web
analytics
Estadísticas
 
 
 

La Alianza de Samhain

 Sea Samhain bienvenido una vez más…necesitamos de ti ahora…estamos sucios, exhaustos de tanto trabajo, de tanto derroche de energía…necesitamos resguardo porque el invierno llega, y con él… la revitalización de nuestras vidas.

Ya hemos recolectado todo lo que pudimos a lo largo del año y estamos listos para encender un fuego nuevo que nos purifique y nos permita comenzar otro ciclo de muchos, en la telaraña del tiempo

Sabemos que llegaran visitas desde muy lejos y a la vez de muy cerca…. Ellos se reunirán con nosotros una vez mas, para compartir una noche de celebración y extinguir así la ultima llama del año que ha de pasar…y encender una nueva para todos…para que brille por un año más…

Los dos mundos estarán unidos pronto por un sendero, en donde los mirlos cantarán sus melodías para los que vendrán e irán.

Ya han dado la orden…hay que apagar los fuegos. La tierra tiene que estar en total oscuridad…solo la luna, las estrellas y los dorados picos de los mirlos posados en los árboles del sendero que une los mundos, brillarán y cantarán.

La oscuridad intimida por unos momentos pero al ver lo sucede en el firmamento ni te inmutas en pensar que no alcanzas a ver nada….las estrellas comienzan a moverse…a formar un espiral que va envolviendo al firmamento…..ha llegado el momento….la luna, llena y brillante comienza a recorrer la astral línea trazada por las estrellas…miras a tu alrededor… y ninguna criatura esta por ahí; todos se han resguardado…excepto los mirlos que llaman a los visitantes y a los viajeros a caminar por la espiral y atravesar los dos reinos…

Ahora se comienzan a escuchar también los tambores y las gaitas que los bardos tocan mientras los sacerdotes se preparan para el viaje; pero todo a oscuras…todo a oscuras.

Todo el pueblo se ha reunido mirando a los cielos y al círculo de druidas que se ha formado justo bajo el ojo de la espiral celestial.

De repente, el cantar de los mirlos y el sonar de los instrumentos cesan. Todo queda en silencio. Entonces, como en un dúo armónico… la melodía de las aves y de las gaitas hace una sola nota…uniéndosele luego el “tan tan” de los tambores creando una sola canción…y formándose también, un solo mundo.

Uno a uno, los sacerdotes van entrando en trance, listos para ir con los dioses;  y nuestros ancestros, escoltados de hadas van emanando de la luna, posada ahora en el nudo del espiral. Y así, la alianza esta sellada una vez mas…el ciclo se ha completado como siempre. La gente celebra la llegada de los una vez llorados porque se fueron; pero que siempre regresaran y compartir una noche juntos.

Los del bosque aun no han de salir a celebrar…esperan el año nuevo…

Ahora los druidas que han retornado se disponen a encender una nueva hoguera que llega hasta los cielos y las chispas alcanzan nuestras almas encendiendo en nosotros un nuevo fuego…una nueva vida. Es ahí cuando los del bosque también salen de entre los árboles para recibir las llamaradas del año nuevo. Las driadas son las primeras en llegar y danzar entre los bardos que se dedican a crear la melodía…las hadas después de cumplir su cometido…se elevan y buscan a los mirlos para que se unan…. y bajan todos juntos otra vez …llenando el firmamento de un color dorado y de polvo de hadas…rodean entonces las llamas y danzan entre ellas…las driadas nos toman a cada uno de la mano y nos llevan a danzar…todos juntos ahora en un gran espiral celebrando el nuevo año que nos llega por fin.

Ya comienza a nevar y la celebración esta por acabar .Todos toman parte del fuego y lo llevan a sus hogares…los del bosque se esfumaron a sus guaridas incluyendo a los mirlos y las hadas escoltan otra vez a los muertos hasta el cielo para cerrar el sendero y retirarse también a donde pertenecen….los únicos que quedan fuera son los sacerdotes allá arriba en Tara, junto a la fogata pidiendo a los dioses por un año más lleno de frutos y dichas para cada uno de nosotros…

 *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 Caminaba yo por un frondoso robledal, tan verde y radiante que no había lugar en donde yo no sintiera el aroma a vida que rondaba por todos  lados. Decidí entonces sentarme bajo uno de los robles; sentirme seguro entre sus raíces hipnotizado por el silbar del viento entre sus ramas  y el aleteo de un hada que revoloteaba  entre ellas. Me dio curiosidad el hilo de luz que dejaba como rastro mientras volaba  entre las ramas  que estaban sobre mí. No se había percatado de que yo me encontraba abajo, y se sentó en una de las ramas cubiertas por musgo…..se desperezó haciendo batir rápidamente sus brillantes alas, haciendo que el polvillo  luminoso cayera justo sobre mi…no resistí y por mas que me contuve  no lo pude evitar….estornudé, y la diminuta criatura dio un salto de sorpresa y se agachó en la rama para que no la pudiera ver. Vigilaba atento donde estaba ella, para ver cuando asomaba la cabeza con timidez  y ver si aun estaba allí..... Tanto tiempo así que recosté mi cabeza sobre el tronco y me quedé dormido.

