ESTRATEGIAS DE LA MENTE PARA EVITAR EL
AHORA
EL PODER DEL AHORA
- ECKHART TOLLE
CAPÍTULO CUATRO
LA
PÉRDIDA DEL AHORA: EL ENGAÑO FUNDAMENTAL
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Incluso si acepto completamente que en últimas el tiempo es
una ilusión ¿qué diferencia va a causar esto en mi vida? Aún
tengo que vivir en un mundo que está completamente dominado
por el tiempo.
La
aceptación intelectual es simplemente otra creencia y no cambiará mucho
su vida. Para realizar esta verdad, usted tiene que vivirla. Cuando cada
célula de su cuerpo esté tan presente que se sienta vibrar con la vida,
y cuando usted pueda sentir en cada momento de la vida la alegría de
Ser, entonces puede decirse que usted está libre del tiempo.
Pero todavía tengo que pagar las cuentas mañana, y me volveré viejo y
moriré como los demás. Cómo puedo decir que estoy libre del tiempo?
Las
cuentas de mañana no son el problema. La disolución del cuerpo físico no
es un problema. El problema es la pérdida del Ahora, o más bien: el
engaño central que convierte una mera situación, evento o emoción en un
problema personal y en sufrimiento. La pérdida del Ahora es la pérdida
del Ser.
Ser libre del tiempo es ser libre de la necesidad psicológica del pasado
para su identidad y del futuro para su realización.
Representa la transformación más profunda de la conciencia que usted
pueda imaginar. En algunos casos raros, este cambio en la conciencia
ocurre dramática y radicalmente, de una vez por todas. Cuando ocurre,
generalmente viene por medio de una rendición total en medio de
sufrimiento intenso. La mayor parte de las personas, sin embargo, tiene
que trabajar en ello.
Cuando usted ha tenido los primeros atisbos del estado intemporal de
conciencia, comienza a avanzar y retroceder entre las dimensiones del
tiempo y la presencia. Primero
se vuelve consciente de cuán raramente su atención está realmente en
el Ahora. Pero saber que no está presente es un gran éxito: este
conocimiento es presencia, incluso si inicialmente sólo dura un par de
segundos del tiempo del reloj y se pierde de nuevo.
Después, con frecuencia
creciente, usted escoge tener la atención de su conciencia en el
presente, más que en el pasado o en el futuro y cada vez que se da
cuenta de que había perdido el Ahora, puede permanecer en él, no por un
par de segundos sino por periodos más largos percibidos desde la
perspectiva externa del tiempo del reloj. Así que antes de estar
establecido firmemente en el estado de presencia, es decir antes de ser
completamente consciente, usted fluctúa por un tiempo entre la
conciencia y la inconsciencia, entre el estado de presencia y el de
identificación con la mente. Usted pierde el Ahora y vuelve a él, una y
otra vez. Eventualmente, la presencia se vuelve su estado predominante.
Para
la mayor parte de las personas, la presencia no se experimenta nunca o
sólo accidental y brevemente en escasas ocasiones, sin ser reconocida
como lo que es. La mayoría de los seres humanos alternan, no entre
conciencia e inconsciencia sino sólo entre distintos niveles de
inconsciencia.
INCONSCIENCIA ORDINARIA E INCONSCIENCIA PROFUNDA
¿Qué quiere decir con distintos niveles de inconsciencia?
Como
probablemente sabe, mientras duerme usted se mueve constantemente entre
las fases del dormir sin sueños y el estado de soñar. De forma similar,
en el estado de vigilia la mayoría de las personas sólo cambia entre
inconsciencia ordinaria e inconsciencia profunda. Lo que yo llamo
inconsciencia ordinaria significa estar identificado con sus procesos de
pensamiento y con sus emociones, sus reacciones, deseos y aversiones. Es
el estado normal de la mayoría de las personas. En ese estado usted está
gobernado por la mente egotista, y es inconsciente del Ser. Es un estado
no de dolor o infelicidad agudos, sino de un nivel bajo de incomodidad,
descontento, aburrimiento o nerviosismo casi continuos, una especie de
estática de fondo. Puede ser que usted no se dé cuenta de esto porque es
parte frecuente de la vida "normal", del mismo modo que no se hace
consciente de un ruido continuo de fondo bajo, como el zumbido de un
aire acondicionado, hasta que se detiene. Cuando se detiene de repente,
hay una sensación de alivio. Muchas personas usan el alcohol, las
drogas, el sexo, la comida, el trabajo, la televisión o incluso el ir de
compras como anestésicos, en un intento inconsciente por suprimir la
incomodidad básica. Cuando esto ocurre, una actividad que podría ser muy
agradable, si se usa con moderación, se convierte en una actividad
compulsiva o adictiva, y todo lo que se logra a través de ella es un
brevísimo alivio de síntomas.
