Hay que tener cuidado con a quién se le da algo:
una ilusión, un proyecto, un sueño, incluso un libro que contiene información
que se valora, porque lo que das es energía en movimiento y si se la entregas
a alguien que no le interesa la ralentiza.
-¿Qué pasa si comparto con alguien un sueño en el que
no cree o desea que no suceda?
Si desea que no realices ese proyecto, ese sueño,
emite energía compensatoria que tiende a revertir la tuya.
Si lo das a quien no cree en ello, frena el movimiento, la gente que desea que
no suceda tu sueño engrisece los colores de la energía invertida en él, le
quita luminosidad. Y cuanto menos luminosa la energía, menos ágil.
-Entonces, si comunico un proyecto con alguien
que lo comparte …
En ese caso, esa persona impulsa con su energía
la tuya propia entregada a esa ilusión. No genera energía nueva, no hay un
propósito nuevo como sería el caso del que desea chafártelo, sino que
estimula la tuya sumando la propia. Esto es lo que sucede en la empatía.
-¿Cómo saber con quien compartirlo?
Debes comprobar primero el nivel de compromiso
que tiene con nosotros esa persona. Sólo la gente que nos ama es merecedora
de compartirlo, y nosotros sólo nos merecemos entregarlo a esas personas.
- ¿Y si lo que comparto es simplemente información
elevada, no producto de mis deseos y sueños personales? ¿También podría
ser que si la persona no cree en ello interviniera en la energía de esa
información?
Si la información que das es de Todo lo que Es no será nunca dañada porque
en este caso no es una creación de las personas. Es la Verdad que trasciende
todas las obras humanas, incluso que las sustenta. En el otro caso, es energía
que nace de la ilusión de una persona, creación de la persona, por lo tanto
susceptible de ser intervenida por otra persona, puesto que las dos están al
mismo nivel.
-¿Si la creación de la persona, en su ilusión,
coincide con los Planes Divinos…?
En ese caso, estará amparada, por lo tanto
protegida por Todo lo que Es, de esa forma se elevará del nivel de la
manipulación humana.
Soltar:
- ¿Qué ocurre ante el caso de una persona a la
que han hecho daño y este dolor no le permite remontarse?
Si a ti alguien te ha hecho daño (no: "te está haciendo daño") y
ese daño no te permite remontarte, es porque estás amando ese daño*, y por
tanto no dejándole ir cuando ya no está presente. Si se "la
guardas" al otro, si le guardas rencor, y dices que le odias, en realidad
estás amando ese daño, porque todas las relaciones son de amor (¿no has
notado que hay un disfrute de fondo en estos dolores antiguos, y en el
pensamiento de venganza?). Sólo el amor une. Entonces, si no puedes
desligarte del daño hecho, quiere decir que lo estás acogiendo, es por un
acto de voluntad que un daño ya perteneciente al pasado siga instalado en ti.
-Pero al no poder olvidar se siente que, del mismo modo en que la otra persona
puso ese sufrimiento en nosotros, debe saldarlo. Es lo que él puso.
Si alguien te ha herido y tu dices que no le olvidas lo que te ha hecho, no
sueltas ese dolor de ti por un acto de voluntad, de resonancia. No tendrás
razón al echarle la culpa al otro de lo que sufres. Lo que te hace sufrir no
es lo que el otro te ha hecho, eres tú. Sufres porque te has enamorado de ese
dolor, por eso no lo dejas escapar. Seguro que hay otra cosa de la que te
libera. Lo estás utilizando a tu favor para no dejar ir al otro y, a su vez,
para no enfrentarte a la autonomía de verte libre en el área que ahora
tienes dañada, es decir, ocupada, en activo.
¿Qué harías con ella si quedara libre? Medita
con esta cuestión.
- ¿Debo, entonces, hacer como que no me ha pasado nada? ¿Qué pasa si me ha
dejado el dolor dentro? ¿Dejo que se vaya sin más? El se va feliz, sin saber
mi sufrimiento.
Si tu pareja, por ejemplo, te ha herido y te pasas la vida reprochándoselo,
incluso una vez que ya hayas decidido terminar con esa persona, el tener esa
herida te vincula a ella, de hecho la usas inconscientemente para seguir el vínculo
pero, además, te impide tener que desarrollar el valor de enfrentarte de
nuevo a la vida amorosa.
- ¿Qué se debe hacer, entonces?
