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"Dianética"

El poder del pensamiento sobre el cuerpo

L. Ronald Hubbard

 

 

Capítulo NUEVE:

Mecanismos y aspectos de la terapia

Primera parte

(Tres)

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La respuesta relámpago

Un utensilio de uso común en la terapia es la respuesta relámpago. Esto se hace de dos maneras. La primera que se menciona aquí es la que menos se usa. "Cuando cuente hasta cinco", dice el auditor, "aparecerá una frase en tu mente para describir dónde estás en la línea temporal. ¡Uno, dos, tres, cuatro, cinco!". "Prenatal reciente", dice el preclaro, o "ayer", o cualquier cosa que se le ocurra.

La respuesta relámpago es lo primero que le viene a la cabeza a una persona cuando se le hace una pregunta. Normalmente procederá del banco de engramas y será útil. Puede ser "un demonio hablando", pero normalmente es correcto. El auditor sólo hace una pregunta, como qué es lo que está reteniendo al paciente, qué le niega el conocimiento, etc., anteponiendo a la pregunta la observación de "quiero una respuesta relámpago a esto".

"Quiero una respuesta relámpago a esto", dice el auditor. "¿Qué sucedería si te volvieras cuerdo?" "Moriría", dice el paciente. "¿Qué sucedería si te murieras?", dice el auditor. "Me pondría bien", dice el paciente. Y con estos datos hacen entonces una estimación de la computación actual sobre aliados, o algo así. En este caso, el aliado dijo al preclaro cuando éste estaba enfermo: "¡Me moriría! Simplemente me moriría si no te curaras. Si sigues enfermo mucho tiempo más, me volveré loca". Y un engrama anterior decía al preclaro que tenía que estar enfermo. Y, después de todo, esto es sólo un engrama. De modo que se usa la técnica repetitiva en la palabra moriría, y se descubre un aliado de cuya existencia el preclaro jamás había tenido el menor conocimiento, y se vuela una carga.

Mediante el uso inteligente de la repuesta relámpago, se pueden recuperar muchos datos valiosos. Si no hay ninguna respuesta, significa que la respuesta está ocluida, y ésa es una respuesta casi tan buena como los datos verdaderos, ya que indica alguna clase de encubrimiento.

 

Sueños

Los sueños se han utilizado abundantemente por diversas escuelas de curación mental. Su "simbología" es una flaqueza mística proporcionada para explicar algo de lo que los místicos nada sabían. Los sueños son espejos distorsionantes mediante los cuales el analizador examina el banco de engramas.

Los sueños son juegos de palabras o distorsiones de palabras y situaciones que hay en el banco de engramas. Siendo juegos de palabras, los sueños no ayudan gran cosa.

Los sueños no se usan mucho en Dianética.

Escucharás a los pacientes hablar de sueños. Es difícil detener a los pacientes cuando empiezan a contar sueños. Si quieres perder el tiempo, escúchales.

 

Cambio de valencia

Un mecanismo utilizado en Dianética es el cambio de valencia.

Conocemos la forma en que un paciente se mete en valencias cuando dramatiza sus engramas en la vida. Se convierte en valencia ganadora y dice y hace una buena parte de lo que la persona con la valencia ganadora hacía en ese engrama.

La teoría tras esto es la siguiente: al ser retornado a un momento que el paciente pueda considerar demasiado doloroso para entrar en él, se le puede cambiar a una valencia en que no sentía ningún dolor. Una forma obtusa de convencerle es decirle que no tiene que sentir el dolor o la emoción, y hacer que lo recorra. Esto es mala Dianética porque es una sugestión imperativa, y deben tomarse todas las medidas de seguridad para evitar hacerle sugestiones al paciente, pues él puede ser muy sugestionable, aun cuando finja no serlo. Pero ahí está el cambio de valencia, y esto permite al paciente escapar al dolor y seguir permaneciendo en el engrama hasta que pueda relatarlo.

Ejemplo: el padre golpeando a la madre el bebé no nacido se queda "inconsciente". Los datos están disponibles en la valencia paterna sin dolor alguno, en la valencia materna con el dolor de la madre y en la valencia del niño con su dolor.

