7.RECODIFICAR
LO OBSOLETO : Soltar el freno
de mano
Por favor respóndeme a esta pregunta: ¿Serías
capaz de andar sobre esta tabla sin perder el equilibrio?
-Claro
que sí
La
tabla medía dos metros de largo y cuarenta centímetros de ancho,
anchura suficiente para que cualquier persona pudiera andar por ella
sin dificultad. Y, además la tabla estaba en el suelo.
-Estupendo. Entonces no te importará caminar sobre ella, aunque sea
en otro lugar.
Vanguardia
sonrió, hizo un pase mágico y en un
instante estaban en la azotea de un edifico. Era una de las famosas
torres gemelas de Nueva York. Sin que Usted tuviera tiempo siquiera de asustarse el anciano
le propuso
-Es la misma
tabla, con la diferencia de que ahora se encuentra entre dos
rascacielos como si fuera un puente. No hay viento y la tabla está
bien fijada. ¿te atreves a cruzarla?
“¿
Me caeré? ¿Perderé el equilibrio?¿ Soplará el viento? ¿Resbalaré? Y
eso que es la misma tabla de buena anchura que parecía tan fácil de
pasar hace unos instantes.
-Sabes porqué
tienes miedo ahora? Porque en tu cabeza está teniendo lugar una
conversación. Este diálogo interno determina nuestros éxitos y
fracasos. Son pensamientos negativos que albergas lo que hacen que
desaparezca tu habilidad física para pasar por la tabla. Si te
enfrentas a cualquier situación de la vida lleno de dudas y de
inseguridad, tus oportunidades salir victorioso serán mínimas.
Usted recordó
entonces una frase de Henry Ford que había leído
“Tanto si piensas que puedes como si piensas que no puedes, tendrás
razón”
De vuelta a casa, por la noche Usted no dejaba en todo lo que le había sucedido
durante el día, y así se fue a dormir.
Fue quedarse dormido en la cama y Usted despertó de inmediato en el mismo valle por el
que había paseado la noche anterior con Vanguardia
. Era como si el tiempo se hubiera
detenido .
Tan pronto se veían en la azotea más alta de
Nueva York como volvían al valle florido sentados en aquel momento
sobre una gran piedra, junto al río de aguas cristalinas.
-Los valores
que vamos integrando desde nuestra infancia permanecen con nosotros
toda nuestra vida, aunque no nos acordemos de ellos, y participan
activamente en el diálogo interno que nos convence de nuestras
posibilidades de conseguir o no cualquier cosa en el vivir diario.
Mientras hablaba, Vanguardia
entregó a Usted una hoja de papel y a continuación le propuso un
ejercicio.
-Actuando del
mismo modo que el miedo a caer de la tabla cuando estaba tendida
entre los dos rascacielos, debe de haber en ti determinadas ideas
que actúan en tu diálogo interno en relación a la prosperidad. Son
conceptos acerca del dinero y la riqueza, que te inculcaron ya en tu
infancia y que ahora, de algún modo , tal vez te estén diciendo que
no atravieses la tabla en dirección a la prosperidad porque no
conseguirías llegar. Respira profundamente varias veces, relaja el
cuerpo y la mente recupera en tu memoria esos valores sobre el
dinero y la riqueza y escríbelos con frases cortas , en estas
líneas.
-Aprovecha esta oportunidad.¡Escríbelo! Tienes
una oportunidad única – Insistía Vanguardia
al ver que Usted
todavía dudaba.
Entonces Usted recordó la historia del camello y pregunto:
-Los ricos
no van al cielo . ¡frases como estas son las que tengo que
escribir?
-Eso es
– respondió el anciano, dándole
ánimos – Sigue recordando conceptos como este que interfieren en tu
vida de prosperidad.¡Adelante!
( Y tú que estás leyendo estas páginas, hazlo
también. Coge un lápiz o un bolígrafo y escribe en las líneas o en
una hoja de papel, como si estuvieras hablando con Vanguardia
¡Aprovecha tú también esta oportunidad que te
ofrece la vida! Antes de seguir adelante y leer las frases que ha
escrito Usted nuestro personaje, escribe las tuyas y saca a
continuación tus propias conclusiones.)
“El dinero no crece en los árboles” “El dinero no trae la felicidad”
“Los ricos no van al cielo” “El dinero es sucio y genera corrupción”
“Bienaventurados sean los pobres, pues son sencillos y puros”
Usted escribió estas cinco frases y entregó el
papel a Vanguardia
-No tienes
porqué mostrármelo – le respondió
el anciano – Muéstratelas a ti mismo, y procura recordar cómo estas
creencias pasaron a formar parte de tu sistema de valores.
