EL CUERPO INTERIOR
EL PODER DEL AHORA
- ECKHART TOLLE
CAPÍTULO
SEIS
SU YO MÁS PROFUNDO ES SER
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Usted habló antes sobre tener raíces
profundas interiores o habitar el cuerpo ¿Puede explicar qué
quería decir con eso?
El cuerpo puede volverse un
punto de acceso al reino del Ser. Expliquemos esto más
profundamente ahora.
Todavía no estoy seguro del todo si
entiendo plenamente lo que usted quiere decir con Ser.
"¿El
agua? ¿Qué quiere decir con eso? No lo entiendo". Eso es lo que diría un
pez si tuviera mente humana.
Por
favor, deje de intentar entender al Ser. Usted ya ha tenido destellos
significativos del Ser, pero la mente siempre tratará de meterlo en una
cajita y después ponerle una etiqueta. Eso no se puede hacer. No puede
volverse un objeto de conocimiento. En el Ser el sujeto y el objeto se
mezclan en una sola cosa.
El
Ser puede percibirse como el yo soy siempre presente que está más allá
del nombre y la forma.
Sentir y por lo tanto saber que usted es y morar en ese estado
profundamente arraigado es la iluminación, es la verdad que Jesús dice
que nos hará libres.
¿Libres de qué?
Libres de la ilusión de que no somos más que el cuerpo físico y la mente.
Esta "ilusión del yo" como la llama el Buda, es el error fundamental.
Libres del miedo en sus innumerables disfraces, como consecuencia
inevitable de esa ilusión, el miedo que es su termómetro constante
mientras derive su sentido de sí mismo sólo de esta forma efímera y
vulnerable. Y libres del pecado, que es el sufrimiento que usted se
inflige inconscientemente a sí mismo y a los demás mientras este sentido
ilusorio de sí mismo gobierne lo que piensa, dice y hace.
MIRE MÁS ALLÁ DE LAS PALABRAS
No
me gusta la palabra pecado. Implica que se me juzga y se me encuentra
culpable.
Puedo
entender eso. Durante siglos, se han acumulado muchos puntos de vista e
interpretaciones erróneas alrededor de palabras como pecado, debido a la
ignorancia, a los malos entendidos o al deseo de controlar, pero
contienen un centro esencial de verdad. Si usted es incapaz de mirar más
allá de tales interpretaciones y por tanto no puede reconocer la
realidad a la que apunta la palabra, entonces no la use. No se atasque
en el nivel de las palabras. Una palabra no es más que un medio para
llegar a un fin. Es una abstracción. De forma parecida a un poste
indicador, señala algo más allá de sí misma. La palabra miel no es
miel. Usted puede estudiar y hablar de la miel todo el tiempo que
quiera, pero no la conocerá realmente hasta que la pruebe. Después
de haberla probado, la palabra se vuelve menos importante para usted.
Usted no se apegará ya a ella. Similarmente, usted puede hablar o pensar
en Dios continuamente durante el resto de su vida ¿pero significa eso
que conoce o ha tenido siquiera un destello de la realidad a la que se
refiere la palabra? En realidad no es más que un apego obsesivo a un
poste indicador, un ídolo mental.
También se aplica el sentido contrario. Si, por cualquier razón, a
usted le desagradara la palabra miel, eso le impediría probarla. Si
usted tuviera una fuerte aversión a la palabra Dios, lo que es una forma
negativa del apego, usted podría estar negando no sólo la palabra sino
también la realidad que señala. Usted estaría separándose de la
posibilidad de experimentar esa realidad. Todo esto está, por supuesto,
intrínsecamente relacionado con estar identificado con su mente.
Así
que, si una palabra ya no funciona para usted, abandónela y reemplácela
por otra que sirva. Si no le gusta la palabra pecado, entonces llámelo
inconsciencia o locura. Esto puede acercarlo a la verdad, a la realidad
que hay detrás de la palabra, más que una palabra como pecado, que ha
sido mal usada durante mucho tiempo, y que al mismo tiempo deje poca
posibilidad de culpa.
Tampoco me gustan esas palabras. Implican que hay algo mal en mí. Se me
juzga.
Por
supuesto que hay algo mal en usted, y no está siendo juzgado.
No
pretendo ofenderlo personalmente, ¿pero no pertenece a la raza que ha
matado más de cien millones de miembros de su especie solamente en el
siglo XX?
