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Capítulo III

(tercera parte)

 

 

LA LLAVE MAESTRA


Recuerde el lector, ahora y siempre, que una Sugestión Mental opera por la presentación del símbolo exterior asociado con el sentimiento que ha de ser inducido. Póngase la debida placa en el fonógrafo y se producirá o inducirá el sonido correspondiente. ¿Lo ve el lector así? Esta ley abarca todos los fenómenos de la Sugestión Mental, compréndase la Ley de Sugestión y se tendrá la llave maestra de los fenómenos.

 

EL HECHIZO DE LA ORATORIA

La Oratoria, y otras formas de apelación al sentimiento por medio de la palabra hablada, nos proporciona un ejemplo típico de esta forma de Sugestión Mental. El orador, el abogado, el predicador, usan indistintamente palabras calculadas para producir estados mentales, sentimientos y emociones en el ánimo de sus oyentes. Y cada uno de ellos empieza bien pronto a aprender el sucesivo valor de las palabras, tonos y expresiones. Evita el uso de palabras frías y abstractas, y utiliza aquellas que son símbolos de profundo sentimiento y emoción, sabiendo que estas palabras o símbolos, pronunciados con apropiado tono y expresión, inducen los sentimientos deseados en la mente de los oyentes. Las emociones y sentimientos de éstos, se manejan, de tal modo, como un instrumento. La emoción o pasión, sea amor, temor, odio, simpatía, patriotismo, valor, celos, etc., es despertada por el ingenioso uso de las palabras, tonos y expresión que se presentan como símbolos de estos sentimientos.

Si el lector recuerda cómo quedó impresionado por una alocución que luego le pareció trivial y rimbombante, sin argumento, prueba o sentido, entonces se dará cuenta de que fue echo el sujeto de una Sugestión Mental por Asociación.

De igual modo obra el hábil dependiente de comercio. Y así opera su hermano gemelo, el anunciante. Así este arte se ha convertido en una verdadera ciencia.

EL PODER DE LAS PALABRAS

Palabras, palabras, palabras, incitadoras de acción; inductoras de sentimiento; símbolos de estados mentales y reproductoras de estados mentales, no las despreciemos; no nos burlemos de ellas, pues ellas han subido las mentes de los más bajo a lo más elevado, cuando se las usó apropiadamente. Aun escritas es grande su potencia. Países enteros han quedado cautivos por una frase ingeniosa, que analizada nada significaba en razón; meramente un despertador del sentimiento. ¿Déjenme hacer frases en una nación, y me cuidaré muy poco de hacer sus leyes!

EL ACTOR

El hombre mejor adaptado para emplear esta forma de Sugestión es el que sea más o menos actor, es decir, que posea la facultad de poner “expresión” y “sentimiento” en sus palabras, acciones y maneras. Los buenos oradores, abogados, vendedores, y otros semejantes, tienen esta facultad grandemente desarrollada. Pertenece al lado femenino de los fenómenos, pues tiene el aspecto de la atracción y el encanto, y labora por el empleo del Polo Emotivo, como en el caso de la fase de Sugestión mencionada primeramente; la de Afirmación Autoritaria o Mandato. No opera imponiéndose a la Voluntad de la otra persona, sino mejor induciendo un simpático ritmo de sentimiento y emoción, que se apodera de la voluntad de otro y ocasiona el actuar acordes.

MODO DE RESGUARDARSE

Hay que ponerse en guardia contra esta especie de influencia.

La mejor manera de librarse de ella, consiste en adoptar la política de no obrar jamás inmediatamente en respuesta a un llamamiento de esta especie. Es más prudente esperar hasta que se haya producido el efecto, y entonces someter la materia a nuestra razón y juicio. Añadiremos que el cultivo del Poder de Voluntad obra como un escudo o armadura que protege contra las sutiles vibraciones de esta especie, pues esta forma de sugestión va usualmente acompañada de fuertes Corrientes Mentativas, que emite la mente del operador.

