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LOS MAESTROS ESPIRITUALES

EL BUDA

 
 

Hace 2.500 años, bajo ese mismo cielo inundado de claridad, desaparecía de este mundo para entrar en la Nirvana el hombre cuyo nombre, el Buda, significa el Despertado, el Iluminado, el Perfecto.

¿Quién es ese Buda, que dijo un día al hombre: "Traigo el remedio para todo sufrimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia. Sé puro. Tu salvación está en tí"?

Entre el Himalaya y el Ganges, 300 kms. a la redonda de Benarés, es el universo donde el Buda vivió, buscó "el remedio para el sufrimiento", encontró las Cuatro Nobles Verdades, arrancó la "Rueda de la Ley" y finalmente durante cerca de medio siglo predicó una de las más hermosas doctrinas de amor que conoció la humanidad.

 
   

Hace 2.500 años, bajo ese mismo cielo inundado de claridad, desaparecía de este mundo para entrar en la Nirvana el hombre cuyo nombre, el Buda, significa el Despertado, el Iluminado, el Perfecto.

¿Quién es ese Buda, que dijo un día al hombre: "Traigo el remedio para todo sufrimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia. Sé puro. Tu salvación está en tí"?

Entre el Himalaya y el Ganges, 300 kms. a la redonda de Benarés, es el universo donde el Buda vivió, buscó "el remedio para el sufrimiento", encontró las Cuatro Nobles Verdades, arrancó la "Rueda de la Ley" y finalmente durante cerca de medio siglo predicó una de las más hermosas doctrinas de amor que conoció la humanidad.


LOS JARDINES DE LUMBINI

De los famosos jardines sólo subsiste una higuera. Bajo un árbol como ese la Reina Maya se detuvo una noche de luna llena de Mayo y dió a luz un niño que había de llamarse a sí mismo Buda.

El asceta Asita, dijo al rey que su hijo no reinaría, pero se convertiría en un gran santo. Para conjurar esta profecía el Rey le pone de nombre Sidartha al recién nacido (el que no fue lo que debía ser). El Rey tiene una sola pasión: su hijo.

Ante el temor de que se afirme la vocación religiosa anunciada por el asceta Asita, aleja de Sidartha, a los sacerdotes que enseñan los Vedas, y desde la más tierna edad lo pone en contacto con el lujo y la belleza. Para evitar que el espectáculo de la miseria, de la fealdad y del sufrimiento "empañe el alma de su hijo", solo seres jóvenes, hermosos y felices, están autorizados a acercarse al príncipe Sidartha que, vive fuera del mundo, en ese paraíso de la Eterna Mañana.

LA VISITA A LA CAPITAL DEL REINO: KAPILAVASTHU

El príncipe dijo a su padre que quería visitar la capital del reino que aún no conocía. El rey tuvo miedo. Durante la noche ordenó que se expulsara de la ciudad a todos los ancianos, enfermos y lisiados. Pero resultó imposible despojar a la ciudad de todo sus horrores.

El príncipe regresó al palacio sobrecogido por la condición humana.

En pocos instantes se había encontrado con la enfermedad, la vejez y la muerte. Esa noche al salir de su meditación decide terminar con la vida de lujo y placer que estaba llevando, cuya nada acaba de descubrir.

Hace ensillar a su caballo y en compañía de su asistente abandona el palacio. Galopan por las selvas hasta la salida del sol. Al ver a un mendigo se detienen. El príncipe corta sus cabellos (emblema de casta y clan), cambia sus ropas de seda por los harapos del mendigo, y después de entregar sus joyas a su acompañante, le ordena regresar al palacio y sigue su camino solo.  

EL PEREGRINAJE DEL ALMA

Tiene 29 años. Va descalzo con el cráneo afeitado, mendigando comida y preguntando: ¿conoces el remedio para este mal? Así conoce a un gran sabio, erudito en los Vedas, que le enseña que los males de la vejez, enfermedad y muerte, no sólo son de una vida, sino de centenares, miles y millones de vidas que debe vivir cada ser.

Después de haber meditado y estudiado por mucho tiempo las enseñanzas védicas, el discípulo pregunta a su maestro: ¿cuál es el remedio para el dolor? ¿lo conoces?

Ante la respuesta negativa, vuelve a emprender su camino.

Se une a un asceta que le enseña duras austeridades que quiebran todos los automatismos del cuerpo y del espíritu.

Por más que muela su cuerpo y tuerza su espíritu, no puede hallar el remedio para esa vida condenada a la doble fatalidad del samsara y el karma.


LA ILUMINACION BAJO LA HIGUERA DE URUVELA

Seguido por cinco discípulos, desciende en dirección al Sur. Al cabo de numerosos días de marcha llegan a Uruvela, pequeña aldea cerca de Gaya, sobre el río Nairanjana. Uruvela (Bodhi-Gaya) se ha convertido, al igual que Jerusalén, La Meca y Benarés, en uno de los lugares santos del mundo y en cuna de una de las cinco grandes religiones de la humanidad.

Allí, bajo esa higuera de Uruvela, durante la luna llena de mayo, hace alrededor de 2500 años, Sakhya Muni tuvo la iluminación, y se convirtió en el Buda.

Llegaba ya resuelto a "hallar el remedio". Y de nuevo, durante meses, se entregó a tremendas austeridades. "Sus miembros parecían palos--dice el Lalita-Vistara- y su torso, algo así como el caparazón de un cangrejo. La tierra lo cubría hasta el punto que parecía un tronco . Hasta las hormigas se equivocaban, y edificaban sobre él sus galerías."

