SESIÓN
DEL 9/5/03
Médium:
Jorge R. Olguín Interlocutor: Horacio Velmont
Entidad
que se presentó a dialogar:
Eón (el
Absoluto). |
|
Interlocutor:
¿Está presente, Eón? Lo pregunto directamente porque usted mismo dijo que
bastaba que lo pensemos para que estuviera…
Eón: Así
es, soy Eón. Los saludo…
Interlocutor:
Bueno, escucharé su mensaje y si usted me lo permite haré sobre la marcha
algunas preguntas…
Eón: La
edad del universo es infinitamente superior a la edad de cada individuo en
cada planeta, y como dirían ustedes en el plano físico, está todo
calculado.
Es tan
lenta, pero tan lenta, la evolución espiritual que a veces no alcanza la
vida entera de una raza para que cada espíritu evolucione. Esto significa
que en muchos mundos hubo muchas razas que han sido hábitat de espíritus y
esas razas no han cumplido su cometido… ¿
se entiende esto?...
Interlocutor: Sí,
perfectamente…
Eón: … y
esas razas se han extinguido y la mayoría de los espíritus, que han
encarnado durante milenios en cada Sistema Solar, no han llegado a la
evolución. Es decir, no alcanzó toda la historia de esa raza para que los
espíritus evolucionen en su totalidad... Y la Tierra está yendo en el
mismo sentido.
La raza
“homo sapiens sapiens”, que en este momento alberga a los espíritus,
tiende a extinguirse antes de que todos los espíritus lleguen al 5º plano.
Es muy
difícil que los espíritus que encarnan en el Planeta Tierra lleguen al 5º
plano espiritual antes de que la raza se extinga.
Aun
pudiendo los grandes genetistas terrestres modificar el ADN y extender la
durabilidad de la raza como género, como familia, aun así y todo no van a
hacer a tiempo para que los espíritus evolucionen a un 5º nivel en
general, por un lado, porque la evolución en sí es muy lenta, y por el
otro, porque los roles, aunque son necesarios para evolucionar, también
son muy grandes y son lastres muy pesados.
La
cuestión es la siguiente, y voy a tratar de ser lo más entendible posible
a pesar de la poca comprensión que tienen ustedes de los conceptos.
Cuando
mis queridos elohim crean los espíritus, estoy Yo detrás, sea dirigiendo,
sea marcando u orientando.
Esos
espíritus son creados con “defectos”, y precisamente evolucionan gracias a
aprender a vencer esos defectos.
Pero
resulta que cada espíritu tiene una particularidad. No me refiero a una
particularidad espiritual, sino a una “particularidad de raza”.
Uno de
los ejemplos es la de vosotros, la raza de Sol 3, que no digo que sea
única, porque se repiten otros patrones genéticos en otros sistemas
estelares, pero sí que vosotros sois únicos en cuanto tenéis un apego
tremendo a los roles, tan tremendo que desde que la raza fue formada en el
planeta Tierra habéis avanzado mucho en técnica, por supuesto que sí, pero
muy poco espiritualmente, que es lo que en realidad importa para Crecer
por dentro...
Aparte,
vosotros tenéis un decodificador tan importante, pero tan importante, que
sois una de las principales razas en el universo conocido cuyos encarnados
decodifican en un porcentaje altísimo al espíritu.
No os lo
digo para que se envanezcan, pero ustedes tienen un concepto de lo
abstracto tan grande que algunos filósofos terrestres con gran percepción
hasta pueden llegar a comprender mi manera de pensar, y los por qué de la
vida.
Pero en
determinado momento los invade ese rol de protagonismo y se estancan
evolutivamente, porque el afán de protagonismo constituye un obstáculo
insalvable para el avance espiritual.
Esto es
lo que quería hacer notar…
La otra
cuestión, que sé que es lo que les interesa, y que muchos que visitan
vuestro sitio web han preguntado, es el origen de la vida.
No tienen
que tener menoscabo por vosotros mismos, de pensar que en cada mundo hubo
un origen extraterrestre, porque si no cabría preguntar ¿y cuando no había
extraterrestres, qué?
La
Tierra, como llamáis vosotros a este planeta, tiene su propio comienzo,
como un caldo primordial, un cultivo molecular que fue formando bacterias…
De repente una cadena de ADN hace una especie de shock eléctrico y de
alguna manera cobra vida. Los primeros seres que se formaron, que fueron
mitad vida y mitad no, fueron los virus.