¿Usted habla de culpa por analogía?
No
es una cuestión de culpa. Pero mientras esté dominado por la mente
egotista, usted forma parte de la locura colectiva. Quizá no ha
observado muy profundamente la condición humana en su estado de
dependencia de la mente egotista. Abra los ojos y observe el miedo, la
desesperación, la avidez y la violencia que invaden todo. Observe la
horrible crueldad y el sufrimiento en una escala inimaginable que los
seres humanos han infligido y continúan infligiendo tanto unos a otros
como a las demás formas de vida del planeta. No necesita condenar.
Simplemente observe. Ese es el pecado. Esa es la locura. Esa es la
inconsciencia. Sobre todo, no olvide observar su propia mente. Busque la
raíz de la locura allí.
ENCONTRAR SU REALIDAD INVISIBLE E INDESTRUCTIBLE
Usted
dijo que la identificación con nuestra forma física es parte de la
ilusión, así pues ¿cómo puede el cuerpo, la forma física, llevar al
descubrimiento del Ser?
El
cuerpo que usted puede ver y tocar no puede llevarlo al Ser. Pero
este cuerpo visible y tangible es sólo nuestra cáscara exterior, o más
bien una percepción limitada y distorsionada de una realidad más
profunda. En su estado natural de unión con el Ser, esta realidad
más profunda puede sentirse en todo momento como el cuerpo interior, la
presencia animadora que hay en su interior.
Así pues, "habitar el cuerpo" es sentir
el cuerpo desde adentro, sentir la vida dentro del cuerpo y por lo tanto
llegar a saber que usted existe más allá de la forma externa.
Pero esto es sólo el comienzo de un viaje interior que lo llevará aún
más profundamente a un reino de gran quietud y paz, pero al mismo tiempo
de gran poder y vida vibrante.
Al principio, usted puede tener sólo destellos fugaces de ello, pero por
medio de ellos empezará a darse cuenta de que no es solamente un
fragmento insignificante en un universo ajeno, suspendido brevemente
entre el nacimiento y la muerte, con la posibilidad sólo de breves
placeres seguidos de dolor y por último de la aniquilación. Bajo su
forma exterior, usted está conectado con algo tan vasto, tan
inconmensurable y sagrado que no puede concebirse ni expresarse, sin
embargo estoy hablando de ello ahora. Estoy hablando de ello, no para
darle algo en que creer sino para mostrarle cómo puede usted
conocerlo por sí mismo.
Usted
está separado del Ser mientras su mente toma toda su atención. Cuando
esto ocurre -y ocurre continuamente para la mayoría de las personas-
usted no está en su cuerpo. La mente absorbe toda su conciencia y la
transforma en material mental. Usted no puede dejar de pensar. El
pensamiento compulsivo se ha convertido en una enfermedad colectiva.
Todo su sentido de quién es usted se deriva entonces de la actividad de
la mente. Su identidad, puesto que ya no está arraigada en el Ser, se
convierte en un constructor mental vulnerable y siempre necesitado, que
crea el miedo como la emoción subyacente predominante. Lo único que
verdaderamente importa está entonces ausente de su vida:
la conciencia de su ser más profundo, su
realidad invisible e indestructible.
Para
llegar a ser consciente del Ser usted tiene que recuperar conciencia de
la mente.
Esta es una de las tareas más esenciales en su viaje espiritual.
Liberará grandes cantidades de conciencia que habían estado atrapadas
antes en un pensamiento inútil y compulsivo. Una forma muy efectiva
de hacer esto es simplemente alejar su atención del pensamiento y
dirigirla al cuerpo, donde el Ser puede sentirse en primera instancia
como el campo de energía invisible que da vida a lo que usted percibe
como el cuerpo físico.
