Ya en el año 1889 Helena Blavatsky,
fundadora de la Sociedad Teosófica, había comentado a algunos de sus
estudiantes que el propósito de la Teosofía era preparar a la humanidad para
la venida del Señor Maitreya, el Instructor del Mundo para la Era de Acuario.
Después de la muerte de Blavatsky, Annie Besant y C.W. Leadbeater
consideraron que su labor era continuar este trabajo, parte del cual consistía
en la preparación de un discípulo que serviría como vehículo del
Instructor cuando este viniera.
En 1909 en Adyar, India, Leadbeater
descubrió a un chico cuya aura juzgó que estaba completamente libre de egoísmo.
Este era Jiddu Krishnamurti, que tenía 13 años. Adoptado por Besant y
Leadbeater, el niño recibió una formación intensiva, y luego 10 años de
educación en Inglaterra. Algunas personas de muchos países fueron informados
de su futuro papel. A la edad de 27 años, Krishnamurti tuvo una visión
personal que le convenció de que la conciencia de Maitreya estaba empezando a
adumbrarle. Los teósofos de todo el mundo habían estado esperando este
suceso.
Pero cuando tenía 34 años, Krishnamurti
renunció a su relación con la Sociedad Teosófica, declarando: "No
quiero seguidores. Mi único interés es hacer que los hombres sean absoluta e
incondicionalmente libres." El pasó el resto de sus días enseñando a
la humanidad cómo alcanzar esa libertad.
Mary Lutyens, una vieja amiga y
confidente, escribió la trilogía biográfica que describe su vida -- Krishnamurti:
Los Años del Despertar; Los Años de Plenitud; y La Puerta
Abierta. El siguiente artículo es extraído de esta trilogía. Intenta
trazar la evolución de la relación que se desarrolló entre Krishnamurti y
la presencia espiritual que llenó su ser. Raramente ha estado semejante
relación tan bien documentada - por sus propios diarios y cartas y por los
relatos escritos de las personas que le amaron.
La educación de Krishnamurti fue
totalmente inusual. A pocos en la historia se les ha concedido la temprana
posición que él conocía. Miles de personas en todo el mundo sabían de su
misión especial, y desde la adolescencia, la adulación seguía sus pasos.
Sin embargo el orgullo nunca estuvo en su naturaleza, ni tampoco ningún
pensamiento de beneficio personal. Aunque la consideración y el respeto que
recibía eran una gran fuente de molestia para él, los afrontaba con gracia y
dignidad. Esta falta total de presunción fue evidente desde sus primeros años.
Nació en 1895 al norte de la India, en
una familia de casta alta brahman. En su juventud era completamente generoso y
no hacía distinción entre él y los sirvientes que le atendían. Tímido e
introvertido, podía permanecer recostado junto a una ventana durante horas,
mirando fijamente a lo lejos. Los pequeños insectos, las hojas caídas, las
piedras y la hierba, eran objetos de larga y constante admiración para él.
Era de naturaleza tan vaga y soñadora que muchos en su pueblo le consideraban
retrasado y torpe.
Cuando tenía 10 años su madre murió, y
su padre parecía incapaz de cuidar de la familia. Krishnamurti siempre había
sido enfermizo, y en ocasiones había estado cerca de la muerte. Su
descubrimiento por Leadbeater casi seguro que le salvó la vida. Muy pronto
creció su sensación de la protección especial que siempre le rodeó.
Una naturaleza flexible y un profundo
sentido de lo espiritual abarcaban todas las enseñanzas con las que se
encontraba -- del Buddha, Sri Krishna y el Señor Maitreya -- sin resistencia
o comparación. La vida entera parecía que fluía a través del niño en
igual medida. Con humildad y asombro se inclinaba ante la fuente inagotable de
Ser que percibía en toda la existencia. Esta cualidad de aceptación
permaneció en K* hasta su edad adulta. La completa falta de temor que se
convirtió en su expresión asombraría al mundo de muchas maneras.
