CAPÍTULO
SEXTO.
P.1.- En la
práctica del Yoga, ¿cuál es el propósito de controlar la mente?
R.- El alma
está atrapada por la materia, por la atracción condicionada hacia la
naturaleza material. La mente no controlada intensifica la atadura
material del alma. El propósito del yoga es controlar la mente (con
la inteligencia) y llevarla lejos del apego de los objetos
materiales de los sentidos. Krishna aconseja a Arjuna (al final del
capítulo sexto y también más adelante) que controle la mente
concentrándola en el servicio devocional a Él (Bhakti Yoga) (Bg.
6.5-7,26 y 36).
P.2.-¿Qué es
Dhyana-Yoga? ¿Cómo se ejecuta?
R.- Dhyana
significa "meditación". Dhyana Yoga es técnicamente conocido como
astanga-Yoga, o el camino óctuple. Es un sistema mecánico para
controlar la mente y los sentidos a través de la retención del aire
o respiración, concentración de la mente, y así sucesivamente. Éste
culmina en Samadhi, o absorción mental en el Supremo,
específicamente en el Paramatma, que es la forma de Krishna dentro
del corazón. En un lugar apartado, el Dhyana-yogi se sienta en un
tipo de asiento particular, asume la postura apropiada para meditar
y fija la vista en la punta de la nariz con los ojos semicerrados.
Luego, con la mente sin agitación y dominada, desprovisto de todo
temor y completamente libre de vida sexual, el Yogi medita en el
Paramatma, haciendo de Él "el último propósito de la vida" (Bg.
6.10-19,31).

P.3.- ¿Por
qué Arjuna rechaza el sistema de meditación descrito por Krishna?
R.- Arjuna
dice: "El sistema de Yoga que Tú has resumido me parece impráctico e
insoportable, pues la mente es inquieta e inestable". Los requisitos
de Dhyana-Yoga (dejar el hogar, encontrar un lugar completamente
apartado, controlar la mente en forma mecánica y así sucesivamente),
le parecen a Arjuna muy difíciles para sí mismo o cualquier hombre
ordinario (Bg. 6.33-34).
P.4.- Al
concluir el capítulo, ¿qué sistema de Yoga le recomendó Krishna a
Arjuna como el mejor? ¿Por qué?
R.- Krishna
dice: "Y de todos los Yogis, aquel que siempre se refugia en Mí, con
gran fe, adorándome con amoroso servicio trascendental, es el que
está más íntimamente unido conmigo en Yoga y es el más elevado de
todos". Por lo tanto, Krishna exalta el Bhakti-Yoga, el sendero
devocional, porque Bhakti (devoción a Krishna) es, de acuerdo con el
Gita, el Sanatana-Dharma (la posición constitucional eterna) de la
entidad viviente (Bg. 6.47).
CAPÍTULO
SÉPTIMO.
P.1.-
¿Cuáles son las dos energías básicas de Krishna y cuál es su
interrelación? ¿Cuál es la relación de Krishna con estas dos
energías?
R.- La
energía "inferior" de Krishna (materia o apara-prakrti) consiste de
ocho elementos materiales burdos y sutiles: tierra, agua, fuego,
aire, éter, mente, inteligencia y ego falso. Este es el "conjunto"
de la naturaleza del mundo material. La energía "superior" de
Krishna (espíritu o para - prakrti) comprende las jivas (las
entidades vivientes), quienes cualitativamente son uno con Él. Pero
por la influencia de la naturaleza material, las jivas se
identifican con la materia, y tratando de dominarla y disfrutarla.
Cuando se liberan de esta influencia, las jivas alcanzan el mukti, o
liberación. Y, finalmente, Krishna es el origen y controlador de
ambas energías (Bg. 7.4-7).
P.2.-
¿Cuáles son las cuatro clases de "malvados" que no se rinden a
Krishna y las cuatro clases de hombres que sí lo hacen?
R.- Las
cuatro clases de malvados son: 1) Los mudhas, o los burdamente
tontos, que son como bestias de carga que trabajan muy arduamente
sin preguntarse por los valores superiores de la vida. 2) Los
naradhamas, o aquellos que siguen los principios regulativos de la
vida social y política, pero que no siguen principios religiosos. 3)
Los mayayapahrtajñanis, o aquellos que son muy educados o eruditos,
pero están ilusionados por Maya, y 4) Los asuram bhavam asritas, o
aquellos que son abiertamente ateos.
Las cuatro
clases de hombres piadosos son aquellos que se acercan al Señor
Supremo porque: 1) están angustiados, 2) necesitan dinero, 3) son
inquisitivos, y/o 4) están buscando el conocimiento de la Verdad
Absoluta (Bg. 7.15-18).
P-3.- ¿Por
qué Krishna critica a los que adoran a los semidioses?
R.- Aquellos
cuyas mentes están distorsionadas por los deseos, adoran a los
semidioses para ganar bendiciones materiales. Tales adoradores
buscan ganancias temporales y limitadas, son hombres de poca
inteligencia. Ellos no saben, declara Krishna, que Él es la fuente
de su fe en los semidioses, como también el verdadero benefactor de
los favores que reciben de los semidioses (Bg. 7.20-23).
CAPÍTULO
OCHO.
P.1.- ¿Cuál
es la importancia del momento de la muerte para el jiva
corporificado?
R.- El
momento de la muerte determina su siguiente nacimiento, que depende
del estado de conciencia del Jiva. "Cualquiera que sea el estado de
existencia que uno recuerde cuando abandona su cuerpo, ese estado
alcanzará sin duda" (Bg.8.6).
P-2.- ¿Qué
aconseja Krishna a Arjuna con respecto al momento de la muerte?
¿Cuál será el resultado al seguir este consejo?
R.- Krishna
le dice a Arjuna que aquel que abandona el cuerpo recordándolo a Él,
alcanza Su morada. Porque la cualidad de nuestra conciencia al
morir, es influida por nuestros deseos y actividades durante la
vida. Krishna instruye a Arjuna en la práctica de recordarlo a Él
mientras ejecuta sus deberes prescritos. Por este recuerdo, uno está
seguro de alcanzar el planeta de la divina Suprema Personalidad (Bg.
8.5,7.8).
P.3.- De
acuerdo a Krishna, ¿cómo debería Arjuna meditar en Él?
R.- Krishna
dice a Arjuna: "Se debe meditar en la persona suprema como Aquel que
lo conoce todo, como Aquel que es el más viejo. Quien es el
controlador, más pequeño que lo más pequeño, el que lo mantiene
todo, Quien está más allá de todo concepto material, el que es
inconcebible, y Quien es siempre una persona. Él es luminoso como el
sol y siendo trascendental, está más allá de la naturaleza material"
(Bg. 8.9).