La
incomodidad de la inconsciencia ordinaria se convierte en el dolor de la
inconsciencia profunda -un estado de sufrimiento o infelicidad más
agudo y más obvio- cuando las cosas "van mal", cuando el ego está
amenazado o en su situación vital hay un reto, una amenaza o una pérdida
importante, reales o imaginarias; o cuando hay conflicto en una
relación. Es una versión intensificada de la inconsciencia ordinaria,
diferente de ella no en el tipo sino en el grado.
En la
inconsciencia ordinaria, la resistencia habitual o negación de lo que es
crea la incomodidad y el descontento que la mayoría de las personas
aceptan como la forma normal de vivir. Cuando esta resistencia se
intensifica por algún reto o amenaza al ego, trae negatividad intensa en
la forma de ira, miedo agudo, agresión, depresión, etcétera. La
inconsciencia profunda a menudo significa que el cuerpo del dolor ha
sido disparado y que usted se ha identificado con él. La violencia
física sería imposible sin inconsciencia profunda. Puede ocurrir también
cuando una multitud de personas o incluso toda una nación generan un
campo colectivo de energía negativa.
El
mejor indicador de su nivel de conciencia es cómo maneja los retos de la
vida cuando llegan. En esos retos, una persona ya inconsciente tiende a
volverse más profundamente inconsciente y una persona consciente más
intensamente consciente. Usted puede utilizar un reto para despertar, o
puede permitir que lo empuje a un sueño aún más profundo. El sueño de la
inconsciencia ordinaria se convierte entonces en una pesadilla.
Si
usted no puede estar presente ni siquiera en circunstancias normales,
tales como cuando está sentado solo en una habitación, caminando por el
bosque o escuchando a alguien, ciertamente no podrá permanecer
consciente cuando algo "va mal" o se enfrenta con gente o situaciones
difíciles, con la pérdida o la amenaza de pérdida. Usted será dominado
por una reacción, que en última instancia es siempre una forma de miedo,
y arrastrado a la inconsciencia profunda. Esos retos son sus pruebas.
Sólo la forma en que usted los resuelva le mostrará a usted y a los
demás en qué punto está en cuanto a su estado de conciencia, no el
tiempo que puede permanecer sentado con los ojos cerrados o qué visiones
tiene.
Así
que es esencial traer más conciencia a su vida en las situaciones
ordinarias cuando todo transcurre con relativa facilidad. De esta forma,
usted crece en poder de presencia. Eso genera un campo de energía en
usted y alrededor de usted de una gran frecuencia de vibraciones. Ni la
inconsciencia, ni la negatividad, ni la discordia o la violencia pueden
penetrar en ese campo y sobrevivir, lo mismo que la oscuridad no puede
sobrevivir en la presencia de la luz.
Cuando usted aprenda a ser testigo de sus pensamientos y emociones, que
es una parte esencial de estar presente, puede quedar sorprendido cuando
se dé cuenta por primera vez de la "estática" de fondo de inconsciencia
ordinaria que tiene y de qué pocas veces si acaso alguna, usted está
verdaderamente a gusto consigo mismo.
En el nivel de su pensamiento, usted encontrará mucha resistencia en
forma de juicio, descontento y proyección mental lejos del Ahora. En el
nivel emocional, habrá una corriente subterránea de incomodidad,
tensión, aburrimiento o nerviosismo. Todos son aspectos de la
mente en su modo de funciona miento habitual de resistencia al
presente.
¿QUÉ
ESTÁN BUSCANDO?
Carl
Jung cuenta en uno de sus libros una conversación que tuvo con un jefe
indígena norteamericano que le señaló que tal como él lo percibía los
blancos tienen caras tensas, ojos penetrantes y un porte cruel. Dijo
"Están siempre buscando algo. ¿Qué están buscando? Los blancos siempre
quieren algo. Siempre están incómodos e inquietos. No sabemos lo que
quieren. Creemos que están locos".
La
corriente subterránea de desasosiego constante comenzó mucho antes del
surgimiento de la civilización industrial occidental, por supuesto, pero
en la civilización occidental, que ahora cubre casi todo el globo,
incluyendo la mayor parte del Este, se manifiesta en una forma aguda sin
precedentes. Estaba ahí ya en la época de Jesús y también seiscientos
años antes, en la época del Buda, y mucho antes. ¿Por qué están
siempre inquietos? Preguntaba Jesús a sus discípulos.
"¿Puede la preocupación añadir un solo día a su vida?"
Y el Buda enseñó que la raíz del
sufrimiento debe buscarse en nuestro continuo desear y ansiar.