La forma de manejar esto, si el paciente se niega firmemente a entrar en esto, aunque tenga somáticos, es cambiarle de valencia. El auditor dice: "Entra en la valencia de tu padre y sé tu padre durante un rato". Después de algo de persuasión, el paciente lo hace. "Insulta a tu madre", dice el auditor. "Echale una buena bronca". El paciente está ahora en ese circuito que no contiene "inconsciencia", y se acerca a la emoción y a las palabras que su padre empleó contra su madre. El auditor le deja hacer esto unas dos o tres veces hasta que el engrama haya perdido un poco de carga. Entonces convierte la valencia del paciente en la madre. "Ahora sé tu madre por un rato, y respóndele a tu padre" dice el auditor. El paciente cambia de valencia y es su madre y repite las frases de su madre. "Ahora sé tú mismo", dice el auditor, "y relata todo el incidente con todos los somáticos y la emoción, por favor". El paciente es capaz de reexperimentar el suceso siendo él mismo.

Esto funciona muy bien cuando está uno tratando de llegar a un aliado. "Cambia de valencia", dice el auditor al paciente retornado, "y suplica a tu madre que no mate al bebé". "Ahora sé la enfermera", dice el auditor -con el preclaro retornado a algún incidente en el que tiene mucho miedo de entrar- "y suplica al niño que se ponga bien". El paciente corregirá el concepto que el auditor tenga del relato y, normalmente, continuará.

A menudo, el paciente se negará a entrar en una valencia porque la odia. Esto significa que debe de haber una gran cantidad de carga en la persona que él se niega a ser.

Este mecanismo se utiliza pocas veces, pero es útil cuando un caso se está atascando. El padre no obedeció los retenedores ni las órdenes; las pronunció. La enfermera no obedeció sus propias órdenes; y así sucesivamente. Así es como se puede hacer que aparezcan muchos retenedores y negadores. Esto es útil al principio de un caso .

 

Tipos de cadenas

Los engramas, especialmente en el área prenatal, están en cadenas. Es decir, hay una serie de incidentes de tipos similares. Esta clasificación es útil porque conduce a algunas soluciones. Las cadenas con las que uno puede contactar más fácilmente en un preclaro son las que están menos cargadas. Las cadenas más aberrantes, por lo general serán las más difíciles de alcanzar, pues contienenlos datos más activos. Recuerda la regla de que lo que al auditor le cuesta trabajo encontrar, el analizador del paciente lo encontró difícil de alcanzar.

Aquí hay una lista de cadenas -de ninguna manera todas las cadenas posibles- encontradas en un caso que se había tenido por "normal" durante treinta y seis años de vida:
Cadena de coito: padre. Primer incidente en cigoto. Cincuenta y seis incidentes subsecuentes. Dos modalidades: padre borracho y padre sobrio.
Cadena de coito: amante. Primer incidente en embrión. Dieciocho incidentes subsecuentes. Todos dolorosos debido al entusiasmo del amante.
Cadena de estreñimiento. Primer incidente en cigoto. Cincuenta y un incidentes subsecuentes. entes. Cada incidente creando alta presión sobre la criatura.
Cadena de ducha. Primer incidente en embrión. Veintiún incidentes subsecuentes. Una ducha cada día hasta el retraso del período; todas en el cuello del útero.
Cadena de náuseas. Primer incidente en embrión. Cinco incidentes subsecuentes. Tres resfriados. Un caso de gripe. Un ataque de vómito: resaca.
Cadena de mareos matutinos. Primer incidente en embrión. Treinta y dos incidentes subsecuentes.
Cadena de anticonceptivos. Primer incidente en cigoto. Un incidente. Cierta sustancia pastosa en el cuello del útero.
Cadena de peleas. Primer incidente en embrión. Treinta y ocho incidentes subsecuentes. Tres caídas, gritos, no hay golpes.
Intento de aborto quirúrgico. Primer incidente en embrión. Veintiún incidentes subsecuentes.
Intento de aborto con ducha. Primer incidente en feto. Dos incidentes. Uno utilizando pomada; uno utilizando Lysol (Tr.: una marca registrada para un liquido antiséptico y desinfectante. Ref. The American Heritage Dictionary); muy fuertes.
Intento de aborto con presión. Primer incidente en feto. Tres incidentes. Uno, el padre sentándose sobre la madre. Dos, la madre saltando desde cajas.
Cadena de' hipo. Primer incidente en feto. Cinco incidentes.
Cadena de accidentes. Primer incidente en embrión. Dieciocho incidentes. Diversas caídas y choques.
Cadena de masturbación. Primer incidente en embrión. Ochenta incidentes con éxito. Madre masturbándose con los dedos, sacudiendo al niño y lastimando al niño con el orgasmo.
Cadena de médico. Primer incidente en el primer retraso de período. Dieciocho visitas. Examen médico doloroso, pero el médico es un aliado al descubrir que la madre intentaba abortarlo y regañarla fuertemente.
Dolores prematuros de parto. Tres días antes del nacimiento real.
Nacimiento. Instrumental. Veintinueve horas de parto.

