LA
NATURALEZA DIVINA Y DEMONÍACA
En este
capítulo. Krishna describe y compara dos clases de cualidades y a
aquellos que las poseen. La naturaleza divina o trascendental (daivia),
situada en la modalidad de la bondad, conduce al individuo al
progreso espiritual. Las cualidades demoníacas (asuria), en la
modalidad de la pasión y la ignorancia, por el contrario, perjudican
el progreso espiritual y conducen al más bajo nacimiento y al
posterior cautiverio material. Aquellos que poseen cualidades
divinas llevan una vida regulada, sosteniéndose en la autoridad de
las Escrituras y alcanzando la perfección. Pero aquellos que poseen
cualidades demoníacas actúan caprichosamente (sin someterse a las
escrituras) y están atados por las modalidades de la naturaleza
material.
Krishna
enuncia 23 cualidades trascendentales nacidas de la atmósfera divina
(Bg. 16.1-3). Estas cualidades, como se mencionó previamente, son
auspiciosas para el progreso en el sendero de la liberación del
mundo material. Después Krishna presenta a Arjuna un resumen de las
cualidades demoníacas (arrogancia, orgullo, ira, vanidad, rudeza e
ignorancia). Krishna dice que las cualidades trascendentales
conducen a la liberación, mientras que las demoníacas, conducen al
cautiverio. Él asegura a Arjuna que no necesita preocuparse, ya que
ha nacido con cualidades trascendentales.
De este
modo, Krishna anima a Arjuna, indicándole que su participación en la
batalla no es demoníaca, ya que él no está actuando bajo la
influencia de la ira, del falso prestigio ni de la rudeza. De
acuerdo con los mandatos de las Escrituras que rigen para su orden
social (ksatriya), pelear en una guerra religiosa es una actividad
divina, mientras que abstenerse de hacerlo es demoníaco, e
irreligioso (Bg. 16.4-5). A continuación, Krishna las cualidades
demoníacas. Esencialmente, los demoníacos son ateos y materialistas,
que violan los mandatos de las Escrituras que guían el
comportamiento humano, tanto social como espiritualmente. Tales
personas conciben el mundo sin ningún fundamento ni propósito, y por
consiguiente, se inclinan hacia las actividades caprichosas y
destructivas. Para ellos la meta última de la vida es la
gratificación sensorial. Están atraídos por objetos no permanentes y
materiales. Atados por innumerables deseos materiales, obtienen el
dinero por cualquier medio. Son vanidosos, lujuriosos y atrevidos, y
no hay fin para su ansiedad (Bg. 16.6-18). Tales personas demoníacas
toman nacimiento en varias especies de vida inferiores y son
arrojados al más abominable tipo de existencia, de donde nunca
pueden acercarse a Krishna (Bg. 16.19-20). Todo hombre cuerdo,
consciente de Krishna, debe abandonar la lujuria, la ira y la
codicia que son las vías que lo llevan al infierno. Al escapar de
ellas uno puede elevarse a la autorrealización y al "supremo
destino" (Bg. 16.21-22).
Krishna
concluye diciendo que aquel que vive caprichosamente sin seguir las
regulaciones de las Escrituras (dadas para elevar a una persona a la
realización espiritual), no alcanza la perfección ni la felicidad,
mientras que aquel que comprende las regulaciones de las Escrituras
Védicas y guía su vida de acuerdo con ellas, es gradualmente elevado
a la perfección espiritual (23-24).
SECCIÓN 2
EL VERSO DE
LA QUINCENA
Bhagavad-gita,
Capítulo 9
Texto 26
patram
puspam phalam toyam yo me bhaktya prayacchati tad aham bhakty-upahrtam
asnami prayatatmanah;
patram - una
hoja; puspam - una flor; phalam - una fruta; toyam - agua; yah -
cualquiera que; me - a Mí; bhaktya - con devoción; prayacchati -
ofrece; tat - eso; aham - Yo; bhaktiupahrtam - ofrecido con
devoción; asnami - acepto: prayata-atmanah - de aquel en conciencia
pura.
TRADUCCIÓN:
Si alguien Me ofrece con amor y devoción una hoja, una flor, fruta o
agua, Yo lo aceptaré.
La idea
clave en este verso es "con amor y devoción". Durante todo el día
estamos ofreciendo diferentes cosas a los demás, pero mientras
exista un motivo personal no podemos hablar de amor. Pero Krishna,
Dios, está interesado únicamente en nuestro amor incondicional. No
es sólo que este amor es la única cosa que puede atraerlo, sino que
Él permite que lo conquistemos a través del amor puro. Él no
necesita nada material, pero Él desea nuestro amor. Medite en la
diferencia entre el amor puro y lo que llamamos amor en este mundo
material.
SECCIÓN 3
YOGA Y
MEDITACIÓN.
MANTRA YOGA
AVANZADO.
"Trate de
salvar su alma mientras su cuerpo esté saludable y bajo control, y
la muerte esté distante. A la hora de la muerte, ¿qué podrá hacer?".
Canakya Pandit.
Querido
Estudiante, ahora usted ya ha cantado el Maha Mantra Hare Krishna
por un período de un mes. Estudiemos un poco más profundamente la
naturaleza del Maha Mantra Hare Krishna.
El Señor
Caitanya Mahaprabhu, la expansión del Señor Krishna, recomendó que
uno debe cantar el Maha Mantra las 24 horas del día con el fin de
purificar y perfeccionar la vida. Él dijo que se debe cantar el
Santo Nombre del Señor en un estado mental humilde, sintiéndose más
bajo que el heno o paja de la calle. Uno debe ser más tolerante que
un árbol. Estar siempre libre del ego falso y ofrecer siempre
nuestros respetos a los demás. En este estado humilde, uno puede
cantar el Santo Nombre de Dios constantemente. Cantar el Santo
Nombre de Krishna constantemente hace que uno se vaya desapegando de
los sentimientos materiales, y se concentre cada vez más en la
naturaleza espiritual, entrando en samadhi, o trance, cuando la
mente esté fija sin ninguna desviación en el Santo Nombre del Señor.
