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Capítulo I

(segunda parte)

 

LOS ADEPTOS SACERDOTALES

Podría llenar páginas enteras con el relato de las muchas formas bajo las cuales se disfraza la Magia Mental; pero he de tratar del “cómo” y sólo me permitiré llamar la atención del lector sobre las muchas evidencias del uso de este poder en todas las partes del mundo y en todos los tiempos. Los antiguos misterios de Egipto, Grecia, etc., eran sistemas de formas y ceremonias, donde estaba oculto el uso de la Magia Mental. El enfermo era conducido a los templos y sanaba. La mente del populacho estaba llena con los pensamientos de victoria impresos sobre ellos por la Voluntad y las sutiles sugestiones de los sacerdotes.

 

 

Lo que nosotros conocemos hoy como “fuerza de voluntad” y “sugestión mental”, incluyendo lo que llamamos “Afirmaciones” o “Autosugestiones”, eran conocidas y hábilmente usadas por los sacerdotes, o mágicos, a fin de gobernar al pueblo. Y no debe suponerse ni por un momento que éstas fuesen usadas con malos pronósticos. Por el contrario, los sacerdotes eran las verdaderas clases gobernantes, los poderes detrás del trono, y sentían la responsabilidad del poder, y procuraban, por su conocimiento de las fuerzas ocultas de la mente, conducir al pueblo por el buen camino. Naturalmente, siempre han existido hombres egotístas, y hemos leído casos en los primeros tiempos de la historia ambigua en que este poder era prostituido para propósitos malos y egotístas, puesto que el poder siempre es capaz de mala aplicación.

En todos los siglos se ha practicado la curación de los enfermos por el poder mental, pues la Curación Mental presenta una línea no interrumpida, desde los primitivos tiempos a la actualidad, escondida con frecuencia bajo fantásticos ropajes, pero en principio siempre la misma. Nosotros la llamamos “Sugestión Mental”, y ha estado siempre en vigor en manos de los privilegiados de la raza para influir, en bien o en mal, sobre los que estaban bajo ellos. Los grandes caudillos de hombres siempre han sido ricos en “Magia Mental”, aun cuando muchos de ellos no hayan sospechado nunca las fuentes de su poder.

LAS FUERZAS SOBRE EL BIEN Y EL MAL

A muchos podrá parecer casi un sacrilegio el exponer que los más elevados usos de la Magia Mental, los que conducen a la humanidad a sus más altos ideales, pretensiones y logros – al éxito, la dicha y la salud – son meramente altas formas de la misma fuerza que es usada por el ignorante y repulsivo salvaje en sus ritos de vodoísmo, hechicería y similares siniestras prácticas. Pues ello es cierto. La Magia Mental es semejante a toda otra gran fuerza natural; está sobre el bien y el mal. No es ni buena ni mala, pero puede ser usada en uno u otro sentido. Esto es verdad de la Electricidad, del Vapor, de los Explosivosy de toda otra fuerza natural. Y nosotros debiéramos mirar el hecho bravamente cara a cara y gobernarnos de acuerdo con él.

La misma fuerza que usa el moderno “curandero” cuando emprende el tratamiento de un enfermo, o de alguno que ansía un buen resultado u otra cualidad apetecida, es la que usan los vodos negros, el brujo del Congo, el hechicero de Salem, el conjurador de Hawai, que eleva plegarias por el pueblo en caso de enfermedad o muerte; el hombre-medicina de los indios americanos, con sus hechizos y sus encantamientos; los encantadores de la Edad Media; el “práctico de tratamientos adversos” o “magnetismo mental malicioso” de los modernos cultos. La misma fuerza prevalece en todo, tal como la misma sangre circula en las venas de los justos y de los pecadores; el ángel y el demonio; la paloma y la serpiente; el cordero y el tigre; es una fuerza de la naturaleza a través de todo.

EL SECRETO DE LA FUERZA

Y así como la Magia Mental entra en operación a través de las plegarias de todas las religiones, ante sus santuarios, imágenes y religiones, así puede también entrar en operación, a través de los fetiques, conjuros encantamientos, hechizos y magias negras de las mentes ignorantes y depravadas. El secreto es éste: El poder no proviene de la supuesta fuente, sino de lo íntimo de la mente del hombre que lo emplea. Y todavía algo más sorprendente, para los no iniciados, es esta afirmación, que es bien cierta:
El poder de la mente de la persona afectada es la causa real del efecto, mejor que el poder de la mente del supuesto causante, llamando el último únicamente a operación el poder de la mente de la persona afectada.