P.4.- ¿Cuál
es la naturaleza del mundo espiritual? ¿Cómo se puede lograr?
R.- Más allá
del mundo material (el cual soporta un ciclo perpetuo de creación y
destrucción) está el mundo espiritual eterno, el cual es
"trascendental" a esta materia manifiesta y no manifiesta, y nunca
es aniquilado. Este "destino elevado" se logra, dice Krishna, con
"devoción pura". Una vez ésta es obtenida, nunca se regresa al mundo
material (Bg. 8.17-22).
CAPÍTULO
NUEVE.
P.1.- ¿Cómo
describe Krishna Su relación con Su creación (el universo cósmico)?
R.- Krishna
es la fuente, el mantenedor y controlador del universo. En un ciclo
perpetuo de creación y destrucción, Él manifiesta el mundo material,
y después de un largo período, lo absorbe nuevamente dentro de Su
naturaleza. La creación cósmica, cuando está manifestada, descansa
dentro de Él, mientras que simultáneamente penetra el universo a
través de Sus diversas potencias. Aun cuando Él mantiene potencias y
energías, Él permanece trascendental, separado e independiente en Su
forma personal. Todas las actividades materiales (tales como la
encarnación de los seres vivientes) son determinadas por la
naturaleza material, las cuales actúan bajo Su dirección Suprema (Bg.
9.4-10).
P.2.-¿Quiénes son los "tontos" y quiénes "las grandes almas"?
R.- Los
tontos son aquellas personas que, ignorantes de la naturaleza
trascendental y dominio supremo de Krishna, se burlan de Su forma
semejante a la humana. Tales personas están "atraídas por puntos de
vista demoníacos y ateos". Esto es, que ellos consideran la forma
personal de Krishna como material y, por lo tanto, subordinada e
inferior a Su imagen impersonal del Brahman todo penetrante. Las
grandes almas son aquellas que están totalmente conscientes de
Krishna como "La Suprema Personalidad de Dios" y que lo adoran con
toda devoción (Bg. 9.11-14).
P.3.- ¿Qué
aconseja Krishna a Arjuna para liberarse de la reacción kármica?
R.- Arjuna
se liberará de todas las reacciones provocadas por los hechos buenos
o impíos del pasado, haciendo de Krishna el objeto y beneficiario de
todas las acciones, ofrendas y austeridades. Aunque Krishna es
neutral, dice: “cualquiera que le rinda a Él tal servicio con
devoción, es Mi amigo, está en Mí y Yo también Soy un amigo para él"
(Bg. 9.26-29).
SECCIÓN 2
EL VERSO DE
LA QUINCENA.
Bhagavad-gita,
Capítulo 6, Texto 47
yoginam api
sarvesam mad-gatenantaratmana sraddhavan bhajate yo mam sa me
yuktatamo matah
yoginam - de
todos los yogis; api - también; sarvesam - todos los tipos de; mat-gatena
- refugiándose en Mí; antah-atmana - siempre pensando en Mí dentro
de sí; sraddhavan - con plena fe; bhajate - rinde amoroso servicio
trascendental; yah - aquel que; mam - Mí (el Señor Supremo); sah -
él; me - Mío; yuktatamah - el más grande de los yogis; matah - se le
considera.
TRADUCCIÓN:
Y de todos los Yogis, aquel que siempre se refugia en Mí con gran
fe, adorándome con amoroso servicio trascendental, es el que está
más íntimamente unido conmigo en yoga y es el más elevado de todos.
En este
verso, Sri Krishna presenta la perfección del Yoga: estar unido a Él
en servicio puro amoroso. Como lo hemos mencionado, existen muchas
metas que se pueden alcanzar a través del Yoga, y no todas ellas son
espirituales. Así como mediante la educación universitaria se pueden
lograr distintas metas, algunas más benéficas que otras, a través
del yoga se pueden alcanzar diferentes fines. Y en este verso el
Señor Krishna está expresando cuál es el logro más elevado del
proceso de yoga. El sistema de Yoga tiene como último objetivo
satisfacer a Dios, y puesto que Él es una persona (la Suprema
Persona independiente), sólo es satisfecho con amor y nada más que
con amor. Esta es la manera de medir nuestro éxito en el yoga: la
cantidad de amor a Dios que hayamos desarrollado.
SECCIÓN 3
YOGA Y
MEDITACIÓN.
MEDITANDO EN
LA GRANDEZA DEL SEÑOR.
"Se debe
meditar en la Persona Suprema como Aquel que lo conoce todo, quien
es el más viejo, Quien es el controlador, más pequeño que lo más
pequeño, el que lo mantiene todo, Quien está más allá de todo
concepto material, el que es inconcebible, y Quien es siempre una
persona. Él es luminoso como el sol, y siendo trascendental, está
más allá de esta naturaleza material". (Bg. 8.9).
Con mucha
frecuencia la gente carece de fe en el poder supremo de la
Personalidad de Dios. Pero si negamos aún la posibilidad teórica de
un Creador Supremo, es muy difícil llegar a una explicación
plausible y científica de la existencia de la creación, o, para el
caso, del propósito y fuente de nuestra propia existencia. "La
Personalidad de Dios es perfecta y completa, y debido a que Él es
completamente perfecto, todas las emanaciones que surgen de Él,
tales como este mundo fenoménico, están perfectamente equipadas como
totalidades completas. Todo lo que la totalidad completa produce es
también completo en sí mismo. Ya que Él es la totalidad completa,
aunque de Él emanen tantas unidades completas, permanece como el
residuo completo" (Invocación del Sri Isopanisad). Uno podría creer
que los sufrimientos de la humanidad son una evidencia de
imperfección, pero la filosofía Védica considera a este mundo como
una casa de corrección, un reformatorio, hecho para rectificar
nuestro falso sentido de independencia, y, al mismo tiempo, nos
permite manipular nuestros incansables deseos de disfrutar la
materia.
Desafortunadamente, los científicos modernos sólo son capaces de
interrumpir el balance delicado de la naturaleza, lo cual prueba que
saben muy poco o nada acerca de sus intrincados arreglos. Pero ellos
son expertos en utilizar la inteligencia que Dios les dio para
tratar de encontrar la manera de evadir las leyes de Dios, lo cual,
siendo de hecho imposible, sólo resulta en reacciones pecaminosas,
haciendo que el planeta sea inhabitable para la mayoría de las
formas vivientes. Ellos pasan horas interminables tratando de
demostrar que la creación no tiene Creador. Algunas veces se otorgan
entre ellos mismos “premios”, por sus teorías, como en el caso de la
"Gran Explosión". Cuando están bien, niegan a Dios, pero con
frecuencia los escuchamos orar cuando, debido a su propia tontería,
nos han llevado a una situación sin esperanzas. El Sri Isopanisad
dice que los ateos son los "asesinos del alma", y por ignorar al
alma y la benevolencia suprema del Señor, tendrán que ser
arrastrados a una situación horrible en el momento de su muerte y
nacer de nuevo en alguna forma baja de vida, sólo para esperar
millones de años hasta lograr un nacimiento humano, y todo esto bajo
la mano poderosa del mismo Creador que ellos pretendieron negar.