La
resistencia al Ahora como disfunción colectiva está intrínsecamente
conectada con la pérdida de conciencia de Ser y constituye la base de
nuestra deshumanizada civilización industrial. Freud, a propósito,
también reconoció la existencia de esta corriente subterránea de
desasosiego y escribió sobre ella en su libro El Malestar en la Cultura,
pero no reconoció la verdadera raíz del desasosiego y no se dio cuenta
de que es posible liberarse de él. Esta disfunción colectiva ha creado
una civilización muy infeliz y extraordinariamente violenta que se ha
convertido en una amenaza, no sólo para sí misma sino también para toda
forma de vida sobre el planeta.
DISOLUCIÓN DE LA INCONSCIENCIA ORDINARIA
Entonces ¿cómo podemos liberarnos de esta aflicción?
Hágala consciente.
Observe las muchas formas en que el desasosiego, el descontento y la
tensión surgen dentro de usted a causa del juicio innecesario, de la
resistencia a lo que es y de la negación del Ahora. Todo lo
inconsciente se disuelve cuando usted hace brillar la luz de la
conciencia sobre ello. Una vez que sepa cómo disolver la inconsciencia
ordinaria, la luz de su presencia brillará fuertemente y será mucho más
fácil lidiar con la inconsciencia profunda cuando sienta su fuerza
gravitacional. Sin embargo, la inconsciencia ordinaria puede no ser
fácil de detectar inicialmente porque es tan normal.
Convierta en un hábito monitorear su estado mental-emocional por medio
de la observación de sí mismo.
"¿Estoy tranquilo en este momento?"
es, una buena pregunta para que se la haga frecuentemente. O
puede preguntar: "¿Qué está ocurriendo en mí en este momento?"
Esté al menos tan interesado en lo que pasa en su interior como en lo
que ocurre fuera. Si su interior está bien, lo exterior estará en
orden. La realidad primaria está dentro, la secundaria fuera. Pero
no conteste estas preguntas inmediatamente. Dirija su atención
hacia adentro. Eche una mirada a su interior.
¿Qué clase de pensamientos está produciendo
su mente?
¿Qué siente?
Dirija su atención hacia el cuerpo. ¿Hay alguna tensión?
En cuanto detecte que hay un poco de desasosiego, una estática de
fondo, observe en qué forma está evitando, resistiéndose o negando la
vida, al negar el Ahora. Hay muchas formas en las que las personas
se resisten inconscientemente al momento presente. Le daré algunos
ejemplos. Con práctica, su poder de observación de sí mismo, de
monitorear su estado interior, se agudizará.
LA LIBERACIÓN DE LA INFELICIDAD
¿Le desagrada hacer lo que está haciendo?
Puede ser su trabajo, o puede haber aceptado hacer algo y lo está
haciendo, pero parte de usted se resiente y se resiste a ello.
¿Tiene un resentimiento no confesado hacia una persona cercana a usted?
¿Se da cuenta de que la energía que emana por eso es tan dañina en sus
efectos que de hecho usted se está contaminando a sí mismo así como a
los que lo rodean? Observe detenidamente su interior. ¿Existe la
menor traza de resentimiento, de mala voluntad? Si la hay,
obsérvela tanto en el nivel intelectual como en el emocional. ¿Qué
pensamientos está creando su mente alrededor de esta situación? Entonces
mire a la emoción, que es la reacción del cuerpo a esos pensamientos.
Sienta la emoción. ¿Es placentera o desagradable? ¿Es una energía que
usted realmente escogería tener dentro? ¿Tiene elección?
Quizá se están aprovechando de usted, quizá la actividad en la que está
involucrado es tediosa, quizá alguien cercano a usted es deshonesto,
irritante o inconsciente, pero todo eso es irrelevante. Que sus
pensamientos y emociones acerca de esa situación sean justificados o no,
no hace ninguna diferencia.
El hecho es que usted se está resistiendo a lo que es. Está
convirtiendo el momento presente en un enemigo. Está creando
infelicidad, conflicto entre lo interior y lo exterior. Su infelicidad
está contaminando, no sólo su propio ser interior y a los que lo rodean,
sino también la psique humana colectiva, de la cual usted es parte
inseparable. La contaminación del planeta es sólo un reflejo exterior de
una contaminación psíquica interior: millones de individuos
inconscientes que no asumen la
responsabilidad de su espacio interior.
Usted
debe, o bien dejar de hacer lo que está haciendo, hablar a la persona
que tiene que ver en el asunto y expresar completamente lo que siente, o
abandonar el negativismo que ha creado su mente en torno a la situación
y que no sirve para ningún propósito excepto para fortalecer un falso
sentido de usted mismo. Es importante reconocer su futilidad. La
negatividad no es nunca una forma óptima de manejar cualquier situación.