USO IGNORANTE DE LA FUERZA

Pasando de la remota a la presente edad, podemos ver todavía el gran uso de esta admirable Magia Mental. No es ya propiedad de unos pocos; el informe ha circulado entre la multitud, por diversos caminos, y vemos esta fuerza usada en todas partes. Con frecuencia, las personas que la utilizan no tienen un exacto conocimiento de su naturaleza real, y tales personas, a menudo se envuelven en un terrible torbellino de efectos, por razón de un egotísta y bajo empleo de este poder. Muchos juegan con esta fuerza del mismo modo que un niño jugaría con un petardo de dinamita.

Uno de los propósitos de estas lecciones es llamar la atención de estas personas sobre la naturaleza de la fuerza que emplean, y el posible, no probable resultado de su mal uso. Y no porque sean castigados por este mal uso, sino por razón del mismo. Los prosélitos de la magia negra caen, invariablemente en las redes que ellos fabrican; son cogidos por la maquinaria psíquica de su propia manufactura, y son destrozados por sus propios explosivos psíquicos.

MODERNOS USOS DE LA FUERZA

Para terminar esta ligera consideración del asunto, quiero llamar la atención del lector sobre el hecho de que, en nuestros días, por primera vez en la historia del mundo, la Magia Mental viene practicándose con fines y propósitos comerciales. Los tratamientos para adquirir riqueza son comúnmente conocidos y anunciados; las instrucciones en el uso de sugestiones y anunciados; las instrucciones en el uso de sugestiones para asuntos financieros son proporcionadas tanto personalmente como por correspondencia; las leyes y principios son explicados, parcialmente, por lo menos, en libros escritos para la instrucción de aquellos que venden o anuncian géneros, o por cualquier concepto solicitan el favor del público.

Es verdad que los pocos hombres sobresalientes en la vida de los negocios han ejercitado siempre este poder, consciente o inconscientemente; pero jamás antes de que haya sido enseñado generalmente como una parte de la educación mercantil. El conocimiento de esta fuerza le ha sido reservado a América., también su franca aplicación en este sentido, es decir, en el de hacer dólares. Y otros países han seguido prontamente el camino. En vista de estos hechos, no deben perder tiempo aquellos que conocen la naturaleza real, los principios y leyes de esta fuerza, en comunicar sus conocimientos al mundo, para que la humanidad sepa a qué atenerse y sea capaz de extraer el bien de ellos para su mejor uso, y, viendo las malas posibilidades de un uso impropio, pueda evitar la prostitución de una de las fuerzas más grandes de la naturaleza.

TENTATIVAS PARA MONOPOLIZAR LOS CONOCIMIENTOS OCULTOS

Muchos prosélitos de lo Oculto han procurado mantener secreto, para el público en general, el conocimiento de los principios fundamentales de la gran ley de la naturaleza que comprenden los fenómenos de la Magia Mental. Dicen que es “peligroso” para la generalidad del pueblo conocer que existe una fuerza semejante y que puede ser usada. Afirman que semejante conocimiento debe ser resguardado por unos pocos y que su existencia debe negarse a los muchos.

Este puede haber sido un buen razonamiento en los primitivos tiempos, cuando las masas eran groseramente ignorantes, y cuando todo conocimiento se cobijaba en la mente de la casta sacerdotal y otros avanzados de la raza. Pero el argumento no puede aplicarse ya por más tiempo, pues la inteligencia general de la raza se niega a permitir ninguna puerta cerrada en el Templo del Conocimiento, y ha insistido para que esas puertas se abran de par en par. El resultado ha sido que una considerable parte del conocimiento Oculto ha sido abierta a las miradas del público, y éste clama por más. La mayor parte del conocimiento poseído por el público respecto a la Magia Mental no es más que un casi conocimiento – verdades a medias – y ha llegado la hora en que se publique el conocimiento entero.