Algunas
personas pueden llegar a la plataforma de creer en la existencia de
Dios, pero pueden tener dudas acerca de quién es Dios. Después de
todo, existe tanta gente presentando sus propias ideas acerca de
Dios, y algunos hasta se declaran ellos mismos Dios, porque, ¿qué
mejor manera de ser famosos que siendo Dios? Las cualidades de Dios
están escritas, y todo el que reclame ser Dios debe pasar la prueba.
Más aún, cuando el Señor aparece en persona, debe ser reconocible
fácilmente por Sus síntomas, para que nadie tenga dudas al respecto.
Debemos notar también que los síntomas de los devotos de Dios
también son descritos; por lo tanto, si alguien dice ser religioso,
no puede ser aceptado a menos que llene esos requisitos.
SECCIÓN 4
DIFERENTES
ASPECTOS DEL CONOCIMIENTO VÉDICO.
¿Puede la fe
ser razonable?
Nuestra
sociedad moderna, con su énfasis en la ciencia y la tecnología, debe
buscar ciertamente sus raíces más en la razón que en la fe; después
de todo, significa “creencia incuestionable” y parece estar en
desacuerdo con el "método científico". Si queremos estar seguros de
nuestras conclusiones, es más sabio basarnos sólo en lo que podemos
observar, medir y verificar con nuestras propias percepciones
sensoriales.
Pero aunque
este hecho parezca racional, tiene un gran defecto inherente:
nuestra percepción sensorial es limitada e imperfecta, así que
aunque seamos muy cuidadosos para reducir los errores que podamos
cometer en nuestras observaciones, sólo podremos observar un nivel
limitado del fenómeno. Más aún, incluso a este nivel estamos
forzados a admitir nuestra dependencia de la creencia, o para ser
más claros, de la fe.
Como
personas inquisitivas, buscamos descubrir algo más acerca de
nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Decidimos aceptar como
evidencia sólo lo que podemos percibir directamente con nuestros
sentidos. Pero la pregunta es, ¿cuánto podemos creerle a nuestros
sentidos? ¿Cuánta fe podemos tener en ellos? Por ejemplo, podemos
escuchar las siguientes frases, "Difícilmente puedo creer lo que ven
mis ojos", o "casi no puedo creer lo que oigo". Por lo tanto,
nuestra decisión de aceptar la percepción sensorial como evidencia
es en sí misma una clase de fe.
El fracaso
de esta clase de fe es doble. Primero que todo, como ya lo vimos,
nuestros sentidos son imperfectos. Nuestras observaciones nunca
serán del todo completas, un punto que ha sido apoyado
científicamente por el famoso principio de incertidumbre
(relatividad) de Heisenberg. Y las conclusiones obtenidas con base
en esas percepciones imperfectas, serán por supuesto imperfectas.
Sin embargo, el segundo fracaso es más serio; existe una gran
variedad de cosas que no podemos percibir con nuestros sentidos. Por
ejemplo, sólo podemos escuchar cierta clase de sonidos. Aún con
instrumentos sofisticados, somos incapaces de percibir toda la gama
de sonidos, y sería engreimiento pensar que más allá de esa gama no
puede existir sonido alguno.
Tomemos un
ejemplo más: algo que nadie puede percibir es "el pasado". Cualquier
cosa ocurrida antes de nuestro nacimiento o antes de que hubieran
empezado nuestras observaciones, es imposible conocerla a través de
la percepción sensorial directa. Pero afirmar que no hay historia,
sólo porque no podemos percibirla, sería absurdo. Creemos firmemente
que hubo un pasado, aunque no lo hayamos experimentado. Así que la
necesidad nos empuja a entender las bases de nuestra "búsqueda de la
naturaleza de las cosas" para abarcar ciertas cosas, al menos cuando
están más allá de nuestra propia percepción sensorial. Obviamente en
este punto estamos un poco menos seguros de las cosas, porque ahora
se nos pide no sólo tener fe en nuestras propias percepciones
sensoriales, sino también escuchar y creer en evidencias dadas por
otros. Por ejemplo, para adquirir conocimiento acerca de la antigua
civilización Griega, no podemos acudir a fuentes contemporáneas.
Todo lo que podemos hacer es examinar unos cuantos edificios en
ruinas. Así que para encontrar algo acerca de los eventos ocurridos
hace dos mil años, tenemos que acudir a los escritos de alguien que
haya vivido en esa época y haya tenido la previsión suficiente para
escribirlo. Entonces tendremos que decidir si esos escritos son
fehacientes o ficticios. Hemos entrado así en un campo bastante
complejo y, sin embargo, estamos dispuestos a aceptar tal evidencia.
Además, los llamamos "libros de historia" y gastamos nuestro valioso
tiempo estudiándolos y tratando quizá de aprender algo de ellos.
Para
comprender los límites de nuestra percepción sensorial, consideremos
el caso hipotético de un aborigen que llega a la ciudad de Nueva
York. Al examinar por primera vez la enorme y compleja metrópolis,
el aborigen se preguntará maravillado cómo surgió. Pero a él le será
muy difícil contestar esta pregunta con base en su percepción
sensorial directa. Él puede creer que dicha ciudad no fue construida
sólo por los hombres y puede suponer que fue creada directamente por
algún espíritu poderoso, o que siempre estuvo allí, como las
montañas, o, a lo mejor, se sentirá confuso y asustado.
Por otro
lado, un Europeo que llegue a Nueva York, no tendrá dificultad en
entender desde el primer momento que la ciudad fue construida
cientos de años atrás por innumerables arquitectos y artesanos.
Aunque el Europeo no haya visto cómo se construía la ciudad, ni se
haya encontrado con ninguno de los arquitectos o artesanos, nadie
podrá convencer al hombre que la ciudad fue construida de otra
manera. Su pensamiento es por completo racional, pero tendrá que
admitir que, estrictamente hablando, ésta es una clase de fe, si
bien, es una fe racional. Sin embargo, la fe del aborigen tiene que
ser calificada como una fe irracional.
Por lo
tanto, vemos que las dos palabras "fe" y "razón" no son opuestas,
como a veces podemos suponer, sino que son conceptos
interrelacionados. Nos sentiremos seguros al tener creencias
racionales, como la certeza de que la ciudad de Nueva York fue
construida por hombres inteligentes, pero debemos ser muy cautelosos
con las creencias irracionales o las creencias basadas solamente en
la superstición.
