Al despertarte en la
mañana, no saltes de tu cama violentamente, hazlo con serenidad, cancela los
afanes y desesperos, pues estos provocan desorden y confusión. Cuando actúas
con afán duplicas el esfuerzo necesario y corres mayores riegos de
equivocarte. La naturaleza es una gran maestra, nunca un minuto tendrá 59 ni
61 segundos, cada cosa a su tiempo y a su ritmo. Cálmate, con calma podrás
encontrar más oportunas soluciones.
Si la tristeza te
invade, ¡sonríe! Si el sonreír no basta, ¡silva! Si el silbar falla, ¡canta!
Busca dentro de ti los muchos motivos que tienes para ser feliz y estar
agradecido, la tristeza se irá desvaneciendo como la nieve ante la caricia
cálida del sol. Si estás triste, no le des más cuerda al abatimiento, levanta
tu ánimo! Actúa como una persona feliz, y esta emoción se irá convirtiendo en
una actitud permanente.
Quien posee la actitud
de la serenidad puede disfrutar de la vida aún en medio de las dificultades.
Recuerda el sabio proverbio: Enfréntate con calma a la peor emergencia. Si no
quieres que te abrumen los conflictos, reconoce que la serenidad es la manera
más propicia para manejar los problemas y hallarles solución. Asume HOY una
actitud serena, e intenta conservarla como parte de tu manera de ser,
enriquecerás tu vida.
Estás angustiado?
Sientes que pasas por una grave crisis? Aprovecha la situación de
desequilibrio que te aqueja para detenerte y tomar conciencia de que tu crisis
tiene dos salidas: una, para dejarte arrastrar por el desánimo y hundirte en
la postración; y otra, para tomar la serena decisión de aprender de las
circunstancias que te han llevado a la crisis, activando tus potencialidades
para aprender, superarte y seguir adelante.
Una fórmula eficaz para
triunfar es idear un proyecto, hacer un plan y luego, trabajar con ahínco, con
disciplina, con entusiasmo y perseverancia hasta verlo realizado. La
imaginación te proyecta a las alturas, pero para ascender a ellas, debes
potencializar tus energías y aprovechar positiva y activamente tus
capacidades.
Olvídate de
incertidumbres pesimistas. Reconoce que son más los bienes de que disfrutas,
que los males que te afligen. Despierta en ti la capacidad de asombro ante las
bellezas de los milagros cotidianos y los logros de la naturaleza humana.
Regocíjate con los talentos que Dios te concedió. Programa tu satisfacción
permanente. En lugar de dramatizar tus frustraciones, aprovecha tus grandes
dones para superarte y salir avante.
Acércate a las personas
a tu alrededor con un rostro que refl eje tu paz interna. Habla siempre con
palabras adecuadas, sin apresuramientos, sin gritos, con respeto por la
individualidad de cada persona. Si tienes que regañar o reclamar, hazlo con
voz calmada y sin ofender, así lograrás que te escuchen y te atiendan.
Recibirás de las demás personas... exactamente lo mismo que les ofrezcas.
Tu puedes ser un
sembrador de felicidad, de esperanzas y de objetivos nobles y altruistas,
siendo ejemplo y promotor de actitudes positivas, nobles y de superación. No
basta sólo con predicar y enseñar, debemos dar ejemplo. Como puede hablar de
bondad y buen trato una persona egoísta y grosera? Como puede hablar de
equidad y justicia una persona egoísta? Piensa en esto: Nadie puede dar lo que
no tiene.
Apoya a quienes veas
desanimados, ten siempre una voz de aliento para quienes se sienten
derrotados. Apoya con tus palabras a los desalentados para que les infundas
capacidad de superar frustraciones y sobrellevar angustias. Si hay amor en tu
corazón, podrás tr ansmitir confianza, apoyo y esperanza.
Reconoce calmadamente
tus limitaciones sin menospreciarte y sin estancarte. Procura superar tus
fallas a prendiendo de ellas. Tú tienes el poder de superarte . Al reconocerte
conductas o actitudes equivocadas, comienzas a superarlas, y si te amas lo
suficiente, podrás alcanzar los niveles de excelencia que te mereces y deseas
lograr.
Si te asusta el fantasma
de la derrota sufrida, o si te acorrala el complejo de inferioridad y quieres
salir de la cárcel de la mediocridad en la que te ha recluido tu pesimismo,
antes de acostarte, borra de tu mente, anula y evita esos pensamientos
derrotistas, reemplázalos con la convicción de que puedes hacer más y hacerlo
mejor. Actúa convencido de que si trabajas con mayor confianza en ti mismo,
lograrás lo que te propones. No lo dudes!
No condenes a quien se
equivoca, no ridiculices a nadie. No menosprecies a quien tiene un defecto
físico. Nunca ofendas a nadie, no grites ni exijas en forma perento ria, no
intentes forzar a que se hagan las cosas a disgusto, nada bueno lograrás.
Evita crear resentimientos en las demás personas. Serás la primera víctima de
estas actitudes.
A quien le gusta la
gente fría, agria, antipática y dura? Aprende a comportarte de manera simple,
simpática, atenta y gentil, te sentirás mucho más feliz. Si eres cordial
allanarás los caminos del amor y de la buena voluntad. Muéstrate alegre y
acogedor. Escucha con interés a tus interlocutores, valora sus buenas ideas y
respalda sus iniciativas valiosas. Admira a tus amigos y declárales tu
aprecio. La simpatía te hace atractivo y aceptable para los demás.