DEMASIADO TARDE PARA NEGAR HECHOS

Ha llegado la hora de que el público conozca la gran fuerza que radica bajo los fenómenos de la Magia Mental. El pueblo quiere ser instruido en lo tocante a esta fuerza; sus leyes y operaciones; su uso inteligente y apropiado, con observaciones para proteger al pueblo contra el impropio uso de ellos, por parte de otros; siendo esta última una importante materia en estos días de investigación oculta y psíquica por parte del público, y la impropia base y egotístas usos que hacen algunos de las ocultas fuerzas mentales de la Naturaleza.

Es demasiado tarde para negar la existencia de la elevada fuerza mental en la Naturaleza, que comprende las varias formas de fenómenos que van a formar las fases exteriores de la Magia Mental, buenos y malos. Mucho ha sido ya entrevisto por el público concerniente a estas materias, para que pueda acallarse con la antigua aseveración: “Nada hay en esto sino imaginación”. Por una parte han sido testigos de los varios “tratamientos” de los curanderos, tendiendo hacia la cura de enfermedades, la obtención de éxitos, etcétera. Y por la otra, han oído rumores de “adversos tratamientos”, etc., y han oído o leído de los varios cursos de instrucción en Hipnotismo, Mesmerismo, etc., y han visto pruebas de los buenos y malos efectos de lo que ha sido llamado “Sugestión”, en todas sus formas. Y empiezan a darse cuenta de que todas estas cosas, por diferentes que puedan parecer, tiene alguna raíz común en alguna fuerza natural. Y piden que se “les demuestre”. Y tiene razón en esto.

UN ELEVADO PODER PARA EL BIEN Y EL MAL

La humanidad ha reconocido siempre la existencia de una elevada fuerza de la Naturaleza que el hombre ha empleado, consciente o inconscientemente, en el sentido de influir sobre los demás hombres; otras formas de vida; y aun las llamadas cosas inanimadas que le rodean. En los primeros tiempos esta fuerza era llamada “Magia” (Negra y Blanca), Arte Místico, Poder Divino, Milagro, Fascinación, Encanto, Encantamiento, Nigromancia, etc., y en sus más bajos y viles usos, Arte Negro, Hechicería, Brujería, Vodoismo, Hexismo, etc. Por eso es preciso recordar que esta gran fuerza de la Naturaleza es susceptible tanto de un bajo como de un noble uso.

Como toda gran fuerza natural – como la electricidad, el poder de los explosivos, el vapor, los rayos X, el radio, etc. -, esta gran fuerza es capaz de los más altos y más benéficos usos para el hombre, propiamente aplicada; pero capaz también de ser aplicada a los más perjudiciales propósitos. Tan diferentes como son los resultados que derivan de sus varias aplicaciones, la fuerza es la misma en cada caso. Las fuerzas de la Naturaleza no están poseídas de un sentido bueno o malo; su función y propósito es obrar en obediencia a las leyes de su naturaleza, sin atenerse a la cuestión de bien o mal para aquellos por quien o contra quien son empleadas. Esto puede parecer una cosa terrible; pero un momento de reflexión nos hará comprender que ocurre lo mismo en todas las fuerzas naturales y la cuestión del bien o el mal, y su recompensa o castigo, pertenecen a otro plano de vida.

IGNORANCIA; NO PROTECCIÓN

Pero podrá preguntarse por qué deseo informar al público de una fuerza, desconocida a muchos, que es capaz del mal, tanto como de un buen uso y sus naturales resultados. La respuesta es muy sencilla: la ignorancia no es protección contra nada, pues el conocimiento está en posesión de unos pocos, que pueden utilizarlo sobre el ignorante sin sospecha. Cuanto mayor publicidad se dé a la cosa y mejor se comprenda, de mejor manera podrán obtenerse sus buenos efectos y será menor el peligro de su mal uso; prevenir es curar. Si una cosa es buena, cuanto mayor publicidad se le dé, mayor será el bien; si es el mal, cuanto más clara refleje la luz sobre él, menor será el peligro que encierre.