Supongamos
ahora que después de llegar al aeropuerto John F. Kennedy, nuestro
Europeo se encuentra con un hombre de aspecto salvaje que le entrega
un libro en el que se propone la doctrina de que la ciudad de Nueva
York no fue construida de ninguna de las maneras antes mencionadas,
sino que cien años atrás hubo una explosión en la región de la Bahía
de Hudson, y cuando el humo se dispersó, la ciudad completa con
rascacielos, subterráneos y sistemas telefónicos apareció en ese
lugar. Aunque el Europeo no está en capacidad de probar a través de
la percepción sensorial directa que esta doctrina es falsa (porque
no observó personalmente la construcción de la ciudad), llegará a la
conclusión que el hombre está loco.
Ahora bien,
hemos aprendido de la observación científica que la estructura
física de una célula viva es más compleja que toda la ciudad de
Nueva York (con todo y líneas telefónicas, circuitos eléctricos,
plomería, etc.) y que el cuerpo humano tiene más de 30 trillones de
esas células. Más aún, a diferencia de la ciudad de Nueva York, el
cuerpo humano trabaja uniformemente y con precisión sorprendente. Lo
que es más increíble es que estas células tienen la habilidad de
regenerarse ellas mismas - un concepto que ni siquiera pueden
concebir los encargados de construir una ciudad, aunque comprendemos
que sientan cierta envidia.
Si fuéramos
a concluir que el cuerpo humano también fue planeado y construido
por persona o personas de inteligencia bastante avanzada, entonces
diríamos que tenemos lo que se puede llamar una fe racional. Pero
los llamados científicos, que proponen que el cuerpo humano surgió
de una combinación casual de moléculas puestas originalmente en
acción por una explosión tremenda, sólo pueden ser comparados con el
fanático salvaje que asegura que la ciudad de Nueva York surgió de
una explosión en la Bahía de Hudson. Ni siquiera se puede decir que
esta hipótesis es una fe irracional, simplemente es una locura.
Por lo
tanto, la conclusión básica del teísmo, según la cual este universo
altamente complejo ha sido concebido y construido por una entidad
inteligente superior; de hecho, una entidad que posee un genio más
allá de nuestra imaginación, es en todo racional. Aunque podemos
decir que ésta es una conclusión basada en la fe, también es cierto
que es una fe racional.
En este
punto, alguien puede decir que aunque verificáramos más allá de la
duda razonable que la ciudad de Nueva York fue diseñada y construida
por hombres inteligentes, no podemos usar el mismo método para
verificar nuestra conclusión de que el universo fue diseñado y
creado por una Entidad Suprema. Podemos contestar que, en primer
lugar, nadie se ha tomado el trabajo de verificar que la ciudad fue
construida de esta manera porque es un hecho que no necesita en
realidad ninguna verificación. Pero si alguien por algún motivo
quiere constatar este hecho, puede consultar los archivos de la
ciudad, o a los ciudadanos más ancianos que fueron testigos de su
construcción. Si él quiere tener fe en la autenticidad de las
palabras de las personas o en los archivos de la ciudad, entonces
quedará satisfecho más allá de una duda razonable.
De la misma
manera, la existencia de Dios se puede probar con diferentes
argumentos. Lo que pasa es que nadie se toma el trabajo de
buscarlos. Escogemos en cambio aceptar la seudo-racionalidad de los
científicos modernos y los filósofos, quienes rechazan la fe en
Dios, tachándola de irracional. Pero con la práctica científica del
yoga (en especial del bhakti-yoga) podemos verificar la existencia
de Dios, así como a través de los experimentos podemos constatar las
leyes físicas. La dificultad radica simplemente en nuestros escasos
deseos de realizar el experimento.
Nuestra
sociedad moderna nos ha conducido hacia la suposición de que Dios no
existe; o que si existe, Su existencia no es de una importancia
fundamental para el desarrollo de nuestra civilización. Al igual que
los llamados racionalistas, hemos encontrado imposible tomar en
serio a una Entidad que no se puede percibir directamente con
nuestros sentidos, porque aceptar tal Entidad requeriría un
compromiso de fe. Pero de hecho, cualquier conclusión a la que
lleguemos demanda que tengamos fe, aún si se trata de la fe según la
cual nuestras percepciones sensoriales son precisas. En
consecuencia, la tarea real es discriminar entre la fe racional y la
fe irracional.
Como podemos
tener una fe razonable en que este universo y todo lo que contiene,
incluidos nosotros, son la creación de una inteligencia eminente,
poderosa y de una Entidad experta, es no sólo tonto sino en extremo
peligroso pensar que este Ser ya no tiene importancia para nuestra
existencia y nuestra civilización. En lugar de esto, parece claro
que debemos dedicar un esfuerzo suficiente a la tarea de comprender
mejor quién es este Ser, cuál es la naturaleza de Su existencia,
cómo llegó a crear este universo (y a nosotros), cuál es el interés
permanente que tiene por Sus creaciones, cuál es nuestra relación
con Él, cuáles son nuestras obligaciones con Él, y otra multitud de
preguntas importantes que surgen naturalmente de Su existencia.
El espacio
no nos permite examinar en este momento las respuestas a todas estas
preguntas, pero deseamos que recuerde la historia de Isaac Newton
que relatamos en la Lección 21 Sección 3, acerca del modelo del
universo del científico; también es bueno tener en cuenta que todas
las casas, máquinas, pinturas y similares, son creaciones de
personas, ¿cómo entonces el universo puede ser una creación sin
creador? La naturaleza es la madre que da los ingredientes para
todos los cuerpos, tanto los móviles como los inmóviles, y nosotros,
los seres vivientes, somos los hijos. Aunque nosotros no conocemos
el padre, podemos asumir que Él debe existir. Y los Vedas nos
informan sobre nuestro padre y cómo podremos encontrarlo, dejando
nuestro egoísmo y sometiéndonos a su voluntad, que es la única forma
de vivir en armonía en este mundo.
Al estudiar
seriamente los libros incluidos en este curso, el estudiante se
pondrá en contacto con las conclusiones de las milenarias Escrituras
Védicas, la literatura más antigua del mundo. Esto le asegurará una
base amplia de conocimiento mediante la cual estará habilitado para
separar la verdad de la fantasía y, eventualmente, podrá dedicarse a
la primera con una fe inquebrantable.
SECCIÓN 5
PRINCIPALES
FILOSOFÍAS DE LA AUTO-REALIZACIÓN.
SANKARA.
Sankara
(788-820, D.C.) era un Sivaista (seguidor de Siva) nacido en una
familia de brahamanas Ortodoxos en el Sur de India. Cuando aún era
un niño, se volvió asceta y, según parece, compiló sus dos
principales trabajos (Vivekacudamani y Sarirakabhasya). Él viajó
ampliamente por India y murió en los Himalayas a la edad de 32 años.