A la edad de 15 años, K instruía a
estudiantes adultos sobre los principios de la teosofía. A los 16, presidía
una sociedad internacional, "La Orden de la Estrella de Oriente"
(OEO) formada para crear una atmósfera de bienvenida y respeto para el futuro
Instructor. Además de la instrucción diaria sobre estudios tanto normales
como ocultos, empezó a viajar con Annie Besant y a hablar a diferentes
audiencias por todo el mundo.
Estos fueron años difíciles para la
teosofía. La orientación de Blavatsky había cesado con su muerte en 1891 y
el mundo todavía tenía que recibir las enseñanzas de Alice Bailey cuyos
libros, inspirados por el Maestro Djwhal Khul, trazaron específicamente el
sendero de la iniciación y la exacta relación de la humanidad con la Jerarquía.
Para los teósofos contemporáneos de Besant, muchos detalles del viaje
evolutivo quedaban en la imaginación, y las imaginaciones a menudo son
desenfrenadas.
Se concedía un énfasis indebido al
contacto personal con los Maestros y la competencia para alcanzar un mayor
status iniciatorio se convirtió en una fuerza destructora. Estos
desequilibrios eran profundamente preocupantes para K, y los años que pasó
en Inglaterra vieron el principio de una desilusión con la Sociedad, con los
"Maestros", y con las prácticas espirituales. Se sentía
desarraigado y falto de significado, aunque continuó presidiendo la Orden de
la Estrella, por lealtad hacia sus benefactores y con alguna convicción
interna sobre el papel que iba a desempeñar.
Visión en Ojai
En 1922 experimentó una visión que
cambiaría el curso de su vida. Ocurrió en un alto valle montañoso al sur de
Los Angeles, denominado por los nativos americanos "Ojai" o "El
Nido". Durante dos semanas había meditado constantemente, percibiendo la
imagen del Señor Maitreya ante él. Entonces empezó a experimentar un dolor
insufrible en su cuello y columna, y largos períodos de delirio. Luchaba día
y noche, incapaz de dormir o comer, a menudo abandonando su cuerpo, o
presenciando sucesos visionarios. A la tercera noche fue atraído de su pequeña
cabaña para sentarse bajo un pimentero lleno de la fragancia de los árboles
floridos. Lo que vino después quedó registrado con sus propias palabras:
"Cuando estaba sentado así durante
algún tiempo, me sentí a mí mismo saliendo de mi cuerpo, me vi a mí mismo
sentado con las hojas tiernas y delicadas sobre mí. Miraba hacia el este.
Delante mío estaba mi cuerpo y sobre mi cabeza vi la Estrella, brillante y
clara. Entonces pude sentir las vibraciones del Señor Buddha; contemplé al
Señor Maitreya y al Maestro KH. Me encontraba tan feliz, en calma y en paz.
Todavía podía ver mi cuerpo y yo me encontraba suspendido cerca de este. Había
una calma tan profunda tanto en el aire como en mi interior, la calma del
fondo de un lago profundo e insondable... La Presencia de los Seres poderosos
permaneció conmigo durante algún tiempo y luego se fueron. Yo era sumamente
feliz, porque había visto. Nada podría ser nunca lo mismo. Había bebido en
las aguas claras y puras del manantial de la fuente de la vida y mi sed fue
saciada... He tocado la compasión que cura toda pena y sufrimiento; no es
para mí mismo, sino para el mundo. He permanecido en la cumbre de la montaña
y observado a los Seres poderosos... El Amor en toda su gloria ha impregnado
mi corazón; mi corazón nunca puede cerrarse. He bebido en la fuente de la
Alegría y la Belleza eterna. Estoy impregnado de Dios."
A Leadbeater escribió: "Me siento de
nuevo en contacto con el Señor Maitreya y el Maestro y no hay otra cosa que
deba hacer sino servirles. Mi vida entera, ahora, está... dedicada al trabajo
y no es probable que cambie." Y a Besant: "Siento como si estuviera
sentado en la cumbre de una montaña en adoración, y que el Señor Maitreya
está cerca de mí. Siento como si estuviera andando sobre aire delicado y
perfumado. El horizonte de mi vida es claro, bello y preciso."