Adquiere poderes asombrosos. Pero no ha encontrado la respuesta a su pregunta.

"Entonces comprendió que seguía un camino equivocado y que no alcanzaría el conocimiento por las mortificaciones sino sólo por el esfuerzo de inteligencia superior y la manifestación de su Ser."

Ante el estupor de sus discípulos, Sakhya Muni renuncia a "ese ayuno que mata su espíritu"

Despreciandolo, sus cinco discípulos lo abandonan. Queda solo bajo su árbol. Así vestido con harapos , aquel que fue príncipe y vivió en tres palacios va extendiendo su escudilla para limosnas por las calles de Uruvela. .


LA ILUMINACIÓN

Más tarde, al caer la noche , Sakhya Muni va a sentarse bajo una higuera que allí se llama el árbol Bo. Ha llegado la noche santa. Sakhya Muni se halla sentado. Sólo volverá a levantarse convertido en el Buda.

¿Qué sucedió durante esa noche? Los más antiguos textos palíes la dividen en tres vigilias.

Durante la primera, mientras la luna llena de Mayo ascendía por el cielo, sentado en meditación, pasa por los cuatro grados del yoga: 1º)dominio de los sentidos; 2º) dominio de pensamiento; 3º) supresión de la sensibilidad; 4º) estado de vacío absoluto que permite alcanzar el samadhi .

Durante la segunda vigilia, cuando la luna se hallaba en lo más alto del cielo, "abolida toda conciencia de su personalidad y elevándose por el espíritu sobre el mundo, entonces se le apareció el torbellino de Samsara. Era el mecanismo mismo de la vida que se ofrecía a él. Veía a los seres nacer de los seres; los pecados, de los pecados; las virtudes, de las virtudes. Y, poco a poco, se dibujaba la ley de ese vértigo" .

Al fin de la tercera vigilia, cuando la luna desapareció del cielo y se volvió rosado el Oriente, se desgarró el velo y se produjo la Iluminación.

En una intuición creyó reconocer "el extravio de las almas sumidas en el ciclo de los renacimientos sin fin. Creyó descubrir la fuente de la cual fluía todo el sufrimiento del mundo y porqué vía se llegaba a la extinción de ese sufrimiento."

SUS PRIMEROS DISCIPULOS

Lo que él comprendió en el fulgor de la Iluminación, ¿quién podrá entenderlo?

Como Jesús, que permanecerá cuarenta días ayunando en el desierto ante de la primera prédica, el Buda se quedará 49 días bajo su árbol antes de decidir publicar su mensaje. Por la mañana de la 49º noche ya está tomada su resolución. Esa Vía de la Salvación que el pueblo no podía entender, la confiará a los seres mejor preparados para oírla : los rishis y los sadus de Isipatana.

Allí fue, en el paraje de las Gacelas, donde el Perfecto "arrancó la Rueda de la Ley", es decir, pronunció su primer sermón. Se hallaban presentes los cinco discípulos que habían renegado de él, al igual que Pedro el apóstol, con Jesús.

SERMÓN DE BENARÉS, CREDO DEL BUDISMO

"¡Oh, monjes!, hay dos extremos que debe evitar el que busca la vida del espíritu. Uno es una vida dedicada a los placeres y el goce, lo cual es bajo, innoble y sin provecho. El otro es una vida de mortificaciones, lo cual es odioso, indigno e igualmente sin provecho.

"De esos dos extremos, el Perfecto se apartó y descubrió la Vía del Justo Medio que conduce
al conocimiento, a la alta sabiduría , a la serenidad, a la iluminación y al Nirvana . ¿Y cuál es, esa Vía del Justo Medio? Es el sendero de las Ocho Ramas que conduce a la supresión del sufrimiento.

"He aquí, la Noble Verdad sobre el sufrimiento. El nacimiento es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la muerte es sufrimiento, la unión con lo que no se quiere es sufrimiento, las separación de lo que se quiere es sufrimiento, no obtener lo que se desea es sufrimiento. En resumen, las cinco formas del apego (es decir, los cinco agregados o Khandas que integran el Yo: el cuerpo, las sensaciones, las representaciones, las formaciones y el conocimiento), todo eso es sufrimiento. " He aquí, la Noble Verdad sobre el origen del sufrimiento : es la sed del placer, la sed de existencia, la sed de permanencia.

"He aquí, la Noble Verdad sobre el camino que lleva a la supresión del sufrimiento; es la Vía del Justo Medio, es el Sendero de las Ocho Ramas que se llaman: fe pura, voluntad pura, lenguaje puro, acción pura, medios de existencia puros, aplicación pura, memoria pura, meditación pura.

"He aquí la Noble Verdad que hay que comprender, como la comprendió el Perfecto. Hay un solo mal, la ignorancia.
Quien alcanza el conocimiento alcanza a la vez la sabiduría , la serenidad , la liberación y el Nirvana ."

Buda estalló en risa al comprobar que ese ego que le causaba tanto tormento y angustias no tenia otra existencia que la que le daban sus deseos y sus temores, ¡Que ese ego no existía!

"Todo lo que viene a ser debe desaparecer".

"Haz estallar ese ego que es tu prisión, y quedarás libre. Sin deseo ni temor conocerás la paz y la serenidad, el Nirvana que es la extinción de todo deseo y de todo temor."

Así habló Buda. Abandonó el mundo y quedó su alegría.

 

 

 
 

 
 

 
         
         
       
       
       
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