SANKARA
(Foto) En el tiempo en que Sankara apareció, el Budismo había
recibido la protección del Emperador de India, Asoka, y, por lo
tanto, se había esparcido por toda la India. Sankara trató de
reformar y purificar la vida religiosa reafirmando la autoridad de
las Escrituras Védicas, las cuales Buda había rechazado por
completo.
La
interpretación de Sankara de la literatura Védica, es conocida como
advaita-vedanta (no dualista) porque afirma que el jiva es idéntico
con Dios. Aún cuando hay muchas citas de los Sastras que describen
la Verdad Absoluta como la Persona Suprema y a los jivas como Sus
subordinadas partes eternas, Sankara enseñó que los jivas son en sí
mismos la Verdad Absoluta (parabrahman) y que por último no hay
variedad, individualidad, o personalidad en la existencia
espiritual. Él enseñó que la supuesta individualidad tanto del Ser
Supremo como del Jiva es falsa.
Al negar la
pluralidad de los jivas, Sankara se diferenció de todas las Escuelas
Védicas Ortodoxas. Más adelante, Sankara sostuvo que las preguntas
acerca del origen del cosmos son imposibles de contestar y que la
naturaleza de Maya es inexplicable.
RAMANUJA
(Foto) BUDDHA (Foto)
Para
responder a los versos Védicos que describen el Isvara, la Suprema
Persona, como la causa de todas las causas, Sankara desarrolló una
teoría de dos facetas acerca del Brahman. Para él, había dos
aspectos del Brahman: el Brahman impersonal puro y el Brahman
manifestado en el universo como el Señor. Con el propósito de llegar
a esta conclusión, Sankara reinterpretó o rechazó la mayoría del
smrti Védico, y contradijo muy enfáticamente el Bhagavad-gita y los
Puranas al igualar al jiva con Bhagavan. Aparentemente, Sankara
aceptó la autoridad del Bhagavad-gita, pero sus interpretaciones de
los versos eran opuestos al claro siddhanta del Gita.
Por lo
tanto, la filosofía de Sankara es considerada algunas veces un
arreglo entre el teísmo y el ateísmo. Ya que hubiera sido imposible
restablecer la concepción teísta de la literatura Védica justo
después del completo ateísmo Budista. Sankara hizo un arreglo lógico
para ajustar el tiempo y las circunstancias. Sus interpretaciones se
asemejan al Budismo, pero él apoyó su causa en la autoridad de la
literatura Védica. Sankara vivió sólo 32 años, pero su filosofía
prevaleció y el Budismo cedió en todos los lugares de la India por
donde viajó.
Por un largo
período, el Sariraka-bhasya fue para muchos la interpretación
definitiva del Vedanta, y para algunos eruditos todavía continúa
siéndolo, (especialmente Radhakrishnam y Moore en su libro "A Source
Book in India Philosophy").
Troy Organ
expresa otro punto de vista:
"Esta línea
de pensamiento desafortunadamente ha sido apoyada por muchos
filósofos Occidentales que han afirmado que el Vedanta no-dual es la
imagen verdadera y el desarrollo supremo del hinduismo. Esta
afirmación debe desaparecer como una manera de ruego especial de una
forma noble y temeraria del hinduismo contemporáneo".
RAMANUJA.
Ramanuja
(1017-1137 D.C.) fue un brahmana del Sur de India quien enseñó y
viajó extensamente. Por un tiempo, fue el sacerdote principal del
templo Vaisnava de Sri Ranga, en el Sur de India. Este templo está
localizado sobre una isla en la confluencia de los ríos Kaveri y
Kolirana, cerca de Tricinapalli, en el distrito de Tanjora. Ramanuja
escribió tres comentarios principales: Vedartha-Sangraha (sobre los
Vedas), Sri-bhasya (sobre el Vedanta-sutra) y Bhagavad-gita-bhasya
(sobre el Bhagavad-gita). Es más conocido por su vigorosa
presentación del Vaisnavismo (adoración de Visnu) y por su oposición
al monismo impersonal de Sankara.
Ramanuja
expuso el Visistadvaita, o no-dualismo cualificado. Él enseñó que
hay una diferencia entre el Parabrahman (el Brahman Supremo) y los
Jivas (eternamente almas fragmentarias). Al no aceptar la
eliminación de Sankara de la relación amorosa (bhakti) entre el
Supremo y los Jivas, trató de exponer las contradicciones
filosóficas de Sankara y su desafío al Siddhanta Védico. Por otro
lado, Ramanuja aceptó las afirmaciones Védicas concernientes a la
unidad cualitativa del Supremo y los Jivas; así él presentó su
filosofía de unidad cualitativa, dando razones lógicas para
demostrar que el Absoluto incluye tanto lo que está cambiando (el
mundo material y los jivas atrapados en el samsara) como lo que es
inmutable (el Señor Trascendental).
En forma de
analogía Ramanuja expresó la relación entre el cuerpo y el alma: así
como el jiva controla su cuerpo, Dios controla el mundo material y
los jivas dentro de éste; así como el cuerpo es un instrumento para
el jiva, el cosmos material es un instrumento para Dios. Después de
la liberación, el ser existe eternamente en un cuerpo espiritual;
mientras que el alma experimenta aconteceres, el cuerpo material
simplemente determina la clase de experiencias por las cuales el
alma atraviesa. Ramanuja también describió que el cuerpo y alma no
pueden ser separados, aún materialmente todo cuerpo viviente tiene
un yo (atma), o por su karma todo yo tiene cierto tipo de cuerpo.
Después de la liberación, el yo también existe eternamente en un
cuerpo espiritual. El alma experimenta, pero el cuerpo no, aún
cuando el cuerpo determina la clase de experiencias por las cuales
el alma atraviesa. Por la analogía de la relación inseparable entre
el cuerpo y alma, el Señor Supremo es concebido como ambos, la
Superalma y el cosmos. De esta manera, adhiriéndose a los principios
Védicos, Ramanuja explicó el variado mundo material como parte de la
Verdad Absoluta. La eterna e inmutable naturaleza del Absoluto (esto
es, del Señor Supremo) no contradice su mantenimiento del mundo
material cambiante. Ramanuja enseñó que a través de la Gracia de
Dios el jiva puede trascender el mundo material y alcanzar la morada
eterna de Visnu.
SECCIÓN 6
EL YOGI Y SU
RELACIÓN CON EL MUNDO.
EL YOGI QUE
SE PREPARA PARA LA RENUNCIACIÓN.