Téngase también la precaución en dar demasiado pronta respuesta a los simáticos llamamientos hechos en sentido emocional. Permitamos que obre la cabeza en lugar del corazón, pues aquélla podrá prevenir el que se nos conduzca demasiado lejos.

Los hombres debieran tener la Razón en lugar ascendente; no la naturaleza emocional.

Cuando uno se siente arrastrado por alguna excitación emocional, manténgase firme y haga a su mente esta pregunta:
“¿NO ES ÉSTA UNA SUGESTIÓN MENTAL?”

La pregunta servirá para volvernos a nuestro estado de equilibrio. Cuando se sepa qué clase de sugestión mental es, entonces se aprenderá a reconocerla y a ponerse en guardia contra ella. Este estado de mente obrará como un fuerte agente neutralizador para la sugestión, aún la más ingeniosamente preparada. Hay que estar siempre alerta, por más seguro que uno pueda creerse. Una precaución más: hay que ser especialmente cauto y cuidadoso en aceptar una sugestión cuando uno está fatigado, rendido, en un estado placentero y pasivo, esto es, cuando nuestra voluntad descansa o está agotada. En estas ocasiones, “¡en la duda abstente!”; se evitará uno muchos disgustos con sólo recordar este pequeño aviso, basado en una ley psicológica comprobada. Yo he aprendido esta ley por amarga experiencia personal. ¡¡RECUÉRDESE!!

LA CUARTA LÍNEA DE ACCIÓN

Sugestión por Repetición. – Esta forma de Sugestión es enteramente común, y el estudio de sus manifestaciones es sumamente interesante, pues pone en operación un principio psicológico muy conocido, que tiene su correspondencia en el mundo físico. “Una gota de agua cayendo constantemente horada la más dura de las piedras.” ¿Conoces, lector, la historia de aquel hombre que a fuerza de repetir un embuste acabó por creerlo él mismo? Pues bien; éste es un hecho psicológico. Muchas personas dan cierta apariencia de verdad en palabras o maneras por asimilarse como verdad algo que no lo era; después continúa repitiendo ese algo, añadiendo un poquito aquí y otro poquito allá, hasta que el algo llega a ser una idea fija en ellos, y acaban por creerlo. Y si una persona puede ingerirse el aceptar una falsa creencia en este sentido, puede figurarse el lector cómo obrará en otros.

EL SECRETO DE ESTA FORMA

El secreto de la operación de esta forma de Sugestión se basa en los hechos psicológicos “de debilitar la resistencia mediante la repetición del ataque” y la “fuerza del hábito” La primera vez que se hace una inusitada sugestión, la mente opone una activa resistencia; pero cuando se presenta otra vez la sugestión, ya no es tan poco familiar como antes y la resistencia se aminora; y esto es repetido hasta que ya no se opone resistencia alguna y la sugestión es acertada.

Como dice el antiguo verso:
“El vicio es un monstruo de tan espantoso rostro
Que para odiarlo sólo es preciso verlo;
Pero visto con frecuencia y conocidas sus facciones,
Primero lo soportamos, luego lo compadecemos y por fin lo abrazamos.”

Y esta regla está perfectamente de acuerdo con las sugestiones. Primero las resistimos, después las soportamos y por último las aceptamos, a menos de no comprender el juego.

OTROS SENTIMIENTOS

El hecho psicológico inherente a esta forma de Sugestión es que las impresiones sobre las células del cerebro se hacen más profundas por la constante repetición. Es semejante a lo que sucede a un alfiler clavado en una torta de cera, que entra cada vez más a cada nueva presión.
La mente es muy apta para aceptar como verdades todo aquello que encuentra profundamente impreso en sus registros. Ha adquirido la costumbre de encontrar estas impresiones profundas solamente cuando éstas fueron hechas por repetidos esfuerzos de su propia inteligencia o juicio o experiencia, y así cuando encuentra estas impresiones profundas que fueron colocadas allí por repetidas sugestiones de otros, no se halla en aptitud de desecharlas. Y se ve “sintiendo” aquellas cosas que fueron repetidamente impresas sobre ellas. Semejante al huevo del cuco en el nido del pinzón halla esas ilegítimas impresiones mentales como “muy propias” de él.