¿Por qué
digo mitad vida y mitad no? Porque para que haya vida tiene que haber
reproducción y los virus no se reproducen por sí mismos. Necesitan
penetrar a otro cuerpo, sea una bacteria o un animal unicelular, para
reproducirse.
Pero sí
se entiende que los virus son seres animados porque se reproducen en otro
cuerpo, entonces son seres vivos.
Muchos
químicos y muchos físicos de vuestro planeta toman a los virus como límite
de la vida, como que están más allá… Están equivocados… Los virus son
seres vivos porque se reproducen.
Pero no
son seres vivos a la altura de una bacteria porque no tienen núcleo y
necesitan de otra entidad viva para reproducirse.
Bien. A
partir del caldo primordial, esa molécula, con una tremenda cadena de ADN,
va formando distintos seres unicelulares… La vida, por sí misma, tiende a
hacerse más compleja, ya está formada así. Ahí no participan los elohim,
sino directamente el Absoluto y se dan las condiciones en cada mundo para
que en ellos se forme un tipo de vida.
Este
planeta, cuando esa vida se fue formando, tenía una atmósfera
completamente irrespirable para vosotros. Era con una alta densidad de
bióxido de carbono, azufre, y otros minerales como el metano,
completamente venenoso para vuestros actuales pulmones.
A medida
que la vida va creciendo se van formando animales unicelulares acuáticos,
porque el agua fue el primer centro de vida en el planeta. Luego animales
multicelulares... plantas. La Tierra era hostil para la vida actual. Eran
grandes pantanos de metano, azufre, donde no podría respirar un animal
acuático actual.
Van
pasando las épocas, se van formando animales más complejos, mucho más
complejos. Se van formando animales en la época precámbrica, cámbrica,
anterior a vuestros dinosaurios. Estamos hablando de 1600 millones atrás
de vuestros años.
Luego,
esa época termina –la cadena de ADN hace que la raza se extinga– y se van
formando los trilobites
,
que luego se extinguen y entre 300 y 250 millones de años atrás se forman
los grandes dinosaurios –extinguidos hace 60 millones de años atrás–,
hasta que empiezan los grandes antropoides, que ya tienen un ADN muy
parecido al de vosotros y así se van generando las distintas razas, hasta
que al último quedan dos, la raza de Cromagnon y la de Neanderthal, que es
la antecesora del homo sapiens sapiens.
La raza
del homo sapiens sapiens no extingue del todo a la raza de
Neandertal, pues conviven juntas durante miles de años.
Entonces
suceden tres cosas: los homo sapiens sapiens se apoderan de las
hembras Neanderthal, y como no tienen el mismo ADN no engendran hijos.
Segundo,
hay grandes batallas y los homo sapiens sapiens vencen a los
Neandertal. De esta forma también se va diezmando esta raza. Y tercero, el
código genético de la raza Neandertal no daba para más.
La
conjunción de estos tres factores hace que quede primando sobre la tierra
el homo sapiens sapiens, o sea, el ser humano actual.
El
homo sapiens sapiens, desde su primer eslabón, puede llegar a tener
hasta 500.000 años. Pero hace 30 mil años que empezó a tener pensamientos
de temor a lo que no entendía, y recién hace 10.000 años que empezó a
pensar en abstracto. Y hará 5.000 ó 6.000 de vuestros años que atisbaron
las primeras escrituras.
Pero ya
desde antes de esos años dibujaban en las cavernas. Es decir que ya tenían
pensamientos abstractos, porque el dibujo es un pensamiento abstracto. Un
ser, de los que vosotros llamáis animales, no podría dibujar porque no
entendería lo que es un dibujo.
Interlocutor:
¿Podría sintetizarme los tres factores de desaparición de la raza
Nearderthal?
Eón:
Primero, que engendraban seres estériles, de la misma forma que el
apareamiento de la raza del caballo y la del asno engendran mulo y el mulo
es estéril.
Segundo,
grandes luchas por poderes territoriales, donde el homo sapiens sapiens,
al ser más inteligente y tener más estrategias de combate, ganaba las
batallas diezmando a los hombres de Neanderthal. Con las hembras no se
metían.
Y
tercero, su propio código genético, que ya llegaba a su fin.
Interlocutor: Está
completo el cuadro, lo comprendí perfectamente.