En el
sistema Védico existen cuatro órdenes espirituales de vida. La
primera se llama brahmacari, o estudiante célibe. El brahmacari
dedica toda su energía a estudiar las escrituras Védicas y a servir
al Maestro Espiritual, además recibe entrenamiento para ganarse la
vida más tarde. Dicho entrenamiento comienza a los cinco años y
termina a los 25 (Ver Lección 6a. Sección 6a.).
Después de
esto se entra por lo general a la orden de grhasta, o vida de
casado. En este nivel se adquieren responsabilidades familiares y de
trabajo. El deber del grhasta es ayudar a las otras órdenes
espirituales, y así puede dedicar su vida a acciones caritativas y a
los sacrificios. El grhasta tiene permitido para gratificar los
sentidos, pero debe ser muy cuidadoso y restringido (Lección 7a.
Sección 6a.).
Luego, más o
menos a los 50 años, se entra en la orden de vida vanaprastha. En
este momento, uno se retira gradualmente de los negocios y las
responsabilidades sociales. Se dejan los negocios al cuidado de los
hijos mayores, se viaja a los lugares sagrados de peregrinaje y se
ejecutan austeridades. En este nivel, el vanaprastha deja de lado la
actividad sexual y se prepara poco a poco para la orden de
renunciación total, o sannyasa. Esta orden será discutida en la
lección 23.
El proceso
de Vanaprastha no es muy común en la sociedad moderna. Aunque las
personas de edad avanzada son obligadas a retirarse de los negocios,
por lo general su vida se convierte en algo sin propósito, exenta de
una meta significativa. Careciendo de la comprensión Védica básica,
gastan su tiempo ya sea en esfuerzos tontos (jugando cartas,
pescando, etc.), o recordando su pasado, o temiendo simplemente ser
abandonado por su familia. Y siempre aparece ante sus mentes el
espejismo de ese horror desconocido en la forma de la muerte. Lo que
es la muerte y cómo prepararse para ella, es un misterio, pues han
pasado toda su vida persiguiendo metas ilusorias de gratificación de
los sentidos, y ahora su condición corporal ya no les permite esos
caprichos. Han sido entrenadas para alcanzar metas equivocadas y
esto se hace muy penoso en la vejez. Ellas no han fomentado ningún
propósito más elevado que la satisfacción temporal de los sentidos,
y puesto que éstos han perdido vitalidad, sus vidas se convierten de
repente en algo vacío e insensato. Para estas personas el presente
es miserable debido a su condición inestable, y el futuro
desconocido promete ser aún peor.
En este
estado de cosas, las personas mayores de nuestra sociedad actual se
convierten con frecuencia en dependientes de algún fármaco para
embotar su mente y sus sentidos, y olvidar así su terrible
condición.
El ideal
Védico de civilización es bastante diferente a la descripción
anterior. Primero que todo, en la sociedad Védica las personas no
desperdician su energía vital durante la vida buscando en vano el
placer sensual. Más bien, conservan esta energía y la dirigen al
desarrollo del amor a Dios. De esta manera, las personas mayores se
mantienen fuertes de mente y cuerpo. Como comprenden desde la
infancia que el desapego de lo material es liberación, ante la
inminencia de la vejez que las exime de los negocios y las
obligaciones sociales, ven a esa vejez como una gran oportunidad
para reanudar el trabajo que comenzaron en la vida de estudiantes:
la autorrealización. Por consiguiente, las prácticas de la vida de
Vanaprastha se toman con vigor y entusiasmo, seguros de alcanzar la
meta suprema después de abandonar este cuerpo. Puesto que saben que
el cuerpo y el yo son diferentes, acogen la muerte como una
experiencia liberadora, y no le temen como si se tratara de una
auto-aniquilación. Más aún, mientras permanecen en la casa, son
tratadas con respeto y veneración por sus familiares debido a su
conocimiento espiritual y experiencia, los cuales no están sujetos
al cambio del tiempo y la moda.
Cuando un
materialista ve el resultado último de sus actividades, sintetizado
en la frustración y los achaques de un pariente al borde de la
muerte, su reacción natural es trasladar tal problema a un
ancianato. Contrario a esto, la visión espiritual de un Vanaprastha
anciano se convierte en una fuente de inspiración para el resto de
su familia. Y su respeto por él aumenta cuando abandona todas las
comodidades y se dedica a viajar a los lugares sagrados de
peregrinaje, dependiendo totalmente de la misericordia de Dios para
su supervivencia.
De esta
manera, la orden de Vanaprastha significa un regreso a los valores
espirituales y a la absorción completa en las prácticas
espirituales. Para el materialista el disfrute de los resultados de
su ardua labor representa el todo y el fin último de todo, pero en
la sociedad Védica el nivel de restricción del disfrute sensual (grhastha)
es sólo una interrupción temporal del empeño principal de la vida
humana, que es la autorrealización. En consecuencia, la orden de
Vanaprastha significa un renacimiento de las prácticas espirituales,
que preparan al hombre gradualmente a la orden de sannyasa, o la
renunciación total, la cual, como ya dijimos, será discutida en la
Lección 23.
SECCIÓN 7
EL YOGI Y LA
SALUD.
El siguiente
artículo nos ayudará a comprender por qué el "nacimiento" es uno de
los cuatro sufrimientos básicos en este mundo material.
VIDA
INTRAUTERINA.
A menudo
imaginamos que el vientre materno es un lugar muy agradable, un
confortable y cálido hogar, donde sin nuestro esfuerzo se nos provee
de alimento y refugio. Algunos dicen incluso que a través de nuestra
vida adulta, inconscientemente deseamos regresar a esa protección y
seguridad, "flotando sin ser perturbados en el cálido, oscuro y
quieto mundo de intimidad sin paralelo, unidos con nuestra amada
madre".
Sin embargo,
mediante el método científico de escuchar la literatura Védica,
obtenemos información real acerca de la concepción del ser humano,
su condición prenatal y su nacimiento. Contrariamente a lo que
muchos han imaginado, la vida intrauterina es una de las
experiencias humanas más dolorosas y miserables.
El Srimad-Bhagavatam,
un clásico espiritual de hace cinco mil años, que contiene la
esencia del conocimiento Védico, nos ofrece la siguiente descripción
de la experiencia de la entidad viviente desde el momento de la
concepción hasta su nacimiento: "Bajo la supervisión del Señor
Supremo, y de acuerdo con los resultados de su trabajo, la entidad
viviente, el alma, es forzada a entrar en el vientre de una mujer, a
través de la partícula seminal de un hombre, para asumir una clase
particular de cuerpo. En la primera noche, el óvulo y el semen se
mezclan, y en la quinta noche la mezcla se fermenta convirtiéndose
en una burbuja. En la décima noche se desarrolla en forma de
ciruela; después de eso, se transforma gradualmente en una masa de
carne. En el transcurso de un mes se ha formado la cabeza, y al
final de los dos meses toman forma las manos, los pies y otros
miembros. Al cabo de tres meses aparecen las uñas los dedos de las
manos y de los pies, el vello del cuerpo, los huesos y la piel, así
como también los órganos reproductores y otras aberturas en el
cuerpo, a saber: los ojos, las fosas nasales, los oídos, la boca y
el ano. A partir de los cuatro meses de la fecha de la concepción
empiezan a existir los siete ingredientes esenciales del cuerpo (la
linfa, la sangre, la carne, la grasa, los huesos, la médula y el
semen). Al final de los cinco meses se siente el hambre, la sed, y
al final de los seis meses, el feto comienza a moverse en el
abdomen, sobre el lado derecho si es varón y sobre el lado izquierdo
si es hembra".