Algunas
veces los llamados Yogis fabrican su propia versión de perfección, y
por supuesto se consideran a ellos mismos como la cúspide de tal
perfección. Por lo tanto, se niegan a someterse a cualquier proceso
purificatorio o a realizar cualquier tipo de austeridad. Aunque
ellos están en un cuerpo material y apegados completamente a las
demandas y los placeres de su cuerpo (el cual, por el paso del
tiempo, se está descomponiendo a cada momento), se consideran de una
manera u otra almas liberadas y ven a los demás como seres muy
inferiores. Esto es comparado en la literatura Védica como aquel que
cierra los ojos para evitar ver una situación peligrosa, y luego
afirma atrevidamente que no hay peligro. Si creemos que somos seres
perfectos en este mundo material, a pesar de la constante fuerza de
atracción y repulsión que fluye a través de nuestra mente, entonces
es como si cerráramos los ojos a la realidad circundante. Ninguna
maquinación nos salvará en el momento de la muerte.
Puesto que
somos minúsculas almas espirituales, debemos despertar a nuestra
dependencia real (nuestra dependencia de Krishna o Dios) y abandonar
nuestra dependencia falsa (nuestra dependencia de la materia). El
mejor método en esta era para alcanzar simultáneamente todas estas
metas, es vincularnos a la Suprema Verdad Absoluta, la fuente
suprema del conocimiento, a través de la vibración de Sus Santos
Nombres: Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare,
Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare. En el Bhakti-Yoga (el
yoga de la devoción) el canto es el medio de purificación, y en el
estado perfecto del bhakti-yoga, el fin es el canto puro. Por lo
tanto, el Bhakti-Yoga, al igual que el Santo Nombre del Señor, es
también un proceso absoluto, tanto para los medios como para el fin.
No hay reglas difíciles ni específicas para cantar los Nombres del
Señor. Uno puede cantar en cualquier momento y en cualquier lugar, y
esto le purificará la mente y le recordará su relación con Dios. En
esta era no se recomienda que abandonemos artificialmente el trabajo
o la vida familiar. Al cantar, purificaremos de manera automática
cualquier situación, dando por descontada cualquier actividad
pecaminosa. El canto es una declaración abierta de nuestra
dependencia de Dios, y al admitirlo, Dios hará los arreglos
necesarios en nuestra vida para que podamos superar todos los
obstáculos. Hay una historia que enfatiza específicamente el canto
del Maha Mantra Hare Krishna como una posesión invaluable:
El gran
Acharya Vaisnava, Sanatana Gosvami estaba viviendo en la villa
sagrada de Vrndavana en India. Debido a que Sanatana era un devoto
puro del Señor, la gente acostumbraba donarle algunas de sus
posesiones materiales para alcanzar su propia purificación. Cierta
vez, un hombre muy rico le regaló una piedra de toque que podía
convertir en oro cualquier cosa. Pero como Sanatana estaba absorto
en sus actividades espirituales, no prestó la menor atención a esta
piedra valiosa y la dejó simplemente cerca del depósito de basura.
Un hombre muy materialista escuchó que Sanatana tenía en su poder
una cosa que era muy valiosa y aproximándose a Sanatana le pidió que
le diera en caridad lo más valioso que tuviera. Como Sanatana
conocía la mentalidad del hombre, le señaló la piedra de toque que
estaba tirada cerca del depósito de basura. Sobrecogido de alegría,
el hombre recogió inmediatamente la piedra, le dio las gracias a
Sanatana ofreciéndole oraciones y reverencias y se alejó muy rápido.
Entonces convirtió muchas cosas en oro y gozó aumentando su riqueza.
Sin embargo, al día siguiente comenzó a reflexionar acerca de que si
ésta era la cosa más valiosa, entonces, ¿por qué Sanatana la había
dejado cerca del basurero? Se le ocurrió que este santo debía tener
algo aún más valioso. Así que al día siguiente regresó a la morada
de Sanatana Gosvami y le ofreció de nuevo sus más respetuosas
reverencias. Sanatana le preguntó al hombre qué quería, y éste le
respondió: "Mi querido Señor, le estoy muy agradecido porque usted
me ha dado el objeto más valioso. Pero hay algo que quiero saber. Si
esta piedra de toque es lo más valioso, ¿por qué la tenía guardada
cerca del basurero? Por favor dígamelo gran sabio. ¿Será posible que
usted tenga algo más valioso? Sanatana le contestó: "Sí, mi querido
señor. Comparado con lo que yo tengo, esa piedra de toque es
insignificante". Entonces el hombre dijo: "Mi querido señor, usted
me ha entregado sin duda alguna esta piedra de toque que es
valiosísima. ¿Puedo ser tan atrevido de pedirle que me entregue lo
más valioso que usted tenga?" Sanatana le contestó: "Lo haré, pero
con una condición". El hombre preguntó curiosamente: "¿Con qué
condición? Haré cualquier cosa". Sanatana le dijo: "Mi condición es
que arrojes al río esa piedra de toque". Con una fe total en el gran
sabio, el hombre lanzó al río la piedra de toque sin ninguna
vacilación. Luego le pidió humildemente a Sanatana que le entregara
su posesión más valiosa. Y Sanatana lo inició de inmediato en el
canto de Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare,
Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare.