De
hecho, en la mayoría de los casos lo mantiene atascado en ella,
bloqueando el cambio real. Todo lo que se haga con energía negativa,
quedará contaminado por ella y con el tiempo hará surgir más dolor, más
infelicidad. Además, todo estado interior negativo es contagioso: la
infelicidad se extiende más fácilmente que una enfermedad física. Por la
ley de la resonancia, dispara y alimenta la negatividad latente de los
demás, a menos que sean inmunes, es decir, altamente conscientes.
¿Está
usted contaminando el mundo o limpiando el desorden?
Usted es responsable de su estado interior;
nadie más lo es, así como usted también
es responsable por el planeta. Lo mismo que ocurre dentro,
ocurre fuera: si los seres humanos limpian la contaminación interior,
también dejarán de crear contaminación exterior.
¿Cómo podemos abandonar la negatividad, tal como usted sugiere?
Soltándola. ¿Cómo suelta un trozo de carbón caliente que tiene en la
mano? ¿Cómo suelta un equipaje pesado e inútil que lleva? Reconociendo
que usted no quiere sufrir el dolor o soportar la carga más y después
dejándola ir.
La
inconsciencia profunda, tal como el cuerpo del dolor u otro dolor
profundo, como la pérdida de un ser amado, a menudo deben ser
transmutados por medio de la aceptación combinada con la luz de su
presencia, su atención sostenida. Por otra parte, muchos patrones de la
inconsciencia ordinaria pueden soltarse simplemente en cuanto usted sabe
que no los quiere y no los necesita, una vez que usted se da cuenta de
que tiene elección, de que no es sólo un montón de reflejos
condicionados. Todo esto implica que usted es capaz de acceder al poder
del Ahora. Sin él no tiene elección.
Si usted llama a algunas emociones negativas, ¿No está creando una
polaridad mental de bien y mal, tal como explicó antes?
No.
La polaridad se creó en una etapa anterior, cuando su mente juzgó el
momento presente como malo; este juicio creó entonces la emoción
negativa.
Pero si usted llama a algunas emociones negativas ¿no está realmente
diciendo que no deberían estar allí, que no está bien tener esas
emociones? Yo entiendo que deberíamos darnos permiso de tener cualquier
sentimiento que surja, en lugar de juzgarlos como malos o decir que no
deberíamos tenerlos. Está bien sentirse resentido; está bien estar
enfadado, irritado, de mal humor o cualquier otra cosa, de lo contrario
entramos en la represión, en el conflicto interior o en la negación.
Todo está bien como es.
Por
supuesto. Una vez que un patrón mental, una emoción o una reacción están
ahí, acéptelos. No fue lo suficientemente consciente para hacer una
elección en el asunto. Eso no es un juicio, solamente un hecho. Si usted
tuviera elección, o se diera cuenta, de que realmente tiene una elección
¿escogería el sufrimiento o la alegría, la tranquilidad o el
desasosiego, la paz o el conflicto? ¿Escogería un pensamiento o un
sentimiento que lo separa de su estado natural de bienestar, la alegría
de la vida dentro de usted? A cualquier sentimiento de este tipo lo
llamo negativo, lo que simplemente significa malo. No en el sentido de
que "Usted no debería haber hecho eso" sino simplemente mal fáctico,
como sentirse mal del estómago.
¿Cómo
es posible que los seres humanos mataran a cien millones de congéneres
solamente en el siglo XX?
(R.
L. Sivard, World Military and Social Expeditures 1996, Edición 16, World
Priorities, Washington D.C., 1996, p. 7).
Que
los seres humanos se inflijan dolor mutuamente en tal magnitud está más
allá de lo que uno puede imaginar. Y eso no toma en cuenta la violencia
mental, emocional y física, la tortura, el dolor y la crueldad que
continúan causándose, así como la que causan a otros seres sensibles
diariamente.
¿Actúan así porque están en contacto con su estado natural, la alegría
de la vida que hay en ellos? Por supuesto que no. Sólo las personas que
están en un estado profundamente negativo, que se sienten realmente muy
mal, crearían una realidad así como reflejo de la forma en que se
sienten. Ahora están empeñados en destruir la naturaleza y el planeta
que los sostiene. Increíble, pero cierto. Los seres humanos son una
especie peligrosamente demente y muy enferma. Eso no es un juicio, es un
hecho. También es un hecho que la salud mental está ahí, bajo la locura.
La curación y la redención son posibles ahora.
