2. Pero hay casos
en que la persona vive fenómenos espirituales, viendo y
sintiendo a los
Espíritus…
Si estuviera tensa, enferma y nerviosa, en base a sus
problemas existenciales, experimentará una superexcitación
psíquica que podrá llevarla a ver y sentir el mundo
espiritual. No significa que tenga mediumnidad para
desarrollar.
3. ¿Qué debe hacer?
Tratarse espiritualmente, procurando un Centro Espírita bien
orientado, donde funcione la
“atención fraterna”, y un compañero esclarecido la oriente
en cuanto a las soluciones necesarias a favor de su
estabilidad física y psíquica.
4. ¿Al hablar de
Centro Espírita bien orientado usted quiere decir que hay
otros que no tienen buena orientación?
Infelizmente, no. No siempre los dirigentes se preocupan con
el estudio de las obras básicas de
la Doctrina, particularmente El Libro de los Médiums,
tratándose de mediumnidad. Hacen un
Espiritismo “a la moda de la casa”, distanciándose de las
normas.
5. ¿Cómo una persona va a saber si sus problemas son
derivados del nacimiento de una mediumnidad en desarrollo o
un mero fruto de desajuste espirituales?
En principio no debe preocuparse con eso. Aunque tenga
mediumnidad para desarrollar, es fundamental que haga el
tratamiento espiritual y supere sus desajustes. Después ya
se pensará en esa posibilidad.
6. Pero, ¿si
fuera médium, como podrá ajustarse sin frecuentar reuniones
mediúmnicas?
Su equilibrio no está subordinado a esa participación. Su
presencia, en principio, es
contraproducente. Si fuera médium, ampliará su sensibilidad,
sin saber como controlarla. Acentuará los propios
desajustes.
7. ¿En qué consiste ese “tratamiento espiritual”?
Básicamente, sería la aplicación de pases magnéticos, el
encaminamiento de su nombre a las reuniones mediúmnicas
adecuadas a esa asistencia, el uso del agua fluidificada y
la asimilación
de orientación doctrinaria, envolviendo reuniones públicas y
lectura de libros espíritas
indicados.
8. No es raro que la persona esté bajo los cuidados médicos.
¿Cómo queda?