Prefacio e
Introducción al libro
"El poder del ahora"
de
Eckhart
Tolle |
|
PREFACIO DEL EDITOR
POR
MARC ALLEN
Autor de Visionary Business y A Visionary Life
Quizá solamente una vez cada diez años o incluso una vez cada generación
surge un libro como El poder del Ahora. Es más que un libro; hay
en él una energía vital que probablemente usted puede sentir en cuanto
lo toma en sus manos. Tiene el poder de crear una experiencia en los
lectores y de cambiar su vida para bien.
El
poder del Ahora
se publicó por primera vez en Canadá, y la editora canadiense, Connie
Kellough, me dijo que había oído múltiples historias de cambios
positivos e incluso milagros que han ocurrido cuando la gente se ha
adentrado en el libro. "Los lectores llaman", dijo, "y muchos me hablan
de las maravillosas curas, transformaciones e inmenso gozo que están
experimentando porque han seguido este libro".
El libro me hace consciente de que cada momento de mi vida es un
milagro.
Esto es absolutamente cierto, me dé cuenta de ello o no. Y El poder
del Ahora me muestra cómo hacerme consciente de ello una y otra vez.
Desde la primera página de su obra, resulta claro que Eckhart Tolle es
un maestro contemporáneo. No está alineado con ninguna religión,
doctrina o gurú particulares; su enseñanza proviene del corazón, de la
esencia de todas las demás tradiciones y no contradice a ninguna de
ellas, sean la cristiana, la hindú, la budista, la musulmana, la
indígena o cualquier otra. Es capaz de hacer lo que todos los grandes
maestros han hecho: mostrarnos con un lenguaje simple y claro que el
camino, la verdad y la luz están dentro de nosotros.
Eckhart Tolle empieza por presentarnos brevemente su historia, una
historia de depresión y desesperación tempranas, que culminó en una
tremenda experiencia de despertar una noche no mucho después de haber
cumplido veintinueve años. Durante los últimos veinte años ha
reflexionado sobre esa experiencia, meditado y profundizado su
comprensión.
En la década pasada se convirtió en un maestro universal, un gran
espíritu con un gran mensaje, el mismo que Cristo y Buda enseñaron: se
puede alcanzar un estado de iluminación aquí y ahora. Es posible vivir
libre del sufrimiento, libre de la ansiedad y la neurosis. Para lograrlo
sólo tenemos que llegar a comprender nuestro papel de creadores de
nuestro dolor; nuestra propia mente causa nuestros problemas, no son los
demás, ni "el mundo de allá afuera". Es nuestra propia mente, con su
corriente casi constante de pensamientos, pensando sobre el pasado,
preocupándose por el futuro. Cometemos el gran error de identificarnos
con nuestra mente, de pensar que eso es lo que somos, cuando de hecho
somos seres mucho más grandes.
Una y otra vez Eckhart Tolle nos muestra cómo conectarnos con lo que él
llama nuestro Ser:
El
Ser es la Vida Una, eterna, siempre presente, que está más allá de las
miles de formas de vida que están sujetas al nacimiento y a la muerte.
Sin embargo, el Ser no sólo está más allá sino también profundamente en
el interior de cada forma como su esencia más invisible e
indestructible. Esto significa que es accesible a usted ahora, como su
propio ser más profundo, como su verdadera naturaleza. Pero no busque
asirlo con su mente. No trate de comprenderlo. Sólo puede conocerlo
cuando la mente se ha acallado, cuando usted está presente, completa e
intensamente en el Ahora... Recuperar la conciencia del Ser y permanecer
en ese estado de 'sensación-realización' es la iluminación.
Es casi imposible leer de corrido El poder del Ahora; usted
necesita dejarlo periódicamente y reflexionar sobre lo que dice y
aplicarlo a su experiencia. Es una guía, un curso completo de meditación
y realización. Es un libro para releerlo una y otra vez, y cada vez que
lo haga, usted obtendrá más profundidad y significado. Es un libro que
muchas personas, incluyéndome a mí, querrán estudiar toda la vida.