En otras
palabras, Sanatana le reveló al hombre que no había nada más valioso
que el camino de la autorrealización. El gran Brahmana político,
Canakya Pandit, comprendía que la autorrealización es la bendición
más elevada de la vida humana. Una vez afirmó que no debíamos gastar
ni un solo momento de nuestras vidas, porque ni todo el oro del
mundo puede comprarnos un solo momento gastado tontamente.
El hombre
trabaja día y noche bajo la concepción equivocada de que por ese
trabajo gana dinero, y con ese dinero se mantiene él y su familia.
Por lo tanto, acaba utilizando su inteligencia humana para
perfeccionar actividades que ya son realizadas por los animales con
menos problemas. Ocupados siempre en ganar dinero, olvidamos el
valor real de la vida humana: la autorrealización. Pero el canto del
Mantra Hare Krishna es tan agradable y efectivo que nos permite
ocuparnos completamente en la autorrealización sin cambiar de manera
drástica nuestro modo de vida, y al mismo tiempo nos despierta poco
a poco a la importancia de desarrollar conciencia espiritual. De
hecho, ningún proceso es tan poderoso como el Mantra Hare Krishna,
para transformar nuestra estropeada conciencia materialista en
conciencia pura de sirvientes eternos, partes y porciones del Señor.
Al mismo tiempo, nos damos cuenta de lo inútil que es dirigir
nuestras energías hacia el progreso material, el cual, después de
todo, es solamente temporal y a la larga frustrante.
En cuanto a
su propia práctica, querido estudiante, le recomendamos que aumente
su canto del Mantra Hare Krishna. Si se siente bastante preparado y
determinado, usted puede meditar en el mantra Hare Krishna
diariamente, por lo menos durante media hora. Algunas personas dicen
que no tienen tiempo para esta clase de meditación, pero en realidad
uno debe disponer de tiempo para ella puesto que, en el sentido
práctico, el canto del Mantra Hare Krishna nos agudiza la mente y
así podemos cumplir más rápido con nuestras tareas materiales.
En los
monasterios y ashramas del Movimiento Hare Krishna, donde se entrena
a los Bhakti-yogis muy estrictamente bajo la guía de un maestro
espiritual, los estudiantes prometen cantar diariamente por lo menos
16 rondas de Japa del Maha Manta Hare Krishna. Esto toma más o menos
2 horas. Por supuesto que esto es un compromiso y no creemos que
usted deba comprometerse en forma prematura. Lo que usted sí debe
prometer es que va a cantar cada día un número determinado de rondas
(el máximo que pueda sin sobre esfuerzo) y mantener esa promesa.
Usted experimentará poco a poco los efectos purificatorios del canto
del Maha Mantra Hare Krishna.
Practicaremos ahora una asana sencilla, que nos hará avanzar aún más
en el conocimiento de nuestro cuerpo:
TÉCNICA:
Siéntese en
la posición del ejercicio de la Lección Doce. Al inhalar, levante
los brazos hasta que queden completamente rectos sobre la cabeza.
Exhale y doble el tronco hacia adelante, manteniendo el tronco y los
brazos estirados en una misma línea recta. Al llegar al piso, las
palmas de las manos y la frente descansan sobre él. Retenga el aire
un momento y exhale luego. Inhale nuevamente, mientras lleva los
brazos y el tronco estirados, hasta la posición inicial. Repita el
ejercicio diez veces. También se pueden mantener el tronco y las
palmas de las manos en el piso hasta cuando usted lo considere
placentero. En este caso, la respiración es profunda.
BENEFICIOS:
Tonifica los
músculos pélvicos, regula el funcionamiento de las glándulas
suprarrenales y relaja el nervio ciático. Ayuda a curar la ciática y
a controlar la ira.
SECCIÓN 4
DIFERENTES
ASPECTOS DEL CONOCIMIENTO VÉDICO.
TRANSMIGRACIÓN.
Hay un
tópico que siempre ha llamado la atención de todos los
trascendentalistas. Si nuestro cuerpo cambia constantemente y unas
células son reemplazadas por otras, si todo en mi cuerpo cambia y yo
sigo siendo el mismo, ¿dónde estoy yo realmente? ¿Quién soy yo? Los
científicos dicen que cada siete años todas las células de nuestros
cuerpos cambian, incluso las células del cerebro. Aún así, existe
algo que es permanente.
Usted puede
ver en el cuadro únicamente la transmigración los cuerpos
cambiantes, pero en realidad aún usted no ha visto a la verdadera
persona. Los cuerpos siempre están cambiando, esto es obvio, pero
usted aún no ha visto la persona más importante de este cuadro. Esta
persona es la chispa consciente en el cuerpo. En otras palabras,
esta persona es realmente usted. En cualquier lugar o circunstancia
su cuerpo está cambiando. En el pasado usted tenía el cuerpo de un
niño, luego usted toma el cuerpo de una persona joven, y después
tendrá el de una persona de edad avanzada. El cambio es gradual,
pero continuo. En cada momento, miles y millones de complejas
reacciones bioquímicas están sucediendo en su cuerpo, y también
miles y millones de células están naciendo, creciendo, dividiéndose
y muriendo, siendo reemplazadas a su vez por otras nuevas.
Exactamente como el agua de un río, que siempre es diferente, usted
no puede mantener siempre su cuerpo igual.
Hasta su
mente también está cambiando de momento en momento. Y su
inteligencia está, a su vez, cambiando también, haciéndolo cada vez
más maduro.
Hasta aquí
hemos hablado de su cuerpo, su mente y su inteligencia. Ahora,
¿quién es usted?
Usted no es
el cuerpo. No se trata de un significado enigmático ni de una
creencia dogmática. Más bien, es una experiencia científica que uno
puede comprender fácilmente. Por favor considere esto
cuidadosamente.
Su mente e
inteligencia están cambiando a cada instante. Ya mencionamos que
cada célula de su cuerpo crece, envejece, muere y es reemplazada.