En mi sueño  estaba yo en otro lugar…a orillas  de un lago pero sentado bajo el mismo  roble, el cual bebía de sus aguas. Me levante, eche un vistazo a mi alrededor y al parecer, estaba solo. Pero de pronto, escuche unas risitas allá arriba, en la copa del enorme árbol. Esta vez sin miedo, el hada se puso de pie en la rama mientras me miraba fijamente; tomo un puñado del musgo en donde estaba sentada y voló hacia mi dando vueltas alrededor de mi cabeza cubriéndome con el mismo haz de luz y de polvo brillante como la blanca riela de la luna acariciando el mar…pero esta vez no estornudé. Se detuvo justo en frente de mi y pude observar su belleza inexpugnable…era del mismo largo que mi cara, sus cabellos eran dorados y les caían sobre los pechos. Cargaba puesta una resplandeciente túnica blanca y una coronilla de retoños del roble….era hermosa…me miraba a los ojos como si quisiera entrar en ellos; cerró los suyos sonriéndome, y voló hacia atrás elevándose cada vez mas mientras reía y se acercaba al lago hasta que llegó  justo al centro. Su melodiosa risa hacia eco en todo el lugar como si estuviera encerrado en una caja.

Vi claramente cuando dejo caer el  musgo que había recolectado justo antes de observar su hermosura. Cayó en el agua y al instante una niebla comenzó a apoderarse del lago que tenia frente a mis narices.  Vi como se desvanecía hasta ver un lienzo blanco  a cualquier parte donde dirigía mi mirada…solo veía el brillo de las alas que batían cada vez mas rápido y la   luz que producía se hacia mas y mas grande. Me encandilé  y tuve que dejar de mirar por un momento…sentía un calor inmenso y tenia miedo de abrir los ojos, prefería dejarlos cobijados entre mi brazo. Luego escuche su voz  diciéndome: abre tus ojos… mira!

Fui abriéndolos  poco a poco; me costo acostumbrarme a la intensa luz que había en aquel lugar, y al mirar al lago, una isla había emergido de el. Pequeña pero llena de esplendor y en el centro, allá en una colina, un imponente roble. El hada aun seguía en el aire, volando justamente sobre la copa del árbol; vi que alzó uno de sus brazos hacia el sol que la iluminaba, y de pronto, desde el fondo del lago logré ver una infinidad de luces de todos los  colores que podía imaginar, pero solo el color blanco era del hada del bosque. Era hermoso ver tanto brillo en el lago; tanta belleza que cuando desperté en el sueño solo lo vi como un lago más que podría aparecerse en muchas   de mis noches.

De repente las luces del lago comenzaron a titilar y a elevarse, hasta que alcanzaban la superficie, y de pronto empecé a escuchar innumerables risas que hacían eco en todo el lugar, originando  una hermosa canción que le daba placer a mis oídos.

Infinito número de hadas comenzaron a elevarse y a danzar alrededor de la dama blanca que aun seguía inmóvil en el aire sin batir las alas. Veía su larga cabellera ondear en el aire mientras ella, en una especie de trance, seguía quieta como si estuviera esperando algo. Mis ojos querían ver cada cosa que sucedía en aquel momento pero había tanto colorido, tanta belleza y tanta luz que me sentí  mareado y  decidí descansarlos,  cerrándolos por un instante. Ni lo había hecho, cuando hubo un silencio total en el lugar, sólo la voz del aire        susurrándole al roble. La rueda aun seguía dando vueltas en torno a la dama mientras esta se volvía a acercar . Se detuvo en la orilla del lago  justo en frente a mi; la cantidad de luz que producían las hadas que le  rodeaban no me dejaba ver…me dio miedo y cerré los ojos. No sabia que iba a pasar, no tenia idea de que estaba sucediendo…sentía que era realidad lo que veía, sin embargo sabia que estaba soñando.

Luego escuché de nuevo su voz diciéndome: “no temas, abre los ojos y deléitate con la belleza que  te hemos permitido observar… muy pocos la ven y de esos pocos, una                      minoría la aprecia; y se que tu no vas a despreciar lo que has visto. Este es el lago de los sueños, al principio algo muy mundano…pero en un instante puede convertirse en un paraíso del cual puedes disfrutar  todo el tiempo que desees…solo tienes que amar a tu mundo….si te sientes a gusto y feliz en el, si piensas que es grandioso y bello, tu sueños serán igual de esplendorosos, y cuando llegues a ellos, los vivirás tan plenamente, que tu alma saltará de placer dentro de ti. Y cuando los hayas alcanzado…ya no despertarás a los pies de este roble que espera llegar al centro del lago…..lo harás a los pies de este otro y podrás ver las bellas danzas de los que me acompañan ahora…y disfrutar de sus banquetes      y festejos. Podrás nadar junto a  los cisnes que cada año llegan aquí a procrear…respirar el hermoso aroma que sentís cuando caminas por el robledal allá afuera…. Pero sobre todo verás a otras personas como tu, que aman su mundo y los  que lo habitan… despertándose a las orillas del lago y esperando alcanzar todos sus sueños, sintiéndote tu,  orgulloso de lo que haz logrado por tus propios medios.”

Y de  pronto  me hallé en medio del robledal…recordé su hermoso rostro, mire rápidamente hacia la rama…y estaba allí...se levantó en el aire acariciado por las hojas, y echó a volar  desvaneciéndose velozmente en los cielos, despidiéndose  con su melodiosa risa.

Finegas

 
 

 
 

 
         
         
       
       
       
Conferencias Místicas