El
poder del Ahora
tiene un número creciente de lectores devotos. Ya es considerada una
obra maestra; se diga lo que se diga, es un libro con el poder de
cambiar vidas, de despertarnos para comprender plenamente quiénes somos.
Marc Allen Novato, California Agosto de 1999
*****************************************************
PRÓLOGO
POR RUSSELL E. DICARLO
Autor de Towards a
New World View
Cobijados por un cielo azul, los rayos anaranjados del sol poniente
pueden, en ocasiones especiales, obsequiarnos un momento de belleza tan
considerable, que nos encontramos momentáneamente pasmados, con la
mirada congelada. El esplendor del momento nos deslumbra de tal modo que
nuestras compulsivas mentes charlatanas hacen una pausa, como para no
llevarnos mentalmente a un lugar diferente del aquí y el ahora. Bañados
en luz, parece que se abre una puerta a otra realidad, siempre presente,
pero raras veces presenciada.
Abraham Maslow las llamaba "experiencias cumbre" puesto que representan
los momentos más altos de la vida, cuando nos encontramos gozosamente
catapultados más allá de lo mundano y lo ordinario. Podía igualmente
haberlas llamado experiencias de "atisbo". Durante estas ocasiones de
expansión vislumbramos un destello del reino eterno del Ser. Aunque sólo
sea por un breve momento, llegamos al hogar de nuestro Verdadero Ser.
"Ah" podría uno suspirar, "Tan grandioso... si
pudiera quedarme aquí. ¿Pero cómo tomar residencia permanente?" Durante
los últimos diez años, me he aplicado a averiguarlo. Durante mi
búsqueda, he tenido el honor de entablar diálogos con los más osados,
inspiradores y penetrantes "pioneros de paradigmas" de nuestro tiempo:
en medicina, ciencia, psicología, negocios, religión/espiritualidad y
potencial humano. Este diverso grupo de individuos tienen en común la
percepción de que la humanidad está dando un salto cuántico hacia
adelante en su desarrollo evolutivo. Este cambio va acompañado de un
giro en la visión del mundo, la imagen básica que tenemos de "cómo son
las cosas". Una visión del mundo
busca contestar dos preguntas fundamentales: "¿Quiénes somos?" y "¿Cuál
es la naturaleza del Universo en el que vivimos?"
Nuestras respuestas a esas preguntas determinan la calidad y las
características de nuestras relaciones personales con la familia, los
amigos y los jefes/empleados. Cuando se consideran en una escala mayor,
definen las sociedades.
No es sorprendente que la visión del mundo que está emergiendo ponga en
duda muchas de las cosas que la sociedad occidental considera
verdaderas:
MITO # 1 La humanidad ha alcanzado el pináculo de su desarrollo.
El cofundador de Esalen, Michael Murphy,
rastreando estudios de religiones comparadas, medicina, antropología y
deportes, ha sacado la estimulante conclusión de que
hay etapas más avanzadas de desarrollo
humano. En la medida en que una persona alcanza esos niveles avanzados
de madurez espiritual, empiezan a florecer extraordinarias capacidades
de amor, vitalidad, personalidad, conciencia personal, intuición,
percepción, comunicación y voluntad.
Primer paso:
reconocer que existen. La mayoría de
las personas no lo reconoce. Sólo entonces, se pueden emplear métodos
con intención consciente.
MITO # 2 Estamos completamente separados unos de otros, de la naturaleza
y del cosmos.
Este mito del "distinto de mí" ha sido responsable de las guerras, el
asolamiento del planeta y de todas las formas y expresiones de la
injusticia humana. Después de todo ¿quién en su sano juicio haría daño a
otro si experimentara a esa persona como parte de sí mismo? Stan Grof,
en su investigación de estados no ordinarios de conciencia, resume
diciendo que "la psique y la conciencia de cada uno de nosotros es, al
fin y al cabo, correspondiente con "Todo Lo Que Es", porque no hay
fronteras absolutas entre el cuerpo/ego y la totalidad de la
existencia".