Pero, ¿qué es lo que permanece dentro de usted? Este algo es la
conciencia dentro del cuerpo. Si usted piensa acerca de esto,
siempre estará de acuerdo acerca de la diferencia entre usted, sus
experiencias y el medio que lo rodea, usted y sus manos, pies, ojos,
cabeza, hasta la diferencia entre usted y sus pensamientos actuales.
Ni siquiera recordamos los pensamientos del párrafo anterior, pero
todavía estamos leyendo el mismo artículo.
Ahora, usted
está todavía leyendo. No usted como "el cuerpo" o usted como "la
mente", porque el cuerpo y la mente de hace algunos momentos ya no
existen, pero usted sigue siendo el observador que está leyendo;
usted es la conciencia.
A pesar de
que su cuerpo y su mente cambian, esa conciencia individual es
permanente. El contenido de la conciencia puede cambiar, pero la
función de la conciencia nunca cambia. Dentro del cuerpo del niño
más pequeño, ella está presente. A medida que el niño va madurando,
cambia su cuerpo por el de un hombre joven, y después por el de un
anciano. De igual manera que una persona cambia sus ropas pero
permanece siendo la misma, la conciencia individual cambia de un
cuerpo a otro, pero siempre sigue siendo la misma persona, el mismo
observador consciente. "Tal como una persona se pone nuevas
vestiduras desechando las viejas, en forma similar, el alma acepta
nuevos cuerpos materiales, abandonando los viejos e inútiles". (Bg.
2.22).
Pero, ¿qué
sucede en el momento de la muerte? Un cuerpo muerto significa que no
hay más conciencia presente. ¿Pensaría usted que la conciencia
individual ya no existe más? Recuerde que a través de toda nuestra
vida, nuestro cuerpo ha estado cambiando constantemente, pero la
conciencia permanece. Pero a la hora de la muerte ya no está, se
fue. Mas, ¿dónde está? ¿de dónde vino y a dónde se fue?
¿Es posible
que al momento de la muerte esa conciencia individual siga
existiendo? Si es así, ¿a dónde va? ¿Puede esta chispa de vida
individual, esta conciencia individual, pasar a otro cuerpo, tomar
nacimiento una y otra vez como en un ciclo? Y si es así, ¿tiene fin
este ciclo?
No son
solamente los estudiosos de la ciencia Védica los que han llegado a
la conclusión de la reencarnación (el alma eterna dentro del cuerpo
temporal.
El famoso
escritor y poeta W. Goethe escribió: "Yo estoy tan seguro, como que
usted puede verme ahora, que he vivido mil veces en el pasado y que
regresaré mil veces en el futuro". También algunos filósofos
Cristianos, como Orígenes, son defensores destacados de la
reencarnación.
El concepto
Cristiano de resurrección no podría ser bien entendido sin el
concepto de la reencarnación. Consideremos la imposibilidad de
resucitar el cuerpo de una persona que se ha descompuesto durante
miles y miles de años. Veamos una cita de la Biblia a este respecto:
"Lo que está hecho de carne y sangre no puede compartir el reino de
Dios, y lo que es mortal no puede poseer la inmortalidad". (I
Corintios 16:50).
El proceso
de Yoga o meditación le facilitará la comprensión directa o
percepción del yo o alma. Al identificarnos con el alma espiritual,
parte y porción del Supremo, dejamos de identificarnos con el cuerpo
físico temporal. Por lo tanto, nos liberamos del ciclo de nacimiento
y muerte, y nunca más regresamos a este miserable mundo material y
podremos volver a casa, de vuelta a Dios.
SECCIÓN 5
LAS
PRINCIPALES FILOSOFÍAS DE LA AUTO-REALIZACIÓN.
LOS CUATRO
VEDAS.
Hoy
continuaremos analizando los Vedas.
La palabra
Veda significa "Conocer" (vid: conocer) y denota el "Conocimiento
Divino". Los Vedas son principalmente himnos cantados por sacerdotes
para alabar a los dioses. Durante muchos años estos himnos no fueron
escritos, sino que se transmitían oralmente de maestro a discípulo.
El Rg Veda, o Veda de las Alabanzas, consta de 1.017 himnos
ordenados en diez libros. La mayoría de los versos son alabanzas al
dios del fuego (Agni) e Indra, el dios de la lluvia y de los cielos.
Su uso está limitado a quienes están entrenados en las disciplinas
de la vida espiritual. Conocido como "El Veda de los Sacrificios",
el Yajur Veda contiene instrucciones para ejecutar sacrificios. El
Sama Veda es "El Veda de los Cantos" y consta de 1.549 versos,
muchos de los cuales también aparecen en diferentes contextos,
dentro del Rg Veda. En particular el Sama Veda alaba la bebida
celestial, soma.
El Atharva
Veda contiene cantos y ritos, comúnmente utilizados para el alivio
de enfermedades. Aún cuando los rituales Védicos son intrínsecamente
complicados, muchos eruditos los toman con encantaciones salvajes.
Tratando de corregir este punto de vista, Ainslee Embree escribe:
"Vedas significa "himnos". Estos no son, por lo tanto, las efusiones
espirituales del corazón de los hombres primitivos en el comienzo de
la historia, como se ha sugerido algunas veces, sino los logros de
un sistema religioso altamente desarrollado".
Generalmente, la gente está atraída por la sección Karma-kanda de
los Vedas, la cual trata principalmente de actividades fruitivas
para la elevación a los planetas celestiales. Está confirmado que si
uno desea tal opulencia material, debe ejecutar los sacrificios
Védicos. Ignorantes de la verdadera conclusión del siddhanta Védico,
mucha gente ha pensado que las partes del Karma-kanda son las
esenciales.