El que la madre hablara entre dientes ocasionó que hubiese que borrar una buena cantidad de material que se sumó al resto de la vida del paciente. Este fue un caso de 500 horas, no sónico, con recuerdos imaginarios que tuvieron que eliminarse con el descubrimiento de fábricas de mentiras antes de poder obtener los datos anteriores.

Hay otras cadenas posibles, pero se eligió este caso debido a que contiene las cadenas normales encontradas. El amante de la madre no es muy infrecuente, desafortunadamente, pues aporta el factor clandestino a un caso en tal medida que cuando el caso parece muy, muy secreto, parecerá indicar la presencia de uno o dos amantes. Pero no se los sugieras a un preclaro, pues podría utilizarlos para evitarlo.

 

Lo que no se debe hacer en Dianética.

No des a ningún paciente una sugestión imperativa como terapia en sí o para ayudar a la terapia.
No dejes de dar un cancelador al principio de cada sesión y de usarlo al final de cada sesión.
Nunca digas al paciente que él puede "recordar esto en tiempo presente", porque el somático vendrá a tiempo presente, y eso es muy incómodo.
Nunca, nunca, nunca, nunca, digas a un paciente que él puede recordar en tiempo presente todo lo que le ha sucedido, porque eso agrupa todo en tiempo presente si el paciente ha caído en trance profundo. Y esto hace necesario desenredar todo un caso. ¿Quieres desperdiciar doscientas horas?
Nunca te vengues en modo alguno cuando un paciente se enoje contigo estando en evocación. Sigue el código del auditor. Si te enfadas con él, puedes lanzarlo a una apatía que te llevará muchas horas deshacer.
No evalúes datos o digas al paciente qué anda mal en él.
Nunca te jactes. Si el preclaro es tu esposa, esposo o hijo, no insistas en que la frase favorita de las riñas provenía de un engrama. ¡Por supuesto que provenía!
No pongas en duda la validez de los datos. Mantén tus reservas para ti mismo. Sopesa la información para tu propia orientación. Si el paciente ignora lo que piensas, los engramas jamás tendrán la ocasión de evadirse.
Nunca traigas al paciente de golpe a tiempo presente sólo porque él te pida que lo hagas. Si está en medio de un engrama, la única salida es atravesarlo. El poder del engrama es leve cuando al paciente se le retorna a él. Se fortalece cuando el paciente viene a tiempo presente. Si se le trae repentinamente al presente, tendrá un choque nervioso.
Nunca te asustes, no importa cómo pueda retorcerse o chillar el paciente. Nada de esto es grave, aunque a veces sí es dramático.
Jamás prometas aclarar un caso; promete solamente liberarlo. Puede que tengas que ausentarte o trabajar en algo más urgente. Faltar a la promesa hecha a un preclaro hará que éste lo tome a mal.
No interfieras en la vida privada de un preclaro ni le des orientación. Dile que tome sus propias decisiones sobre lo que debe hacer.
No infrinjas el código del auditor. Está ahí para protegerte a ti, no sólo al preclaro. La terapia no puede dañarle si haces un trabajo a medias, y la mitad de él mal; infringir el código puede hacer que estés muy molesto, porque serás un blanco para el preclaro, y te va a costar considerable trabajo extra.
No dejes los engramas a medio reducir cuando el archivero te los entregue.
No empieces a inventar sobre la Dianética hasta que hayas resuelto por lo menos un caso. Y no te pongas a inventar demasiado hasta que hayas trabajado un caso que tenga sónico, un caso con cierre sónico y un caso con sónico imaginario. Aclara éstos, y sabrás. Y te habrás encontrado con suficientes engramas como para tener algunas ideas que puedan ser de gran valor para la Dianética. Si no tienes ideas después de eso y de que tú mismo estés en terapia y hayas sido aclarado, algo anda mal. La Dianética es una ciencia en expansión; pero no la expandas tú hasta saber porqué camino va.
No mezcles gasolina con alcohol, o Dianética con otra terapia, excepto la puramente médica administrada por un médico profesional.
No hagas que un caso se enrede y después lo lleves a un psiquiatra que no sabe nada de Dianética. Sólo la Dianética puede desenredar a la Dianética; y los métodos de ayer no ayudarán a tu paciente en lo más mínimo cuando todo lo que necesita es otra pasada por aquello de lo que le sacaste demasiado rápido. Armate de valor y reenvíale de nuevo a través del incidente. En Dianética, el caso que hoy tiene la crisis nerviosa más obvia es el ser más alegre de mañana.
No renuncies, no te sientas frustrado. Simplemente sigue recorriendo engramas. Y un día tendrás un liberado. Y otro día tendrás un claro.