La medicina Era-3 del doctor Larry Dossey, en la que los pensamientos,
las actitudes y las intenciones de curación de un individuo pueden
influir en la fisiología de otra persona (en contraste con la Era-2, en
la que prevalece la medicina mente-cuerpo), está muy bien sustentada
por estudios científicos sobre el poder curativo de la oración. Ahora
bien, esto no puede ocurrir de acuerdo con los principios conocidos de
la física y con la visión del mundo de la ciencia tradicional. Sin
embargo la abundancia de las evidencias sugiere que de hecho ocurre.
MITO # 3 El mundo físico es todo lo que hay.
Atada a la materia, la ciencia tradicional asume que cualquier cosa que
no pueda ser medida, examinada en un laboratorio o comprobada por los
cinco sentidos y sus extensiones tecnológicas, simplemente no existe. Es
"irreal". La consecuencia: toda la realidad se ha reducido a la realidad
física. La dimensión espiritual, o lo que yo llamaría dimensiones no
físicas de la realidad han sido desterradas.
Esto choca con la "filosofía perenne", ese consenso filosófico que se
extiende a través de épocas, religiones, tradiciones y culturas, que
describe dimensiones de la realidad diferentes, pero continuas. Estas
van de las más densas y menos conscientes -lo que llamaríamos
'materia'- a las menos densas y más conscientes -que llamaríamos
dimensiones espirituales-.
Curiosamente, este modelo extendido, multidimensional, de la realidad es
sugerido por teóricos cuánticos tales como Jack Scarfetti, que describe
el viaje superluminal. Otras dimensiones de la realidad se usan para
explicar los viajes que ocurren a velocidad mayor que la de la luz, el
último de los límites de velocidad. O considere el trabajo del
legendario físico David Bohm con su modelo multidimensional de la
realidad desarrollada (física) e implicada (no física).
Esto no es mera teoría: el Experimento Aspect de 1982 en Francia
demostró que dos partículas cuánticas que habían estado conectadas
alguna vez, cuando eran separadas por vastas distancias permanecían
conectadas de alguna manera. Si se cambiaba una partícula, la otra
cambiaba instantáneamente. Los científicos no conocen la mecánica de
cómo ocurre este viaje más rápido que la velocidad de la luz, aunque
algunos teóricos sugieren que esta conexión tiene lugar por medio de
puertas a dimensiones superiores.
Así pues, al contrario de lo que pudieran pensar aquellos que se empeñan
en su lealtad al paradigma tradicional, las personas pioneras e
influyentes con las que hablé, sentían que no hemos alcanzado el
pináculo del desarrollo humano, estamos conectados, más que separados,
con el resto de la vida y el espectro completo de la conciencia
comprende tanto la dimensión física como una multitud de dimensiones no
físicas de la realidad.
En esencia, esta nueva visión del mundo supone que usted se vea a sí
mismo, a los demás y a toda la vida, no con los ojos de nuestro pequeño
ser terrenal, que vive en el tiempo y ha nacido en el tiempo; sino, más
bien, a través de los ojos del espíritu, de nuestro Ser, de el Verdadero
Sí mismo. Una a una, las personas están pasando a esta órbita superior.
Con este libro, El poder del Ahora, Eckhart Tolle toma con todo
derecho su lugar entre este grupo especial de maestros universales. El
mensaje de Eckhart es: el problema de la humanidad está profundamente
arraigado en la mente misma. O más bien, en nuestra identificación
errónea con nuestra mente.