No te enganches a lo que no compartes, no te enganches a lo que te hace daño,
y con ello a quien te lo hace, para seguir bebiendo el elixir de ese dolor
masoquista. Tú eres libre por naturaleza.
* (Amar el daño se refiere no a amarlo en sí mismo, sino en función de
relacionarlo con la parte compensatoria en un anclaje (información recogida
después del texto).
Manejo de la propia vida:
- Me gustaría entender un poco mejor cuál es el mecanismo, desde el punto de
vista de dimensiones más elevadas que la tercera, para manejar la propia
vida, para saber con qué elementos contamos para intervenir en los
acontecimientos personales.
Para explicar esto, debemos hablar metafóricamente, porque es el único modo
de entender el mecanismo de dimensiones más elevadas, ya que una mente que
piensa con el mecanismo de 3D necesita símbolos.
¿Recuerdas la teoría de la esfera? La esfera que somos, su superficie, es
donde impacta el mundo que interpretamos como entorno, como lo que nos rodea,
lo cual, por cierto, no deja de ser una interpretación.
- ¿Cuál es el mecanismo hasta que esto llega a
ser así, como lo describes?
En esta esfera se proyecta, primero desde dentro, nuestra energía, compuesta
por nuestros pensamientos, nuestro tono, nuestras creencias..
Al tratarse de creencias, es una energía absorbente, es decir lo que crees
(creer) es lo que creas (crear), lo que fabricas, y para que esto se fabrique,
tienes que contar con algún elemento, algún material. Ese material es la
propia energía. El pensamiento impacta en el límite de la esfera de modo que
absorbe, es decir, que succiona energía de ella para su alimento, para su
realización. Crea una forma en relieve. Es lo que atraemos. Al decir que lo
fabricamos y lo atraemos, lo puedes visualizar como cuando trabajas con barro
y sobre una superficie plana generaras una forma en relieve, habiendo
recurrido únicamente al propio material de la superficie.
Pero al crear una forma en relieve, es decir, protuberante, desde el interior
de tu propia esfera, tienes que saber que por el otro lado, desde el mundo que
te rodea, tiene esa misma forma, pero lo que era relieve ahora es hundimiento,
cóncavo. Es decir, hacia el exterior has creado un recipiente que para los
otros, para el mundo que te rodea, es una horma, un molde. Esa horma lleva
impresa la semilla para que se realice tu creencia.
De nuevo aquí puedes ver la representación del yin/yan, las dualidades que
dan, unidas, lugar a la unidad, a la compensación.
-¿Puedes explicarlo sobre un ejemplo?
Imagínate que piensas que en tu naturaleza está que "el otro" te
traicione siempre, así formas esa imagen (que en la 3D es imposible imaginar,
pero en la 5D si se puede materializar, por eso voy a usar un modo metafórico
de representación de la idea).
Supongamos que, como decía, al imaginar que la próxima pareja que tengamos
nos traicionará, creamos, en relieve, esa "forma", dentro de
nuestra esfera, damos forma a esa creencia con nuestro pensamiento. ¿Qué
ocurre con eso? Pues que por el otro lado, el que los otros perciben, esa
forma es detectada, aunque inconscientemente. De ese modo estamos creando el
molde, un recipiente para que se "encaje" allí, precisamente, aquel
susceptible de propiciar el engaño. Ocurrirá. Aparecerá alguien que, al
encajar en ese molde que hemos creado, nos traicione.
Entonces diremos, "¿Lo ves? Yo llevaba razón. Tengo muy mala suerte.
Sabía que pasaría". Y te creerás víctima de esa persona. Y sí, serás
víctima, pero no de ella, sino de ti mismo. El habrá sido, de algún modo,
también víctima tuya, pues tú le has llevado a desarrollar aquello que si
no tuviera un molde, no se desarrollaría.
Así que deja de pensar que lo de afuera te agrede y no puedes evitarlo. Sí,
te agrede, pero porque tú, desde tu inconsciente, lo provocas.
- Dices que el otro será víctima mía, ¿quieres decir entonces que yo soy
responsable de lo que él haría conmigo? ¿No lo haría porque eso es lo que
él lleva dentro querer realizar?
En el molde que le has puesto, este es el único modo en que puede desarrollar
su relación contigo. Y si esa persona también lleva la semilla de llevar a
cabo una relación sin traición, tu no le estás permitiendo que sea contigo
con quien suceda ese modo de vínculo.