Los cuatro
Vedas fomentan la satisfacción de los deseos materiales a través de
la adoración a los semidioses. Por ejemplo, aquel que desee sexo
debe adorar al dios de los cielos, Indra; aquel que desee buena
progenie, debe adorar a los grandes progenitores llamados Prajapatis;
Aquel que desee buena fortuna, debe adorar a Durgadevi, y aquel que
desee poder, debe adorar a Agni, el dios del fuego. Aquel que aspire
a tener dinero, debe adorar a los Vasus, y aquel que desee un cuerpo
fuerte, debe adorar la tierra. En cualquier caso, la literatura
Védica describe a los semidioses, no como imaginarios, sino como
agentes autorizados de la Voluntad Suprema, quienes administran los
asuntos universales. Las funciones de la naturaleza no van a la
deriva; para cada aspecto hay una personalidad encargada. Indra, por
ejemplo, distribuye la lluvia y Varuna gobierna sobre los océanos.
Uno debe
notar, sin embargo, que ninguno de esos dioses (se numeran como 33
millones) es igualado con Bhagavan, el Supremo. Los himnos de
sacrificio ofrecidos a los semidioses generalmente terminan con las
palabras OM TAT SAT. El Rg Veda (1.2.22.20) afirma, Om tad Visnoh
paramam padam sada pasyanti surayah: "Los Semidioses siempre están
mirando hacia la morada Suprema de Visnu". El Bhagavad-gita (17.23)
lo confirma:
Om tat sad
iti nirdeso brahmanas tri-vidhah smrtah brahmanas tena vedas ca
yajñas ca vihitah pura
"Desde el
principio de la creación las tres sílabas, Om tat Sat, han sido
usadas para indicar la Suprema Verdad Absoluta (Brahman) , y eran
entonadas por los brahmanas mientras cantaban los himnos Védicos
durante los sacrificios para la satisfacción del Supremo".
SECCIÓN 6
EL YOGI Y SU
RELACIÓN CON EL MUNDO; EL YOGI Y LA COMPASIÓN.
"La cualidad
de un hombre se conoce por el esfuerzo sincero que él hace para
alcanzar una meta" - Srila Sridhar Swami Maharaj
"El fruto de
las acciones buenas o malas de cada estado anterior, regresan a
nosotros sin ningún esfuerzo, traídas por el destino" - Pancatantra.
En una de
las antiguas escrituras de la India hay un verso que dice: "Si uno
es desdichado al ver el sufrimiento de los seres vivientes, y feliz
al ver la felicidad de otros, entonces sus principios religiosos son
apreciados como imperecederos por personas exaltadas, quienes son
consideradas piadosas, benévolas y compasivas" (Srimad-Bhagavatam
6.10.9).
Debemos
comprender que siempre existe dualidad en este mundo. Encontramos
débiles y fuertes, y es siempre la responsabilidad del fuerte
proteger al débil en vez de pensar en cómo explotarlo. Los conceptos
modernos y los movimientos de liberación han propuesto falsamente
que la igualdad puede ser alcanzada entre todos los seres vivientes:
Igualdad entre los hombres, igualdad entre hombre y mujer, igualdad
entre las clases más altas y las clases más bajas; pero si
estudiamos al ser humano científicamente, encontramos que no hay un
solo ser humano igual a otro. Cada persona tiene capacidades y
cualidades individuales. Algunos son inteligentes, algunos son
fuertes y algunos no son bendecidos con esas cualidades. Por lo
tanto, compasión no sólo significa sentirse afligido por la gente
que se encuentra en situaciones desafortunadas, sino que la
verdadera compasión significa que aquel que tiene cualidades tiene
que usarlas para proteger a aquellos que dependen de esa cualidad o
que no la tienen. De esta manera, las relaciones humanas estarán
basadas en amor y confianza más que en lucha por la existencia y el
temor constante de ser explotados. Claro está que la compasión se
extiende desde los seres humanos hasta los animales, y a todos los
seres vivientes. Sólo aquellos que son crueles de corazón gozan al
ver frente a sus ojos que algún animal es torturado o que es cortado
en pedazos. Las Escrituras Védicas afirman que cualquier persona que
patrocine la matanza de animales, o que esté relacionada con ella,
ya sea comiendo carne, transportándola, cocinándola, sirviéndola, o
de cualquier otra manera, perderá la cualidad de la compasión y
aprenderá a disfrutar con el sufrimiento de los demás, ya sea
directa o indirectamente, por lo cual tendrá que sufrir la cantidad
correspondiente de reacciones pecaminosas. La sociedad moderna
considera que el comer carne es una necesidad inevitable de la vida.
Relacionado
con lo anterior, está el hecho de las personas que producen cine,
películas para T.V. y otros espectáculos, en los cuales la máxima
atracción es la brutalidad y la violencia. Se publican también
innumerables revistas, periódicos e historietas cuyo principal
interés es la violación, el asesinato, el robo y muchas otras
actividades crueles. Los críticos de cine Gene Siskel y Frank Ebert
dijeron acerca de estas películas: "El degüello es frecuente, los
disparos y las puñaladas que se le dan a los cuerpos femeninos se
han convertido en una rutina grotesca. Es como si se le pidiera a la
audiencia que se identifique con los atacantes, y esto es realmente
lo que nos molesta".
Lo que es
todavía más espantoso es el número de abortos que se llevan a cabo
en el mundo: 60 millones por año. Esto nos muestra que aquellos que
deben dar supuestamente protección a los niños, han perdido la
compasión en sus corazones a tal punto que no lo piensan dos veces
para asesinar cruelmente a sus hijos.
A un nivel
más elevado, vemos cómo los políticos envían a la gente a la guerra,
y se hacen responsables por la pérdida de tantas vidas, y todo
debido a un mal entendido o a algún deseo egoísta; además gastan
millones y millones de dólares al año para asegurar su participación
en esta violencia colectiva. En la actualidad hay unas 50.000
secciones explosivas nucleares en la tierra y en la mitad del mundo,
los científicos están encargados de fabricar tecnología para la
guerra.