Volviendo específicamente a lo que usted dijo, es verdad que cuando
usted acepta su resentimiento, su mal humor, su rabia, ya no está
obligado a actuar ciegamente, y es menos probable que los proyecte en
los demás. Pero me pregunto si no está engañándose a sí mismo. Cuando
usted ha practicado la aceptación por un tiempo, como usted lo ha hecho,
llega un momento en que necesita pasar a la siguiente etapa, en la que
esas emociones negativas ya no se producen. Si usted no lo hace, su
'aceptación" se vuelve simplemente una etiqueta mental que le permite a
su ego continuar complaciéndose en la infelicidad y fortalecer así su
sentido de la separación de los demás, de lo que lo rodea, del aquí y el
ahora. Como sabe, la separación es la base del sentido de identidad del
ego. La verdadera aceptación transmutaría esos sentimientos
inmediatamente. Y si en realidad usted supiera profundamente que todo
está "bien", tal como usted lo dice, lo que por supuesto es verdad,
¿tendría, para empezar, esos sentimientos negativos? Sin juicio, sin
resistencia a lo que es, no surgirían. Usted tiene una idea en la mente
de que "todo está bien", pero en el fondo no lo cree, así que los viejos
patrones mentales-emocionales de resistencia están todavía en su lugar.
Eso es lo que lo hace sentir mal.
Eso
está bien también. ¿Está
defendiendo su derecho a ser inconsciente, su derecho a sufrir? No se
preocupe: nadie le va a quitar eso. Una vez se dé cuenta de que cierto
tipo de alimento lo enferma ¿continuaría comiendo ese alimento y
asegurando que está bien estar enfermo?
DONDE ESTÉ, ESTÉ PLENAMENTE ALLÍ
¿Puede darme más ejemplos de inconsciencia ordinaria?
Vea si puede sorprenderse a sí mismo lamentándose, de palabra o de
pensamiento, de una situación en la que se encuentra, de lo que los
demás hacen o dicen, de lo que lo rodea, de su situación vital, o
incluso del tiempo.
Quejarse es siempre falta de aceptación de lo que es.
Invariablemente lleva una carga negativa inconsciente. Cuando se
queja, se convierte en una víctima. Cuando se explica, está en
posesión de su poder. Así que cambie la situación actuando o
hablando claro si es necesario o posible; salga de la situación o
acéptela. Lo demás es locura.
La
inconsciencia ordinaria siempre está ligada en alguna forma con la
negación del Ahora. El Ahora, por supuesto, también implica el aquí.
¿Se está resistiendo a su aquí y ahora? Algunas personas
preferirían estar siempre en otro lugar. Su "aquí" nunca es
satisfactorio. Por medio de la observación de sí mismo, descubra
si es el caso en su vida. Dondequiera que esté, esté plenamente
allí. Si encuentra su aquí y ahora intolerable y lo hace infeliz,
tiene tres opciones: apártese de la situación, cámbiela o acéptela
totalmente. Si quiere tomar la responsabilidad de su vida, debe escoger
una de esas tres opciones y debe escoger ahora. Después acepte las
consecuencias, sin excusas, sin negatividad, sin contaminación psíquica.
Mantenga su espacio interior despejado.
Si
usted emprende algún tipo de acción -cambiar su situación o salir de
ella- suelte la negatividad primero, si es posible. La acción que surge
de la comprensión de lo que se requiere es más efectiva que la que surge
de la negatividad.
Cualquier acción es a menudo mejor que la no acción, especialmente si ha
estado detenido en una situación de infelicidad durante mucho tiempo. Si
comete un error, al menos aprende algo, en cuyo caso ya no es un error.
Si permanece atascado no aprende nada.
¿Le impide el miedo emprender una acción? Reconozca el miedo, obsérvelo,
ponga su atención en él, esté completamente presente con él. Hacer esto
corta el vínculo entre el miedo y su pensamiento. No permita que el
miedo surja en su mente. Use El poder del Ahora. El miedo no
puede prevalecer contra él.
Si
realmente no hay nada que pueda hacer para cambiar su aquí y ahora, y no
puede alejarse de la situación, entonces acéptelo totalmente soltando
cualquier resistencia interior.
El yo falso e infeliz que adora sentirse desgraciado, resentido o
compadecerse de sí mismo no puede sobrevivir entonces. A eso se le llama
rendición. La rendición no es debilidad. Hay gran fortaleza en
ella. Sólo una persona rendida tiene poder espiritual, Por medio
de la rendición, usted será libre interiormente de la situación. Puede
que descubra entonces que la situación cambia sin ningún esfuerzo de su
parte. En cualquier caso, usted es libre.
¿O
hay algo que usted "debería" estar haciendo pero que no hace? Levántese
y hágalo ahora.