- ¿Qué sería lo que yo tengo que hacer para evitar esto? Porque parece que
afecto también a su propio destino
Lo que tienes que hacer para cambiar esto, cuando ya está en marcha, radica
en:
Primero, reconocer tu responsabilidad en lo que te "hacen" los demás,
que aunque sea real, es tu mano la que está detrás de esto.
Después, cambiar tus creencias para que cambie el impacto en tu entorno, lo
que rodea a tu persona, tu vida, puesto que ahora sabes que tu mente lo
moldea.
- De golpe, cambiar un comportamiento llevado a cabo por toda una vida me
parece un poco difícil.
Ser positivo ahora no debe ser complicado, puesto que ya sabes que es para
algo que estás creando al pensar, y no como antes, que decías "para qué
voy a ser positivo, si está claro que me va a salir mal". Tal vez lo habías
intentado y habías fallado.
- Y si llevo toda la vida creando un molde, puedo
cambiarlo así, sólo haciendo lo que dices?
Ahora sabes que para corregir la forma de tu esfera necesitas tanta energía
como la que invertiste para crearla, entonces dejarás una forma neutra.
Si, después de esto, sigues insistiendo, crearás la misma forma pero con el
relieve hacia fuera, de forma que, siguiendo el ejemplo de antes, no dejarás
ninguna posibilidad de que te traicione nadie. De hecho, la gente que lleva la
semilla de la traición dentro tal vez ni te vea.
¡Ahora! Cuidado, porque siguiendo el mismo razonamiento, si generas un
relieve hacia fuera, con la intención de estar protegido, entiende que estarás
creando por la otra parte, esta vez la que está frente a ti, ese recipiente
que antes estaba hacia el exterior. ¿Sabes qué pasaría? Te convertirías tú
en aquello de lo que huyes como víctima. ¿Cuántas veces no habrás visto
eso en personas, que acaban asumiendo la tiranía de la que se defienden?
Pues, según el razonamiento metafórico que estamos usando, este es el
mecanismo por el cual se llega a ese punto, empezando por una simple necesidad
de protección inocente del exterior.
-¿Entonces, para anular la horma que haya
llevado a cabo con mi pensamiento, me tengo que pasar el mismo tiempo que
invertí creando el molde que pretendo neutralizar?
No es cuestión de tiempo, es cuestión de
impresión, de energía. Y la energía que va impresa de Conocimiento
Verdadero, de Todo lo que Es te garantizo que actúa a una velocidad imperiosa
frente a la otra, porque no trabaja con obstáculos, es, además, energía
limpia, pura.
- Antes has dicho que de algún modo yo soy responsable de que el otro
desarrolle su comportamiento…
Si tú tienes esta horma, este molde, estás, además, propiciando crear karma
en el otro, que será el que entra. Creará un karma hacia ti, y eso te hará
volver para que lo pueda expiar, no sólo le hará volver a él. Tendrás que
estar tú de nuevo junto a él pues es a ti a quien se lo debe, con quien lo
contrajo. A menos, claro está, que lo perdones, lo que quiere decir asumir tu
responsabilidad y de esa manera, liberarle.
- ¿Qué hay de esa gente que no soportamos,
aunque no tengamos una relación personal con ella?
Cuando alguien te repatea, aunque no te haya hecho nada, es que coincide con
alguna horma tuya, es decir, se adentra en tu mundo. Tal vez otros puedan ver
en esa misma persona que es, por ejemplo, un pedante, pero lo harán
objetivamente, porque no tienen una horma para que se adentre en su energía
(en su vida), con lo que puede hacer ese análisis en frío.
A ti, sin embargo, te repatea, se te cuela dentro … Está claro, ¿no?
-¿Y porqué hay personas que no entran a nuestro mundo, como la del ejemplo
anterior, y otras sí? ¿Por qué a algunas no las aceptamos y otras llegan a
compartir nuestra mayor intimidad?
Tal vez la persona que sólo te repatea nunca forma parte de tu mundo porque
no haya otro punto de anclaje.
- ¿Puedes desarrollar esa idea?
Se necesita, siempre, para una relación donde intervienen hormas o moldes que
ambos tengan concavidad ocupada por el otro y, a su vez, convexidad proyectada
en concavidad del otro. De tal forma se compensa la relación. Si no sucede así,
no puede haber anclaje para que se desarrolle una relación de este tipo.