Nuestra conciencia fluctuante, nuestra tendencia a tomar el camino de
menor esfuerzo sin estar totalmente despiertos al momento presente, crea
un vacío. Y la mente atada al tiempo, que ha sido diseñada para ser un
sirviente útil, busca compensación proclamándose el amo. Como una
mariposa que revolotea de una flor a otra, la mente se aferra a las
experiencias pasadas o, proyectando su propia película, anticipa lo que
va a venir. Rara vez nos encontramos descansando en la profundidad
oceánica del aquí y ahora. Porque es aquí -en el Ahora- donde
encontramos nuestro Verdadero Ser, que está detrás de nuestro cuerpo
físico, nuestras emociones cambiantes y nuestra mente parlanchina.
La gloria suprema del desarrollo humano no se apoya en nuestra habilidad
para pensar y razonar, aunque esto es lo que nos distingue de los
animales. El intelecto, como el instinto, es simplemente un punto a lo
largo del camino. Nuestro destino último es volver a conectarnos con
nuestro Ser esencial y expresar nuestra realidad extraordinaria, divina,
en el mundo físico ordinario, momento a momento. Esto se dice
fácilmente, pero aún son pocos los que han alcanzado las últimas
posibilidades del desarrollo humano.
Afortunadamente, hay guías y maestros para ayudarnos a lo largo del
camino. Como maestro y guía, el formidable poder de Eckhart no está en
su habilidad de deleitarnos con historias entretenidas, ni en hacer
concreto lo abstracto ni en ofrecernos una técnica útil. Más bien, su
magia se basa en su experiencia personal, la de alguien que sabe. El
resultado es que hay un poder tras sus palabras que se encuentra
solamente en los más celebrados maestros espirituales. Al vivir desde
las profundidades de esta Realidad Superior, Eckhart despeja un camino
lleno de energía para que los demás se le unan.
¿Y qué pasa si lo hacen? Seguramente el mundo como lo conocemos
mejoraría. Los valores cambiarían entre los restos del naufragio de los
temores que han sido arrastrados por el torbellino del Ser mismo.
Nacería una nueva civilización.
"¿Dónde está la prueba de esta Realidad Superior?" preguntará usted.
Ofrezco sólo una analogía: un gran grupo de científicos puede reunirse y
darle a usted todas las pruebas científicas de que los bananos son
amargos. Pero todo lo que usted tiene que hacer es probar uno, una sola
vez, para darse cuenta de que hay todo ese otro aspecto de los bananos.
En últimas, la prueba no está en los argumentos intelectuales sino en
ser tocado en alguna medida por lo sagrado.
Eckhart Tolle nos abre magistralmente a esta posibilidad.
Russell E. Dicarlo
Erie, Pensilvania
Enero de 1998
INTRODUCCIÓN
EL
ORIGEN DE ESTE LIBRO
El
pasado me sirve de poco y rara vez pienso en él; sin embargo, me
gustaría contarles brevemente cómo llegué a ser un maestro espiritual y
cómo nació este libro.
Hasta los treinta años, viví en un estado de ansiedad casi continua,
salpicada con periodos de depresión suicida. Ahora lo siento como si
estuviera hablando de una vida pasada o de la vida de alguien diferente.
Una noche, no mucho después de cumplir veintinueve años, me desperté de
madrugada con un sentimiento de absoluto terror. Había despertado con
ese sentimiento muchas veces antes, pero esta vez era más intenso que
nunca. El silencio de la noche, los contornos vagos de los muebles en la
habitación oscura, el ruido distante de un tren, todo parecía tan ajeno,
tan hostil y tan absolutamente sin sentido que creó en mí un profundo
aborrecimiento del mundo. Lo más odioso de todo, sin embargo, era mi
propia existencia. ¿Qué sentido tenía continuar viviendo con esta carga
de desdicha? ¿Por qué seguir con esta lucha continua? Podía sentir un
profundo anhelo de aniquilación, de inexistencia, que se estaba
volviendo mucho más fuerte que el deseo instintivo de continuar
viviendo.
