Cuando se promueve la instrucción por voluntad pro-pia, sin esperar que la vida se encargue de dar sus leccio-nes, que pueden ser duras, la persona pasa por un camino más suave, sin tanto sufrimiento.
Para los que desean mejorar, los salmos pueden ser de gran ayuda. Sus textos muestran valores, apuntan errores, enseñan lo que es importante de verdad, ayudan a desarrollar cualidades espirituales.
Ya en el primer salmo leemos:
«Dichoso el hombre que no sigue el consejo [de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en el banco de los burlones se sienta, mas se complace en la ley de Dios, su ley susurra día y noche.»
Esas palabras engrandecen al que no se alía a lo que se aleja de la ley de Dios y que medita sobre los manda-mientos de esa ley. Es un impulso para que podamos hacer lo mismo, orientados por las palabras sagradas del libro del Señor.
Leer un salmo con la mente abierta para recibir ins-trucciones es una forma simple, aunque efectiva, de apren¬der. Con su lectura, podremos ver que algunos son codifi¬cadores de conducta, otros nos dan la protección necesaria durante el camino de crecimiento interior y otros muestran que recogemos aquello que sembramos.
Seleccionar una cualidad espiritual que deseamos desarrollar y buscar el salmo que tiene esa palabra, haciendo su oración de forma insistente, nos trae la facilidad de manifestar esa cualidad. El don deseado también se alcan¬za con el esfuerzo verdadero y la determinación de cam¬biar, pero el apoyo del salmo facilita que se concrete la transformación interna deseada.
Del mismo modo, podemos buscar en los salmos aquello que necesitamos eliminar de nuestra naturaleza espiritual para traer cambios positivos y necesarios para nuestra alma. Por ejemplo, yo deseo eliminar mi compor¬tamiento de envidia, pues sé que no forma parte de mi naturaleza divina. No obstante, yo siempre tuve envidia y me cuesta eliminar ese sentimiento, a pesar de ser cons¬ciente de que es nociva y retrasa mi evolución. Busco en los salmos y encuentro en el salmo 37: "No te acalores por causa de los malos, no envidies a los que hacen injusticia.". En realidad no envidio a los injustos, pero voy a utilizar este salmo que muestra la negatividad de la envidia para eliminar este deseo y pediré mi voluntad de corrección cada vez que pronuncie sus palabras. Cuando sienta envi¬dia, repetiré la oración para luchar de manera práctica contra ese sentimiento.
Sé que es mucho más interesante que cada uno haga la lectura de los salmos y busque por sí mismo lo que le puede ser de utilidad para mejorar en su vida. No obstante, a veces algunas personas necesitan impulso para empezar, pues les falta un punto de partida. Por eso, voy a pasar dos pequeñas listas que contienen algunas de las cualidades y de los defectos del alma. He colocado el número del salmo en que aparecen citados.
CUALIDADES DEL ALMA |
DEFICIENCIAS DEL ALMA |
ALEGRIA. Salmo 4 |
ALTIVEZ, salmo 101 |
AMOR, salmos 25, 85 |
AMBICIÓN, salmo 131 |
BONDAD, salmos 77, 86 |
ANGUSTIA, salmos 15, 32, 50 |
CARIDAD, salmo 65 |
ARROGANCIA, salmo 5 |
COMPASIÓN, salmos 40, 69 |
ANSIEDAD, salmo 55 |
CONFIANZA, salmos 4, 23, 78 |
AVARICIA, salmo 10 |
CORAZON PURO, salmo 14 |
AVIDEZ, salmo 56 |
DISCIPLINA, salmo 50 |
CALUMNIA, salmo 35 |
ESPERANZA, salmos 37, 39 |
CELOS, salmo 79 |
FE, salmos 62,71 |
CODICIA, salmo 7 |
FIDELIDAD, salmos 12, 85, 89 |
CÓLERA, salmo 59 |
FORTALEZA, salmos 27,28, 71 |
CONFUSIÓN, salmo 35 |
FRANQUEZA, salmo 52 |
DESPRECIO, salmo 31 |
HUMILDAD, salmo 66 |
DISCORDIA, salmo 55 |
INTEGRIDAD, salmo 18 |
ENVIDIA, salmo 37 |
JUSTICIA, salmos 11, 33, 85 |
ERROR, salmo 39 |
LEALTAD, salmo 101 |
GULA, salmo 106 |
MEDITACION, salmo 19 |
ILUSION, salmo 4 |
MISERICORDIA, salmo 31,77 |
INTEGRIDAD, salmo 84 |
MODESTIA, salmo 19 |
INTRIGAS, salmo 37 |
OBEDIENCIA, salmo 78 |
IRA, salmos 2, 37 |
PERDON, salmos 25, 132 |