Cuando sólo hay sufrimiento, es fácil sacar al otro de tu vida, pero si por
otro lado hay satisfacción… Es necesario que por ambas partes haya compensación
del dolor. Si no fuera así, no tendrías problema en mandar fuera de tu vida
a alguien que te está molestando, ¿entiendes? No sería lógico.
- ¿Cómo sería, entonces, una relación
perfecta, sin anclajes?
La relación perfecta sucede cuando se trasciende la esfera, entonces la
relación es de Yo Soy a Yo Soy, sin necesidades, sin ambiciones, libre y
Real.
- ¿Cómo se puede trascender la esfera para
lograr eso?
Lo verdaderamente importante es Ser Consciente.
Estamos intentando ser buenos y no malos, ser justos y no injustos, ser
unificadores y no duales. Pero no podemos lograrlo porque nos falta
Consciencia.
-¿Consciencia?
Ser Consciente implica elevar tu conocimiento, tu visión. Entonces ser bueno
o malo ya no tiene sentido. Serás lo que tienes que ser, por definición,
pero sin esfuerzos.
- ¿Ser consciente? ¿Con eso basta? ¿No se
requiere algún tipo de actuación?
Pero, claro, siendo Conscientes es imposible ser
injusto, si sabemos en qué consiste y qué conlleva. Por otra parte no te
sale, como no te sale ladrar si eres un humano o echar flores si no eres una
planta. Será tu naturaleza ser justo. Y sólo esta justicia es verdadera. Lo
que desarrolláis como justicia en la 3D no es más que un punto de vista
similar al contrario y, en muchas ocasiones, con un propósito manipulador.
- Así que los que llevan tanto tiempo intentando ser justos y buenos…
Ni siquiera sabéis qué es ser buenos y, en su intento, en demasiadas
ocasiones en lo que os convertís es en seres estrechos de miras, limitados,
auto coaccionados y, finalmente, frustrados.
Además, desde este intento se cierra la posibilidad de llegar al
Conocimiento, porque en ese camino estrecho de decidir un modo de ser y
eliminar el otro, te alejas de la otra parte, la que consideras mala. Así no
puedes llegar a unificar las dos y, con ello, a alcanzar el Conocimiento, que,
aplicado, deriva en la Consciencia.
Intentar ser justo y bueno, sin Conocimiento Verdadero te planta en la
dualidad. Y esto nos lleva de nuevo al punto de partida, a la horma.
- Existe una última curiosidad, ¿por qué en este momento de la historia
tanta gente, en lugar de estar adquiriendo nuevas cargas, está perdiendo las
viejas? Parecía lógico pensar que al estar en este momento espiritual tan
crucial en nuestra evolución, tendríamos que cargar con cosas nuevas, y lo
que creo estar viendo es todo lo contrario.
En este momento de la historia, hay mucha gente a la que se le está quitando
de su vida lo que le impedía verse a sí mismo: trabajo, pareja, etc. Pero,
¿te has dado cuenta qué tipo de personas son esas?
Fíjate y verás cuántos de ellos viven escondidos detrás de sus trabajos,
de parejas incómodas que atrapaban su energía, de problemas que enceguecen.
Ahora tienen que vérselas con cosas como la tranquilidad, el silencio, la
soledad y, por tanto, su propia cara, su encuentro y relación consigo mismos.
Esa es ahora la labor de los que han estado abrigados, protegidos, de la
espiritualidad: quedar desnudos y vérselas con lo que tenían escondido, y
reconocer quienes son, al contemplarse en contacto con el clima que está
imperando en su entorno. Reconocerse es su labor en este momento.
-*--Información adicional integrada en la
recepción a modo de aclaración:
El molde, al no poder ser una forma fija, puesto que lo que sustenta es un
acontecimiento, se puede imaginar como un recipiente para un hecho, realizado
a base de pensamientos, sentimientos, sensaciones, visualización, recreación
(fijarnos en las desgracias ajenas forma un añadido a esa visualización, por
eso las personas morbosas con los males ajenos acaban padeciéndolos).
La entrada del "otro" a la horma de nuestra creencia es lo que la
idea, al individualizarse, necesita para realizarse, ya que, desde el momento
en que cobra vida propia, independizándose de la fuente, ese es su objetivo,
como el de cualquier ser.