web
analytics
Estadísticas
 
 
 

* LoRD ByRoN *

* No Volveremos A Vagar...
* Camina Bella...
* A La Luna...
* Oscuridad...
* Poema De Amor...
* Estancias A Un Aire Indostático...
* Soneto A Chillón...
* Cuando Nos Separamos...
* Estrofas Para Música...
* La Partida...


@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@

* No VoLVeReMoS A VaGaR...

Así es, no volveremos a vagar
Tan tarde en la noche,
Aunque el corazón siga amando
Y la luna conserve el mismo brillo.

Pues así como la espada gasta su vaina,
Y el alma consume el pecho,
Asimismo el corazón debe detenerse a respirar,
E incluso el Amor debe descansar.

Aunque la noche fue hecha para amar,
Y los días vuelven demasiado pronto,
Aún así no volveremos a vagar
A la luz de la luna.

--- Volver arriba ---

* CaMiNa BeLLa...

Camina bella, como la noche
De climas despejados y de cielos estrellados,
Y todo lo mejor de la oscuridad y de la luz
Resplandece en su aspecto y en sus ojos,
Enriquecida así por esa tierna luz
Que el cielo niega al vulgar día.

Una sombra de más, un rayo de menos,
Hubieran mermado la gracia inefable
Que se agita en cada trenza suya de negro brillo,
O ilumina suavemente su rostro,
Donde dulces pensamientos expresan
Cuán pura, cuán adorable es su morada.

Y en esa mejilla, y sobre esa frente,
Son tan suaves, tan tranquilas, y a la vez elocuentes,
Las sonrisas que vencen, los matices que iluminan
Y hablan de días vividos con felicidad.
Una mente en paz con todo,
¡Un corazón con inocente amor!.

--- Volver arriba ---

* A La LuNa...

¡Sol del que triste vela,
Astro de cumbre fría,
Cuyos trémulos rayos de noche
Para mostrar sombras sólo brillan!.

¡Oh, cuánto se asemeja
De la pasada dicha
Al pálido recuerdo que del alma
Sólo hace ver la soledad umbría!.

Reflejo de una llama
Oculta o ya extinguida,
Llena la mente, pero no la enciende;
Vive en el alma, pero no lo anima.

Descubre, como tú, sombras
Que esmalta o acaricia
y, como a tí, tan sólo la contempla
El dolor mudo en férvida vigilia.

--- Volver arriba ---

* CuaNDo NoS SePaRaMoS...

Cuando nos separamos
En silencio y entre lágrimas,
Con el corazón medio roto,
Para distanciarnos por años,
Tu mejilla se tornó pálida y fría,
Y aún más frío se volvió tu beso;
Ciertamente aquella hora predijo
El dolor de este momento.

El rocío de la mañana
Hundió gélido en mi frente,
Y lo sentí como el anuncio
De lo que siento hoy.
Todos tus votos están rotos,
Y ligera es tu fama.
Escucho decir tu nombre,
Y comparto su vergüenza.

Te nombran frente a mí,
Un toque oscuro en mi oído.
Un estremecimiento viene a mí
¿Por qué te quise tanto?.
No saben que te conocí
Aquellos que te conocen tan bien.
Por mucho, mucho tiempo he de arrepentirme de tí,
Demasiado hondo es el dolor como para poder expresarlo.

En secreto nos encontramos
En silencio me lamento,
De que tu corazón pudiese olvidar,
Tu espíritu engañar.
Si llegara a encontrarte
Tras estos largos años,
¿Cómo habría de saludarte?...
¡Con silencio y entre lágrimas!.

--- Volver arriba ---

* OSCuRiDaD...

Tuve un sueño que no era del todo un sueño.
El brillante sol se apagaba, y los astros
Vagaban apagándose por el espacio eterno,
Sin rayos, sin rutas, y la helada tierra
Oscilaba ciega y oscureciéndose en un cielo sin luna.
La mañana llegó, y se fue, y llegó, y no trajo consigo el día,
Y los hombres olvidaron sus pasiones ante el terror
De esta desolación, y todos los corazones
Se congelaron en una plegaria egoísta por luz,
Y vivieron junto a hogueras, y los tronos,
Los palacios de los reyes coronados, las chozas,
Las viviendas de todas las cosas que habitaban,
Fueron quemadas en los fogones, las ciudades se consumieron,
Y los hombres se reunieron en torno a sus ardientes casas
Para verse de nuevo las caras unos a otros.

Felices eran aquellos que vivían dentro del ojo
De los volcanes, y su antorcha montañosa,
Una temerosa esperanza era todo lo que el mundo contenía;
Se encendió fuego a los bosques, pero hora tras hora
Fueron cayendo y apagándose, y los crujientes troncos
Se extinguieron con un estrépito y todo quedó negro.