"El proceso"
Otro suceso, relacionado con su cambio
espiritual, fue el fenómeno que él siempre describió como "el
proceso". Había empezado en los tres dolorosos días antes de su visión
y volvería a ocurrir, con variada intensidad, a lo largo de su vida. Dolores
extremos y experiencias extracorporales acompañarían su llegada. En su
temprana manifestación, K sentiría una presencia definida, como el Señor
Maitreya que apareció una noche con este mensaje:
"Aprende a servirme, porque sólo
por este sendero me encontrarás.
Olvídate de ti mismo, porque sólo entonces se me encuentra.
No busques a los Grandes cuando estos pueden estar muy cerca tuyo.
Tú eres como el hombre ciego que busca la luz del sol.
Tú eres como el hombre hambriento al que se le ofrece alimento y no comerá.
La felicidad que buscas no está muy lejos; se encuentra en cada piedra común.
Estoy ahí si tan solo miraras. Yo soy El que Ayuda si me permites
ayudar."
Desde ese momento de su vida, todos los
que le conocían podían percibir su creciente poder. A partir de ese punto,
él hablaba desde el corazón, hablaba sin miedo, parecía hablar desde La
Verdad misma.
El "adumbramiento"
En un encuentro de la Orden de la Estrella
en 1925 empezó a hablar del Instructor del Mundo, diciendo: "Viene sólo
para aquellos que quieren, que desean, que anhelan..." Mientras sus
oyentes le veían, su rostro de pronto se volvió más luminoso. Su voz,
hablando ahora en primera persona, irrumpió con una fuerza resonante :
"... y vengo para aquellos que quieren compasión, que quieren felicidad,
que anhelan ser liberados, que anhelan encontrar la felicidad en todas las
cosas. Vengo para reformar y no para derribar, no vengo para destruir sino
para construir."
La mayoría de las personas que
presenciaron el discurso asumieron que el Señor Maitreya había entrado
completamente en la conciencia de K, y en ese punto K también lo parecía
asumir: "El recuerdo del día 28 (el día del encuentro) debería ser
como si estuvierais guardando una joya preciosa y que cada vez que la contempláis
sentís un estremecimiento. Luego, cuando El venga otra vez, y estoy seguro de
que vendrá muy pronto, será para nosotros una ocasión más preciosa y noble
que incluso la de la última vez. Me siento como un florero de cristal, un
jarrón que ha sido limpiado y en el que ahora todas las personas del mundo
pueden poner una bella flor en él y en el cual esa flor vivirá y no morirá
nunca."
Reacción teosófica
Se le otorgó extensa publicidad a su
adumbramiento asumido. Este, desgraciadamente, sólo sirvió para exagerar los
desequilibrios existentes en la Sociedad. Algunos teósofos competían por
conseguir una posición en el futuro Orden Mundial, declarando un acceso
imposible a los niveles más elevados del mundo espiritual. La rivalidad se
incrementó -- un discípulo incluso afirmó haber avanzado tres niveles de
iniciación en tres días. Se emitieron comunicados públicos sobre la selección
de 10 de los 12 "apóstoles" para el futuro trabajo. Todos ellos
eran teósofos.
Algunas veces divertido y en otras
desalentado, K observaba el tumulto que le rodeaba. Charla tras charla
intentaba mostrar a sus compañeros un camino más verdadero -- un camino de
dirección interna que rechazara seguir a algo que no fuera la chispa de Dios
dentro del alma. Con el tiempo empezó a minimizar la importancia de una
relación personal con el reino espiritual. Cada vez hablaba menos de Maitreya
o los Maestros o de cualquier otra entidad. Su expresión se volvió cada vez
más abstracta, como si intentara llegar más allá del reino de lo físico
para palpar la fuente esencial de Ser que da vida a toda expresión.
