Durante cincuenta años Tibet ha sido ocupado por China. Hace también más de
cuarenta años desde el 1959, miles de tibetanos empezaron a vivir en el exilio.
Tres generaciones de Tibetanos han vivido esta época, la más oscura de nuestra
historia, soportando grandes dificultades y sufrimientos. Pero hoy en día todavía
la respuesta tibetana está llena de vida. Aunque el gobierno chino lo reconozca
o no, el mundo es muy consciente de los graves problemas que hay dentro del
Tibet, no sálo en la regián Autonámica de Tibet sino también en otras áreas
tibetanas. La peticián de 70.000 palabras que el último Panchen Lama presentá
a las autoridades de Pekin en el 1962 muestra lo terrible que era la situacián
en Tibet. Desde entonces aunque ha habido mejoras en algunos campos, básicamente
la situacián sigue siendo muy grave. Además de ser una causa constante de
bochorno internacional para China, el problema tibetano es dañino y perjudica a
la unidad de la República Popular China.
El gobierno chino sigue disimulando esta triste situacián en el Tibet a través
de la propaganda. Si las condiciones dentro del Tibet fueran tal y como las
retratan las autoridades, ¿ Por qué entonces no tienen el valor de permitir
las entradas de visitantes a Tibet sin restriccián alguna? En lugar de intentar
ocultar las cosas detrás de un "secreto de estado" ¿ Por qué no
tienen el coraje de mostrar la verdad al mundo exterior? ¿ Y por qué hay
tantas fuerzas de seguridad y prisiones en el Tibet? Siempre he dicho que si la
mayoría de los Tibetanos estuvieran satisfechos de verdad con el estado de
cosas en Tíbet yo no tendría razones, ni justificaciones ni deseo de alzar mi
voz contra lo que está pasando en Tibet. Tristemente, cada vez que los
tibetanos levantan la voz, en lugar de ser escuchados, son arrestados,
encarcelados y señalados como contra-revolucionarios. No tienen ni la
oportunidad, ni la libertad de contar la verdad.
Si los tibetanos se sintieran verdaderamente felices las autoridades no tendrían
ningún problema en convocar un plebiscito en Tibet. Algunas organizaciones
tibetanas no gubernamentales están pidiendo ya un referéndum en Tíbet.
Argumentan que la mejor manera de resolver este asunto de una vez por todas es
permitir que los tibetanos de dentro del Tíbet escojan su propio destino a través
de un referéndum establecido en libertad. Piden que se permita a los tibetanos
levantar la voz y decidir por ellos mismos. Siempre he defendido que los
tibetanos deben de tener la capacidad de decidir sobre el futuro del Tíbet.
Desde luego apoyaría de todo corazán los resultados de tal referéndum.
La lucha tibetana no es sobre mi posicián personal o mi bienestar, sino
sobre la libertad, los derechos básicos y la preservacián de la cultura de
seis millones de tibetanos, y también la proteccián del medio ambiente en el Tíbet.
Ya en el año 1969 dejé claro que es asunto de la gente del Tibet el decidir
que si la mismísima institucián del Dalai Lama que tiene tres siglos de antigŸedad
debe continuar o no. Más recientemente en unas declaraciones políticas en público
en 1992 en relacián a la política de futuro para Tíbet expresé muy
claramente que cuando volvamos a Tíbet con un cierto nivel de libertad no tendré
ningún puesto dentro del gobierno tibetano. He creído siempre que, en el
futuro, Tibet debe tener un sistema de gobierno secular y democrático. Tengo la
certeza de que ningún tibetano, sea en el exilio o en el Tíbet, tiene el menor
deseo de volver a restaurar el orden social del antiguo Tibet.
Siempre fui consciente de que Tíbet necesitaba cambios sociales y había
iniciado reformas mientras vivía en Tibet dentro de situaciones políticas muy
difíciles. Después de salir al exilio he seguido animando siempre a los
tibetanos exilados para que sigan procedimientos democráticos. Hoy en día, los
refugiados tibetanos serán de las pocas comunidades en el exilio que han
establecido lo que son las tres bases de la democracia ö legislativa, judicial
y ejecutiva . Este año este proceso se fortalecerá más aún con los cambios
en torno a la eleccián del presidente de la Cámara Tibetana, el Kashag.