CONECTARSE CON EL CUERPO INTERIOR
Por
favor, inténtelo ahora. Para esta práctica puede ayudarle cerrar
los ojos. Más tarde, cuando "estar en el cuerpo" se haya vuelto natural
y fácil, ya no será necesario. Dirija su atención al cuerpo. Siéntalo
desde dentro. ¿Está vivo? ¿Hay vida en sus manos, en sus brazos, piernas
y pies? ¿En su abdomen, en su pecho? ¿Puede sentir el sutil campo de
energía que impregna todo el cuerpo y da vida vibrante a cada órgano y a
cada célula? ¿Puede sentirlo simultáneamente en todas las partes del
cuerpo como un solo campo de energía? Siga concentrándose en la
percepción de su cuerpo interior por unos momentos. No comience a pensar
en él. Siéntalo. Cuanta más atención le preste, más clara y más fuerte
se hará esta sensación. Se sentirá como si cada célula estuviera más
viva y si usted tiene un fuerte sentido visual, puede tener una imagen
de que su cuerpo se vuelve luminoso. Aunque esa imagen puede ayudarlo
temporalmente, preste más atención a la sensación que a cualquier imagen
que pueda surgir. Una imagen, no importa lo poderosa o bella que sea,
está ya definida en una forma, así que hay menos oportunidad de penetrar
más profundamente.
La
percepción de su cuerpo interior carece de forma, de límites, es
insondable. Usted puede siempre profundizar más en él. Si no puede
sentir mucho en esta etapa, preste atención a lo que puede sentir. Quizá
hay sólo un ligero hormigueo en sus manos o pies. Es suficiente por el
momento. Concéntrese en la percepción. Su cuerpo está tomando vida.
Más adelante practicaremos algo más. Por favor abra los ojos ahora, pero
mantenga algo de su atención en el campo de energía interna del cuerpo
incluso mientras observa la habitación. El cuerpo interior está en el
umbral entre su identidad formal y su identidad esencial, su verdadera
naturaleza. Nunca pierda el contacto con él.
LA
TRANSFORMACIÓN A TRAVÉS DEL CUERPO
¿Por
qué la mayoría de las religiones han condenado o negado el cuerpo?
Parece que los que buscan la realización espiritual siempre han
considerado el cuerpo como un obstáculo o incluso como algo pecaminoso.
¿Por
qué tan pocos de los que buscan han encontrado?
En
el nivel del cuerpo los hombres están muy cerca de los animales. Todas
las funciones corporales básicas -placer, dolor, respiración, comida,
bebida, defecación, sueño, el impulso de buscar pareja y de procrear, y
por supuesto el nacimiento y la muerte- las compartimos con los
animales. Mucho tiempo después de su caída desde un estado de gracia y
unidad a la ilusión, los seres humanos despertaron súbitamente en lo que
parecía ser un cuerpo animal y encontraron esto muy molesto. "No te
engañes a ti mismo. No eres más que un animal". Esta parecía ser la
verdad que les miraba a la cara. Pero era demasiado perturbadora para
tolerarla. Adán y Eva vieron que estaban desnudos y tuvieron miedo. La
negación inconsciente de su naturaleza animal se estableció muy
rápidamente. La amenaza de que podían ser dominados por fuerzas
instintivas poderosas y volver a una inconsciencia completa era
ciertamente muy real. Aparecieron la vergüenza y los tabúes acerca de
ciertas partes del cuerpo y ciertas funciones corporales, especialmente
la sexualidad. La luz de su conciencia no era todavía suficientemente
fuerte para tener amistad con su naturaleza animal, para permitirle ser
e incluso gozar ese aspecto de sí mismos, no digamos profundizar para
encontrar lo divino oculto en ella, la realidad dentro de la ilusión.
Así pues, hicieron lo que tenían que hacer. Comenzaron a disociarse de
su cuerpo. Ahora se veían a sí mismos como teniendo un cuerpo, en lugar
de simplemente ser un cuerpo.
Cuando surgieron las religiones, esta disociación se volvió aún más
pronunciada como la creencia de que "tú no eres tu cuerpo". Innumerables
personas en Oriente y Occidente a través de los tiempos han tratado de
encontrar a Dios, la salvación o la iluminación por medio de la negación
del cuerpo. Esta tomó la forma de negación de los placeres de los
sentidos y de la sexualidad en particular, el ayuno y otras prácticas
ascéticas. Incluso se infligían dolor corporal en un intento por
debilitarlo o castigarlo ya que lo consideraban pecaminoso. En la
Cristiandad esto solía llamarse la mortificación de la carne. Otros
intentaron escapar del cuerpo entrando en estados de trance o buscando
experiencias extracorporales. Muchos aún lo hacen. Incluso se dice que
el Buda practicó la negación del cuerpo por el ayuno y otras formas
extremas de ascetismo durante seis años, pero no alcanzó la iluminación
hasta después de abandonar esta práctica.