O como alternativa, acepte completamente su inactividad, su pereza o su
pasividad en este momento, si esa es su elección. Entre en ella
completamente, goce de ella. Sea todo lo perezoso e inactivo que pueda.
Si se aplica a ello completa y conscientemente, pronto saldrá de ello. O
quizá no. En cualquier caso, no hay conflicto interior, ni resistencia,
ni negatividad.
¿Está
estresado?
¿Está tan ocupado tratando de llegar al futuro que el presente se
reduce a un medio de llegar allá? El estrés es causado por estar
"aquí", pero querer estar "allá"; o estar en el presente pero querer
estar en el futuro. Es una ruptura que lo desgarra interiormente.
Crear y vivir con un desgarro interior así es malsano. Si usted tiene
que hacerlo, puede moverse de prisa, trabajar de prisa o incluso correr,
sin proyectarse en el futuro y sin resistirse al presente. Según se
mueve, trabaja, corre, hágalo totalmente. Goce el flujo de energía, la
alta energía de ese momento. Ahora no estará ya estresado ni partido en
dos, sólo moviéndose, corriendo, trabajando y gozándolo. O puede dejarlo
todo y sentarse en una banca del parque. Pero cuando lo haga, observe su
mente. Puede que diga: "Deberías estar trabajando. Estás perdiendo
tiempo". Observe la mente, sonríale.
¿El
pasado toma gran parte de su atención? ¿Habla de él, piensa
frecuentemente en él, ya sea positiva o negativamente? ¿Las grandes
cosas que ha logrado, sus aventuras o experiencias, o su historia de
víctima y las cosas horribles que le han hecho, o quizá lo que usted le
hizo a otra persona? ¿Sus procesos de pensamiento están creando culpa,
orgullo, resentimiento, ira, remordimiento o autocompasión? Entonces
usted no sólo está reforzando un sentido falso de identidad sino también
ayudando a acelerar el proceso de envejecimiento de su cuerpo al
producir una acumulación de pasado en su psique. Verifique esto por sí
mismo observando a los que lo rodean que tienen una fuerte tendencia a
aferrarse al pasado.
Muera al pasado en cada momento. Usted no lo necesita. Refiérase a él
sólo cuando sea absolutamente relevante para el presente. Sienta el
poder de este momento y la plenitud de Ser. Sienta su presencia.
¿Está preocupado? ¿Piensa a menudo qué pasaría si ...?
Usted está identificado con su mente, que está proyectándose a sí misma
en una situación futura imaginaria y creando miedo. No hay forma de que
usted pueda hacer frente a esa situación porque no existe. Es un
fantasma mental. Usted puede detener esta locura que corroe la salud y
la vida simplemente reconociendo el momento presente. Hágase consciente
de su respiración. Sienta el aire que fluye de y hacia su cuerpo. Sienta
su campo interior de energía. Todo lo que usted tiene que manejar,
enfrentar, en la vida real -por oposición a las proyecciones imaginarias
de la mente- es este momento. Pregúntese a sí mismo qué "problema" tiene
ahora mismo, no el año que viene, mañana o dentro de cinco minutos.
¿Qué está mal en este momento? Usted puede siempre enfrentar el Ahora,
pero nunca puede enfrentar el futuro, ni tiene que hacerlo. La
respuesta, la fuerza, la acción o el recurso correctos estarán allá
cuando los necesite, no antes ni después.
"Un
día lo lograré".
¿Su meta le toma tanta atención que reduce el momento presente a un
medio para lograr un fin? ¿Eso le está arrebatando la alegría de lo que
hace? ¿Está esperando para empezar a vivir? Si usted
desarrolla un patrón mental así, no importa lo que alcance o logre, el
presente nunca será suficientemente bueno; el futuro siempre parecerá
mejor. Una receta perfecta para la insatisfacción y falta de realización
permanentes ¿no está de acuerdo?
¿Habitualmente usted está esperando algo?
¿Cuánto tiempo de su vida gasta esperando? Lo que yo llamo
"espera a pequeña escala" es esperar en la cola del correo, en un
embotellamiento de tráfico, en el aeropuerto, por la llegada de alguien
o el final del trabajo. La "espera a gran escala" es esperar las
próximas vacaciones, un empleo mejor, que los hijos crezcan, una
relación realmente significativa, el éxito, hacerse rico, ser
importante, alcanzar la iluminación. No es raro que la gente pase toda
la vida esperando empezar a vivir.