"Cuando yo era un niño pequeño,
acostumbraba ver a Sri Krishna, con su flauta, como lo representan los hindúes,
porque mi madre era una devota de Sri Krishna... Cuando fui mayor y me encontré
con el obispo Leadbeater y la Sociedad Teosófica, empecé a ver al Maestro KH
-- también en la forma en que se me lo describía... -- y entonces el Maestro
KH fue para mí la meta. Más tarde, conforme crecía, empecé a ver al Señor
Maitreya... Ahora, últimamente ha sido el Señor Buddha a quien he visto, y
ha sido mi deleite y mi gloria estar con El.
"Se me ha preguntado qué es lo que
quiero decir con 'el Bienamado'. Daré un significado, una explicación, que
ustedes interpretarán como les plazca. Para mí es todo -- es Sri Krishna, es
el Maestro KH, es el Señor Maitreya, es el Señor Buddha, y está aún más
allá de todas estas formas. ¿Qué importa el nombre que ustedes le den?...
Lo que les preocupa es saber si existe alguien que sea el Instructor del
Mundo, que se haya manifestado a Sí Mismo en el cuerpo de cierta persona:
Krishnamurti; pero en el mundo nadie se preocupa de esta cuestión... Mi
Bienamado es los cielos abiertos, la flor, cada ser humano... Yo me he unido a
mi Bienamado y mi Bienamado y yo recorreremos juntos la faz de la tierra...
(y) no comprenderán al Bienamado hasta que no sean capaces de Verlo en cada
animal, en cada brizna de hierba, en cada persona que sufre, en cada
individuo."
La renunciación
Mientras se empezó a distanciar de las
enseñanzas teosóficas, él predijo que "Todos me abandonarán."
Empezó a llamar a sus experiencias de los Maestros como
"incidentes" y describió los ritos de la iniciación como
completamente irrelevantes para la búsqueda de la Verdad. "Si queréis
buscar la Verdad debéis salir, lejos de las limitaciones de la mente y corazón
humanos y allí descubrirla -- y aquella Verdad está dentro de vosotros. ¿No
es mucho más sencillo hacer de la Vida misma el objetivo... que tener
mediadores, gurus, que deben reducir inevitablemente la Verdad, y por
tanto traicionarla?"
En 1929 disolvió La Orden de la Estrella.
En ese punto contaba con 60.000 miembros, manejaba grandes sumas de dinero, y
poseía terrenos en todo el mundo, muchos designados para el trabajo futuro de
K. El tenía 34 años.
A continuación, fragmentos de su última
conferencia:
"Yo sostengo que la Verdad es una
tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por
ninguna religión, por ninguna secta... Yo no quiero pertenecer a ninguna
organización de tipo espiritual; por favor, comprendan esto... Si se crea una
organización para este propósito, ella se convierte en una muleta, en una
debilidad, en una servidumbre que por fuerza mutila al individuo y le impide
crecer, establecer su unicidad que descansa en el descubrimiento que haga por
sí mismo de esta Verdad absoluta e incondicionada..."
"Esta no es ninguna magnífica
proeza, porque yo no deseo seguidores y esto es lo que quiero significar. En
el momento en que siguen a alguien, dejan de seguir a la Verdad... Por 18 años
se han estado preparando para este evento, para la Venida del Instructor del
Mundo. Por 18 años se han organizado, han esperado a alguien que viniera a
dar un nuevo deleite a sus corazones y mentes... que los hiciera libres, ¡y
vean ahora lo que está sucediendo! Piensen, razonen consigo mismos y
descubran de qué manera esa creencia los ha hecho diferentes...¿En qué
forma son más libres más grandes, más peligrosos para toda sociedad que esté
basada en lo falso y en lo no esencial?...
"Todos ustedes dependen de algún
otro para su espiritualidad, para su felicidad, para su iluminación... Se han
acostumbrado a que se les diga cuánto han avanzado, cuál es el grado
espiritual que poseen. ¡Qué niñería! ¿Quién sino ustedes mismos puede
decir si son incorruptibles? ...Deseo que aquellos que buscan comprenderme
sean libres... del temor de la religión, del temor de la salvación, del
temor de la espiritualidad, del temor del amor, del temor de la muerte, del
temor de la vida misma... Pueden formar otras organizaciones y esperar por algún
otro. Esto no me concierne, como tampoco me concierne crear nuevas jaulas y
nuevas decoraciones para esas jaulas. Mi único interés es hacer que los
hombres, sean absoluta, incondicionalmente libres".