Las frentes de los hombres, a la luz sin esperanza
Tenían un aspecto no terreno cuando de pronto
Haces de luz caían sobre ellos; algunos se tendían
Y escondían sus ojos y lloraban; otros descansaban
Sus barbillas en sus manos apretadas y sonreían;
Y otros iban rápido de aquí para allá y alimentaban
Sus pilas funerarias con combustible, y miraban hacia arriba
Suplicando con loca inquietud al sordo cielo,
El sudario de un mundo pasado, y entonces otra vez
Con maldiciones se arrojaban sobre el polvo,
Y rechinaban sus dientes y aullaban; las aves silvestres chillaban
Y, aterrorizadas, revoloteaban sobre el suelo,
Y agitaban sus inútiles alas; los brutos más salvajes
Venían dóciles y trémulos; y las víboras se arrastraron
Y se enroscaron escondiéndose entre la multitud,
Siseando, pero sin picar, y fueron muertas para servir de alimento.
Y la Guerra, que por un momento se había ido,
Se sació otra vez; una comida se compraba
Con sangre, y cada uno se hartó resentido y solo
Atiborrándose en la penumbra: no quedaba amor.
Toda la tierra era un solo pensamiento y ese era la muerte
Inmediata y sin gloria; y el dolor agudo
Del hambre se instaló en todas las entrañas, hombres
Morían y sus huesos no tenían tumba, y tampoco su carne;
El magro por el magro fue devorado,
Y aún los perros asaltaron a sus amos, todos salvo uno,
Y aquel fue fiel a un cadáver, y mantuvo
A raya a las aves y las bestias y los débiles hombres,
Hasta que el hambre se apoderó de ellos, o los muertos que caían
Tentaron sus delgadas quijadas; él no se buscó comida,
Sino que con un gemido piadoso y perpetuo
Y un corto grito desolado, lamiendo la mano
Que no respondió con una caricia, murió.

De a poco la multitud fue muriendo de hambre; pero dos
De una ciudad enorme sobrevivieron,
Y eran enemigos; se encontraron junto
A las agonizantes brasas de un altar
Donde se había apilado una masa de cosas santas
Para un fin impío; hurgaron,
Y temblando revolvieron con sus manos delgadas y esqueléticas
En las débiles cenizas, y sus débiles alientos
Soplaron por un poco de vida, e hicieron una llama
Que era una ridícula; entonces levantaron
Sus ojos al verla palidecer, y observaron
El aspecto del otro, miraron, y gritaron, y murieron.
De puro espanto mutuo murieron,
Sin saber quién era aquel sobre cuya frente
La hambruna había escrito "Enemigo". El mundo estaba vacío,
Lo populoso y lo poderoso era una masa,
Sin estaciones, sin hierba, sin árboles, sin hombres, sin vida;
Una masa de muerte, un caos de dura arcilla.
Los ríos, lagos, y océanos estaban quietos,
Y nada se movía en sus silenciosos abismos;
Los barcos sin marinos yacían pudriéndose en el mar,
Y sus mástiles bajaban poco a poco; cuando caían
Dormían en el abismo sin un vaivén.
Las olas estaban muertas; las mareas estaban en sus tumbas,
Antes ya había expirado su señora la Luna;
Los vientos se marchitaron en el aire estancado,
Y las nubes perecieron; la Oscuridad no necesitaba
De su ayuda... Ella era el universo.

--- Volver arriba ---

* PoeMa De AMoR...

" Hace ya mucho tiempo que contemplé esa mirada
Que me traía felicidad o tristeza;
Y yo me he esforzado, pero en vano,
No debo pensarlo ya nunca más.

(...)

Y cruzaré la blanca espuma y buscaré
Un hogar extranjero; hasta que olvide
Un falso y hermoso rostro
Nunca encontraré un lugar donde descansar;
No puedo eludir mis propios pensamientos,
Pero siempre amo, y amo sólo a una".

--- Volver arriba ---

* ESTaNCiaS A UN AiRe INDoStáTiCo...

¡Oh tú, mi triste y solitaria almohada!,
Tráeme dulces sueños para preservar mi corazón del quebranto,
A cambio de las lágrimas que sobre tí derramé despierto;
No me dejes morir hasta que vuelva sobre esas olas.

--- Volver arriba ---

* SoNeTo A CHiLLóN

Nota.- El castillo de Chillón se encuentra junto a lago Ginebra, y Byron lo visitó junto a Shelley en 1816; François Bonnivard estuvo prisionero en el castillo en el siglo XVI.

¡Espíritu eterno de la mente sin cadenas!
¡Libertad! Más brillante resultas en las mazmorras,
Pues allí tu única morada es el corazón,
El corazón al que sólo el amor por tí puede atar.