De todas
maneras, debemos comprender que morir en la guerra o en un embrión
abortado, es una reacción kármica por haber asesinado en esta vida o
en una vida pasada. Entonces, del mismo modo, no podemos tener paz
si matamos animales.
Por eso, el
yogi considera que la compasión es uno de los aspectos más
importantes para desarrollar los más sutiles sentimientos
espirituales, los cuales sólo pueden ser alcanzados por alguien que
perfeccione una hermandad espiritual hacia todas las entidades
vivientes al comprender que tenemos un padre común. A este respecto
las Escrituras Védicas nos narran una hermosa historia de cómo la
compasión se despierta automáticamente en alguien que practica el
proceso de Yoga.
Hace muchos
miles de años, el gran santo Narada, después de visitar al Señor
Supremo en el mundo espiritual, se dirigió a la confluencia de los
tres ríos sagrados de la India para bañarse. Narada Muni vio que un
venado yacía en el suelo, atravesado por una flecha. El venado tenía
las patas rotas y se estaba retorciendo de dolor. Un poco más
adelante, vio un jabalí atravesado también por una flecha. Sus patas
también estaban rotas, y se retorcía de dolor. Cuando caminó un poco
más, vio un conejo que también estaba herido. Narada Muni sintió un
pesar muy profundo al ver a esas entidades vivientes sufrir de esa
manera. Al avanzar un poco más, el sabio vio a un cazador que estaba
escondido detrás de un árbol. El cazador llevaba flechas y estaba
listo para matar más animales. Su cuerpo era negruzco, y tenía ojos
rojizos y un aspecto feroz. Era como si el superintendente de la
muerte Yamaraja, estuviera allí parado con arcos y flechas en las
manos. Cuando Narada Muni dejó el camino del bosque y se acercó al
cazador, todos los animales lo vieron y de inmediato huyeron. Por
consiguiente, el cazador quiso castigar a Narada con un lenguaje
injurioso, pero, debido a la influencia espiritual del santo, no
pudo proferir ni una sola blasfemia.
El cazador
le dijo a Narada: "¡Oh Gosvami! ¡Oh gran persona santa! ¿Por qué ha
venido a mí dejando el camino que atraviesa el bosque? Ahora, con
solo verlo, todos los animales que estaba cazando se han ido".
"Abandoné el camino y he venido a ti, para resolver una duda que hay
en mi mente", respondió Narada. "Me estaba preguntando si todos los
jabalíes y demás animales que están a medio matar te pertenecen".
"Sí, lo que dices es cierto", respondió el cazador. Narada Muni le
preguntó entonces: "¿Por qué no los mataste por completo? ¿Por qué
sólo los heriste, traspasando con flechas sus cuerpos?" El cazador
respondió: "Mi querida persona santa, me llamo Mrigari, el enemigo
de los animales. Mi padre me enseñó a matarlos de esa manera. Cuando
veo sufrir a los animales que dejo agonizantes, siento un gran
placer". "Tengo una cosa que pedirte", le dijo Narada Muni al
cazador. Éste interrumpió: "Puede usted llevarse cualquier animal o
alguna otra cosa que desee. Tengo muchas pieles para darle, si usted
las quisiera. Puedo darle una piel de venado o de tigre". Narada
Muni le contestó: "No quiero ninguna de las pieles. Sólo deseo
solicitarte una cosa a manera de caridad. Te pido que desde este día
en adelante mates a los animales por completo, sin dejarlos a medio
matar". El cazador respondió: "Mi querido Señor, ¿qué me está
pidiendo? ¿Qué hay de malo con los animales que yacen allí heridos?
¿Podría, por favor, explicármelo?" Narada Muni le respondió: "Si
dejas a los animales sufriendo así estás causándoles dolor adrede.
Por consiguiente, tendrás que sufrir para compensarlo". Narada Muni
continuó: "Mi querido cazador, tu ocupación es la de matar animales.
Eso sólo es una ligera ofensa de tu parte. Pero cuando
conscientemente les causas un dolor innecesario al dejarlos a medio
matar, incurres en pecados muy grandes. Todos los animales a los que
has matado y a los que les has causado un sufrimiento innecesario,
te matarán en tu siguiente vida, uno tras otro, y vida tras vida".
Así, pues,
por asociarse con el gran sabio Narada Muni, el cazador se convenció
de lo pecaminoso de su actividad, y sintió algo de temor debido a
sus ofensas. Luego el cazador admitió que estaba convencido de su
actividad pecaminosa, y dijo: "Me enseñaron este negocio desde mi
primera infancia. Ahora me pregunto ¿cómo puedo liberarme de esta
cantidad ilimitada de actividades pecaminosas?. Mi querido Señor,
por favor, dígame ¿cómo puedo liberarme de las reacciones de mi vida
pecaminosa?. Ahora estoy totalmente entregado a usted y caigo a sus
pies de Loto. Por favor, líbreme de las reacciones pecaminosas".
Narada Muni le aseguró al cazador: "Si escuchas mis instrucciones,
hallaré la manera de que puedas liberarte". El cazador dijo
entonces: "Mi querido Señor, haré lo que usted me diga". Narada le
ordenó de inmediato: "Primero que todo, rompe tu arco. Luego te diré
qué más debes hacer". "Si rompo mi arco", alegó el cazador, "¿cómo
me voy a mantener?", "No te preocupes", dijo Narada, "yo te proveeré
de comida todos los días".