Eón:
¿Pero qué queda en el homo sapiens sapiens?
Interlocutor: No
alcanzo a intuirlo…
Eón: Un
gran ego. El ego es pensamiento abstracto que le fue dando la mente
analítica, porque la mente analítica se formó, mejor dicho se fue
formando, en los últimos 30.000 años de la especie. Fue la que canalizó
los engramas para la mente reactiva, porque lo que canaliza a los engramas
y lo que canaliza al ego es …
Interlocutor: ¿El
discernimiento?
Eón:
Exacto, el discernimiento. Tienen que entender que si no hubiera mente
analítica, la mente reactiva no serviría de nada para canalizar roles o
engramas, porque a pesar de que los engramas son reactivos igualmente
necesitan de un análisis.
Interlocutor: ¿Aun
los engramas automáticos?
Eón: Aun
los engramas automáticos. El ejemplo que has dado siempre, que de repente
ese ser instintivamente tiene temor a algo, por ejemplo, a la oscuridad, a
un animal, a un determinado sonido, aun la mente reactiva automática tiene
que razonar ese algo, y ese razonamiento parte de la mente analítica, que
decodifica el pensamiento abstracto..
Interlocutor: Pero
si la persona está desmayada, con la mente analítica desconectada, sí
puede grabar engramas…
Eón:
Totalmente. Esa ley no está desfasada. Pero la persona después, ya estando
despierta, para dramatizarlo, dándose las condiciones para la
restimulación, tiene que analizarlo desde su mente analítica.
Interlocutor:
Entiendo…
Eón: Es
decir, es la mente analítica la que dio cabida a los roles del ego, porque
aunque el ego se aloje en la mente reactiva necesita de la mente analítica
para protagonizar.
Interlocutor:
Obvio…
Eón: Si
tú te fijas en las obras de teatro, donde esos actores estudian la letra y
hacen excelentes obras, bueno, ese mismo estudio de letras lo hace aquel
que tiene el rol de víctima. Entonces, precisa de la mente analítica para
estudiar esa letra. Se nutre de la mente analítica, trata de manipular al
otro y lo manipula desde la mente reactiva con la mente analítica.
Reitero
el concepto: lo manipula desde la mente reactiva con la mente analítica,
porque precisa del discernimiento para tratar de dominar al otro.
Interlocutor: ¿Qué
grado de participación tiene en esto la mente analítica?
Eón: En
realidad, la mente analítica casi no participa para nada, porque todo lo
que hace ese ser es reactivo. La mente analítica es solamente para el mero
hecho, para la mera anécdota, de darle el discernimiento, porque la mente
reactiva no tiene discernimiento.
Interlocutor:
Está claro.
Eón: Es
un rol mínimo el de la mente analítica, que a duras penas puede ser tenido
en cuenta. Lo menciono nada más que para que entiendan que, de alguna
manera, la mente reactiva se nutre de la mente analítica. Se nutre para
tomar las decisiones de manipular al otro, es decir, con qué rol lo
manipulará. Pero la mente analítica no cumple otra función más que ésta,
la mente analítica queda al margen, siendo solamente algo así como que la
que surte el oxígeno para que esa mente reactiva funcione.
Interlocutor: Lo
interrumpo para hacerle dos preguntas: La primera es si la mente reactiva
la crearon los elohim, y la segunda si es el mejor mecanismo que pudo
haberse creado.
Eón: La
Creación, en sí, es perfecta, porque no puede contener errores. Estamos
hablando de que se precisa un trecho muy grande, de Big Bang a Big Crunch,
para que las razas verdaderamente se desapasionen de sus yoes. No quiero
dar una certeza, porque es necesario que ustedes también elucubren.
Pero
entiende que es muy difícil, hablo ahora de la Tierra solamente, que
cuando el planeta llegue a su fin los espíritus que hayan encarnado en la
raza evolucionen en su totalidad. Es muy difícil... no va a alcanzar el
tiempo.
Pero,
como todavía faltan más de 25.000 millones de años para el Big Crunch, aun
terminando la vida en la Tierra, los espíritus van encarnar en otros
planetas hasta llegar verdaderamente a evolucionar.
Interlocutor:
Entiendo perfectamente.
Eón: Ya
está todo calculado, o sea que no es que va a faltar el tiempo. Aparte, Yo
ya lo sé.