"No puedo seguir viviendo conmigo mismo". Este era el pensamiento que
se repetía continuamente en mi mente. Entonces súbitamente me hice
consciente de cuán peculiar era este pensamiento. "¿Soy uno o dos? Si no
puedo vivir conmigo mismo, debe haber dos: el 'yo' y el 'mí mismo' con
el que 'yo' no puedo vivir". "Quizá", pensé, "sólo uno de los dos es
real".
Esta extraña revelación me aturdió tanto que mi mente se detuvo. Estaba
completamente consciente, pero no había más pensamientos. Después me
sentí arrastrado hacia lo que parecía un vórtice de energía. Al
principio era un movimiento lento y después se aceleró. Me sobrecogió un
intenso temor y mi cuerpo empezó a temblar. Oí las palabras "no te
resistas a nada" como si fueran pronunciadas dentro de mi pecho. Sentía
como si me arrastrara a un vacío. Sentía que el vacío estaba dentro de
mí en lugar de afuera. De repente, ya no sentí más miedo y me dejé caer
en aquel vacío. No recuerdo lo que pasó después.
Me despertó el canto de un pájaro en la ventana. Nunca había oído un
sonido así antes. Mis ojos aún estaban cerrados y vi la imagen de un
diamante precioso. Sí, si un diamante pudiera producir un sonido, sería
así. Abrí mis ojos. La primera luz del amanecer se filtraba por las
cortinas. Sin ningún pensamiento, sentía, sabía que hay mucho más en la
luz que aquello de lo que nos damos cuenta. Aquella suave luminosidad
filtrándose a través de las cortinas era el amor mismo. Mis ojos se
llenaron de lágrimas. Me levanté y caminé por la habitación. La
reconocía y sin embargo sabía que antes no la había visto
verdaderamente. Todo era fresco y prístino, como si acabara de nacer.
Tomé cosas, un lápiz, una botella vacía, maravillándome ante la belleza
y la vividez de todo.
Aquel día caminé por la ciudad en total asombro por el milagro de la
vida sobre la tierra, como si acabara de nacer a este mundo.
En los cinco meses siguientes viví en un profundo estado de paz y
embelesamiento ininterrumpidos. Después esta condición disminuyó algo en
intensidad o quizá me pareció porque se volvió mi estado natural. Podía
funcionar todavía en el mundo, aunque me daba cuenta de que nada de lo
que hiciera podría añadir algo a lo que ya tenía.
Sabía, por supuesto, que algo profundamente significativo me había
ocurrido, pero no lo entendía en absoluto. Solamente varios años
después, luego de haber leído textos espirituales y de haber pasado
tiempo con maestros, me di cuenta de que lo que todo el mundo buscaba ya
me había ocurrido a mí. Comprendí que la intensa presión del sufrimiento
aquella noche debió haber forzado a mi conciencia a retirarse de su
identificación con aquel ser infeliz y profundamente temeroso,
identificación que es en últimas una ficción de la mente. Esta retirada
debió ser tan completa que este ser sufriente y falso se derrumbó
inmediatamente, como cuando se le quita el tapón a un juguete inflable.
Lo que quedó después fue mi verdadera naturaleza como el eterno presente
que Yo soy: la conciencia en su estado puro, anterior a la
identificación con la forma. Más tarde, aprendí también a entrar en ese
reino interior, ajeno al tiempo y a la muerte que había percibido
originalmente como un vacío y a permanecer completamente consciente.
Viví en estados de arrobamiento y santidad tan indescriptibles que
incluso la experiencia original que acabo de describir palidece en
comparación. Llegó un momento en el que, por un tiempo, no quedó nada de
mí en el plano físico. No tenía relaciones, ni empleo, ni hogar, ni
identidad socialmente definida. Pasé casi dos años sentado en los bancos
de los parques en un estado de intenso gozo.
