Diálogos con
el Absoluto
Lo inconmensurable
SESIÓN
DEL 30/8/01
Médium :
Jorge R. Olguín
Interlocutor:
Horacio Velmont
Entidad que se
presentó a dialogar:
Eón (el Absoluto).
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Interlocutor: ¿Quién se va a comunicar hoy?
Eón: Voy
a dar un pequeño mensaje… Mi nombre no importa, es secundario… Es la
segunda vez que me contacto con este hermoso ejemplar y es una de las
pocas veces que puedo visualizar, desde tan “abajo”, este mundo.
Interlocutor: Querría saber al menos si usted es un
espíritu de Luz, un ser angélico, un eloah, un extraterrestre, y también
cómo podemos nombrarlo, aunque sea con un nombre ficticio, para ponerlo
después en el papel, ya que los diálogos se graban y después los pasamos a
máquina.
Eón: Te
voy a dar un nombre en tu idioma: Eón.
Interlocutor: Creo que Eón significa “tiempo”,
“eternidad”… ¿Estoy hablando acaso con alguna Energía divina del 7º nivel?
Eón:
Solamente quiero decir que todo lo que cada pequeño espíritu, en este
pequeño mundo, vive, lucha, transmite, se apasiona, es algo que me causa,
conceptualmente, algunos sentimientos, pena, risa…
Digo
conceptualmente porque, en realidad, yo no tengo pena ni risa, sino que la
visualizo y la gusto a través del receptáculo desde donde me estoy
comunicando.
Interlocutor: ¿Usted se ha comunicado antes, de alguna
manera, con este receptáculo?
Eón: Ésta
es la segunda vez que me comunico. Antes me comuniqué con él durante su
sueño.
Interlocutor: ¿Esa comunicación tiene relación con las
percepciones que tuvo este receptáculo y sobre las que, precisamente, me
pidió que consultara a los Maestros de Luz antes de comenzar la sesión?
Eón:
Correcto. Llevé a su espíritu a recorrer el universo. Es la única entidad
que ha viajado, hablando en vuestras medidas, a 15.000 millones de años
luz de vuestro mundo.
Interlocutor: No me imaginaba que se podía llegar tan
lejos.
Eón:
Primero hemos recorrido el Sistema Solar, luego continuamos el recorrido
por otros Sistemas estelares y finalmente llegamos casi al centro de la
galaxia en espiral, llamada por ustedes Vía Láctea, y le transmití este
concepto a Johnakan:
–¡Mira,
mira lo que es esto!
–¿Qué
es?, me pregunta.
–Miles de
millones de luces incandescentes, en cuya órbita hay miles de millones de
mundos, con miles de millones de espíritus encarnados en cada uno de
ellos…
Interlocutor: ¿Siempre estamos hablando de esta
galaxia?
Eón: Así
es... Le digo a Johnakan: –Ahora que ves la galaxia de tan lejos, que te
parece tan pequeña a la distancia... ¿quieres ir aún más lejos? Pues vamos
más lejos. –Y lo llevé a los distintos cúmulos galácticos.
Hay un
cúmulo galáctico que tiene de 20 a 25 millones de años luz, donde hay
cerca de 20 a 30 galaxias como la Vía Láctea. Entonces le digo:
–Míralo
de más lejos. En cada una de las galaxias contenida en cada uno de los
cúmulos hay entre 100 y 300 mil millones de soles. ¿Cómo puede un solo
espíritu, en uno solo de los mundos, tener ego?; ¿cómo puede tener
complejo de superioridad ante esto?. Mira, ¿qué opinas de eso?.
–Majestuoso, me dice.
–¿Te
parece majestuoso? ¡Ven más arriba! –Y fuimos a otros planos, donde hay
cúmulos de cúmulos, en lugares que tienen 200 millones de años luz, donde
hay cúmulos y cúmulos de galaxias y como un soplo fuimos más lejos.
Entramos en un agujero negro, pasamos por ‘agujeros de gusano’…”.
Interlocutor: ¿El espíritu puede ir a un agujero negro?
Eón:
Totalmente, porque el espíritu no se afecta por los pozos gravitatorios
del plano físico 1.