Interlocutor:
Obvio…
Eón: Pero
reitero que es muy difícil que logren la elevación en el planeta Tierra,
muy difícil.
Interlocutor:
Respecto a la mente reactiva… ¿los elohim pueden haberse equivocado con la
creación de la mente reactiva? Me refiero a si se podía haber construido
un mecanismo mejor.
Eón: En
realidad, los elohim fueron los instructores. Cuando se habla de que ellos
crearon a todos los seres vivos, a partir del 6º plano hacia abajo, es una
afirmación veraz. Realmente fue así...
Pero yo
he sido el que he dado mi consentimiento, el OK, como dirían ustedes en
este plano físico. Y he participado en ello activamente. Es como el
pequeño de ustedes que va a primer grado y el padre o la madre le guían la
mano cuando está haciendo los palotes.
Interlocutor: Eso
está claro… ¿Acaso, entonces, la mente reactiva falló de alguna manera?
Eón: La
mente reactiva está cumpliendo su rol perfectamente. Y voy a permitirme
ser irónico, imitándolos a ustedes: ¡creo que la mente reactiva está
cumpliendo bastante bien su rol…!
Interlocutor:
Entiendo claramente la ironía… Quería preguntarle, antes de que continúe,
si un virus tiene espíritu.
Eón:
Todos los seres vivos son animados por un espíritu, pero así como la
comprensión del virus es casi inexistente, porque un virus se maneja más
bien de una manera mecánica, podríamos decir que si la comprensión humana
es de 1, la de un virus podría representarse con un 0,00000…, es decir, un
cero coma seguido de casi infinitos ceros hasta llegar a uno. Su
razonamiento es prácticamente nulo.
Interlocutor: ¿Esa
nulidad alcanza también al espíritu? Me refiero a si podemos decir que su
espíritu es también casi nulo.
Eón: Así
es… Pero de todas maneras, es ley –esta palabra no es la más acertada pero
no hay otra que el decodificador de este receptáculo pueda traducir– de
que cada ser debe tener su “contraparte”, para decirlo de alguna manera
entendible para ustedes.
Interlocutor:
¿Esto significa que hasta un virus tiene Thetán? Lo pregunto porque parece
un poco ridículo hablar del alma o Yo Superior de un virus.
Eón: Y
sin embargo, así es. Cada ser, reitero, debe tener su reciprocidad en el
plano espiritual. Pero lo menciono casi en función de anécdota, porque su
espíritu es ínfimo.
Interlocutor:
¿Todos los seres evolucionan? Al preguntar esto pienso en las cucarachas,
que no parecen evolucionar en absoluto.
Eón:
Probablemente, y digo “probablemente” aunque yo ya lo sé, para no
adelantarles el futuro, la cucaracha, al final de la Tierra como planeta,
termine siendo cucaracha, porque no va a haber tiempo biológico para que
la cucaracha evolucione.
La
evolución de los seres depende de cómo se haya desarrollado la vida en
cada lugar. En otro mundo, el ADN de la cucaracha se ha desarrollado de
una forma distinta.
Interlocutor:
¿Incluso pueden haber evolucionado al punto de construir máquinas
espaciales como los Langar, que son extraterrestres de la Constelación de
Arturo, tipo langostas?
Eón: Así
es, pues no hay nada que lo impida. Y en otros mundos llegarán a
evolucionar las plantas.
Interlocutor: ¿Y
los dinosaurios?
Eón: En
otros planetas han evolucionado los que vosotros llamáis velocirraptores,
que tienen dos metros de altura.
Interlocutor:
¿Incluso construyendo y manejando naves espaciales? Pregunto siempre esto
porque parto de la base que tecnológicamente son seres avanzados quienes
llegan a construirlas.
Eón:
Claro, pero quiero que entiendas que no tienen la forma de dinosaurios
como ustedes la conocen.
Interlocutor:
¿Hay una transformación?
Eón: Por
supuesto, de la misma forma como vosotros no tenéis nada que ver con el
australopithecus
.
En otros
mundos, el dinosaurio ha eliminado su cola hasta tener nada más que un
pequeño rabo, su morro se ha achicado, es decir, ya no lo tienen tan
grande como lo conocen ustedes, tienen menos dientes, y aunque siguen
teniendo sus características propias, forma, escamas, piel, etc, ustedes
casi no lo reconocerían como dinosaurios.