La verdadera
experiencia del feto, sin embargo, no se puede conocer por una
simple observación médica. Para esta información debemos recurrir a
las Escrituras Védicas, las cuales nos dan conocimiento directo de
los sucesos más allá de nuestra experiencia normal. El Bhagavatam
continúa: "Derivando su nutrición de los alimentos y bebidas que la
madre tome, el feto crece y permanece en esa morada abominable de
excremento y orina, un lugar que alimenta toda clase de gusanos.
Mordido una y otra vez en todo su cuerpo por estos gusanos
hambrientos, el niño sufre una terrible agonía debido a su gran
sensibilidad. De este modo, momento tras momento, él se torna
inconsciente. Cuando la madre come alimentos amargos, picantes, muy
salados o muy ácidos, el cuerpo del niño sufre constantemente
dolores que le son casi intolerables”.
Colocado
dentro del amnios y cubierto exteriormente por los intestinos, el
niño permanece recostado a un lado del abdomen, su cabeza inclinada
hacia su estómago, y su espalda y cuello arqueados. Un adulto sería
incapaz de soportar semejante confinamiento dificultoso. El dolor
del niño está más allá de nuestra concepción, pero debido a que su
conciencia no se ha desarrollado, él es capaz de tolerarlo.
Ya adultos,
hemos olvidado todo este sufrimiento y nos hemos mantenido absortos
en tratar de ser felices en la vida material. La vida intrauterina
nos puede parecer algo muy remoto, pues nadie nos ha contado antes
acerca de su verdadera naturaleza, y tal vez nunca nos ha importado
mucho. Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada escribió
a este respecto: "Vivimos en una civilización desafortunada, pues en
ella estos temas no se discuten claramente para hacer entender a las
personas en general las condiciones precarias de la existencia
material".
Al final de
los siete meses en el vientre, el niño permanece exactamente como un
pájaro en una jaula, incapaz de moverse libremente y sufriendo sin
ningún alivio. En este momento, si el alma es afortunada, obtiene
una sorprendente facilidad: puede recordar todos los problemas de
sus cien vidas pasadas. La visión de sus intentos inútiles de ser
feliz le aflige frecuentemente. Mientras está en el vientre, la
entidad viviente comprende que ha entrado innecesariamente en el
mundo material. En esta temerosa situación, él ruega con las manos
juntas orando al Señor, Quien lo ha puesto allí.
Algunas
veces una mujer en los dolores del parto se promete a sí misma que
nunca más quedará embarazada para no sufrir de nuevo tan fuertes
dolores. O un hombre en la mesa de operaciones puede prometer actuar
de tal forma que nunca más tenga que enfermarse y someterse a una
nueva cirugía. Similarmente, el niño, profundamente arrepentido, le
ora al Señor y le promete que nunca más cometerá actividades
pecaminosas para no ser forzado a entrar en otro vientre. El niño
dice así: "Tomo refugio a los pies de loto del Señor Krishna, la
Suprema Personalidad de Dios, Quien aparece en sus diferentes formas
eternas. Yo el alma pura, pareciendo estar atado por mis
actividades, estoy en el útero de mi madre por los arreglos de la
energía ilusoria de Señor. Ofrezco mis respetuosas obediencias al
Señor Supremo, Quien también está aquí conmigo, pero no es afectado
y Quien es inmutable e ilimitado, pero puede ser percibido por el
corazón arrepentido".
El niño en
el vientre, orando a causa de su completa confusión y
arrepentimiento se da cuenta de que no es independiente ni es el
supremo disfrutador. Él toma refugio en el Señor Supremo,
comprendiendo que el Señor en su corazón es el Maestro Supremo y que
él es Su subordinado. Por la gracia de Dios, el niño en el vientre
puede entender su verdadera relación con el Señor Supremo,
comprendiendo que ha sido colocado en esta terrible situación debido
a su olvido de Dios. Él quiere salir, pero comprende que sólo puede
hacerlo por la misericordia del Señor Supremo y así pide las
bendiciones del Señor.
Sin embargo,
después de nueve meses de estar en el útero, el niño hace una
petición extraordinaria al Señor: "Aunque estoy viviendo en esta
condición terrible, no quiero salir del vientre de mi madre y caer
de nuevo en el pozo oscuro de la vida material". El niño se da
cuenta con anticipación que el trauma del nacimiento destruirá su
conocimiento claro de las miserias de la vida material y sus
recuerdos del Señor Krishna. Si él olvida la prueba a que fue
sometido en el útero y asume otra vez la posición falsa de un
disfrutador, lo mejor para él sería no nacer. A pesar de ser
mordido, quemado y estar rodeado de sangre y orina, por lo menos en
el útero puede recordar a Krishna. El pensamiento de sus miserias
futuras hace que no quiera nacer, pero por supuesto, no puede vivir
mucho tiempo en ese lugar. Mientras alaba al Señor, el viento que
ayuda al parto lo impulsa hacia adelante con su cara hacia abajo.
Empujado repentinamente hacia abajo por el viento, el niño sale con
gran dificultad, carente de respiración y privado de su memoria
debido a la fuerte agonía. Llora lastimosamente, habiendo perdido su
conocimiento superior en la difícil prueba del nacimiento.
No
deberíamos tomar a la ligera este informe acerca de la vida en el
vientre. Uno puede decir: "Yo no puedo recordar semejante dolor en
el vientre. No estoy sufriendo ahora, así que ¿por qué preocuparme?
Además, no me importa". De acuerdo con esta manera de pensar, la
ignorancia es bienaventuranza temporal. Aunque ahora no tenemos
ninguna idea del sufrimiento en el vientre, o no lo recordamos, al
leer escrituras tales como el Srimad Bhagavatam y el Bhagavad-gita,
podemos entender la condición que allí se experimenta, y aprender a
actuar de tal modo que no tengamos que sufrir nuevamente este
proceso.