Interlocutor: ¿Y qué es lo que hay en un agujero negro?
Eón: Es
un enorme pozo gravitatorio, donde su elevadísima gravedad crea una
“singularidad” espacio-temporal, permitiendo la “comunicación” con otros
universos paralelos.
Interlocutor: ¿Los agujeros negros tienen algo que ver
con la antimateria?
Eón: En
algunos agujeros negros hay antimateria…
Interlocutor:
Entiendo…
Eón: Le
digo a Johnakan: –¿Por qué te sientes tan agitado?
–Porque
esto es verdaderamente grandioso… –me responde.
–¿Quieres
ver más Creaciones? –Fuimos entonces a un universo paralelo. Es el único
espíritu que sin ser Logos ha viajado a un universo paralelo. Le pregunto
a Johnakan:
–¿Qué
diferencia ves?
–Ninguna
–me responde.
–Aquí
también hay luchas, aquí también hay deseos… No dan cabida al gozo, al
disfrute... Cada unidad piensa en sus propios anhelos y no piensan en sus
semejantes. No gozan en dar a los demás... El disfrute tendría que ser por
eso, por la obra de dar al otro, el gozo tendría que ser por brindar
servicio.
–¿Y tú te
enojas?, me pregunta.
–No –le
respondo–, porque no cabe en mí el enojo ni tampoco la risa…
Interlocutor:
¿Cómo hace para captar conceptualmente el enojo o la risa?
Eón:
Ambos conceptos los tomo de mi receptáculo. Todas las cosas funcionales
las tomo de mi receptáculo.
Interlocutor: ¿Cuál es la relación suya con Johnakan,
porque de alguna manera ha tenido el privilegio de viajar con usted?
Eón:
Johnakan tiene una enorme misión en un planeta tan importante como la
Tierra, donde hay muchas mentes que pueden brillar. En el Sistema de Orión
hay un planeta vecino –Orión 4–, y otro en el Sistema de Antares –Antares
4–, donde hay seres filósofos de una maestría tremenda, pero en vuestro
planeta, la Tierra, que los otros espíritus llaman Sol 3, también hay
muchas mentes con una increíble inteligencia, y voy a explicar por qué.
Ustedes
ya saben, por sesiones anteriores –sesiones que yo las puedo percibir con
toda claridad desde este presente, y aun repetir una por una las palabras
que se dijeron en cada una de ellas como si fuera un grabador de los que
usan ustedes, e incluso lo que ha corregido este receptáculo–, que los
espíritus transmiten conceptos y emociones que el decodificador del médium
traduce luego a vuestra terminología.
El ser
humano que ustedes llaman “homo sapiens sapiens”, o sea vosotros,
tiene una forma neuronal de leer de forma abstracta, que en otros mundos,
aun en los mundos filosóficos como Antares, no se da. Hablando en un
lenguaje entendible, los terrestres son diamantes en bruto.
Yo no
tengo preferencias por un mundo sobre otro, y el hecho de que yo desvíe mi
atención en una de las personas de este mundo para enseñarle cosas para
que él, a su vez, las pueda transmitir, no va en desmedro de otros mundos.
Interlocutor: Eso lo doy por descontado.
Eón:
Entonces le estoy enseñando, primero, mostrándole lo pequeño que es cada
uno en relación con el Todo; segundo, mostrándole que en los mundos
paralelos existen las mismas pasiones; tercero, que hay miles de millones
de mundos y que en cada uno hay tanta presión como en los demás; y, por
último, le di un pequeño poder a la parte espiritual de este receptáculo
–llamada Johnakan– para que pueda percibir –es una percepción
extrasensorial que no tiene la parte encarnada porque no le cabría, pero
sí la tiene la parte superior–, y le he mostrado cómo percibir a la
Esencia.
Me río
–reitero que conceptualmente– porque la mente de Johnakan percibió a la
Esencia, mirándola desde arriba, como si fuera una anguila de humo, toda
sinuosa y de un color gris.
Interlocutor: ¿Desde qué nivel Johnakan percibió a la
Esencia? ¿Desde el mismo nivel 9?
Eón:
Desde más allá del 9, porque la Esencia está en el 9.