Pocos había que podían entender esta
libertad y , tristemente, aquellos que habían advertido al mundo durante años
que la venida del Cristo desafiaría a todos los sistemas existentes parecían
incapaces de abarcar ese desafío cuando llegó. La Sociedad Teosófica quedó
completamente desconcertada.
Krishnamurti nunca miró hacia atrás. Lo
que hacía lo hacía con amor y sin rastro de rencor. La verdad que estaba
creciendo en él era su única preocupación; la Presencia que llenaba su ser
era su única guía. De esa Verdad llegó la compasión hacia todo ser
viviente. De esa guía emergería una enseñanza que cortaba hasta la raíz
los apegos que han paralizado a la humanidad durante miles de años.
K viviría unos 56 años más. Durante
todo ese tiempo enseñó -- a través de sus conferencias, sus libros, y las
escuelas que él fundó. Sorprendentemente, aunque la mayor parte de sus
viejos amigos le abandonaron tal como había predicho, la asistencia a sus
charlas no disminuyó. En prácticamente cada año de su vida daba giras por
el mundo. Más que impartir una conferencia él "entraba en debate"
con su audiencia, advirtiéndoles que no aceptaran ciegamente lo que decía
sino que miraran en lo profundo de sus propios corazones y descubrieran la
verdad de su propio ser.
Enseñanzas
Todas sus enseñanzas revierten en los
temas de la libertad y la conciencia despierta de uno mismo. El miedo, la
muerte, el amor, el pensamiento, la seguridad y el tiempo -- cada uno de ellos
puede ser una jaula, y la humanidad puede escoger ir más allá de su limitación
o permanecer un prisionero torturado. Sus percepciones son asombrosas porque
son totalmente honestas. Muestra que la experiencia, cuando no está basada en
la pura observación, se distorsiona fácilmente cuando el pensamiento
introduce tanto el pasado, con su culpa y dolor acumulados, o el futuro, con
sus intereses creados a mantener.
Las utopías y las visiones de perfección
personal, el cielo prometido del sannyasi y el santo -- todas roban al
presente su poder. Cada una de ellas forma una vía de escape del dolor del
mundo. Este dolor no fue inventado por un Dios indiferente, sino por cada ser
humano que habita la tierra. Como tal, cada uno es responsable de su resolución.
La solución nace de la pura conciencia
despierta de uno mismo. K lo llama conciencia despierta sin preferencia alguna
-- una aceptación que contempla la vida sin resistencia o perjuicio, sin
ofrecerse ninguna forma de escape. Esta "honestidad de mente"
completa se convierte en una penetración total en el corazón de lo que es.
Una humanidad que puede discernir entre lo verdadero y lo falso, que puede
hacer frente a sí misma en toda su gloria, y en toda su vergüenza, ha
empezado a liberarse.
La Presencia
Muchas personas resaltarían la energía
que rodeaba a K dondequiera que fuera. En momentos de intimidad, cuando los
compartía con amigos cercanos a él, K de repente paraba y miraba a su
alrededor diciendo: "¿Podéis sentirlo en la habitación?" Lutyens
una vez le preguntó: "¿Qué es esta cosa? Sé que siempre te has
sentido protegido, pero qué o quién es lo que te protege?" "Está
ahí, como si estuviera detrás de una cortina", respondió él,
extendiendo su mano. "Yo podría levantarla pero no sentía que me
correspondiera hacerlo."
En 1961 y también 12 años después K
tomaba anotaciones de "esta cosa" a la que llamaba por varios
nombres - la "inmensidad", el "otro", la
"santidad", la "bendición". Las visitas del
"otro" siempre estaban relacionadas con su "proceso", y
acompañadas por dolor, que nunca resistía. Las anotaciones estaban escritas
en lápiz con apenas borrones y fueron publicadas como El Cuaderno de Notas de
Krishnamurti y Diario de Krishnamurti. Son poesía del más alto nivel, el
compartir privilegiado de la comunión de una gran alma con el infinito.