Y cuando tus hijos son enviados a los grilletes,
A los grilletes, y al húmedo sótano de penumbra sin día,
Su país vence con su martirio,
Y el nombre de la Libertad halla alas en el viento.

¡Chillón! Tu prisión es sagrado lugar,
Y tu triste suelo un altar, pues fue hollado,
Hasta que sus pasos dejaron una huella
Gastada, como si tu pavimento fuese un prado,
¡Por Bonnivard!, ¡Que no se borre ninguna de esas marcas!,
Pues ellas claman a Dios contra la tiranía.

--- Volver arriba ---

* ESTRoFaS PaRa MúSiCa...

No digo, no esbozo, no respiro tu nombre,
Hay pesar en el sonido, habría culpa en la fama;
Pero la lágrima que ahora arde en mi mejilla puede dar cuenta
Del profundo pensamiento que habita en este silencio del corazón.

Demasiado cortas para nuestra pasión, demasiado largas para nuestra paz
Fueron aquellas horas, ¿podrá algún día cesar su alegría o su amargura?
Nos arrepentimos, abjuramos, deseamos romper nuestras cadenas;
Debemos separarnos, debemos volar para unirlas otra vez.

¡Oh! Tuya sea la alegría y mía sea la culpa,
Perdóname adorada, abandóname si lo deseas;
Pero el corazón que porto expirará sin haber sido rebajado,
Y los hombres no lo quebrarán, hagas lo que hagas tú.

Y firme ante el altivo, pero humilde ante tí,
Habrá de ser mi alma en su más amarga oscuridad;
Y nuestros días serán más rápidos y nuestros momentos más dulces
Contigo a mi lado que con el mundo a nuestros pies.

Una visión de tu dolor, una imagen de tu amor,
Habrá de cambiarme o confirmarme, de castigar o reprobar;
Y los sin corazón podrán maravillarse de tanto a lo que renunciamos,
Pero tu labio no habrá de responder a ellos sino al mío.

--- Volver arriba ---

* La PaRTiDA...

¡Todo acabó! La vela temblorosa
Se despliega a la brisa del mar,
Y yo dejo esta playa tan querida
Donde se queda una mujer hermosa,
¡Ay! la única mujer que puedo amar.
Si pudiera ser hoy lo que antes era,
Y mi frente abatida reclinar
En ese seno que por mí latiera,
Quizá no abandonara esta ribera
Y a la única mujer que puedo amar.

Hace tiempo que no he visto aquellos ojos
Que fueron mi alegría y mi pesar;
Los amo, a pesar de sus enojos,
Pero abandono Albión, tierra de abrojos,
Y a la única mujer que puedo amar.
Y rompiendo las olas de los mares,
A tierra extraña, patria iré a buscar;
Mas no hallaré consuelo a mis pesares,
Y pensaré desde extranjeros lares
En la única mujer que puedo amar.

Como una viuda tórtola doliente
Mi corazón abandonado está,
Porque en medio de la turba indiferente
Jamás encuentro la mirada ardiente
De la única mujer que puedo amar.
Jamás el infeliz halla consuelo
Ausente del amor y la amistad,
Y yo, proscrito en extranjero suelo,
Remedio no hallaré para mi duelo
Lejos de la única mujer que puedo amar.

Mujeres más hermosas he encontrado,
Mas no han hecho mi seno palpitar,
Que el corazón ya estaba consagrado
A la fe de otro objeto idolatrado,
A la única mujer que puedo amar.
Adiós, en fin. Oculto en mi retiro,
En el ausente nadie ha de pensar;
Ni un solo recuerdo, ni un suspiro
Me dará la mujer por quien deliro,
¡Ay!, la única mujer que puedo amar.

Comparando el pasado y el presente,
El corazón se me rompe de pesar,
Pero yo sufro con serena frente
Y mi pecho palpita eternamente
Por la única mujer que puedo amar.
Su nombre es el secreto de mi vida
Que el mundo para siempre ignorará,
Y la causa fatal de mi partida
La sabrá sólo la mujer querida,
¡Ay! la única mujer que puedo amar.

¡Adiós! Quisiera verla... más me acuerdo
Que todo para siempre ha de acabar;
La patria y el amor, todo lo pierdo...
Pero llevo el dulcísimo recuerdo
De la única mujer que puedo amar.
¡Todo acabó! La vela temblorosa
Se despliega a la brisa del mar,
Y yo dejo esta playa tan querida
En donde se queda una mujer hermosa,
¡Ay! la única mujer que puedo amar.

--- Volver arriba ---

 
 

 
 

 
         
         
       
       
       
Conferencias Místicas