La doctrina budista dice que la vida consciente del
individuo es Maya o ilusión, y el vivir es una
sucesión de dolores,
pero que si el Espíritu ha integrado los distintos “yoes”
y prevalece la vocación de Servicio, el sufrimiento se
transforma en goce.
Dice también la doctrina que hay un medio
para conseguir el retorno a lo Inconsciente y
estriba en
reconocer el carácter transitorio de nuestras actuales
formas de existencia y en matar en nosotros el
goce y el deseo
de vivir.
De esa manera se llegaría a un estado llamado
Nirvana o Satori.
Pero matar el goce es destruir una idea, un concepto.
Lo correcto sería crear un nuevo concepto, sintiendo
el goce de servir —porque Servicio es Amor en acción— y
sin hacer decaer el deseo de vivir, para poder seguir
dando a los
demás parte de la Luz que todos llevamos dentro.