IRRITACION, salmo 2 |
PIEDAD, salmos 27,41,86 103 |
MALDAD, salmo 10 |
POBREZA, salmo 22 |
MALDICIONES, salmo 59 |
PROTECCION ESPIRITUAL, salmo 18 |
MALICIA, salmo 17 |
PUEREZA, salmo 18 |
MIEDO, salmo 55 |
RECTITUD, salmo 111 |
MENTIRAS, salmo 34 |
SABIDURIA, salmo 37 |
ODIO, salmo 109 |
VALOR, salmo 23 |
ORGULLO, salmos 19, 89, 101 |
VERDAD, salmo 25 |
PERVERSIDAD, salmo 18 |
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RABIA, salmo 55 |
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RENCOR, salmos 85, 103 |
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SOBERBIA, salmos 10, 31 |
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VENGANZA, salmo 8 |
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VIOLENCIA, salmos 7, 11 |
Las dos listas sirven para que cada uno trabaje sus defectos, eliminándolos, y sus virtudes, haciéndolas crecer. No obstante, existe otra forma de trabajar los defectos y las cualidades del alma: ayudar a quien no está en condiciones de hacerlo por sí mismo. Conseguirlo es muy fácil, basta con rezar por la persona la oración adecuada. En ese caso, es necesario insistir más en la petición, pues hace falta más tiempo para que el salmo actúe sobre quien no está deseando conscientemente la gracia solicitada; pero da resultado.
Por ejemplo —y sólo como ejemplo—, yo tengo una cuñada que no para de hablar. Además, tiene la mala costumbre de hablar mal de los demás. Se queja de su marido, critica a su suegra, provoca rencillas entre los hermanos. Si le muestro su forma de actuar sólo creo más confusión y quizás el deseo de empezar a criticarme a mí. Por eso, es mejor que me dedique durante una semana a rezar para que ella reciba la iluminación y consiga ver su defecto y corregirlo. Un buen salmo para este caso sería el 50. Hago la oración de este salmo, de forma reservada, y seguidamente pido que ella pueda ver su defecto y consiga mejorar y dar sosiego a toda la familia.
Hay una cosa más que conviene comentar. Cuando empiece a promover sus correcciones internas, no comience por la que sea más difícil de conseguir; hágalo por la más fácil, pues sólo necesita de un poco de cuidado para obtenerla. Al actuar de este modo, el pequeño éxito obte¬nido servirá de estímulo para las siguientes mejoras.
Si usted hace una valoración y llega a la conclusión de que necesita eliminar de su alma la ira, la gula y los celos, empiece por aquello que le sea más fácil conseguir. Trabaje exclusivamente con ese único objetivo. No se preocupe si tarda bastante o tiene alguna recaída cuando ya creía haberse librado del defecto. Con el tiempo lo conseguirá. Si empieza por lo más difícil, es muy posible que falle o desista frente a las dificultades que surjan. Mientras que si trabaja primero con algo menos intenso, seguramente obtendrá resultados y el éxito obtenido le estimulará a proseguir con los siguientes pasos.
Del mismo modo, trabaje con las cualidades que desea que crezcan en su alma. Empiece por lo que resulte más fácil y evidente, hasta llegar a lo que le parece impo¬sible de manifestar.
Aunque nos parezca que estamos consiguiendo pocos resultados, nuestra alma habrá crecido y su evolución hará que usted cambie sus vibraciones. Lo mejor de todo es que los resultados de esta mejoría espiritual acabarán por refle¬jarse también en su vida material.
Cuando tengan ganas de recibir buenas orientaciones generales, lea los salmos 15 y 24. Son codificadores de la conducta del hombre, sus reglas morales se presentan de forma clara y dan una orientación firme y segura para seguir el camino del crecimiento espiritual. Y cuando sien-ta que le faltan fuerzas para cambiar su vida, lea los sal-mos 16, 24 y 129, que muestran cómo las recompensas son abundantes y siempre llegan para los que siguen el camino del Señor.
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