El
hecho es que nunca nadie ha llegado a ser iluminado negando o luchando
contra el cuerpo o por medio de una experiencia extracorporal. Aunque
una experiencia de este tipo puede ser fascinante y darle a usted un
atisbo del estado de liberación de la forma material, finalmente siempre
tendrá que volver al cuerpo, donde ocurre el trabajo esencial de
transformación. La transformación
ocurre a través del cuerpo, no lejos de él. Por eso ningún maestro
verdadero ha defendido nunca luchar contra el cuerpo o negarlo,
aunque sus seguidores basados en la mente lo han hecho a menudo.
De
las enseñanzas antiguas concernientes al cuerpo, sólo sobreviven ciertos
fragmentos, tales como la afirmación de Jesús de que "Todo vuestro
cuerpo se llenará de luz", o sobreviven como mitos, como la creencia de
que Jesús nunca abandonó su cuerpo, sino que permaneció unido a él y
ascendió al "cielo" con él. Casi nadie hasta ahora ha comprendido estos
fragmentos o el significado oculto de ciertos mitos y la creencia de que
"tú no eres tu cuerpo" ha prevalecido universalmente, llevando a la
negación del cuerpo y a los intentos por escapar de él. Así,
innumerables buscadores no han podido alcanzar la realización espiritual
y llegar a encontrar lo que buscaban.
¿Es
posible recuperar las enseñanzas perdidas sobre la significación del
cuerpo o reconstruirlas a partir de los fragmentos existentes?
No
hay necesidad de hacerlo. Todas las enseñanzas espirituales se originan
en la misma Fuente. En ese sentido, hay y siempre ha habido sólo un
maestro, que se manifiesta en formas muy diferentes. Yo soy ese maestro
y también lo es usted, una vez que pueda acceder a la Fuente
interior. Y el camino hacia ella es a través del cuerpo interior.
Aunque todas las enseñanzas espirituales se originan en la misma Fuente,
una vez que se verbalizan y se escriben, obviamente no son más que
colecciones de palabras, y una palabra no es más que un poste indicador,
como hemos dicho antes. Todas estas enseñanzas son guías que señalan el
camino de retorno a la Fuente.
Ya
he hablado de la Verdad que está escondida dentro de su cuerpo, pero
resumiré de nuevo las enseñanzas perdidas de los maestros, así que aquí
tiene otro poste indicador. Por favor, propóngase sentir su cuerpo
interior mientras lee.
EL SERMÓN SOBRE EL CUERPO
Lo
que usted percibe como una estructura física densa llamada el cuerpo,
que está sujeta a la enfermedad, a la vejez y a la muerte, no es usted.
Es una percepción errónea de su realidad esencial que está más allá del
nacimiento y la muerte y se debe a las limitaciones de su mente que,
habiendo perdido contacto con el Ser, crea el cuerpo como evidencia de
su creencia ilusoria en la separación y para justificar su estado de
miedo. Pero no se aparte del cuerpo, porque en este símbolo de
impermanencia, limitación y muerte que usted percibe como la creación
ilusoria de su mente
está escondido el esplendor de su realidad esencial e inmortal.
No dirija su atención a ninguna otra
parte en su búsqueda de la Verdad, porque no la va a encontrar en
ninguna otra parte sino dentro de su cuerpo.
No
luche contra el cuerpo, porque al hacerlo está luchando contra su propia
realidad. Usted es su cuerpo. El cuerpo que usted puede ver y tocar es
sólo un delgado velo ilusorio. Bajo él yace el cuerpo interior
invisible, la puerta de entrada al Ser, a la Vida no Manifestada. A
través del cuerpo interior usted está unido inseparablemente a esta
Vida única no manifestada, sin nacimiento, sin muerte, eternamente
presente. A través del cuerpo interior usted es uno con Dios por
siempre.
TENGA RAÍCES INTERIORES PROFUNDAS
La
clave es estar en un estado de conexión permanente con su cuerpo
interior, sentirlo en todo momento.
Esto dará rápidamente profundidad a su vida y la transformará.
Cuanta más conciencia dirija hacia el cuerpo interior, más alta se
vuelve la frecuencia de vibraciones, muy similar a una luz que
se vuelve más brillante según usted suba el botón regulador y aumente
así el flujo de electricidad. A este nivel de energía más alto,
la negatividad no puede afectarlo ya y usted tiende a atraer nuevas
circunstancias que reflejan esa frecuencia más alta.