Interlocutor: ¿Pero quién está en el nivel 10? ¿El
Absoluto?
Eón: En
el nivel 10 hay diversas entidades de las que hablaré oportunamente.
Entretanto, les digo que lo he llevado a Johnakan a ese nivel tan elevado
simplemente para que tenga una percepción directa, porque esto es
necesario para que después pueda transmitir lo que percibió.
Cuando el
ser humano encarnado aquieta su mente y la deja libre de pasiones,
entonces puede llegar a ver.
Sucede
que el ser encarnado está tan preso de sus necesidades físicas y mentales
que se ve impedido de percibir. Cuando yo lo elevo a Johnakan a una
vibración tan alta, lo hago para que esté rodeado de quietud, porque aun
en el espacio físico, aun en el vacío interestelar o intergaláctico, el
espíritu, con su oído espiritual, puede percibir hasta las explosiones de
las Novas.
Pero en
un plano de vibración por encima del 9, es decir, por encima del nivel
donde mora la Esencia, ya no percibe nada, ya que percibe todo. Es un
juego de palabras…
Interlocutor: Pero perfectamente entendible…
Eón: En
ese nivel tan alto no se percibe nada físico, no se percibe ninguna
explosión de Novas, no se percibe el 3 % de radiación que quedó del Big
Bang, no se perciben las voces de cada habitante de los minúsculos
planetas, no se perciben las radiaciones de neutrones, pero sin embargo se
percibe todo. ¿Se entiende el concepto?
Interlocutor: Creo entenderlo… ¿Podría haberlo llevado
a Johnakan hasta el mismo estallido del Big Bang, es decir, al comienzo de
este universo?
Eón: Lo
he llevado…
Interlocutor: Apenas puedo creerlo…
Eón: Hay
cerca de mil colores distintos que fueron creados, de los cuales quedaron
siete. Y hay mil notas de las cuales quedaron también siete nada más en el
plano físico. Pero hay mil notas distintas de sonidos, de lo que ustedes
llaman música…
Interlocutor: ¿Y el Big Crunch también lo pudo percibir
Johnakan?
Eón: No
lo llevé hasta él, pero tengan la certeza de que existe, y de que existen
distintos nacimientos y muertes, como los llaman ustedes en vuestro
lenguaje físico.
Interlocutor: ¿O sea que usted puede percibir los Big
Bang y los Big Crunch sucesivos?
Eón: Por
supuesto.
Interlocutor: ¿Y el final cuál es? ¿O eso sigue
siempre?
Eón: Hay
un final y un nuevo comienzo.
Interlocutor: ¿Eso equivale a la teoría del estado
estable, donde hay muchos Big Bang, donde hay ciclos de comienzo y ciclos
de destrucción, ciclos de estados estables y ciclos de estados inestables?
Eón: No
hay ciclos de estado estable. Son todos ciclos de estado inestable, porque
de acuerdo a la Creación, en el plano físico hay una ley, que descubrieron
ustedes en el siglo XX de vuestro planeta, que se llama Ley de
Termodinámica, donde en su segundo enunciado habla de la Entropía.
Entonces,
según esta ley, constantemente hay una inestabilidad que siempre va a ser
peor. Es como vuestros fenómenos químicos, donde la materia siempre va
para peor. Todo eso se lo mostré a Johnakan para que luego él lo
transmita, porque Johnakan, aunque en su parte física, el 10 %, no tenga
ni el uno por mil de todo lo que le mostré a su parte espiritual, su 90 %
se lo puede ir transmitiendo paulatinamente.
Interlocutor: ¿También llevó a Johnakan a los mundos
alternos?
Eón: Lo
he llevado… Así como hay universos paralelos, también hay mundos alternos,
pero mientras aquellos son solamente 22, éstos son infinitos.
Interlocutor: ¿En los mundos alternos también hay libre
albedrío?
Eón: El
libre albedrío forma parte de la Creación.
Interlocutor: ¿Podríamos convocarlo otra vez?
Eón:
Simplemente piensen en mí y me comunicaré… Yo siempre estoy… Un saludo muy
grande…
Interlocutor: Gracias por comunicarse con nosotros y
por sus explicaciones. |
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