Una vez que
Narada Muni le aseguró eso, éste rompió su arco, cayó de inmediato a
los pies de Loto del santo y se entregó por completo. Después de
esto, Narada Muni lo levantó y le dio instrucciones para el avance
espiritual. Él le aconsejó: "Regresa a tu casa y distribuye tus
riquezas entre las personas santas. Deja tu casa y junto con tu
esposa ve al río. Allí debes construir una cabaña y cantar
constantemente el Maha Mantra Hare Krishna. Yo les enviaré a ustedes
dos comidas todos los días. Podrán tomar tanto como quieran".
El sabio
Narada hizo que los tres animales que estaban heridos volvieran en
sí. En efecto, éstos se levantaron y huyeron velozmente. Cuando el
cazador vio huir a los animales, quedó lleno de asombro. Le ofreció
sus respetuosas reverencias al sabio Narada y regresó a su casa.
Tras esto,
Narada Muni prosiguió hacia su destino. Después que el cazador
volvió a su casa, siguió estrictamente las instrucciones de su
maestro espiritual, Narada. Las noticias de que el cazador se había
convertido en yogi se propagaron por toda la aldea. De hecho, todos
los aldeanos le llevaron obsequios y se los presentaron al antiguo
cazador.
Un día,
mientras Narada Muni hablaba con su amigo Parvata Muni, le pidió a
éste que lo acompañara a ver a su discípulo el cazador. Cuando los
santos sabios llegaron al lugar en donde estaba el discípulo, éste
los vio desde lejos. Con gran viveza, se puso a correr hacia su
maestro espiritual, pero no pudo tirarse al suelo y ofrecerle
reverencias, por que a sus pies había hormigas que iban de un lado a
otro. Al ver estas hormigas, el cazador las apartó con un pedazo de
tela. Después de despejar así el suelo, se tiró cuan largo era para
ofrecer sus reverencias. Narada Muni dijo: "Mi querido cazador, ese
comportamiento no es en absoluto asombroso. Un hombre que toma el
camino del Yoga se convierte automáticamente en un ser pacífico y
compasivo. Él es el mejor de los caballeros. ¡Oh cazador!, buenas
cualidades tales como la no violencia y la compasión, las cuales has
desarrollado, no son muy sorprendentes, pues aquellos que están
dedicados al yoga, nunca sienten la inclinación a causar dolor a
otros por envidia".
De esta
narración podemos comprender que no se debe infligir sufrimiento a
ninguna entidad viviente, si se puede evitar de alguna manera. Por
el contrario, uno debe pensar siempre cómo beneficiar a los demás,
ayudándolos a avanzar espiritualmente. Esta es la conclusión de las
Escrituras reveladas, de los grandes santos y yogis, y puede ser
revelado en el corazón de uno si recorre sinceramente el sagrado
camino del yoga.
SECCIÓN 7
EL YOGI Y LA
SALUD.
COMPLACER A
DIOS A TRAVÉS DEL VEGETARIANISMO - II - LA OFRENDA.
Hay otro
plan muy inteligente detrás del yajña (sacrificio). Puesto que
tenemos que matar para comer, debemos encontrar un proceso por medio
del cual contrarrestamos los resultados de tal violencia. Como la
entidad viviente está tanto en la forma de vegetal como en la forma
animal, la violencia que se comete contra dichos seres es
normalmente pecaminosa. Entonces, ¿qué podemos hacer? "Si alguien Me
ofrece con amor y devoción una flor, una fruta, una hoja o agua, Yo
lo aceptaré”. Dios es el Supremo Creador de cada uno de nosotros, y
también el Supremo Controlador de todas las acciones y reacciones,
buenas o pecaminosas. Si un yogi, luego de haber preparado y
condimentado muy bien su alimento, se lo presenta al Señor en un
plato especial en el lugar de meditación donde tiene su altar,
podemos considerar que ha realizado de manera sencilla un yajña o
sacrificio. El yogi debe hacer todo con mucho cuidado y atención, y
estar consciente de la razón que hay detrás de todo esto.
Se necesita
sólo unos pocos arreglos. Usted puede hacer un altar con una
fotografía de Krishna y un lugar para colocar el plato del Señor. No
debe probar los alimentos, ni siquiera olerlos, con la intención de
complacerse a usted mismo. Primero debe ofrecerlos al Señor. La
ofrenda se hace en el altar con un plato que utilizará sólo con este
propósito. Debe colocar el plato en el altar, inclinar su cabeza
hasta el suelo en frente del altar, y cantar el siguiente mantra:
sarira
abidya-jal, jodendriya tahe kal, jiva phele visaya-sagore ta"ra
madhye juhwa ati, lobhamoy sadurmati,
ta"ke jeta
kathina samsare krsna baro doyamoy, koribare jihwa jay, swa-prasad
anna dilo thai sei annamrta pao,
radha-krsna-guna
gao, preme dako caitanya-nitai
Este mantra
significa: “¡Oh Señor! Este mundo material es un lugar de
ignorancia, y los sentidos constituyen una red de caminos que nos
conducen hacia la muerte. Hemos caído en el vasto océano de la
atracción sensorial, y de todos los sentidos, el de la lengua es el
más voraz y difícil de controlar; es muy difícil controlar la lengua
en este mundo material. Pero Tú mi querido Krishna, eres muy
bondadoso con nosotros y nos has dado este magnífico prasadam
(alimento espiritual) para ayudarnos a controlar la lengua. Tomemos
pues este Krishna-prasada a nuestra entera satisfacción, y en el
proceso glorifiquemos a Sus Señorías Sri Sri Radha y Krishna, y
amorosamente invoquemos la ayuda del Señor Caitanya y Prabhu
Nityananda”.
Cuando el
yogi toma solamente algún líquido, él puede pronunciar Sri Visnu
(tres veces).
Sri Visnu,
Sri Visnu, Sri Visnu.