Interlocutor:
¿Puedes ser que hayan estado en nuestro planeta? Lo pregunto porque hay
muchos relatos de personas que han visto seres parecidos.
Eón: Por
supuesto que sí.
Interlocutor: ¿Un
tigre también evoluciona de esta forma tan considerable al punto de poder
construir naves espaciales?
Eón:
Todos los seres evolucionan. Lo que ocurre es que evolucionan en cada
planeta. Aquí, en la Tierra, probablemente, y reitero que digo
probablemente para no adelantarles el futuro, el tigre no va a pasar de
tigre y la cucaracha no va a pasar de cucaracha, porque es exiguo el
tiempo biológico que tienen para evolucionar.
Interlocutor: Mi
espíritu, todos los espíritus, al llegar el Big Crunch, me refiero a este
Big Crunch, ¿en qué organismo tan sofisticado encarnaremos?
Eón:
Cuando llegue el Big Crunch todos serán fundidos…
Interlocutor: Eso
está claro, pero supongamos un tiempo antes del Big Crunch…
Eón: La
respuesta es que no necesariamente habitaréis en organismos sofisticados.
En Antares 4, por ejemplo, cuya estrella está tan cerca de vosotros, no
hay organismos sofisticados, sino todo lo contrario. Si los comparamos con
ustedes son más endebles. Y a pesar de que aún faltan más de 25.000
millones de años para el Big Crunch, la mayoría de los seres que encarnan
están en los planos 4º y 5º.
O sea que
si nos basáramos por Antares 4, ahí la evolución, espiritualmente
hablando, ya habría casi terminado… ¡Tienen un sistema tan, pero tan
grande, de solidaridad, de misericordia…!
Interlocutor: A
ver si entendí… ¿dentro de 25.000 millones de años los que llegaron al 5º
plano espiritual ya no tienen más necesidad de encarnar? ¿Es así?
Eón:
Seguirían encarnando para colaborar con los pocos que quedan en los planos
densos, pero ya no habría tantos mundos habitados.
Interlocutor: ¿En
definitiva, entonces, no hay organismos sofisticados…?
Eón: No,
no los hay, porque no se necesitan organismos sofisticados para elevarse
al 5º plano espiritual. De lo que se trata es de la evolución espiritual,
no de los organismos físicos, que son meramente incidentales en el
elevamiento del espíritu. Lo importante es el espíritu, no el cuerpo que
provisoriamente lo anida.
Por eso
di el ejemplo Antares 4, donde los seres encarnados ya están alcanzando el
máximo plano espiritual, y sin embargo sus organismos no son para nada
sofisticados. Incluso ustedes, aquí en la Tierra, los llamarían
peyorativamente “comunes” o “vulgares”.
Interlocutor: Creo
que entendí la idea. Ahora bien, yo, Horacio, dentro de 25.000 millones de
años, como espíritu, recalco como espíritu, ¿qué capacidades tendré de
comprensión? ¿Casi como el Absoluto?
Eón: Un
espíritu siempre va a tener la capacidad de comprensión de un espíritu. El
espíritu evoluciona en bondad, en abstracción. Obviamente, vas a tener más
comprensión que ahora, pero la comprensión no va a ser una competencia. La
comprensión va a ser una comprensión de lo abstracto.
Y aunque
les parezca risible, si vosotros tuvierais el tiempo para desconectarse de
la realidad y se integraran en el Absoluto, hoy mismo ya podrían tener esa
comprensión que van a tener dentro de 25.000 millones de años.
Interlocutor:
¿Cómo puede ser posible algo así?
Eón:
Porque esa comprensión ya está dentro de vuestro espíritu. Así como dentro
de cada organismo físico está una cadena de ADN, y esto es inmutable, así
también dentro de cada espíritu está la comprensión…
Interlocutor:
¿Desde que el espíritu fue creado?
Eón: Así
es, desde que el espíritu fue creado.
Interlocutor: Cabe
la pregunta, entonces, de por qué tardamos tanto en desarrollarla, si ya
está. ¿Por qué no hacemos clic y la sacamos ahora…?
Eón:
Simplemente porque ustedes no creen que son capaces de lograrlo,
simplemente por eso.
Interlocutor: ¿La
falla está en nosotros, entonces?
Eón: Así
es. Les reitero que lo podrían lograr hoy mismo... Ahora puedes pasar a
las preguntas que tienes agendadas.
