu padre cuando se va?
¿Qué te dice tu madre
¿Qué les dices tú al despedirte de ellos?
Imagina ahora otra situación: vives en el mismo
lugar donde realmente lo estás haciendo hoy y llegan tus padres de
visita.
¿Qué siente tu padre al verte”
¿Qué siente tu madre cuando te ve en esa
situación?
¿Qué sientes tú cuando los ves?
¿Qué te dice tu padre?
¿Qué te dice tu madre?
¿Qué les dices tú a ellos?
Habláis un poco sobre tu situación y sobre
generalidades y, algunos minutos después se despiden de ti.
¿Qué te dice tu padre cuando se va?
¿Qué te dice tu madre?
¿Qué les dices tú al despedirte de ellos?
Imagina ahora que vives en una gran mansión, con
el lujo y todas las comodidades que sólo una inmensa fortuna puede
proporcionar. Llegan tus padres de visita y el mayordomo los recibe
en la puerta. Entran y te esperan en un salón enorme, ricamente
decorado. Entonces tú bajas por una escalera de mármol que da al
salón y miras a tus padres.
¿Qué siente tu padre al verte”
¿Qué siente tu madre cuando te ve en esa
situación?
¿Qué sientes tú cuando los ves?
¿Qué te dice tu padre?
¿Qué te dice tu madre?
¿Qué les dices tú a ellos?
Mientras habláis os sirven unas bebidas en
bandeja de plata y copas de cristal. Algunos minutos después, tus
padres se despiden de ti y salen.
¿Qué te dice tu padre cuando se va?
¿Qué te dice tu madre?
¿Qué les dices tú al despedirte de ellos?
-Sigue
respirando con suavidad y entra en contacto con la emoción que queda
en ti tras imaginar estas tres situaciones. Has trabajado en tu
mente lo que denominamos “síndrome de desaprobación de los padres”.
Hay personas que temen progresar en la vida más de lo que lo
hicieron sus padres, y entonces el simple deseo de ser próspero
viene acompañado por un sentimiento de culpa. En otras ocasiones,
el hijo se siente presionado por el padre en el sentido de que debe
alcanzar el éxito y, precisamente por esa razón, por las
expectativas paternas, no lo alcanza nunca. Hay también quien se
rebela contra el modelo de vida de sus padres, pero estas personas
están hasta tal punto programadas por ese modelo que no conseguirán
nada fuera de ese sistema de valores. Con el ejercicio que acabamos
de realizar estarás en condiciones de observar tus emociones en tres
situaciones distintas y, de esta forma, conseguirás soltar las
amarras de la carga emocional que te han aportado tus padres en
relación a la prosperidad. No hay nada de malo en ser más prósperos
de lo que fueron nuestros padres, pues eso significa que nos
educaron bien.
Más tarde Usted tuvo tiempo de reflexionar acerca de este
ejercicio.
“Pobre papá, se esforzó tanto por mí...” pensaba.
Y junto a estas ideas apareció un sentimiento semejante al del
primer ejemplo del “síndrome que Vanguardia
había citado: “Si llego a ser más
próspero que él me sentiré culpable...”
A estas alturas resultaba evidente que Vanguardia
leía sus pensamientos más íntimos. Y
le dijo entonces en otro tono de voz:
-Lo que estás
pensando ahora, por ejemplo, es un típico pensamiento negativo, otro
factor psicológico contraproducente para la prosperidad. Ya sabes
que tenemos poder sobre lo que pensamos y que los pensamientos
moldean nuestra realidad; entonces .¿por qué no dar cabida sólo a
pensamientos positivos? En vez de tener esas ideas, piensa : “Soy
más próspero que mi padre, y ese es el mejor homenaje que puedo
hacerle por todo lo bueno que él me dio”. Y no culpes a tus padres,
ni a nadie, por aquello que no tuviste o no conseguiste, pues eres
tú mismo quien determina cómo ha de ser tu vida.
-
¿ Y si alguien tiene el karma de ser pobre, por ejemplo, para pagar
los errores de vidas anteriores?
Vanguardia
se colocó ante él con expresión de
enfado.
- ¡ Piénsalo bien, si una vida anterior
fuera tan importante o más que la presente, estarías viviendo aquélla y no ésta¡
-El karma
tiene su función en el Universo, al igual que la astrología. Todo
tiene su razón de ser, pero la manifestación del la vida del
individuo va más allá, pues se basa en el libre albedrío. Tu
crecimiento espiritual consiste precisamente en conseguir trascender
cualquier designio anterior en busca de la armonía plena con la
prosperidad del Universo . ¿O piensas que el Universo entero fue
creado para que exista esa pobreza en la que vive la mayor parte de
la humanidad?
-Sería una
auténtica “trampa cósmica” que todo estuviera ya escrito, con un
destino inevitable.
Muchas historias que se cuentan por ahí no tienen nada que ver con
lo que es en realidad el karma. Son maneras de huir de la realidad,
excusas para no hacer nada. Lo verdaderamente importante para
superar los problemas kármicos es vivir bien el “aquí y el ahora”.
¡Vivir lo mejor posible, con amor, felicidad, paz sabiduría y mucha
prosperidad!
El reloj de una torre cercana dio dos campanadas.
Una vez más, el momento de las lecciones de Vanguardia
se encadenaba perfectamente con el
presente vivido por Usted en el día a día.
El anciano desapareció tan rápido como había
surgido y Usted echó a andar hacia su oficina con la cabeza
aún entre las nubes, pero con los pies firmes en el suelo.
PREGUNTAS QUE VALE LA PENA RESPONDER
1.¿ Crees en la vida más allá de la
muerte?
2.¿ Crees en la existencia de una
inteligencia superior que gobierna el Universo?
3.¿Crees que existe un lugar
especializado después de la muerte, para aquellos que han vivido una
vida digna y justa?
4.¿Tienes miedo a caer en la miseria?
5.¿Has conseguido más en la vida que
tus padres?
6.¿Te da miedo morir pobre?
Anotaciones
del autor al margen
Una de las mayores desgracias del mundo es la pobreza, sobre todo
para quien es pobre.
Bernard Shaw
Lo que hoy puede considerarse mala suerte, tal vez mañana sea buena
fortuna.
¿Obtienes los resultados que te gustaría obtener?
Todos creamos nuestra realidad a partir de las elecciones que
hacemos, de las decisiones que tomamos.
Son muchos los que quieren, pero pocos los que creen. Sin esa
creencia resulta difícil hacer realidad los objetivos.
La falta de dinero supone más problemas al Universo que el exceso de
dinero.
EL DINERO ES
UN BUEN EMPLEADO, PERO UN PÉSIMO PATRÓN.
Proverbio francés
La prosperidad es una demostración de la existencia de Dios.