Empezaré a hacer la transferencia de las responsabilidades del día a día
sobre la gestián de los asuntos tibetanos en el exilio al presidente electo del
Kashag y al parlamento en el exilio elegido. Sin embargo siento que es mi
obligacián moral hacia los seis millones de tibetanos el seguir ocupándome de
la causa tibetana frente a las autoridades chinas y actuar como voz libre del
pueblo tibetano hasta que se consiga una solucián. La confianza gigantesca que
me otorga el pueblo tibetano aumenta mi fuerte sentido de la responsabilidad.
La relacián histárica entre Tíbet (bod) y China (gya) es , por lo menos,
mucho más compleja y y complicada que la simple versián oficial que mantiene
Pekín. Tíbet había existido como una entidad distinta y separada por más de
dos mil años. No puede negarse este hecho. La historia es la historia y nadie
puede negar los hechos sino que tiene que aceptarlos. Yo creo que lo mejor es
que los historiadores y expertos deluciden el estatus de Tibet en la historia.
Sucesivos dirigentes de la República del Pueblo Chino, desde Mao Zedong y
Chu Enlai hasta Deng Xiaoping y Hu Yaobang han reconocido repetidamente la
"naturaleza única" y el "caso especial" del status del Tíbet.
El Acuerdo de 17 Puntos del 1951 entre los tibetanos y los chinos, que encarnaba
el espíritu original y el concepto de "un país y dos sistemas", es
la mejor prueba de este reconocimiento. Ninguna otra provincia de la República
de los Pueblos de China tuvo jamás un acuerdo semejante con Pekín. El gobierno
chino prometiá respetar la "naturaleza única" del Tibet. A pesar de
estas promesas, tristemente a lo largo de la mayor parte de su gobierno, las políticas
Chinas de opresián a Tíbet, han sido errores cometidos debido a un profundo
sentimiento de inseguridad, desconfianza, sospecha y arrogancia y por una
flagrante falta de comprensián, de apreciacián y respeto hacia la cultura
diferente del Tíbet, su identidad y su historia. Lo que queda de "único"
hoy en día en Tíbet es que es el área más pobre y más oprimida donde una
política intensificada por elementos de ultra izquierda está aún en activo a
pesar de que sus influencias estén amainándose hace tiempo en otras zonas de
China.
Como firme creyente en la no violencia y el espíritu de reconciliacián y de
cooperacián, desde el principio he querido se muy cuidadoso para evitar
derramamientos de sangre y para llegar a una solucián pacífica. Admiro también
a China y a sus gentes con su larga historia y rica cultura. Por eso creo que
con valor, visián y sabiduría es posible establecer una relacián entre Tíbet
y China que sea de mutuo beneficio y que esté basada en el respeto y en la
amistad. Por ello, mi postura en relacián a la lucha por la libertad Tibetana
ha sido la de encontrar una autonomía genuina para el pueblo Tibetano. A pesar
de las críticas en aumento contra mí y del empeoramiento de la situacián en
el Tíbet, mantengo mi compromiso con la política de mi "Acercamiento al
Camino Medio". Creo de verdad que una resolucián sobre la causa Tibetana
tomada en acuerdo a las líneas de mi propuesta traerá satisfaccián al pueblo
tibetano y contribuirá mucho a la estabilidad y a la unidad de la República
Popular China. A lo largo de los 20 últimos años nuestros contactos con el
gobierno chino ha tenido muchas inflexiones y revueltas, a veces han sido
esperanzadoras y otras veces no.
El pasado mes de Julio mi hermano mayor, Gyalo Thondup, una vez más hizo una
visita personal a Pekín y trajo un mensaje del United Front Department
reiterando la ya conocida postura de los mandos de Pekín en su relacián a mí.