"La habitación se llenó de esta
bendición... Era el centro de toda creación; era una solemnidad purificadora
que limpiaba el cerebro de cada pensamiento, y sentimiento; su solemnidad era
como los rayos que destruyen y queman; su profundidad no era mensurable,
estaba allí inamovible, impenetrable, una solidez que era tan ligera como los
cielos... Había una dignidad impenetrable y una paz que era la esencia de
todo movimiento, acción. Ninguna virtud la igualaba porque era ...
literalmente perecedera y por tanto tenía la delicadeza de todas las cosas
nuevas, vulnerable, destructible y aún así se encontraba más allá de todo
esto... Era 'pura', intacta e inmensamente bella. "... de repente esa
inmensidad desconocida estaba allí, no sólo en la habitación y más allá
sino también en lo más profundo y recóndito, que una vez fue la mente...
esa inmensidad no dejaba marca, estaba allí, clara, fuerte, impenetrable e
inaccesible, cuya intensidad era fuego que no dejaba cenizas. Con ella estaba
la bendición."
Lo que sigue lo escribió a los 85 años,
describiendo la culminación de una meditación que le acontecía en la mitad
de la noche durante muchos años: "Una noche en la extraña
tranquilidad... él se levantó para encontrar algo totalmente diferente y
nuevo. El movimiento había alcanzado la fuente de toda energía. Esto no debe
ser de ninguna manera confundido o considerado como Dios o el principio más
elevado, el Brahman, que son las proyecciones de la mente humana procedentes
del miedo y el anhelo, el deseo inflexible de seguridad total. No es nada de
eso. No es posible que el deseo lo alcance, las palabras no pueden desentrañarlo
ni tampoco puede la cadena del pensamiento envolverlo. Uno puede preguntarse
¿Con qué certeza afirmas que es la fuente de toda energía? Uno sólo puede
responder con completa humildad que esto es así."
¿Quién es Krishnamurti?
Mary Lutyens había conocido a K desde que
ella tenía tres años. Su familia tenía una profunda e íntima relación con
la vida de K. Sin embargo, Mary nunca pudo comprender completamente la esencia
de su fuerza. Al final de Krishnamurti: Los Años de Plenitud, recoge un
examen sobre "El fenómeno de K".
¿Cómo, se preguntó, podía un chico tan
soñador, en ocasiones considerado como retrasado, producir enseñanzas tan
originales y tan profundas? ¿Existía una reserva de conocimiento con la que
él había aprendido a conectarse? ¿Era él el resultado de un proceso
evolutivo -- desarrollado a través de muchas vidas? ¿O era verdad que
Maitreya había habitado en parte o en toda su conciencia durante todos esos años?
K pensaba que probablemente no había
forma de que él mismo pudiera dar una respuesta porque, "El agua nunca
puede descubrir lo que es el agua", pero animó a los demás a que
exploraran. "Si averiguáis" dijo, "yo lo confirmaré."
Dos aspectos, creía, eran vitales - la mente vacía que fue suya desde la
infancia, y el sentido de protección que siempre había conocido.
Refiriéndose a sí mismo, K dijo "¿Cómo
es que la mente vacía no se llenó de teosofía, etc?...¿Por qué no se
volvió abominable con toda esa adulación? ¿Por qué no se volvió cínico,
amargo?... Durante toda la vida (este vacío) ha sido guardado, protegido.
Cuando entro en un avión sé que nada va a ocurrir... Es extraordinario...
