Antiguos manuscritos tibetanos dicen que Jesús pasó 17 años
(edad 12 a la 29) en oriente como estudiante y como maestro.
Él obtuvo su maestría en las escrituras Hindúes y Budistas,
aprendió a curar y a exorcizar demonios, y se preparó para
su misión palestina.
“Para mí el gran descubrimiento de esos textos es que Jesús no se
clamaba nacido un Dios”, dice la señora Prophet, “El se veía a sí mismo
como un discípulo. Él estudió y aprendió. El se convirtió en un gran
adepto. Jesús es nuestro salvador quien nos salvo de forma que nosotros
pudiéramos caminar el mismo sendero de discipulado que el camino”
El principio fundamental de las Enseñanzas de los Maestros Ascendidos
es que todos los hijos e hijas de Dios tienen una llama Divina la cual
es su potencial para convertirse, o realizar, al Cristo interno y
ascender como Jesús lo hizo.
Este concepto esta en el corazón de la mayoría de las religiones, de
Este y Occidente. Y esto era parte de las enseñanzas originales de Jesús
a sus discípulos la cual fue o destruida u obscurecida por los padres de
la Iglesia.
Jesús nunca dijo que el era el único y exclusivo hijo de Dios. Cuando
en Juan 3:16 el habló del “hijo unigénito”, el se estaba refiriendo al
Cristo Universal, cuyo cuerpo esta individualizado (segmentado) para
cada uno de nosotros como nuestro Maestro interno personal. A este
Maestro nos dirigimos como nuestro Amado Santo ser Cristico –“La
verdadera luz que alumbra a todo hombre que viene al mundo”, como Juan
escribió.
La palabra Cristo viene del Griego Christos, significando “ungido”.
Entonces el Cristo es aquél que esta ungido con la Luz del Señor, la
“Presencia YO SOY”. Este es el YO SOY EL QUE YO SOY (Yod He Vau He)
presenciado por Moisés el cual Dios individualizó para cada uno de sus
hijos e hijas.
Los primeros Cristianos Gnósticos, cuyas escrituras fueron suprimidas
por la Ortodoxia, enseñaron los mismos principios. El evangelio Gnóstico
de “Philip” describe al seguidor de Jesús que camina completamente en
sus pasos como “No como un Cristiano pero como un Cristo”. En el
evangelio Gnóstico de Tomas, Jesús dice, “Yo no soy su Maestro... Aquél
que beberá de mi boca se convertirá como yo: Yo mismo me convertiré en
él”.
El entendimiento de que cada alma tiene el potencial de externar su
divina naturaleza también se encuentra en los textos Budistas que hablan
de la “Esencia del Buda” que esta “En todos los seres en todos los
tiempos”.
La Sra. Prophet dice, “El concepto de la encarnación de la Luz de
Dios, el Buda interno y el Cristo interno, es lo que ha sido sacado de
nosotros en la Iglesia de Occidente (Oeste), en las sinagogas,
mezquitas, y templos”
La culminación del sendero de la Cristeidad es la iniciación de la
Ascensión, una aceleración espiritual de conciencia que toma lugar a la
conclusión de nuestras vidas cuando el alma regresa al Padre y es
liberada de la rueda de Karma y Reencarnación.
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