Si
usted mantiene su atención en el cuerpo lo más posible, estará anclado
en el Ahora.
No se perderá en el mundo externo ni en su mente. Los pensamientos y las
emociones, los miedos y los deseos, pueden estar aún ahí en cierta
medida, pero no lo dominarán.
Por
favor, examine dónde está su atención en este momento. Usted me está
escuchando o está leyendo estas palabras en un libro. Ese es el punto de
su atención. También es consciente periféricamente de lo que le rodea,
de las demás personas, etc. Además puede haber cierta actividad de la
mente sobre lo que usted está oyendo o leyendo, algún comentario mental.
Sin embargo no hay necesidad de que nada de esto absorba toda su
atención. Observe si puede estar en contacto con su cuerpo interior al
mismo tiempo, Conserve parte de su atención dentro. No la deje fluir
afuera. Sienta la totalidad de su cuerpo desde dentro, como un único
campo de energía. Es casi como si estuviera escuchando o leyendo con
todo su cuerpo. Practique esto en los próximos días o semanas.
No
conceda toda su atención a la mente y al mundo exterior. Concéntrese
por todos los medios en lo que está haciendo, pero sienta el cuerpo
interior al mismo tiempo siempre que sea posible. Permanezca
arraigado en su interior. Entonces observe cómo cambia su estado de
conciencia y la calidad de lo que está haciendo. Siempre que esté
esperando, dondequiera que sea, emplee ese tiempo en sentir el cuerpo
interior. De esta forma los embotellamientos de tráfico y las colas se
vuelven muy agradables. En lugar de proyectarse fuera del Ahora, entre
más profundamente en él al profundizar más en el cuerpo.
El
arte de la conciencia del cuerpo interior se desarrollará en un modo de
vivir completamente nuevo, un estado de unión permanente con el Ser y
añadirá una profundidad a su vida que no ha conocido antes.
Es
fácil permanecer presente como el observador de su mente cuando está
profundamente arraigado en su cuerpo. No importa lo que ocurra en el
exterior, nada puede hacerlo temblar ya.
A
menos que usted esté presente -y habitar su cuerpo es siempre un aspecto
esencial en ello- continuará siendo dominado por su mente. El guión que
hay en su cabeza y que aprendió hace mucho tiempo, el condicionamiento
de su mente, decidirá su pensamiento y su conducta. Puede que usted se
libre de él por breves intervalos, pero rara vez por mucho tiempo. Esto
es especialmente cierto cuando algo "anda mal" o hay alguna pérdida o un
trastorno. Su reacción condicionada será entonces involuntaria,
automática y predecible, alimentada por la única emoción básica que
subyace en el estado de conciencia de identificación con la mente: el
miedo.
Así
que cuando lleguen esos retos, como siempre llegan, convierta en un
hábito entrar dentro de usted de inmediato y concentrarse lo más que
pueda en el campo de energía interior de su cuerpo. Esto no tiene
que tomar mucho tiempo, sólo unos segundos. Pero necesita hacerlo en el
momento en que se presenta el reto. Cualquier demora permitirá que surja
una reacción mentalemocional condicionada y se apodere de usted.
Cuando usted se concentra en su interior y siente el cuerpo interior,
inmediatamente se vuelve tranquilo y presente pues está retirando la
conciencia de la mente. Si se requiere una respuesta en esa situación,
vendrá de este nivel más profundo. Lo mismo que el sol es
infinitamente más brillante que la llama de una vela,
hay infinitamente más inteligencia en el
Ser que en su mente.
Mientras esté en contacto consciente con su cuerpo interior, usted es
como un árbol que está profundamente arraigado en la tierra, o un
edificio con cimientos profundos y sólidos.
La última analogía es usada por Jesús en la parábola generalmente mal
entendida de los dos hombres que construyeron una casa. Un hombre la
construye en la arena, sin cimientos y cuando llegan las tormentas y las
inundaciones, la casa es barrida. El otro hombre cava profundamente
hasta que encuentra roca, entonces construye su casa, que no es
arrastrada por las inundaciones.
ANTES DE ENTRAR EN EL CUERPO, PERDONE
Me
sentí muy incómodo cuando traté de poner mi atención en el cuerpo
interior. Había una sensación de agitación o náusea. Por ello no he
podido experimentar eso de lo que habla.
