Hoy, y todos
los días, uno debe dar más de lo que le pagan por hacer. La
victoria del éxito se habrá ganado a la mitad cuando uno aprenda el
secreto de dar más de lo que se espera en todo lo que uno
hace. Hay que hacerse tan valioso en su trabajo que más
adelante uno se vuelva indispensable. Uno debe ejercer su derecho de
recorrer ese kilómetro adicional y disfrutar de todos los
beneficios que recibirá. ¡Bien se los merece! Me encanta curiosear
todas las tarjetas de felicitación de carácter humorístico que
parecen estar ocupando cada vez más espacio en los anaqueles de la
mayor parte de las tiendas donde se venden tarjetas, y robablemente
envío más de las que debería. Mi favorita de todos los tiempos fue
la arjeta de tamaño exagerado que llevaba un borde grabado que la
hacía parecerse a un título accionario y dentro del cual estaban
impresas las palabras "Cómo hacer dinero".
Al abrir la
tarjeta, se leían sólo tres palabras impresas en una tinta de color
naranja brillante: ¡ PÓNGASE A TRABAJAR! En la vida todo tiene su
precio y a menos que usted, lector, pertenezca a esa reducida élite
que ha tenido todo resuelto desde la cuna, me temo que la única
forma en que puede usted
pagar las cosas que desea, necesita y con la que sueña es con la
compensación que recibe por el trabajo que desempeña.
Aunque está asintiendo con la cabeza, no parece feliz, amigo lector.
¿Está luchando por
ganarle la delantera a las cuentas? ¿No está progresando ni
creciendo mucho en ese empleo en el cual ya lleva demasiado tiempo
sin lograr ningún avance? ¿Le gustaría adquirir una casa nueva pero
no le alcanza? ¿Lo mismo con la carcacha que tiene por automóvil? La
vida de usted parece estar empantanada; ¿cómo salir del atolladero?
Hay una respuesta, una solución, una regla, y apuesto que nunca le
ha fallado a quienes la han aplicado realmente. En lo tocante a
mejorar el ámbito profesional de su vida, amigo lector, el mayor
secreto del éxito nos fue entregado desde la cima de una montaña,
hace aproximadamente dos mil años, cuando Jesucristo nos dijo que
cuando nos viéramos obligados a recorrer un kilómetro con alguien,
deberíamos recorrer el doble siempre. El Kilómetro adicional.
Si, a partir de mañana, se propone usted aportar más en su trabajo
de lo que le pagan por
hacer, comenzarán a ocurrir milagros en su vida. No importa a qué se
dedique usted para ganarse la vida, sea que venda productos, pinte
casas, maneje computadoras o barra pisos - sí cada día hace
más de los que le pagan por hacer, en poco tiempo su patrón de vida
cambiará para mejorar.La manera más segura de condenarse uno mismo a
una vida de fracaso y lágrimas consiste en hacer únicamente el
trabajo por el que le pagan. Claro que aportar más de lo que se
espera que uno dé no hará que uno sea muy popular con algunos de sus
compañeros de trabajo que parecen dedicados a hacer lo menos posible
por lo que les pagan... pero ése es su problema, no el de uno.
Usted, lector, viva su vida. Hay personas que dependen de usted.
Cuando usted da más de lo que le pagan por dar, cada día, no sólo se
promueve usted mismo, sino que, al ser indispensable,
descubrirá, para su sorpresa, que a todo su alrededor hay nuevas
oportunidades, y más adelante podrá asignarse su propio precio. Es
una regla muy sencilla. ¡Recorra otro kilómetro! No le costará ni un
centavo y, sin embargo, es una regla tan poderosa que, cuando la
siga, su vida cambiará para siempre.
Andrew Carnegie dijo que había dos tipos de personas que nunca
lograban mucho en la vida. Una es la persona que no quiere hacer lo
que le dicen que haga, y la otra es la persona que sólo hace lo que
le dicen que haga. Y cuando se le preguntó a Walter Chrysler qué era
lo que más necesitaba su planta, repuso: - Diez buenos hombres que
no estén atentos al silbatazo ni se la pasen pendientes de la hora
en la carátula del reloj.
Hay que sorprender a todos. Cambie sus hábitos de trabajo. ¡Recorra
ese kilómetro adicional! Esto no significa que sacrifique a su
familia ni su salud en una compulsión insana por el éxito, pero es
un método maravilloso para que usted extraiga todo lo que la vida
puede ofrecer y todo lo que usted se merece. Hay que trabajar como
si uno fuera a vivir eternamente, y vivir como si uno fuera a
morirse hoy mismo. ¡ Recorra otro kilómetro!