Pero incluso las experiencias más bellas vienen y se van. Más
fundamental, quizá, que cualquier experiencia, es la corriente
subterránea de paz que no me ha abandonado desde entonces. A veces es
muy fuerte, casi palpable, y los demás la pueden sentir también. En
otras ocasiones, está en alguna parte en el fondo, como una melodía
distante.
Después, la gente venía ocasionalmente a mí y me decía: "Quiero lo que
usted tiene. ¿Puede dármelo o mostrarme cómo lograrlo?" Y yo decía:
"Usted ya lo tiene. Sólo que no puede sentirlo porque su mente hace
demasiado ruido". Esta respuesta creció después hasta convertirse en el
libro que usted tiene en sus manos.
Sin darme cuenta, tenía una identidad externa de nuevo. Me había
convertido en un maestro espiritual.
LA VERDAD QUE HAY DENTRO DE USTED
Este libro representa la esencia de mi obra, en la medida en que puede
ser expresada en palabras, con individuos y con pequeños grupos de
exploradores espirituales, durante los últimos diez años en Europa y en
Norteamérica. Con profundo amor y aprecio, quisiera agradecer a esas
personas excepcionales su valor, su deseo de abrazar el cambio interior,
el reto de sus preguntas y su disposición a escuchar. Este libro no
habría podido llegar a existir sin ellos. Pertenecen a lo que es todavía
una minoría de pioneros espirituales, pero que afortunadamente está
creciendo: personas que están alcanzando un punto en el que son capaces
de romper patrones mentales colectivos y heredados que han mantenido a
los seres humanos sujetos al sufrimiento por millones de años.
Confío en que este libro llegue a los que están listos para una
transformación interior muy radical y que por tanto actúe como un
catalizador para ella. También espero que llegue a otros muchos que
encuentren su contenido digno de consideración, aunque puedan no estar
listos para vivirlo o practicarlo plenamente. Es posible que en el
futuro, la semilla que se sembró al leer este libro se fusione con la
semilla de la iluminación que todo ser humano lleva dentro, y
súbitamente esta semilla brote y se haga viva dentro de ellos.
El libro en su forma actual se originó, a menudo espontáneamente, en
respuesta a preguntas hechas por personas en seminarios, clases de
meditación y sesiones de consejería privadas, así que he conservado el
formato de preguntas y respuestas. Aprendí y recibí tanto en esas clases
y sesiones como los que preguntaban. Algunas de las preguntas y
respuestas las escribí casi al pie de la letra. Otras son genéricas, es
decir, que combiné ciertos tipos de interrogantes que se hacían con
frecuencia en una sola pregunta y resumí la esencia de diferentes
respuestas para formar una respuesta genérica. A veces, en el proceso de
escribir, surgía una nueva respuesta más profunda o penetrante que
cualquier cosa que yo hubiera dicho nunca. Algunas otras preguntas
adicionales fueron formuladas por la editora para clarificar más algunos
puntos.
Usted encontrará que desde la primera hasta la última página, los
diálogos oscilan continuamente entre dos niveles diferentes. En el
primer nivel, llamo su atención hacia lo que es falso en usted. Hablo de
la naturaleza de la inconsciencia y de la disfunción humana, así como de
sus manifestaciones más comunes en la conducta, desde los conflictos en
las relaciones hasta las guerras entre las tribus o las naciones. Tal
conocimiento es vital, porque a menos que usted aprenda a reconocer lo
falso como falso -como algo que no es usted- no puede haber
transformación duradera y usted siempre acabará arrastrado de nuevo
hacia la ilusión y hacia alguna forma de dolor. En este nivel también le
muestro cómo no convertir lo que es falso en usted en su verdadero ser y
en un problema, porque así es como se perpetúa lo falso.
En el otro nivel, hablo de una transformación profunda de la conciencia
humana -no como una posibilidad futura distante, sino disponible ahora-
sin importar quién sea usted o dónde esté. Trato de mostrarle cómo
liberarse de la esclavitud de la mente, cómo entrar en un estado
iluminado de conciencia y cómo sostenerlo en la vida diaria.