Después de
este ofrecimiento, uno puede quitar el plato del altar, y luego
distribuir el alimento espiritual (prasada o misericordia de Dios),
purificando a todos aquellos que lo comen. Le recordamos también que
ni la carne, ni los huevos ni el pescado, pueden ser ofrecidos en el
altar en este sacrificio. Tampoco se recomienda ofrecer cebollas ni
ajos. Si Dios desease estos alimentos, Él lo hubiera expresado en
las escrituras reveladas. Pero Él dice claramente cuáles son los
alimentos que prefiere: vegetales, granos, frutas, leche y sus
productos derivados, y el Yogi coopera con el Señor al ofrecer y al
aceptar a cambio los alimentos que están en la lista de las
preferencias del Señor. Por lo tanto, al realizar el yajña en la
forma de ofrenda de alimentos vegetarianos, el Señor exonera al yogi
de cualquier reacción pecaminosa, la cual se origina como un
resultado del asesinato cometido. Esto es apenas natural, porque
todas las cosas hechas de manera favorable en el servicio del Señor
son totalmente espirituales y, en consecuencia, están desprovistas
de cualquier reacción pecaminosa.
Si usted
prepara agradables alimentos vegetarianos (como se ha recomendado),
ofrézcalos siempre ante un retrato del Señor Krishna, que usted
puede encontrar en los libros del curso. Pidiéndole también ayuda
para su avance espiritual, en su presente vida, así como también la
purificación del cuerpo y de la mente. De esta manera, este alimento
va a crear finos tejidos cerebrales, los cuales van a ayudarle a
pensar más claramente y a mantener la mente libre de apegos
materiales. Dios no necesita de esta ofrenda porque Él es
auto-satisfecho, pero por ser el Amigo Supremo de todas las
entidades vivientes, así como el Propietario Supremo y el
Disfrutador de todos los sacrificios, nuestra ofrenda humilde lo
complace, nos permite avanzar espiritualmente y nos ayuda a
perfeccionar nuestros sentimientos amorosos hacia Él. El Señor es
omnipresente y está deseoso de aceptar nuestra ofrenda, si está
preparada y ofrecida con el espíritu apropiado. Al escuchar la
vibración sonora pronunciada al momento de la ofrenda, el Señor toma
los alimentos y los bendice al tocarlos. Él estará satisfecho con
una ofrenda adecuada, y estará aún más complacido por el amor puro
con que se haya hecho.
Y ahora
nuestra receta vegetariana quincenal:
EMPANADAS DE
COLIFLOR Y ARVEJAS (Gobi-Mattar Samosa).
Porciones:
30 Empanadas. Tiempo de Preparación: 1-1/2 horas.
Ingredientes
Relleno:
1 Coliflor
pequeña; 1/2 Libra de Arveja;. 1/8 De taza de Ghee o aceite vegetal;
1/2 Cucharada (sopera) de semilla de comino; 1/2 Cucharada (sopera)
de sal; 1 Cucharadita de pimentón; 1/4 de cucharadita de adobo; 1/4
de cucharadita de canela; 1/4 Cucharada (sopera) de comino en polvo;
1/2 Cucharada (sopera) de cilantro polvo o molido.
Ingredientes
masa:
2 Tazas de
harina blanca; 3/4 Taza de agua tibia; 4 Cucharadas (soperas) de
sólidos de ghee o mantequilla. Bastante Ghee para freír.
Corte la
coliflor en pedazos pequeños. Caliente el ghee y agregue la semilla
de comino. Fría ahora la coliflor cortada en el ghee y especies en
fuego medio hasta que la coliflor esté blandita, pero no deje que se
dore. Agregue las arvejas ya cocinadas y blandas. Agregue sal y
todas las demás especies o condimentos. Cocine hasta que todo el
vegetal o las legumbres estén muy suaves y puedan ser machacadas
fácilmente y luego continúe hasta que la pasta esté bien seca y un
poco oscura en su color.
MASA:
Corte los
sólidos del ghee o la mantequilla y agréguelos a la harina blanca.
Mezcle con las manos hasta que tenga una masa de buena consistencia.
Lentamente agregue el agua tibia. Mezcle muy bien y luego amase,
hasta que la masa esté bien suave (por lo menos diez minutos). Luego
empiece a hacer bolitas que tengan más o menos 2.5 cms. de diámetro.
Con un rodillo empiece a aplanar las bolitas para que queden como
tortillas de 10 cms. de diámetro. Córtelas por la mitad. Coloque las
medias lunas en la mano izquierda, dejando el borde redondeado hacia
las puntas de los dedos. (Fig.1) Sobre el borde recto, o sea el que
se ha cortado, unte agua con el dedo. Jale la esquina superior para
abajo volteando un poco hasta que se obtenga la forma de cono.
Presione firmemente en la costura para que quede sellado. (Fig. 2).
Llene 2/3 partes del cono con el relleno (Fig. 3) y luego cierre el
borde superior habiendo mojado antes los lados con un poco de agua
para que quede bien sellado. Pellizque, voltee y doble el borde
sellado en dobleces sucesivos para formar un borde ondulado (Fig.
4). Cada Samosa debe tener aproximadamente de 10 a 12 de los
doblecillos antes descritos. El objetivo final es tener una Samosa
con forma uniforme y triangular o de abanico. Estas Samosas deben
estar muy selladas para que no se vayan a reventar cuando se estén
friendo en el ghee. Ahora puede proceder a calentar el ghee. Fría
las Samosas hasta que estén doradas y tostaditas. Para saber si ya
están listas, golpee suavemente con una cuchara o unas tenacitas, y
si suena hueco, entonces ya están. Quedan absolutamente deliciosas.
Y así,
querido estudiante, hemos terminado una lección más. Nos veremos
dentro de quince días. Hasta la próxima.
Om Tat Sat.