Interlocutor:
Bueno, la primer pregunta que tengo agendada es un poco insólita… ¿El
Absoluto es infalible?
Eón: Sí.
Interlocutor: ¿Tan
categórica es la respuesta?
Eón: Así
es. Totalmente.
Interlocutor: ¿Su
presencia aquí ya estaba prevista o es un hecho nuevo?
Eón: Ya
estaba escrita, por supuesto. No cabría otra.
Interlocutor:
Usted mismo dijo que la Creación es como una cinta de Moebius. Es decir,
¿la cinta de Moebius abarca de Big Bang a Big Crunch o a todos los
infinitos Big Bang a Big Crunch?
Eón: La
cinta de Moebius abarca de cada Big Bang a Big Crunch en forma
independiente.
Interlocutor:
¿Totalmente separados unos de otros?
Eón:
Totalmente.
Interlocutor: La
pregunta, entonces, es si siendo la Creación, hablemos de esta Creación,
como una cinta de Moebius, es decir que es continua, cuando llega al
final, es decir, al Big Crunch, la evolución vuelve a empezar todo de
nuevo desde abajo. Quiero decir si es evolución-involución-evolución-
involución continua.
Eón:
Respondo: En esta Creación, en este universo, y en este momento actual en
el que tú estás viviendo, desde el Big Bang hasta el Big Crunch para mí es
un eterno presente. Todo está ocurriendo a la vez.
Como es
un eterno presente, la cinta de Moebius no tiene final, y aquellos que
llegan a un distante futuro pueden, mediante un agujero dimensional,
regresar otra vez al comienzo del pasado.
Cuando
esa “tropilla de caballos” que es la evolución llegue a su meta y con el
Big Crunch se forme la Singularidad y todos los espíritus se fusionen con
el Absoluto, ahí se termina todo. Y a partir de esa Singularidad va a
haber un nuevo comienzo una octava más alta. Y ese eterno presente ya no
va a existir más. No es que después se vuelva a recorrer. Esa película ya
desapareció. Va a haber una nueva película con un nuevo presente.
En el
plano físico existen distintos aparatos que son aptos como para recorrer,
con distintas mecánicas, el pasado, el presente y el futuro, y no
solamente en este mundo sino en muchos mundos.
Interlocutor: ¿Los
viajes hacia el futuro son posibles? Lo pregunto porque yo tenía entendido
que solamente era posible viajar hacia el pasado.
Eón: No
pueden ir al futuro las máquinas construidas aquí, porque la mecánica con
la que se han construido lo impiden. Pero es una imposibilidad mecánica de
vuestra técnica, no física. En otros planetas, reitero, lo han logrado. En
otros planetas ya están viajando en el tiempo, aunque en vuestro mundo
recién lo logren en el año 2.500.
Interlocutor:
Entiendo…
Eón:
El decodificador del receptáculo está un poco agotado y no traduce
bien los conceptos…
Interlocutor:
¿Tendríamos que concluir la sesión?
Eón:
Puedes hacer un par de preguntas más.
Interlocutor: Como
decimos nosotros vulgarmente, voy a “masticar” las respuestas y en la
próxima sesión volveré a preguntar… Esa cinta de Moebius que es la
Creación fue hecha por usted en un instante o hubo algún tiempo.
Eón: Se
crea en un instante, porque desde el punto de vista del Absoluto, si se
tardara algún tiempo en hacer algo, esa tardanza implicaría límite y no
hay límite para el Absoluto.
Interlocutor:
Refiriéndome al libre albedrío, tener o no tener libre albedrío daría lo
mismo, porque si no lo tuviéramos y ya todo estuviese trazado, bastaría
con tener la ilusión de poseerlo. ¿Qué diferencia habría? Concretamente,
en ese instante sin tiempo de Creación, ¿yo decidí?
Eón: No.
Has decidido después qué hacer. Es algo parecido al bebé del plano físico.
El bebé del plano físico no pide nacer. Estamos hablando desde el punto de
vista del plano físico y no desde el punto de vista del espíritu que
elige. Olvídate de lo espiritual en este momento.
Reitero,
el bebé no elige nacer, pero una vez que nace y crece necesita que el
padre le cree directivas y que más tarde hagan lo mismo los maestros en la
escuela. Pero cuando es más grande elige solo.