 

Tipos de somáticos

Existen dos clases de somáticos: los que pertenecen estrictamente al paciente y los que pertenecen a su madre o a alguna otra persona. Los primeros realmente sucedieron, también los segundos. Pero el paciente no debería tener los somáticos de su madre. Si los tiene, si se le encuentra quejándose de dolores de cabeza cada vez que a su madre le duela la cabeza, hay un engrama muy antiguo que dice que él debe tener cualquier cosa que ella tenga: "El bebé es parte de mí", "quiero que él sufra lo que yo sufro", etc. O bien la frase puede ser algo completamente malentendido, tomado literalmente. Sin embargo, esto "sale con el lavado" y no debe preocupar mucho al auditor.
 
"Inconsciencia"

Aunque nos hemos ocupado de la "inconsciencia" en otra parte de diversas formas, en la terapia tiene dos manifestaciones especiales: el bostezo y el "boil-off".

El engrama de dolor físico contiene "inconsciencia" profunda, y si va a desaparecer, especialmente en el área básica, se va en bostezos. Después de un primer o segundo relato, el paciente empieza a bostezar. Estos bostezos están conectando su analizador.

En un engrama muy grave -un electrochoque prenatal recibido por la madre- hubo cinco horas de "boiloff" de "inconsciencia" durante la terapia. El choque duró menos de un minuto, pero llevó al individuo tan cerca de la muerte que cuando se contactó con el incidente por primera vez en la terapia estuvo mareándose y haciéndose un lío, tuvo sueños extraños, murmuró y refunfuñó durante cinco horas. Eso es un récord. Cuarenta y cinco minutos de este "boil-off" son raros. Cinco o diez minutos son frecuentes.

El auditor llevará al paciente a un área. No aparece ningún somático. Pero el paciente empieza a amodorrarse, cayendo en una extraña clase de sueño. De vez en cuando despierta a medias, murmura algo, generalmente estupideces, se vuelve a despertar con un sueño, y normalmente da la apariencia de no estar progresando. Pero se está haciendo progreso. Está saliendo a la superficie un período en el que él estaba casi muerto. Pronto se presentará un somático y el paciente recorrerá un engrama varias veces obedeciendo la orden, bostezará un poco y luego se despejará. Tal cantidad de "inconsciencia" bastaba para mantener cerradas nueve décimas partes de su analizador cuando estaba despierto, pues, si estaba cerca del básico, formaba parte de todos los demás engramas. Cuando se libera un engrama así, con una "inconsciencia" tan profunda, se produce una notable mejoría en un caso, tal y como sucede a veces con un engrama de emoción dolorosa.

