Las Flores de Bach -Beech
(Haya). Fagus sylvatica.
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Como el árbol, que ocupa un gran espacio y su tupido
follaje no permite el normal desarrollo de otras especies a su alrededor ni
del pasto a sus pies, esta es la flor para quienes son desconsiderados con
sus semejantes, criticando sus defectos, abriendo juicios duros sobre su
modo de pensar, de actuar o de hablar.
Se trata de personas que permanentemente están viendo lo que otros hacen mal
y haciéndoselos notar a cada instante, en lugar de ver los aspectos
positivos o las virtudes que pueden tener. Soportan mal a aquellos que
consideran que se comportan tontamente o no son inteligentes, por lo cual se
vuelven intolerantes y fastidiosos. Los hábitos de otros les resultan
insoportables y aunque en algunas ocasiones no lo demuestren y parezcan
pacientes, guardan tanta irritabilidad en su interior que a menudo son
consumidos por ella.
A las personas del tipo Beech, les resulta casi imposible entender que no
todos poseemos el mismo nivel evolutivo o las mismas ventajas en la vida.
Suelen tener mal humor y ser refunfuñones, pero curiosamente, la mayoría de
las veces, lo que critican y que los pone fuera de sí, no guarda proporción
con la real importancia de los hechos, que suele ser muy escasa. Por lo
general se los ve pedantes e inflexibles, no en vano se los califica dentro
de la catergoría de personalidades dominantes.
Como el árbol que desarrolla un tupido follaje para proteger su débil tronco
de la luz del sol, las personas en estado Beech ocupan un gran espacio con
sus permanentes críticas, pero no pueden evitar la debilidad interior, la
falta de fuerza para comprender que lo que juzgan o no soportan son los
mismos temores que llevan dentro de sí mismos. Se limitan a desempeñar el
rol de jueces que condenan los errores de los otros, tornándose inflexibles
y rígidos.
Beech ayuda a encontrar comprensión, indulgencia y tolerancia para entender
que otras personas pueden vivir a través de su propio sistema de ideales y
de acuerdo a el podrá ir buscando su propia perfección.
Nos muestra que cada ser, por pequeño que sea, hace su aporte al gran Todo,
a la Unidad completa. Cuando encontramos la Unidad, el entorno se transforma
en algo armónico; desaparecen los límites que nos impone el apartarnos de
otros, comenzando a integrarnos al entrono y a no sentirnos aislados.
Esta floral nos permite abrir nuestro corazón y conectarnos con los demás a
través del afecto, disolviendo las corazas y el bloqueos de nuestros
sentimientos. amorosos. Comprendiendo que no debemos juzgar si no deseamos
ser juzgados. Por tanto ayuda a transformar la crítica en un diagnóstico que
ayude a construír en vez de destruír, para ver la verdad de nuestra esencia,
para poder orientarnos con claridad en nuestras actitudes diarias.
Cuando Beech aparece en estado transformado, es el gran maestro. Desde el
crecimiento de su propia alma, adquiere la capacidad de orientar a otros, de
enseñarles a ver y a vivir guiándose por su propia sabiduría. Porque al
transformarnos en seres tolerantes, comenzamos a aceptar a las personas tal
cual son, y comprendemos que cada ser es único e irrepetible, lo cual nos
permite ver el aspecto positivo y la belleza en cada uno de nuestros
semejantes.
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Beech desarrolla nuestra autoridad interior, nuestro padre interno, haciendo
que irradiemos Luz hacia quienes nos rodean, enseñándoles a través de
nuestra sabiduría en el proceder diario, a que cada uno de ellos también
pueda encontrar su propia autoridad dentro de sí y pueda discernir el camino
de la verdad, para ayudarlo a confiar en sus decisiones y alcanzar sus
objetivos de vida con amor, paciencia pero por sobre todas las cosas con
inmensa fe. |
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