Esperar es un estado mental. Básicamente significa que usted quiere el
futuro, que no quiere el presente. No quiere lo que tiene. Con cualquier
tipo de espera usted crea inconscientemente un conflicto entre su aquí y
ahora, en el que no quiere estar, y el futuro proyectado, en el que
desea estar. Esto reduce enormemente la calidad de su vida pues lo hace
perder el presente.
o
hay nada malo en esforzarse por mejorar la situación vital. Usted puede
mejorar su situación vital, pero no puede mejorar su vida. La vida es
primaria. La vida es su más profundo Ser interior. Ya es completa,
perfecta. Su situación vital consta de sus circunstancias y sus
experiencias. No hay nada malo en establecer metas y esforzarse por
lograr cosas. El error está en usar eso como sustituto del sentimiento
de la vida, del Ser. El único punto de acceso a esto es el ahora. Usted
es entonces como un arquitecto que no presta atención a los cimientos
del edificio, pero pasa mucho tiempo trabajando en la superestructura.
Por ejemplo, muchas personas están esperando la
prosperidad. No puede llegar en el
futuro. Cuando usted honra, reconoce y acepta plenamente su realidad
presente -dónde está, quién es, qué está haciendo ahora mismo-, cuando
acepta plenamente lo que tiene, usted está agradecido de lo que tiene,
de lo que es, de Ser. La gratitud por el momento presente y por la
plenitud de la vida ahora es la verdadera prosperidad. No puede llegar
en el futuro. Entonces, con el tiempo, esta prosperidad se le manifiesta
de muchas formas.
Si
usted está insatisfecho con lo que tiene, o incluso frustrado o enfadado
con sus carencias presentes, eso puede motivarlo a volverse rico, pero
aunque gane millones, continuará experimentando la condición interior de
carencia y en el fondo seguirá sintiéndose no realizado. Usted puede
tener muchas experiencias emocionantes que el dinero puede comprar, pero
llegarán y se irán y lo dejarán siempre con una sensación de vacío y con
la necesidad de más gratificación física o psicológica. Usted no
habitará en el Ser para sentir la plenitud de la vida ahora, que es la
única prosperidad verdadera.
Abandone la espera como un estado mental. Cuando se sorprenda a sí mismo
cayendo en ella... salga inmediatamente. Vuelva al momento presente.
Simplemente sea y goce el ser. Si usted está presente, no hay nunca
necesidad de esperar por nada. Así que la próxima vez que alguien
diga: "Siento haberte hecho esperar", puede contestar: "Está bien, no
estaba esperando. Estaba parado aquí divirtiéndome, en el gozo de mí
mismo".
Estas
son sólo algunas de las estrategias habituales de la mente para negar el
momento presente, que son parte de la inconsciencia ordinaria. Es fácil
pasarlas por alto porque forman parte de la manera normal de vivir: la
estática de fondo del descontento perpetuo. Pero cuanto más practique el
monitoreo de su estado interior mental y emocional, más fácil le será
saber cuándo ha sido atrapado en el pasado o en el futuro, es decir en
la inconsciencia, y despertar del sueño del tiempo al presente. Pero
esté alerta: el ser falso, el ser infeliz basado en la identificación
con la mente, vive del tiempo. Sabe que el momento presente es su muerte
y por eso se siente muy amenazado por él. Hará todo lo que pueda por
apartarlo a usted de él. Tratará de mantenerlo atrapado en el tiempo.
EL PROPÓSITO INTERNO DEL VIAJE DE SU VIDA
Puedo ver la verdad de lo que está diciendo, pero aún creo que debemos
tener un propósito en el camino de la vida; de otra forma simplemente
vamos a la deriva; y el propósito significa futuro, ¿no? ¿Cómo
reconciliar esto con vivir en el presente?
Cuando usted está de viaje, es ciertamente útil saber a dónde va o al
menos la dirección general en la que se mueve, pero no lo olvide: lo
único que es real en últimas en cuanto a su viaje es el paso que está
dando en ese momento. Eso es todo lo que hay.
El
viaje de su vida tiene un propósito externo y otro interno. El
propósito externo es llegar a su meta o destino, lograr lo que
decide hacer, alcanzar esto o aquello, lo que por supuesto, implica
futuro. Pero si su destino, o los pasos que va a dar en el futuro,
absorben tanto su atención que se vuelven más importantes para usted que
el paso que está dando ahora, entonces pierde completamente el propósito
interno, que no tiene nada que ver con a dónde va o con qué está
haciendo sino con cómo. No tiene nada que ver con el futuro sino con la
calidad de su conciencia en este momento. El propósito externo pertenece
a la dimensión horizontal del espacio y el tiempo; el propósito
interno concierne a una profundización de su Ser en la dimensión
vertical del Ahora sin tiempo. Su viaje externo puede constar de un
millón de pasos; su viaje interno sólo tiene uno: el paso que está dando
ahora mismo. Según se vuelve más profundamente consciente de ese único
paso, se da cuenta de que ya contiene en sí mismo todos los demás pasos
así como el destino. Este único paso se transforma entonces en una
expresión de la perfección, un acto de gran belleza y calidad. Lo habrá
llevado a usted al Ser y la luz del Ser brillará a través de él. Este es
a la vez el propósito y el logro de su viaje interno, el viaje hacia
usted mismo.