Lo
que usted sintió fue una emoción que estaba ahí, de la que probablemente
no era consciente, hasta que empezó a prestar atención al cuerpo. A
menos que le preste atención antes, la emoción le impedirá tener acceso
al cuerpo interior, que está a un nivel más profundo bajo ella. Atención
no significa que empiece a pensar en ella. Significa solamente observar
la emoción, sentirla plenamente y así reconocerla y aceptarla como es.
Algunas emociones se identifican fácilmente: ira, temor, tristeza,
etcétera. Otras pueden ser mucho más difíciles de clasificar. Pueden ser
sólo vagas sensaciones de desasosiego, pesadez o encerramiento, a mitad
de camino entre una emoción y una sensación física. En cualquier caso,
lo que importa no es si usted puede ponerles una etiqueta mental, sino
si puede traer la sensación de la misma a la conciencia lo más posible.
La atención es la clave de la transformación y una atención plena
también implica aceptación. La atención es como un haz de luz, el poder
concentrado de su conciencia que lo transmuta todo en sí misma.
En
un organismo completamente funcional, una emoción tiene un lapso de vida
muy corto. Es como una pequeña arruga u ola en la superficie del Ser.
Cuando usted no está en su cuerpo, sin embargo, una emoción puede
sobrevivir en usted durante días o semanas o unirse con otras emociones
de frecuencia similar que se han fundido y se convierten en el cuerpo
del dolor, un parásito que puede vivir dentro de usted durante años,
alimentarse de su energía, llevar a la enfermedad física y hacer su vida
desdichada (vea el capítulo dos).
Así
pues, ponga su atención en sentir la emoción y compruebe si su mente se
está aferrando a un patrón de queja como la censura, la autocompasión o
el resentimiento, que alimentan la emoción. Si ese es el caso, significa
que usted no ha perdonado. La falta de perdón es a menudo hacia otra
persona o hacia usted, pero puede ser hacia cualquier situación o
condición -pasada, presente o futura- que su mente rehúsa aceptar.
Sí, puede haber falta de perdón incluso con relación al futuro. Este es
el rechazo de la mente a aceptar la inseguridad, a aceptar que el futuro
está en últimas más allá de su control. El perdón es abandonar la
queja y dejar ir la tristeza. Ocurre naturalmente una vez usted se
da cuenta de que su queja no tiene ningún propósito excepto fortalecer
un falso sentido de uno mismo. El perdón es no ofrecer resistencia a
la vida, permitir a la vida vivir a través de usted. Las
alternativas son el dolor y el sufrimiento, un flujo de energía vital
muy restringido y en muchos casos, la enfermedad física.
En
el momento en que usted de verdad perdona, ha recuperado el poder que
estaba en su mente. La falta de perdón es la misma naturaleza de la
mente, igual que el falso ser hecho por la mente, el ego, no puede
sobrevivir sin lucha y conflicto. La mente no puede perdonar. Sólo
usted puede. Usted se hace presente, entra en su cuerpo, siente la paz y
quietud vibrantes que emanan del Ser. Por eso Jesús dijo: "Antes de
entrar en el templo, perdonen".
SU
VÍNCULO CON LO NO MANIFESTADO
¿Cuál
es la relación entre la presencia y el cuerpo interior?
La
presencia es conciencia pura,
conciencia reclamada a la mente, al mundo de la forma. El cuerpo
interior es su vínculo con lo No Manifestado y en su aspecto más
profundo es lo No Manifestado: la Fuente de la cual emana la
conciencia como la luz emana del sol. La conciencia del cuerpo interior
es la conciencia que recuerda su origen y retorna a la Fuente.
¿Lo
No Manifestado es lo mismo que el Ser?
Sí.
Las palabras No Manifestado intentan, por medio de la negación, expresar
Aquello que no puede ser expresado, pensado o imaginado. Apuntan a lo
que es, diciendo lo que no es. El Ser, por otra parte, es un término
positivo. Por favor, no se apegue a ninguna de esas palabras ni empiece
a creer en ellas. No son más que postes indicadores.
Usted dijo que la presencia es conciencia que se ha ganado a la mente.
¿Quién la recupera?
Usted.
Pero ya que en esencia usted es
conciencia, podríamos decir también que
es un despertar de la conciencia del sueño
de la forma. Esto no quiere decir que su propia forma se
desvanecerá instantáneamente en una explosión de luz. Usted
puede continuar teniendo su forma presente y sin embargo ser consciente
de lo que no tiene forma, que nunca muere y que está en lo profundo de
usted.