Depende del auditor el llegar hasta el final sin importar el tiempo que lleve. A un auditor no aclarado puede producirle mucho sueño observar todo esto, pero deberá hacerlo. Muy raras veces se topará con uno que dure una hora, pero todo caso tiene un período así que dura de diez minutos a media hora.

De vez en cuando, él debe estimular al paciente y tratar de que pase por el engrama. Hay una forma muy especial de estimular a un paciente: no toques su cuerpo, pues esto podría ser altamente reestimulante y trastornarle mucho. Toca sólo las plantas de sus pies con la mano o con tus propios pies, y tócalas lo justo para captar su atención por un momento. Esto hace que continúe el "boil-off" e impide que el paciente caiga en el sueño normal.

Un auditor inexperto puede confundir el "boil-off" con una orden engrámica de dormirse. Sin embargo, si el auditor observa con cuidado al paciente, verá que en el "boil-off" el paciente tiene todo el aspecto de estar drogado, mientras que en una orden de dormirse, simplemente se queda dormido y lo hace con la mayor tranquilidad. El "boil-off" es un poco agitado, lleno de murmullos, balbuceos y sueños. Dormir es suave.

Una orden engrámica de dormirse, actuando sobre el preclaro retornado, se viola enviando la banda somática al momento en que se da la orden de dormirse. Si el preclaro contacta con él y lo repasa, rápidamente despertará en la línea temporal y continuará con la terapia.

El "boil-off" puede estar lleno de bostezos, murmullos y gruñidos. Dormir, por lo general, se hace tranquila y apaciblemente.

No está muy claro porqué se le llama a esto un boi!off y porqué les gusta este término a los auditores. Originalmente, y de manera seria, esto se denominaba "reducción comatosa ", pero esta erudición ha perdido aceptación por el hecho de que nunca se ha utilizado.

Si eres aficionado a escuchar sueños, encontrarás gran cantidad de ellos en el "boil-off". Como las imágenes en el desierto son distorsionadas por las sinuosas ondas de calor, así el velo de la "inconsciencia" distorsiona las órdenes engrámicas para el analizador.

 

Candados

Una de las bendiciones de la naturaleza es que el candado necesita una atención mínima. Un candado es un incidente que, con carga o sin carga, está en el recuerdo consciente, y el cual parece ser el motivo de que el aberrado esté aberrado. Tal vez esto fue otro modo en que el banco se protegió a sí mismo. Un candado es un momento de malestar mental que no contiene dolor físico ni pérdida grave. Un regaño, una desgracia social: esas cosas son candados. Cuálquier caso tiene miles y miles de candados. El auditor los descubrirá en abundancia si se molesta en perder tiempo buscándolos. El tratamiento de estos candados fue la meta principal de un viejo arte conocido como "hipnoanálisis". La mayoría de ellos pueden ser reducidos.

La activación de un engrama tiene lugar en alguna fecha posterior al momento en que se recibió realmente el engrama. El momento de activación contiene reducción analítica debido a agotamiento o enfermedad leve. Se produjo una situación similar a la del engrama, que contenía "inconsciencia" y que activó el engrama. Este es un candado primario. Romperlo, si puede encontrarse, produce el efecto de desactivar el engrama. Pero se puede considerar una pérdida de tiempo, aun cuando tenga cierto valor terapéutico y fuera usado, sin comprensión, por algunas escuelas del pasado.

Si un auditor quiere saber cómo estaba reaccionando el caso a la vida, puede encontrar algunos de estos miles y miles de candados y examinarlos. Pero ése es probablemente todo el interés que tiene en ellos, pues los candados se descargan. Se descargan automáticamente en el momento en que es borrado el engrama que los está soportando. Una vida completa se reequilibra cuando los engramas se van, y los candados no necesitan tratamiento. Tampoco el preclaro -ahora aclarado- necesita educación sobre cómo pensar; esto es un proceso automático, al igual que la eliminación de candados.