IMPRESIONES MENTALES

Hay una constante lucha por la existencia sobre la parte de las ideas o imágenes mentales impresas en uno.

La más fuerte aniquila a la más débil.

Y en la mayoría de los casos las más fuertes son aquellas que o han sido impresas de una manera vivida o bien por repetición.
La segunda vez que encontramos a un hombre nos costará algún trabajo recordarlo; pero la tercera vez la cosa es más fácil y así sucesivamente, hasta que por último olvidamos aun hasta que era un extraño para nosotros. Lo mismo ocurre con estas ideas sugeridas: nos familiarizamos con ellas por constante repetición. Pierden para nosotros su carácter de extrañas y por último cesamos de mirarlas con recelo. Una cosa extraña es generalmente inspeccionada, examinada, observada sospechosamente, etc.; pero después que la extrañara ha desaparecido, cesamos de ejercer la primitiva cautela. “La familiaridad origina menosprecio” y asimismo la falta de cautela. La sugestión gana fuerza en cada repetición. Esta es una de las leyes fundamentales de la Sugestión, que debieran todos recordar.

FUERZA DE LAS AFIRMACIONES REPETIDAS

Si el lector quiere hacer un inventario mental de sí mismo, encontrará que posee un vasto número de sentimientos, ideas y opiniones, cuya posesión la debe simplemente a esta ley de Sugestión Repetida. Uno ha oído afirmar ciertas cosas una y otra vez, hasta venir a aceptarlas como hechos verdaderos, no obstante no tener ni el más ligero conocimiento personal de ellas o alguna prueba lógica concerniente.
Los hábiles modeladores de opinión pública emplean esta ley y repiten constantemente cierta cosa, variando palabras y estilo, hasta que por último el público la acepta como un hecho probado e incuestionable.

Más de un individuo ha adquirido reputación de sabio, meramente porque sus amigos lo ha afirmado repetidamente y el público ha aceptado la sugestión. Más de un estadista se ha hecho una reputación mediante amistades en la prensa, cuya constante y repetida sugestión ha venido a cristalizar la idea en una forma material en la mente del público.

Y más de una reputación ha sido destruida por las repetidas reticencias, burlas e insinuaciones de gentes de mala fe y mala voluntad.

Los anunciantes comprenden esta ley y mantienen la sugestión repetida, sugestión del mérito de sus artículos continuamente ante la mente del público, hasta que llega a ser el evangelio para éste. “Si al principio no se consigue” y “Jamás se tome un NO por una respuesta”, son dos axiomas que están grabados en el corazón del hombre que usa la Sugestión en sus negocios.

UN AVISO

No hay que dejarse engañar por esta forma sutil de sugestión. No hay que imaginarse que una cosa inverosímil pueda llegar a ser verdad a fuerza de repetirla. No hay que permitir que nuestro juicio sea adormecido por esta infantil repetición de una canción nodriza: “Mantengámonos despiertos. Mantengámonos despiertos”. La inteligencia de esta ley de sugestión arrojará luz en muchas cosas que antes nos habrían conturbado. Piense el lector un poco en ello cuando tenga tiempo.

LAS TRES FORMAS DE APLICACIÓN

Permítasenos ahora considerar las varias Formas de Aplicación de la Sugestión en la vida cotidiana. Son muchas, y por conveniencia las separamos en tres formas o grupos, a saber:
1. Sugestión Involuntaria.
2. Sugestión Voluntaria.
3. Autosugestión.