Debo
admitir que esto va mucho más allá de mi comprensión y sin embargo en
algún nivel profundo parece que sé de qué está usted hablando. Es más
una sensación que otra cosa. ¿Me estoy engañando a mí mismo?
No.
La sensación lo llevará más cerca a la verdad de quién es usted que el
pensamiento. No puedo decirle nada que en el fondo no sepa ya. Cuando
usted ha alcanzado cierto grado de unión interior, reconoce la verdad
cuando la oye. Si usted no ha alcanzado todavía esta etapa, la práctica
de la conciencia del cuerpo traerá la profundización necesaria.
HACER MÁS LENTO EL PROCESO DE ENVEJECIMIENTO
Mientras
tanto, la conciencia del cuerpo interior tiene otros beneficios en el
reino físico. Uno de ellos es una reducción significativa del ritmo de
envejecimiento del cuerpo físico.
Mientras que el cuerpo físico normalmente envejece y se debilita con
bastante rapidez, el cuerpo interior no cambia con el tiempo, excepto
que usted puede sentirlo más profundamente y convertirse en él más
plenamente. Si usted tiene veinte años ahora, el campo de energía de su
cuerpo interior se sentirá exactamente igual cuando tenga ochenta.
Seguirá siendo vibrantemente vivo. En cuanto su estado habitual cambie
de estar fuera del cuerpo y atrapado en la mente a estar dentro del
cuerpo y presente en el Ahora, su cuerpo físico se sentirá más liviano,
más claro, más vivo. Puesto que hay más conciencia en el cuerpo, su
estructura molecular de hecho se vuelve menos densa. Más
conciencia significa un debilitamiento de la ilusión de la materialidad.
Cuando usted se identifica más con este cuerpo interior que no
pertenece al tiempo, que con el cuerpo exterior, cuando la presencia se
vuelve su modo normal de conciencia y el pasado y el futuro no dominan
ya su atención, usted no acumula ya tiempo en su psique ni en las
células del cuerpo. La acumulación de tiempo como el peso psicológico
del pasado y el futuro inhabilita mucho la capacidad de las células para
autorregenerarse. Así que si usted habita el cuerpo interior, el cuerpo
exterior envejecerá a un ritmo mucho más lento, e incluso cuando lo
haga, su esencia sin tiempo brillará a través de la forma exterior y
usted no dará la apariencia de una persona vieja.
¿Hay
alguna evidencia específica de esto?
Pruébelo y usted será la evidencia.
FORTALECER EL SISTEMA INMUNOLÓGICO
Otro
beneficio de esta práctica en el reino físico es un gran fortalecimiento
del sistema inmunológico que ocurre cuando usted habita el cuerpo.
Cuanta más conciencia trae al cuerpo, más fuerte se vuelve el sistema
inmunológico. Es como si cada célula despertara y se alegrara.
Al cuerpo le encanta la atención que usted
le presta. Es también una potente forma de autocuración.
La mayoría de las enfermedades entran cuando usted no está presente en
su cuerpo. Si el amo no está presente en la casa, todo tipo de
personajes sombríos se alojarán en ella. Cuando usted habita su cuerpo,
será difícil que los huéspedes indeseados entren.
No
sólo su sistema inmunológico físico se fortalece;
su sistema inmunológico psíquico también se
refuerza enormemente. Este último lo protege a usted de
los campos negativos mentales y emocionales de los demás,
que
son muy contagiosos. Habitar el cuerpo lo protege a usted, no por medio
de un escudo, sino elevando la frecuencia vibratoria de todo su campo de
energía, de modo que todo lo que vibra a una frecuencia más baja como el
miedo, la ira, la depresión, etcétera, existe ahora en un nivel de
realidad virtualmente diferente. Ya no entra en su campo de conciencia o
si lo hace, usted no necesita ofrecerle ninguna resistencia porque pasa
derecho a través de usted. Por favor, no acepte o rechace simplemente lo
que estoy diciendo. Póngalo a prueba.
Hay
una meditación de autocuración simple, pero efectiva, que usted puede
hacer siempre que necesite elevar su sistema inmunológico. Es
particularmente efectiva si la usa cuando siente los primeros síntomas
de una enfermedad, pero también funciona con enfermedades que están ya
arraigadas si la practica frecuentemente con una concentración intensa.