En este nivel del libro, las palabras no siempre tienen que ver con
información, sino que a menudo buscan llevarlo a usted a esta nueva
conciencia en la medida en que lee. Una y otra vez trato de llevarlo a
usted conmigo a ese estado intemporal de presencia intensa y consciente
en el Ahora, así como de darle a probar la iluminación. Mientras que
usted no alcance a experimentar aquello de lo que hablo, puede encontrar
estos pasajes algo repetitivos. Pero en cuanto lo experimente, creo que
se dará cuenta de que tienen un gran poder espiritual y pueden llegar a
ser para usted las partes más provechosas del libro. Sin embargo, puesto
que toda persona lleva dentro de sí la semilla de la iluminación, a
menudo me dirijo al conocedor en usted que vive tras el pensador, el ser
profundo que inmediatamente reconoce la verdad espiritual, resuena con
ella y se fortalece con ella.
El símbolo de pausa que aparece después de ciertos pasajes es una
sugerencia de que detenga la lectura por un momento, se quede en
silencio y sienta y experimente la verdad de lo que se acaba de decir.
Puede haber otros lugares en el texto en los que usted hará esto natural
y espontáneamente.
Cuando comience a leer el libro, el significado de ciertas palabras,
tales como "Ser" o "presencia" puede no ser enteramente claro para usted
al principio. Simplemente siga leyendo. Ocasionalmente pueden venir a su
mente preguntas u objeciones según lee. Probablemente encontrarán
respuesta más adelante en el libro, o se harán irrelevantes según usted
profundiza en la enseñanza y en usted mismo.
No lea sólo con la mente. Esté atento a cualquier "respuesta emocional"
mientras lee y a una sensación de reconocimiento desde el fondo de usted
mismo. No puedo hablarle de ninguna verdad espiritual que en el fondo
usted no conozca de antemano. Todo lo que puedo hacer es recordarle lo
que ha olvidado. El conocimiento vivo, antiguo y sin embargo siempre
nuevo, se activa entonces y se libera desde el interior de todas las
células de su cuerpo.
La mente siempre quiere categorizar y comparar, pero este libro le será
más útil si no trata de comparar su terminología con la de otras
enseñanzas: de otra forma, probablemente se llegará a sentir confundido.
Uso palabras como "mente", "felicidad" y "conciencia" en forma que no
necesariamente tiene relación con la de otras enseñanzas. No se apegue a
las palabras. Sólo son peldaños, que deben dejarse atrás lo más
rápidamente posible.
Cuando ocasionalmente cito las palabras de Jesús o del Buda, de Un
Curso sobre los Milagros o de otras enseñanzas, no lo hago para comparar
sino para llamar su atención sobre el hecho de que en esencia hay y ha
habido siempre sólo una enseñanza espiritual, aunque viene en muchas
formas. Algunas de esas formas, como las religiones antiguas, se han
recubierto tanto de materia extraña que su esencia espiritual ha sido
oscurecida casi completamente. En gran medida, por tanto, su significado
más profundo ya no se reconoce y su poder transformador se ha perdido.
Cuando incluyo citas de las religiones antiguas o de otras enseñanzas,
lo hago para revelar su significado más profundo y por consiguiente
restablecer su poder transformador, particularmente para los lectores
que siguen esas religiones o enseñanzas. Les digo: no hay necesidad de
ir a otra parte en busca de la verdad. Permítame mostrarle cómo
profundizar en lo que usted ya tiene.
En
la mayoría de los casos, sin embargo, me he propuesto utilizar una
terminología tan neutra como sea posible para alcanzar a un amplio rango
de personas. Este libro puede verse como una reformulación para nuestro
tiempo de esa única experiencia espiritual atemporal, la esencia de
todas las religiones. No deriva de fuentes externas, sino de una
auténtica Fuente interior, así que no contiene teoría o especulación.