Estos candados se encuentran algunas veces entre los engramas. El preclaro puede estar muy sumergido en el área prenatal y de repente piensa en una ocasión cuando tenía veinte años o, como es frecuente en la terapia, piensa acerca de un engrama que oyó de otra persona. Esta es una buena pista. No prestes más atención al candado; encuentra el engrama al que está unido, pues hay un engrama justo a su lado. En los sueños, estos candados salen del banco en forma distorsionada en torrente, complicando el sueño.

 

El caso de un júnior

No cojas el caso de un júnior como tu primer caso si puedes evitarlo. Si el padre se llamaba Jorge y el paciente se llama Jorge, ten cuidado con los problemas. El banco de engramas toma a Jorge por Jorge, y eso es pensamiento identificativo de lujo.

La madre dice: "¡Odio a Jorge!"; "eso significa Jorge júnior", dice el engrama, aunque la madre se refería al padre. "Jorge es un insensato". "Jorge no debe saberlo". "Jorge, ojalá tuvieras algún atractivo sexual, pero no lo tienes". Y así van los engramas. El caso de un júnior rara vez es fácil.

Es costumbre sentir escalofríos en Dianética al pensar en encargarse del caso de un júnior. Se puede esperar que un auditor trabaje como un negro cuando tiene el caso que no tiene sónico, que se encuentra fuera de la línea temporal y que se llama como su padre o su madre. Esos casos se resuelven, por supuesto; pero si los padres supieran lo que les hicieron a los niños al ponerles cualquier nombre que podría aparecer en el banco de engramas, como el nombre de los padres o de los abuelos o amigos, es seguro que la costumbre desaparecería de inmediato.

 

Reestimulando al engrama

"Pide con la suficiente frecuencia y recibirás", siempre es cierto al trabajar sobre el banco de engramas. Simplemente retornando a un área las veces suficientes, los engramas aparecerán. Si no está ahí hoy, estará ahí mañana. Pero sí no está ahí mañana, estará ahí pasado mañana, etc. Las descargas emocionales se localizan con más certeza pidiéndolas una y otra vez, retornando al paciente por la parte de la línea temporal donde se espera que esté la carga. Lo que la técnica repetitiva no logrará hacer, se puede hacer retornando al paciente, sesión tras sesión, a una porción de su vida. Más tarde o más temprano, saldrá a la vista.

 

Períodos de la vida y gente ocluidos

Se encontrarán ocluidas áreas completas de la línea temporal. Estas contienen supresores en forma de órdenes engrámicas, computaciones de aliados y emoción dolorosa. Las personas pueden desaparecer de la vista completamente por estas razones. Salen a la vista después de que se han retirado unos pocos engramas en el área básica, o cuando ésta ha sido expuesta como se ha visto antes.

El cambio de valencia se utiliza raras veces, excepto cuando se sospecha que hay un engrama en el que el paciente no podrá entrar de otra forma. Con frecuencia, él abordará el engrama con cambio de valencia, cuando no quiera hacerlo siendo él mismo. El cambio de valencia es un tanto indeseable cuando se emplea en un sujeto sugestionable, puesto que viola la regla dianética de no usar ninguna sugestión imperativa excepto cuando sea absolutamente necesario para retornar, relatar y descubrir datos. Por lo tanto, el cambio de valencia se utiliza pocas veces, y raramente en una persona sugestionable. Debe considerarse un último recurso, y practicarse sólo cuando el preclaro sea total y absolutamente incapaz de confrontar y atacar un engrama de cuya presencia esté seguro el auditor; y estoo sucede raras veces.

Comatoso -sa: relativo al coma (un período de inconsciencia profunda y prolongada que proviene generalmente de una herida o enfermedad grave).

 

 

Capítulo NUEVE:

Mecanismos y aspectos de la terapia

Primera parte

(Tres)

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