Ahora en el mismo papel responde las preguntas que te voy a hacer.
¿
Tú solo concebiste estas ideas o te las inculcó otra persona ¿ . Si
es así ¿quién te las
transmitió?
-¿ Cómo crees
que estos valores afectan a tu vida? ¿Te limitan en tu búsqueda de
la prosperidad o te dificultan el logro de alguna meta?
¿Quieres librarte de los valores que se
interponen en tu camino hacia la prosperidad? – le preguntó
desafiante Vanguardia
¡Claro que sí! Por eso estoy aquí
-Entonces adelante. En primer lugar siéntate
de forma que estés cómodo y relajado. Respira despacio y procura que
tu mente se vea libre de pensamientos.
-Imagina que paseas tan tranquilo por un hermoso
bosque. Alrededor, la atmósfera es agradable y tranquila. Siente el
aire puro, admira el verde del follaje, escucha a los pájaros que
cantan con suavidad. Sigue “Paseando por el bosque” y concéntrate en
la frase o en las frases de las que te quieres librar. Llegas al
linde del bosque y te encuentras con una encantadora playa. Te
sientas en la área y piensas en la frase, una vez mas; en ese
instante se acerca un globo que acaba por posarse junto a ti.
Visualiza las frases de las que te quieres desprender empaquetadas
para un viaje y mete el paquete dentro del globo. Ahora deja que el
globo se vaya, que suba hacia el cielo y se aleje cada vez más.
Concentrado en el ejercicio y con los ojos
cerrados, Usted ve cómo el globo desaparece por el horizonte,
llevándose consigo los valores que desde hacia tanto tiempo, y sin
que lo supiera, bloqueaban su andadura hacia la prosperidad. Todos
los esfuerzos que Usted había hecho hasta entonces en ese sentido
–trabajar de forma estresante procurando producir más que los demás
– se estrellaban en esas barreras internas. Como pensaba que el
dinero era sucio, se las arreglaba para no tenerlo. Como creía que
sólo los pobres podían ser en realidad felices, procuraba seguir
siendo pobre.
-Ahora contempla cómo el globo empieza a
volver hacia ti. Se acerca d donde estás y acaba posándose a tu
lado. Miras dentro del globo y comprueba que te ha traído frases
nuevas muy distintas de aquellas que mandaste lejos. Esas frases
dicen:
EL DINERO CRECE COMO LOS ÁRBOLES;
EL DINERO CONTRIBUYE A LA FELICIDAD;
EL DINERO ES LIMPIO Y NOS AYUDA A ESTAR SANOS Y A
SER FELICES;
EL UNIVERSO ES PRÓSPERO;
EL SER HUMANO HA NACIDO PARA SER PRÓSPERO
( A ti lector, te pediría que escribieras en las
líneas que siguen nuevas frases con este enfoque positivo acerca del
dinero y la prosperidad)
Observa el espacio vacío que en tu interior han
dejado aquellas ideas que has sacado
de la mente como quien vacía un armario. Ahora,
ese espacio lo llenan nuevas ideas que han dejado huella en tu
estructura psicológica . Empiezas a iluminar ese mismo espacio con
luz dorada; es una luz que brilla intensamente y llega a cada célula
cada tejido, cada órgano de tu cuerpo y afirma en ti los
sentimientos positivos; es una luz que irradia desde tu cerebro, ese
color dorado que es el símbolo de la prosperidad.
Con el primer resplandor de la mañana entrando
por la ventana y brillando en su almohada Usted se despertó animado para enfrentar un nuevo día.
PREGUNTAS QUE VALE LA PENA RESPONDER
1.¿Qué es lo que te gustaría hacer y
no haces por miedo?
2.¿Qué necesitarías para perder el
miedo?
3.¿Cuál ha sido el mayor éxito de tu
vida?
4.¿Qué pensaban tus padres del dinero
cuando tú eras pequeño?
5.¿Cuál es la cosa de la que más te
arrepientes?
6.¿Qué has aprendido hasta este
momento, que sea importante, leyendo este libro?
Anotaciones
del autor al margen
Todo aquello que das al Universo, representado por todos los seres
que lo habitan, volverá a ti antes o después multiplicado
Gané 51 carreras de Fórmula 1 prestando mucha atención a los
detalles
Alain Prost
Recuerda que si no eres grande antes de ocupar el cargo,
ocuparlo no te hará grande; serás tan sólo un criatura que
adopta aquella forma