El peligro de todo mal estriba en la Noche de la Ocultación; no en el Sol de la Publicidad “Volverse hacia la luz” ha sido siempre el santo y seña del progreso y la civilización. Y más particularmente es esto así en esta segunda década del siglo XX, en que el interés sobre el Ocultismo y similares sujetos ha hecho que gran número de gentes se haya familiarizado con la fuerza conocida como Magnetismo Mental, prestándoles conocimiento con sus usos, bajo varios nombres y teorías. Y en muchos casos es practicado sobre personas que no conocen el asunto, y por consiguiente, es momento oportuno para que alguien quiera “volver los ojos a la luz”, que pueda ser vista por todos los hombres, y conocida como es, capaz de los más altos y más bajos usos; pero una gran fuerza de la Naturaleza.

EL VENENO Y LA TRÍACA

Y con esta exposición, vaya el remedio y protección contra su impropio uso, tanto como el conocimiento de sus admirables y apropiados empleos. Si es un veneno, aquí está la tríaca. Pero no es necesariamente un veneno, como no lo son el vapor, la electricidad y los explosivos. ¿Qué se pensaría de un pueblo que quisiera suprimir el conocimiento de todas las Leyes Naturales a causa de la posibilidad de su mal uso? Ignorancia no es protección. Verdad y Hecho deben seguirse hasta el fin, y se descubrirá que, en la naturaleza, toda fuerza capaz de causar daño, puede hacerse inofensiva por medios naturales.

LA VENIDA DEL SUPERHOMBRE

Peor para el lado desagradable. Pero existe un lado muy agradable en este asunto de la Magia Mental. Esta fuerza ha llegado al hombre justamente cuando más la necesitaba. El hombre ha utilizado las llamadas fuerzas mecánicas para remover los obstáculos que la Naturaleza ha puesto en su camino a fin de desarrollarse en un verdadero hombre, y ahora busca más elevadas formas de energía y labor; demanda nuevos mundos que conquistar. Y estos nuevos mundos serán conquistados por la Mente, más que por los músculos. Grandes cosas se proyectan ante la humanidad, y una de las fuerzas más grandes en la Naturaleza, en la labor de la formación del superhombre, será la fuerza llamada Magia Mental. Por su medio el hombre podrá vencer las fuerzas de la Ignorancia y del Materialismo, y procurarse el conocimiento de la Mente Universal, que le capacitará para conseguir el pasado Imposible.

UNA PRESENTACIÓN CIENTÍFICA

En estas lecciones pretendo tratar de la Magia Mental como trataría de cualquier otra gran fuerza o energía de la Naturaleza, es decir, de una manera científica, exponiendo los principios llanamente y sin reticencias, y dando plenamente lo que tanto yo como otros experimentadores en este ramo hemos aprendido de los variados métodos y lo concerniente a las aplicaciones de estos principios.

En el primer caso daremos plenas indicaciones para que el lector pueda darse cuenta de la fuerza en su mayor extensión.

En los casos en que se aluda al pernicioso uso de la fuerza, se expondrá la manera de prevenirla, obviarla y neutralizarla, con el fin de procurarse una verdadera protección. Esto es lo que yo haría en unas lecciones sobre Electricidad, Vapor o Explosivos, y esto, naturalmente, es lo que me propongo en estas lecciones sobre Magia Mental.

EL CISTICISMO ADVERSO DESAFIADO

Es muy posible que este curso me atraiga la adversa crítica de los que creen “que el público no está preparado para semejante conocimiento” y “que semejantes cosas debieran ser reservadas para unos pocos”.

A éstos, y a todos los demás, les diré que no siento simpatía por semejante actitud, y creo que la humanidad está preparada para TODA verdad, y que lo que es propio para los Pocos, es propio para los Muchos. Creo que cuanto mayor sea el grado de conocimiento, mayor será el grado de poder y adelanto.

Creo que la ignorancia no es felicidad, y que mantener a un hombre ignorante de un hecho natural, a fin de que pueda contrarrestar sus efectos, es algo igual a encender un cigarro cuando estuviese sentado sobre un barril de pólvora, en vez de hacerle ver su imprudencia y enterarle de la condición de los explosivos o, para usar otra figura, aconsejarle que metiese la cabeza en la arena como los avestruces, en lugar de observar la proximidad del peligro probable. ¡No creo en semejantes sofisterías! ¡No creo en la ignorancia! ¡No creo en la obscuridad!

“¡VOLVEOS HACIA LA LUZ!”

 

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Capítulo I

(segunda parte)

 

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