Esta cosa debe haber dicho: 'debe haber un vacío o yo -- o esto -- no puede
funcionar.' "
"Sería simple si dijéramos que el
Señor Maitreya preparó su cuerpo y lo mantuvo vacío. Esa sería la
explicación más sencilla pero es cuestionable. Otra explicación es que el
ego de K debió estar en contacto con el Señor Maitreya y el Buddha y dijo,
'Me retiro: eso es más importante que mi yo animal.' Pero también
esto es dudoso. Implica mucha superstición. De alguna forma no parece claro,
correcto. El Señor Maitreya vio este cuerpo con el menor ego, quiso
manifestarse a través de este y por tanto se lo mantuvo incontaminado... Así
que ¿cuál es la verdad? No lo sé. Realmente no lo sé. Otro aspecto
peculiar de todo esto es que K siempre se ha sentido atraído hacia el
Buddha... ¿Es esa reserva el Buddha?, ¿El Señor Maitreya?"
Lutyens se preguntó sobre sus enseñanzas.
¿Fueron realizadas por él, o el misterioso poder? El contestó: "Seamos
claros. Si yo deliberadamente me sentara para escribir, dudo que pudiera
producir estas enseñanzas... Ahí se encuentra el fenómeno de esta persona
que no está formada, que no ha tenido estudios. ¿Cómo consiguió todo eso?
Es como -- ¿Cuál es el término bíblico? -- revelación. Ocurre todo el
tiempo cuando estoy hablando... Hay un sentido de vacío y luego algo
ocurre."
"Hay un elemento en todo esto que no
es creado por el hombre, o por el pensamiento, ni inducido por uno mismo... Si
le preguntarais qué es, no contestaría. Diría: 'Sois demasiado pequeños'...
¿Estamos intentando tocar un misterio? El momento en que lo entiendes, ya no
es un misterio. Pero la santidad no es un misterio. Por tanto estamos
intentando eliminar el misterio que conduce al origen."
Lutyens se inclinaba a pensar que K en
realidad había sido utilizado por algo del exterior desde 1922, pero el mismo
K había dicho a menudo que el pensamiento nunca podría explicar lo que se
extendía más allá de este. Quizás la libertad y el misterio de K reside en
su aventura en ese reino del más allá, no sólo de aspectos del pensamiento,
sino también del tiempo y del espacio. Quizás su viaje era a través de esa
"región sin caminos" de la intuición donde residen tanto la
belleza eterna y la comunión con toda la existencia. Cuando esa región se
encuentra, entonces quizás su misterio será comprendido.
La muerte
Krishnamurti murió en 1986 a la edad de
90 años, en Ojai, el lugar donde tuvo lugar su visión. Estuvo rodeado de sólo
un puñado de amigos. Su cuerpo, al morir, fue envuelto en seda; una camelia
blanca descansaba a sus pies. Sus cenizas fueron esparcidas por los lugares
que él más amó para que así nadie erigiera un templo para adorar sus
cenizas.
A menudo se había preguntado si su vida
había sido de valor en el mundo todavía sufriente que le rodeaba. Pero hasta
el final nunca cesó de enseñar, como todos los demás - los Grandes y
Vigilantes de nuestra evolución - que son testigos silenciosos y prosiguen
con su trabajo, que se extiende sin fin a una humanidad a menudo demasiado
ciega para ver.
El dijo que la "Presencia"
estuvo con él en todo momento en los últimos años de su vida. La cortina
que le había impedido verla se debió haber convertido, por entonces, en un
fino velo. Uno percibe que su muerte no fue más que un breve paso más allá
de ese velo, y que su entrada en la otra vida casi una partida imperceptible
de la vida que él había dado al mundo.
*Krishnamurti prefería ser llamado K.
El hablaba y escribía sobre sí mismo en tercera persona.
Share Internacional agradece
especialmente a la Fundación Krishnamurti de América por su permiso de citar
las palabras de K. De ninguna manera se debe asumir, sin embargo, que tanto la
Fundación Krishnamurti como Mary Lutyens apoyen las ideas filosóficas
publicadas en la revista Share International.
La
siguiente información ha sido publicada en las páginas de Share
International:
De las Enseñanzas
de Maitreya:
"Cuando a Krishnamurti se le pidió
que adoptara ciertas posiciones, declinó, diciendo que él no era un guru de
nada. El era un verdadero discípulo de Maitreya. Las enseñanzas de
Krishnamurti son las enseñanzas de Maitreya. Madame Blavatsky y Alice Bailey
vislumbraron la enseñanza, pero se vieron implicadas en el proceso de enseñar.