También contrarrestará cualquier perturbación de su campo de energía por
alguna forma de negatividad. Sin embargo, no es un sustituto de la
práctica diaria de estar en el cuerpo; de lo contrario, sus efectos
serán sólo temporales. Aquí está.
Cuando usted no esté ocupado durante algunos minutos y especialmente
por la noche antes de quedarse dormido y por la mañana antes de
levantarse, "inunde" su cuerpo con conciencia. Cierre los ojos.
Acuéstese sobre la espalda. Escoja diferentes partes del cuerpo para
enfocar su atención, brevemente al comienzo: las manos, los pies, los
brazos, las piernas, el abdomen, el pecho, etcétera. Sienta la energía
vital en esas partes tan intensamente como pueda. Permanezca con cada
parte quince segundos más o menos. Después, deje que su atención corra
por el cuerpo como una ola unas cuantas veces, desde los pies a la
cabeza y en sentido contrario de nuevo. Esto no requiere más de un
minuto. Luego, sienta el cuerpo interior en su totalidad, como un único
campo de energía. Mantenga esa sensación durante unos minutos. Esté
intensamente presente durante ese tiempo, presente en cada célula de su
cuerpo. No se preocupe si la mente logra ocasionalmente arrastrar su
atención fuera del cuerpo y usted se pierde en algún pensamiento. En
cuanto note que ha ocurrido esto, simplemente vuelva su atención al
cuerpo interior.
DEJE
QUE LA RESPIRACIÓN LO INTRODUZCA EN EL CUERPO
A
veces, cuando mi mente ha estado muy activa, ha adquirido tanto impulso
que encuentro imposible apartar mi atención de ella y sentir el cuerpo
interior. Esto ocurre particularmente cuando entro en un patrón de
preocupación o ansiedad. ¿Tiene alguna sugerencia?
Si
en cualquier momento encuentra difícil entrar en contacto con el cuerpo
interior, suele ser más fácil enfocarse en su respiración primero. La
respiración consciente, que es una meditación poderosa en su propio
sentido, lo pondrá gradualmente en contacto con el cuerpo. Siga la
respiración con su atención, según entra y sale del cuerpo. Respire y
sienta su abdomen expandiéndose y contrayéndose ligeramente con cada
inhalación y exhalación. Si le resulta fácil visualizar, cierre los ojos
y véase a sí mismo rodeado de luz o sumergido en una sustancia luminosa,
un mar de conciencia. Entonces respire en esa luz. Sienta esa sustancia
luminosa llenando su cuerpo y volviéndolo luminoso también. Después
gradualmente concéntrese más en la sensación. Usted está ahora en su
cuerpo. No se aferre a ninguna imagen visual.
EL
USO CREATIVO DE LA MENTE
Si
usted necesita usar su mente para un propósito específico, úsela en
unión de su cuerpo interior. Sólo si usted es capaz de ser consciente
sin pensamiento, puede usar su mente creativamente, y la forma más fácil
de entrar en este estado es a través de su cuerpo. Siempre que se
necesite una respuesta, una solución o una idea creativa, deje de pensar
por un momento enfocando su atención en su campo interior de energía.
Tome conciencia de la quietud. Cuando vuelva a tomar el pensamiento,
será fresco y creativo. En cualquier actividad del pensamiento, vuelva
una costumbre ir y volver cada tanto entre el pensamiento y un tipo de
oído interior, una quietud interior. Podríamos decir: no piense sólo con
su cabeza, piense con todo su cuerpo.
EL ARTE DE ESCUCHAR
Cuando
escuche a otra persona, no escuche sólo con la mente, escuche con todo
su cuerpo. Sienta el campo de energía de su cuerpo interior según
escucha. Esto aparta la atención del pensamiento y crea un espacio de
calma que le permite escuchar verdaderamente sin la interferencia de la
mente. Usted está dando espacio a la otra persona, espacio para ser. Es
el don más precioso que puede dar. La mayoría de las personas no saben
escuchar porque la mayor parte de su atención está ocupada en pensar.
Prestan más atención a eso que a lo que la otra persona está diciendo, y
ninguna a lo que realmente importa: el Ser de la otra persona bajo las
palabras y la mente. Por supuesto, usted no puede sentir el Ser de otra
persona sino a través del suyo. Ese es el comienzo de la realización de
la unidad, que es amor. En el nivel más profundo del Ser, usted es
uno con todo lo que es.