LA PRIMERA FORMA

Sugestión Involuntaria. – Por este término, entiendo yo el uso involuntario de la Sugestión sin un propósito particular o inconscientemente. Todos ejecutamos sugestiones de palabras, maneras, acciones, etc., en cada momento de nuestra vida. Y estas sugestiones son constantemente aceptadas por aquellos que nos rodean.

Influimos continuamente sobre las personas que se ponen en contacto con nosotros, y la mayor parte de esta labor la practicamos inconscientemente. Actuamos como una viviente Inspiración para unos, y como un viviente Desaliento para otros, según las circunstancias. Nuestro estado de ánimo, nuestras acciones, palabras, apariencias y maneras, etc., obran como sugestiones para con las personas que tratamos. Y no hablo ahora del efecto de las Corrientes Mentales, etc., sino de la Sugestión Mental pura y simple.

Una casa de negocios se impregna de la personalidad de su jefe y sus características personales se transmiten más o menos a su dependencia; y todo por medio de la Sugestión. El da la nota de la conducta general. Si es activo y emprendedor, también lo serán sus empleados; y si es descuidado y perezoso, los demás seguirán su ejemplo. Afectamos aquellos que nos rodean por nuestras actitudes mentales puestas en acción, y ellos nos afectan a nosotros, en caso de que lo permitamos.

LOS NIÑOS Y LA SUGESTIÓN

Los niños son muy susceptibles a la Sugestión de esta clase, como buenos imitadores naturales y pronto toman la actitud mental de los padres para con ellos.

Si los padres tratan al niño como una criatura indomable, el niño responderá; si se le considera obstinado, etc., caerá en la sugestión y se aumentará la perturbación original.

La gente habla delante de sus hijos sin percatarse de que aquellas pequeñas mentes son muy sugestionables y están constantemente tomando el color sugestivo de aquellos que les rodean. Y debiéramos procurar a nuestros hijos el mejor, el más positivo, optimista y animoso estado mental. Debiéramos evitar darle al niño la impresión de que es “malo”, o “pícaro”, o “engañoso”, o “tímido”, o algo de esta especie. El niño aceptará siempre la Sugestión que viene de una fuente a la cual naturalmente acude para informarse y no vacilará en proceder a efectuar la Sugestión y realizar las palabras de los padres como una verdad. Sembremos la semilla sugestiva que deseemos ver germinar en la Realidad y seamos cuidadosos en la selección de la mejor especie. Este punto de la Sugestión de los niños, tratado aquí a la ligera, merecería llenar por su importancia un volumen entero.

REGLA DE LA SUGESTIÓN INVOLUNTARIA

He aquí la regla de la Sugestión Involuntaria:
Nuestras palabras, acciones, maneras, tonos, apariencia y personalidad general, producen sugestiones en aquellos que nos rodean, induciendo estados mentales en concordancia con ellos.

Por consiguiente, desempeñemos tan sólo el carácter que queramos imprimir en la multitud, y actuemos de la mejor manera que sepamos. El mundo relaciona al individuo con la parte que está desempeñando de acuerdo con las sugestiones así efectuadas, y a veces recae sobre nosotros un veredicto mucho mejor que el que con justicia merecemos; a veces es peor del que merecemos; pero, a todo evento, nuestra Actitud Mental, reflejada por nuestras Sugestiones Involuntarias, habrá originado el veredicto, cualquiera que éste fuere.

Por consiguiente, modelemos una correcta Actitud Mental basada en un Ideal de la parte que queremos desempeñar, y entonces representemos esta parte con la mayor habilidad que poseamos. Fijémonos mucho en la apariencia externa del papel que estamos desempeñando, pues esto es lo que el mundo ve primero, después y todas las veces, y somos juzgados por nuestra sugestiva labor y acción escénica. Desempeñemos nuestra parte, pues de esto depende el veredicto del público.