Mira siempre la cara
luminosa de la vida. Espera que suceda lo mejor y verás que así será. Tú eres
tu propio(a) dueño(a); de ti depende dar vuelta a la situación y ver que es lo
que esconde la otra cara. Si eliges ver sólo la cara oscura de la vida, no
esperes atraer hacia ti a las almas que conocen la dicha de la verdadera
libertad, porque lo igual atrae a su igual; tan sólo atraerás hacia ti a las
almas que estén en el mismo estado. Cuando estés en la cumbre y tu amor fluya
libremente, atraerás hacia ti a todas las personas, pues a todo el mundo le
atrae un alma gozosa. Aprende a levantar el ánimo de una persona o de una
situación y nunca te permitas hundirte en la desesperación más honda a causa
de la actitud de nadie. Estás aquí para crear paz, armonía, belleza y
perfección, todo lo mejor de la vida, así que, anda y haz algo al respecto!
Si trabajas duro mereces
y necesitas descansar adecuadamente. Pero una cosa es descansar y otra
holgazanear. Debes ser activo y diligente, dándote momentos de descanso
oportuno, para poder continuar con tu actividad de manera fresca e idónea. Las
personas muy cansadas se equivocan más y les rinde menos. Descansar no es
necesariamente no hacer nada, puede ser simplemente cambiar de actividad.
Piénsalo.
Un corazón egoísta es
duro y seco. Quien actúa con mezquindad no puede ser feliz, ni hacer feliz a
nadie. Procura estimular la alegría en los demás e indúcelos a generar
ambientes agradables para compartir. Comparte con los más necesitados,
comunícate cariñosamente con quienes te rodean. Muchas personas tienen vidas
desiertas de amor, tu puedes ser un oasis amoroso para ellos.
Para superar y evitar el
estrés mantén el equilibrio en todos los aspectos de tu vida; sé moderado y
toma todo con calma y prudencia. Concédete vacaciones de siete minutos en la
maña y otros siete en la tarde, relájate y cálmate. Mantén la comunicación con
tus seres queridos; trabaja con dedicación pero sin dejarte agobiar por el
trabajo.
Para triunfar es preciso
que seas dueño de ti mismo y pongas toda tu energía al servicio de tu
realización personal. Si conservas la mente lúcida y mantienes el control de
tus emociones, podrás superar cualquier situación, como capitán que debes ser,
de tu propia vida. Lleva las riendas de tu conducta y mantén bajo control
todas tus acciones. Tu conciencia puesta al servici o de tu crecimiento y
superación, es la que debe comandar tu voluntad.
El estrés dificulta tu
paz interior, afecta tu salud, tu felicidad y tu vida. Para evitarlo, renuncia
a querer lograr objetivos de manera acelerada y forzosa. Aprende a utilizar el
tiempo en forma adecuada. Evita tensionarte por querer hacer varias cosas a la
vez. No empujes el rio, déjalo correr a su ritmo. No te amargues imaginando
futuros llenos de dificultades. Mira tus problemas con objetividad y hasta con
buen humor y saca provecho de tus errores.
Reconoce el y el poder
valor dinámico de la palabra. Que lo que digas sea verdad y que tus palabras
sean las adecuadas, que reconozcan la dignidad humana y realcen los valores
humanos. Utiliza tus palabras sólo para agradecer, para bendecir, para servir,
orientar, aconsejar y promover acciones positivas de superación, crecimiento y
armonía entre todas las personas. Descontamina tu palabra de mentiras, pues
son una forma de violencia. Nunca utilices tu palabra con r udeza ni en forma
grosera. Usa el poder de tu palabra sólo para dignificarte.
Al despertar cada
mañana, ofrece tu primer pensamiento al Padre Eterno y dale gracias por el
nuevo día y por el regalo de la vida. Prográmate un día sereno, proponiéndote
vivirlo en paz contigo mismo y en armonía con las personas a tu alrededor.
Cancela todo sentimiento de rencor o resentimiento, para que no intoxiques tu
espíritu. Disfruta de cada minuto y cada segundo, aprovecha la enseñanza
valiosa que contiene cada día, búscala.
Trabaja con todo interés
y atiende los problemas del momento, enfrentándolos como oportunidades de
probar tu capacidad para salir adelante. No pases tus problemas a otros para
ahorrarte el esfuerzo mental en su solución, pues actuando así, perderás una
oportunidad de crecer, mejorar, experimentar y superarte. La vida trae
cotidianamente algunos problemas, no te preocupes por ellos, ocúpate en
buscarles soluciones apropiadas, se convertirán en importantes escalones para
tu crecimiento y superación.
Tienes la ilusión de que
hallarás la felicidad cuando te ganes el mayor de la lotería? Muchas personas
han recibido capitales en herencias o rifas y descarriaron sus vidas
convirtiéndolas en miserables. Cuando pienses en la felicidad entiende que
ella será el fruto de tu trabajo, de tu superación, de tus éxitos y logros
familiares, sociales y al servicio de los demás. El camino hacia un mayor
nivel de bienestar no pasa por tus bolsillos o por tu banco, pasa por tu
corazón.