Bueno,
aquí sucede lo mismo. El espíritu es creado para evolucionar y el espíritu
después va optando en cada mundo qué hacer.
Interlocutor: Lo
que no entiendo es esto: ¿ese instante sin tiempo de Creación acaso no
incluye ya todo lo que los seres van a hacer, la crucifixión de Jesús, el
incendio de Roma por Nerón, mi comunicación con Usted, y antes de ésta mi
comunicación con Kronbus, el viajero del tiempo –que soy yo mismo del
futuro– que vino a este presente y dialogó conmigo…?
Eón: Lo
incluye, porque desde el punto de vista de Eón existe la capacidad de
percibirlo todo. Pero el incluirlo no significa que la persona no elija.
Si uno lo ve desde arriba, y uno ya sabe qué eligió, eso no significa que
uno no pueda elegir desde el punto de vista de vuestro presente.
Lo que
ocurre es que Yo ya lo sé. Voy a darte un ejemplo muy práctico. Tú en el
plano físico tienes nietos. Entonces, uno de ellos está jugando en el piso
con sus juguetes y tú le pones a un metro de distancia una atractiva
golosina y haces un poco de ruido para que la vea, y te quedas mirando lo
que ocurre desde lejos. Tú sabes que va a suceder. Tu nieto, al oír el
ruido mira hacia ese lugar, duda un instante pero finalmente va, toma la
golosina y la introduce en su boca. Tú ya sabías que iba a hacer eso, pero
no interferiste con su libre albedrío.
Bueno, el
punto de vista de Eón es que sé lo que vas a hacer, pero no interfiero.
Interlocutor: La
diferencia es que usted ve ese futuro como presente y yo no.
Eón:
Exacto. Tú no lo ves como futuro sino como un cálculo de probabilidades,
porque de repente a tu nieto le puede doler el estómago y en ese momento
no quiere saber nada con golosinas…
Interlocutor: ¿Se
podría establecer la cantidad de Big Bang sucesivos en el futuro, por
ejemplo con un 1 seguido de equis ceros?
Eón: No
se puede establecer, porque así como hay infinitas probabilidades hay
infinitos Big Bang y Big Crunch. Sería una cinta de Moebius superior, en
grado máximo. Es fútil ponerle ceros, como es fútil tratar de establecer
con un 1 seguido de ceros la cantidad de átomos que hay en el universo.
Llámale a eso “Eternidad”.
Interlocutor: Creo
entender… Una última pregunta, ¿dentro de las opciones ha habido un
empujoncito para la página web del Grupo Elron? Lo pregunto porque usted
dijo, cuando la página estaba “muerta”, que las probabilidades de éxito
eran de más del 95 % y posteriormente, casi enseguida, comenzaron a
aparecer infinidad de personas que la encontraron “de casualidad”. Y todos
demostraron un interés enorme por los temas de los enigmas que me llamó
poderosamente la atención.
Eón: Ahí
te das cuenta del libre albedrío, porque ustedes pueden optar por una
pequeña ayuda. Tanto tú como este receptáculo, consciente o
inconscientemente, han pedido una ayuda y a mí me halaga –utilizo este
término para ser mejor entendido– brindárselas.
Lo que yo
tengo que tener son límites –límites con ustedes me refiero, ya que Eón no
tiene límites–, porque ustedes han elegido pasar por determinadas
vivencias antes de encarnar y por ello mi ayuda tiene que ser prudente.
Interlocutor:
¿Entonces sí hubo un empujoncito?
Eón: Sí,
lo hubo.
Interlocutor:
¿Cómo fue que se interesaron esas personas?
Eón: El
ejemplo de la golosina viene al caso. En esas personas algo hizo clic
en su cerebro y dijeron ¡oh, qué es esto, qué bueno, me comunicaré! Lo
estoy expresando en forma rudimentaria.
Interlocutor: Mi
temor es que vayan en aumento las consultas y me sobrepasen…
Eón:
Siempre tienes que encararlas de
acuerdo a
tu capacidad. Tómate tu tiempo para contestar solamente las que están a tu
alcance, porque en el futuro puede venir un maremoto. Quizás el día de
mañana surja algo más. Es todo lo que te puedo decir despidiéndome…
Interlocutor:
Me ha dejado con una intriga tremenda…
Eón: Los
saludo…
Interlocutor:
Hasta luego, Eón, y gracias.
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