LA SEGUNDA FORMA

Sugestión Voluntaria. – Esta forma de la aplicación de la Sugestión, se manifiesta en casos en los cuales la Sugestión es hecha a propósito y deliberadamente, con el fin de impresionar a otras personas. Sus manifestaciones pueden ser agrupadas en tres clases, del modo siguiente:
a) Tratamiento Sugestivo.
b) Sugestión Hipnótica.
c) Sugestión en forma de Influencia Personal.

TRATAMIENTO SUGESTIVO

Por Tratamiento Sugestivo quiero significar la práctica de la Sugestión Mental usada como una forma de “tratamiento” para enfermedades, deficiencias mentales, etc. El tratamiento para enfermedades cae bajo la jurisdicción de la Terapéutica “Sugestiva”, a la cual dedicaremos una lección entera. El tratamiento por Sugestión para las deficiencias mentales, etc., es una rama de la Ciencia que va extendiéndose rápidamente.
Durante algún tiempo este hecho estuvo oscurecido por su equivocada relación con el Hipnotismo; pero en la actualidad, que forman ramas separadas, el tratamiento va siendo usado en grado sorprendente por hombres de ciencia en todas las partes del mundo. Su principio estriba en el hecho de que los centros y células del cerebro pueden “engrosar”, desarrollarse y aumentar por medio de Sugestiones apropiadamente dirigidas, de tal modo que uno puede ser “rehecho” mentalmente. Pueden ser inducidas nuevas cualidades y disminuidas otras perjudiciales. Los hábitos y rasgos discutibles pueden ser eliminados y sustituidos o inducidos por otros más ventajosos.

Las maravillas de esta forma de psicología práctica se extienden rápidamente y una gran era se presenta ante nosotros en esta rama de la ciencia. Yo he hecho muchos experimentos en este sentido, con resultados sorprendentes, durante los últimos siete años, y me propongo hacer públicos estos resultados en fecha no muy remota. El amplio principio del “tratamiento” radica en el hecho de que los Estados Mentales inducidos por apropiadas Sugestiones tienden a ejercitar y desarrollar la porción del cerebro en que ellos se manifiestan.

De aquí que, comprendida la teoría y aplicado y adoptado el mejor método, el resto del tratamiento viene a ser tan sencillo, como el desarrollo de cualquier músculo del cuerpo mediante un ejercicio apropiado.

SUGESTIÓN HIPNÓTICA

La Sugestión en el Hipnotismo es un sujeto al cual aludiré meramente, pues no es este un manual de hipnotismo. Será suficiente apuntar que el Hipnotismo es una combinación del uso de la Energía Mentativa, en cierta forma, con la Sugestión. La voluntad del sujeto hipnótico es dominada por la Mentación, y las Sugestiones son producidas entonces.

Es un hecho psicológicamente probado que, en la Condición Hipnótica, todas las Sugestiones adquieren un efecto altamente exagerado, y una sugestión que acaso no hubiera sido notada en el estado ordinario, se convierte en una poderosa fuerza motriz, para un individuo en el estado de hipnosis. En ese estado se aceptan las más absurdas sugestiones y se actúa sobre ellas, se cobijan las más extrañas ilusiones, y las sugestiones de acción futura posthipnóticas se hacen efectivas. Hablaré con más extensión de este sujeto en mi próxima lección sobre Influencia Personal; pero aconsejo a mis lectores que no se presten a ser hipnotizados, bien sea con fines experimentales o con otros propósitos. Esto conduce a una condición negativa y desapruebo cordialmente su uso.

Yo no he permitido nunca que se me hipnotizase y requiero de mis lectores que adopten una actitud semejante ante la invitación de los “experimentadores”. Los mejores efectos de la Sugestión pueden ser obtenidos sin la Hipnosis, siendo ésta meramente un estado anormal y morboso altamente perjudicial para las personas normales.

 

 

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Capítulo III

(tercera parte)

 

 

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