¿Importa si logramos nuestro propósito externo, si triunfamos o
fracasamos en el mundo?
Le
importará a usted mientras no haya logrado su propósito interno.
Después de lograrlo, el propósito externo es solamente un juego que
usted puede seguir jugando simplemente porque le divierte. Es
posible también fracasar completamente en su propósito externo y al
mismo tiempo triunfar totalmente en su propósito interno. O al
contrario, lo que es de hecho más común: riqueza exterior y pobreza
interior, o "ganar el mundo y perder su alma", como dice Jesús. En
últimas, por supuesto, todo propósito externo está condenado a
"fracasar" tarde o temprano, simplemente porque está sujeto a la ley de
la falta de permanencia de todas las cosas. Cuanto antes se dé cuenta de
que su propósito externo no puede darle realización duradera, mejor.
Cuando ha visto las limitaciones de su propósito externo, renuncia a la
expectativa irreal de que debería hacerlo feliz y lo subordina a su
propósito interno.
EL PASADO NO PUEDE SOBREVIVIR EN SU PRESENCIA
Usted mencionó que pensar o hablar del pasado sin necesidad es una de
las formas como evitamos el presente. Pero aparte del pasado que
recordamos y con el que quizá nos identificamos, ¿no hay otro nivel de
pasado dentro de nosotros que está mucho más profundamente establecido?
Hablo del pasado inconsciente que condiciona nuestra vida, especialmente
por medio de las experiencias de la infancia, quizá incluso de
experiencias de vidas pasadas. Y además está nuestro condicionamiento
cultural, que tiene que ver con dónde vivimos geográficamente y el
periodo de tiempo histórico en el cual vivimos. Todas esas cosas
determinan cómo vemos el mundo, cómo reaccionamos, qué pensamos, qué
clase de relaciones tenemos, cómo llevamos nuestra vida. ¿Cómo podríamos
alguna vez llegar a ser conscientes de todo eso o librarnos de ello?
¿Cuánto tiempo llevaría eso? ¿E incluso si lo hiciéramos, qué quedaría?
¿Qué
queda cuando la ilusión se acaba?
No
hay necesidad de investigar el pasado inconsciente en usted, excepto en
cuanto se manifiesta en este momento como un pensamiento, una emoción,
un deseo, una reacción o un evento externo que le ocurre a usted. Lo que
necesite conocer sobre el pasado inconsciente en usted, lo sacarán a
flote los retos del presente. Si usted ahonda en el pasado se
convertirá en un pozo sin fondo: siempre hay más. Usted puede creer que
necesita más tiempo para entender el pasado o ser libre de él, en otras
palabras que el futuro lo liberará del pasado eventualmente. Este es un
engaño. Sólo el presente puede liberarlo del pasado. Más tiempo no puede
liberarlo del tiempo. Acceda al poder del Ahora. Ésa es la clave.
¿Qué es el poder del Ahora?
Nada
más que el poder de su presencia, su conciencia liberada de las formas
del pensamiento. Así pues, maneje el pasado en el nivel del presente.
Cuanta más atención preste al pasado, más lo energiza y más probable es
que lo convierta en una identidad. No interprete mal: la atención es
esencial, pero no al pasado como pasado. Dé atención al presente;
preste atención a su conducta, a sus reacciones, malos humores,
pensamientos, emociones, miedos y deseos según ocurren en el presente.
El pasado está en usted. Si usted puede estar suficientemente
presente para ver todas esas cosas, no crítica o analíticamente, sino
sin juzgar, está manejando el pasado y disolviéndolo con el poder de su
presencia. No puede encontrarse a sí mismo yendo hacia el pasado. Se
encuentra a sí mismo viniendo al presente.
¿No es útil entender el pasado y así entender por qué hacemos ciertas
cosas, reaccionamos de cierta forma o por qué creamos inconscientemente
nuestro tipo particular de drama, nuestros patrones de relaciones y así
sucesivamente?
Según
se vuelve más consciente de su realidad presente, usted puede tener
ciertas comprensiones súbitas de por qué su condicionamiento funciona de
esa forma particular; por ejemplo, por qué sus relaciones siguen ciertos
patrones, y puede recordar cosas que ocurrieron en el pasado y verlas
más claramente. Eso está bien y puede servir de ayuda, pero no es
esencial. Lo que es esencial es su presencia consciente. Eso
disuelve el pasado. Ese es el agente transformador.