Del Bhagavad-gita
aprendemos que como almas individuales, nunca somos creados sino que
somos eternos, partes fragmentarias del Señor Supremo. Al utilizar
erróneamente nuestra pequeña independencia, deseamos ser supremos y
somos entonces lanzados al mundo material. Vagamos de un cuerpo a
otro de acuerdo con nuestros deseos materiales, por cada una de las
diferentes especies de vida, hasta que finalmente evolucionamos a la
forma de vida humana. Todo esto sucede bajo la supervisión del Señor
Supremo. Tal como Sri Krishna declara en el Bhagavad-gita (18.61):
"!Oh Arjuna! el Señor Supremo esta situado en el corazón de todos y
dirige el vagar de todas las entidades vivientes...". Si después de
alcanzar la forma humana de vida no utilizamos la oportunidad para
la autorrealización, seremos nuevamente forzados a entrar en un
vientre y someternos allí a repetidas torturas. Por eso, deberíamos
reflexionar cuidadosamente: "¿Qué podemos hacer para acabar con
tales miserias y evitar el ciclo del repetido nacimiento, vejez,
enfermedad y muerte?".
La repetida
aceptación de la vida material, se debe al continuo olvido de
nuestra verdadera identidad como eternos sirvientes amorosos del
Señor Supremo, Krishna. Por eso, revivir nuestra relación con
Krishna es crucial, y el medio más eficaz para lograrlo es cantar:
Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare, Hare Rama,
Hare Rama, Rama Rama, Hare, Hare. El Señor Sri Caitanya Mahaprabhu,
una encarnación del Señor Krishna, quien apareció hace 500 años en
Bengal, India, recomendó que todo el mundo debe aceptar este gran
Canto de la Liberación para despertar su conciencia de Krishna que
se halla dormida. También debemos seguir las instrucciones dadas por
el Señor Krishna en el Bhagavad-gita (9.27 - 28): "Todo lo que
hagas, todo lo que comas, todo lo que ofrezcas y regales, así como
también todas las austeridades que ejecutes, debes hacerlas como una
ofrenda a Mí." "De esta forma tú te librarás de todos los
resultados, buenos y malos, de la acción, y vendrás a Mí." Por
simplemente cantar Hare Krishna y actuar de esta manera, el alma
condicionada limpia su mente de la falsa noción de que puede
disfrutar de este mundo material separadamente de Krishna. Él se
rinde gradual y completamente al Señor Supremo, y al final de su
vida, se le asegura la liberación de las miserias de los nacimientos
y muertes repetidos. Krishna no sólo habla el Bhagavad-gita para
nuestra guía sino que también se manifiesta internamente como la
Superalma dentro de nuestros corazones, y externamente como el
Maestro Espiritual original, para instruirnos sobre cómo evitar las
repetidas miserias de la existencia material.
Si uno está
ansioso de salir del enredo material, Krishna lo dirigirá desde
dentro del corazón respecto de cómo acercarse al maestro espiritual
genuino. Por seguir las instrucciones de un maestro espiritual, uno
puede perfeccionar el servicio devocional y ser transferido al mundo
espiritual el cual es completamente libre de nacimiento y muerte.
Todos somos
almas espirituales eternas, pero mientras permanezcamos en la
existencia material condicionada, la muerte y el nacimiento son
grandes peligros para nosotros. Debemos orar al Señor tal como el
niño en el vientre, para comprender nuestra eterna relación con
Krishna, la Suprema Personalidad de Dios. Pero no debemos esperar
hasta que sea demasiado tarde. Prepararse para la próxima vida es
una propuesta para seres humanos inteligentes; una propuesta que
debemos meditar siguiendo las autoridades espirituales, mientras
estemos aún saludables en este lapso de vida.
Ahora
aprenderemos la SIRSHASANA, o la parada de cabeza., Esta es conocida
como "la reina de las asanas".
Arrodíllese
sobre una colcha o en el suelo alfombrado. Entrelace los dedos de
sus manos y apóyelas en el suelo. Ponga la cabeza en tierra de forma
que los dedos entrelazados sirvan de apoyo al occipucio. Ahora,
apoyándose en los pies, eleve las caderas y luego los pies, doblando
las rodillas hasta lograr mantener el equilibrio sobre la cabeza.
Conseguido esto, extendienda las piernas hasta lograr la vertical.
Mantenga la posición el tiempo que le sea posible sin mucho
esfuerzo. Respire normalmente por la nariz. Baje lentamente y con
cuidado, doblando primero las piernas. Retorne a la postura de
hincados igual que al comienzo. Apoye la cabeza unos segundos sobre
sus manos empuñadas, una encima de la otra, hasta que la circulación
en la cabeza se regularice. Después manténgase de pie hasta sentir
normalizada toda la circulación. Al comienzo puede ayudarse
apoyándose contra la pared. Poco a poco irá consiguiendo el
equilibrio. No lo intente más de tres veces por día.
BENEFICIOS:
Son enormes.
Los Hatha-Yogis dicen que al estar de pie envejecemos, pero al estar
de cabeza rejuvenecemos. Es un descanso para el corazón. El cerebro
se irriga con abundante sangre fresca. Mejora con esto la vista, los
oídos, la dentadura, garganta y nariz, fortalece la memoria,
incrementa el intelecto.
Cura las
enfermedades del hígado, el bazo, los pulmones, los cólicos, la
sordera, la diabetes y la constipación, etc. La esterilidad
desaparece.
No la deben
practicar las mujeres en sus períodos menstruales o estando
embarazadas.
Y ahora, la
deliciosa receta vegetariana de la quincena.
UPMA.
1 y 1/2
Tazas de fécula conocida como maicena o vita crema; 1 y 1/2 Tazas de
habichuelas, arvejas y repollo verde; 2 Cucharaditas de sal; 1/2
Cucharadita de comino en semilla; 1 Ají grande partido; 2 Tazas de
agua; 1/4 de taza de mantequilla; 1 Cucharada sopera de ghee.
Ponga la
fécula dentro de una cacerola seca y limpia, y colóquela a fuego
medio; revuelva continuamente hasta que se dore. Cuando esté bien
dorada, quítela del fuego y coloque el contenido en una vasija.
Caliente la mantequilla. Haga ahora la masala calentando una
cucharada de ghee con una cucharadita entera de comino en semilla;
al estar dorados los cominos, agregue el ají partido y cocine hasta
que esté todo dorado. Ahora agregue las legumbres. Deje cocinar por
unos minutos. luego añada las dos tazas de agua. Deje hervir y
cocine hasta que las legumbres estén listas. Agregue las dos
cucharaditas de sal. Agregue la fécula, revolviendo mientras la
vierte. Luego el agua se va evaporando y quedará listo cuando las
burbujas del hervor se revienten en seco, y tenga buena
consistencia.
Bueno,
querido estudiante, le reiteramos nuevamente que nos visite, llame o
escriba. Queremos conocerlo personalmente. Que Dios esté con usted.
Om Tat Sat.