Según Maitreya, todos en la Sociedad Teosófica menos Krishnamurti fracasaron
en el sentido de que se involucraron más en el mecanismo de las fuerzas de
evolución y la búsqueda de sus orígenes en vez de realizar las enseñanzas
del Señor.
Krishnamurti no quería que nadie escribiera sobre él. Aquellos que
estuvieran interesados podían escuchar sus conferencias grabadas en cintas de
audio." Septiembre 1988, pág. 10.
"Cuando te 'comes' el conocimiento
(un acto posesivo) en vez de afrontarlo con conciencia despierta, por el cual
entiendes que no te lo debes 'apropiar', ya no eres libre. Cuando Krishnamurti
se hizo consciente de esta manera, declinó el papel de guru: el verdadero Señor
está en el corazón. Si quieres conocerle, intenta comprender la voz del
silencio. En el silencio hay libertad de la prakritis, del condicionamiento.
El silencio es ese espacio que está libre del condicionamiento. Lo que es
importante es el Señor dentro de ti." Noviembre 1988, pág.10.
Recopilación de Preguntas y Respuestas,
por Benjamin Creme:
J. Krishnamurti (Alma 2; personalidad 2,
sub-rayo 6; cuerpo mental 4, sub-rayo 4; cuerpo astral 6, sub-rayo 2; cuerpo físico
7, sub-rayo 7). Nació como un iniciado de tercer grado y tomó la cuarta
iniciación a la edad de 49 años (1944). Por un tiempo estuvo siendo
preparado junto con unos pocos, por adumbramiento**, como posible vehículo
para el Instructor del Mundo. Este adumbramiento, el cual K llamaba "el
proceso", le causó un dolor y una agonía tremendos. Su doble cuerpo 7,
supersensible y no muy adaptable o flexible, puede haber sido la razón de su
sufrimiento.
Cuando el Señor Maitreya decidió manifestarse a sí mismo por medio del
cuerpo auto-creado (mayavirupa) K empezó su labor de enseñanza. Yo diría
que K está preparando el camino del trabajo del Cristo. El es sólo uno, uno
de muchos ... pero en su manera particular, está preparando a la gente psicológicamente...
para la primera y segunda iniciación. Se espera que se encarne nuevamente a
finales de siglo.
En Discipulado en la
Nueva Era II, por Alice Bailey, pp 156-157, el Maestro DK afirma:
"... por el adumbramiento que ejercerá
sobre discípulos de todas las tierras, se multiplicará (El Cristo) a Sí
Mismo repetidas veces... Uno de los primeros experimentos que Cristo realizó
mientras se preparaba para este tipo de actividad estaba vinculado con
Krishnamurti. El éxito sólo fue parcial. El poder que El empleó fue
distorsionado y mal aplicado por el tipo de personas devotas*** que componen
mayormente la Sociedad Teosófica, razón por la cual se puso fin al
experimento, aunque sirvió un propósito muy útil. Uno de los resultados de
la guerra (2ª Guerra Mundial) fue la desilusión del género humano que ya no
considera a la devoción adecuada o necesaria para la vida espiritual o su
efectividad. La guerra no fue ganada por la devoción o la adhesión de
millones de hombres a un ideal querido, sino por el simple cumplimiento del
deber y el deseo de proteger los derechos humanos... Cuando Cristo trate
nuevamente de adumbrar a Sus discípulos, se espera que reaccionen en forma
diferente... Ningún devoto es independiente, sino un prisio nero de una idea
o de una persona."
**Para información
sobre el adumbramiento ver Tratado sobre Fuego Cósmico, pp 600-609, también
por Alice A. Bailey.
***Para comentarios sobre el 6º rayo de la devoción ver: Psicología Esotérica
II, por Alice A Bailey, pp. 287-290, 350-351, 453-461 y 538-540.
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