En Septiembre del mismo año comunicamos a través de la Embajada de China de
Nueva Delhi nuestro deseo de enviar una delegacián a Pekin para entregar un
estudio detallado exponiiendo mis ideas sobre la causa del Tibet que sirviera
punto de partida de explicaciones y discusiones de puntos que pudieran surgir
del documento. Esperaba de verdad que ese planteamiento pudiera llevar a una
apertura hacia una aproximacián realista a la causa tibetana. Razoné con los
dirigentes chinos sobre cámo a través de un encuentro cara a cara tendríamos
éxito a la hora de aclarar malentendidos y superar las desconfianzas. Expresé
mi gran fé en que una vez logrado eso se pueden, entonces, encontrar, sin
demasiada dificultad, soluciones mutuamente aceptables para los problemas. Hasta
la fecha el gobierno Chino ha rechazado aceptar esta delegacián mía a pesar de
que entre los años 1979 y 1985 el gobierno Chino ha aceptado 6 delegaciones
Tibetanas del exilio. Sin embargo ahora están obstaculizando la aceptacián de
una delegacián Tibetana. Esto es un indicativo claro del endurecimiento de la
actitud de Pekin y de la falta de voluntad política para resolver el problema
Tibetano.
La corriente de política dura de Pekín no nos hará abandonar nuestra búsqueda
de la libertad y de la paz a través de la no violencia. Paciencia, valor y
determinacián son esenciales para nosotros los Tibetanos en una situacián de
tal desafío y de importancia fundamental. Creo verdaderamente que habrá en el
futuro una ocasián para discutir sobre la causa Tibetana y encarar la realidad
ya que no hay otra salida ni para China ni para nosotros.
Cuando se mira la situacián dentro de Tíbet parece un caso sin esperanza
vista la represián que aumenta, la destruccián del medio ambiente, y los
crecimientos alarmantes que minan la identidad y cultura del Tibet como
resultado de traslados masivos de chinos a áreas tibetanas. Sin embargo la
causa tibetana está íntimamente ligada con lo que está pasando en de China. Y
no importa lo poderosa que sea China, sigue siendo una parte del mundo. La
tendencia global de hoy se dirige hacia una accesibilidad mayor, más apertura,
libertad, democracia y respeto por los derechos humanos. China está de hecho en
proceso de cambio. No hay manera para que a largo plazo China pueda escapar de
la verdad, la justicia y la libertad. Es muy alentador que haya un número
creciente de chinos bien informados, incluidos intelectuales y pensadores de
grandes miras, que no sálo muestran su interés sino su solidaridad con la
causa tibetana.
Debido a que la situacián interna del Tíbet sigue siendo grave, como lo he
explicado ya, y también porque las autoridades chinas rechazan discutir sobre
la causa Tibetana, la crítica hacia mi política de "Acercamiento al
Camino Medio" va en aumento. Siempre he dado la bienvenida al derecho a
tener posturas políticas diferentes. Están los que se mantienen firmemente en
el objetivo de la independencia del Tíbet. Hay también la critica de que mi
postura está causando divisián y confusián entre nuestra gente. Puedo
entender el aumento de las críticas porque China rechaza responder de manera
constructiva a mi "Propuesta del Camino Medio". Es más, una
abrumadora mayoría del pueblo Tibetano no duda en su corazán y en su mente que
la independencia es su derecho histárico y legítimo. En tanto que rechazo con
firmeza el uso de la violencia como medio para luchar por la libertad, respeto
el derecho de cada tibetano a discutir y explorar todas las opciones políticas.
Me gustaría aprovechar esta oportunidad para agradecer a muchos indivíduos,
gobiernos, miembros de parlamentos, organizaciones no gubernamentales y
diferentes árdenes religiosas por su apoyo. Me gustaría también mostrar mi
gratitud a muchos chinos sin doblez que está apoyando nuestra causa justa.
Sobre todo quisiera expresar en nombre de los Tibetanos nuestra gratitud al
Gobierno de India por su generosidad inigualable y su apoyo durante las cuatro
últimas décadas.
Para concluir, rindo homenaje a los valientes hombres y mujeres del Tíbet
que han y siguen sacrificando sus vidas por la causa de nuestra libertad y rezo
por un final rápido para los sufrimientos de nuestro pueblo. Aprovecho también
la oportunidad para rendir homenaje a nuestros valientes hermanos y hermanas
chinas que han hecho también enormes sacrificios por la libertad y la
democracia en China.
EL DALAI LAMA
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