Dharma
es quizás la forma como nosotros
administramos ese karma, o
también
nuestro poder de situarnos en
el centro
El karma somos nosotros, es el
resultado
de nuestros pensamientos, de
nuestros
deseos, de nuestras actitudes.
A través del tiempo hemos
creado
enormes nubes de poderosos
pensamientos
de deseos y esto ha formado a
nuestro
alrededor un aura que puede
ser negativa que nos impide
coordinar correctamente el
presente.
La forma de neutralizar el
nagativismo
que hemos acumulado con
nuestro
bagaje espiritual, es utilizar
la ley del dharma que significa
el cumplimiento de todo lo que
se relaciona con nuestro
compromiso.
Es el poder que tiene el ser
humano
de elevarse sobre el destino,
creando nuevas situaciones,
comprendiendo que su forma de
actuar ha sido edificada sobre
suelos del pasado que ya no
deben tener poder sobre él.
Para activar la ley del dharma
sobre el karma, es necesaria
una extrema atención sobre
los acontecimientos que están
sucediendo en el propio
interior
y exterior, ya que al estar
dejamos un vacío entre el
pasado
y el presente, tomando entonces
total poder el presente que es
nuestro único y auténtico