1. Es difícil
encontrar personas que guardan perfecta estabilidad
emocional y física. ¿Tiene algo que ver con la sensibilidad
mediúmnica?
Tiene mucho que
ver. Vivimos sumergidos en un océano de vibraciones
mentales, emitidas por Espíritus encarnados y desencarnados.
Así como podemos ser contaminados por virus y bacterias,
también sufrimos contaminaciones espirituales que generan
alteraciones en nuestros estados de ánimo.
2. ¿Eso explica
por qué las personas tienden a quedarse deprimidas en un
velatorio y feliz en un casamiento?
Sin duda. El ambiente y las situaciones ejercen gran
influencia. Me acuerdo de la muerte de Aiton Senna. Provocó
una inmensa conmoción popular, hasta en aquellos que no
seguían sus proezas en el automovilismo. La emoción se
expande y puede envolver a multitudes.
3. ¿Explica, también, las atrocidades cometidas por soldados
en una guerra?
La produce lamentables epidemias de maldad, en base a
nuestra inferioridad. La crueldad tiene libre acceso en
corazones aun dominados por los impulsos instintivos de la
animalidad.
Se propaga con la rapidez de una mecha de pólvora.
4. En el hogar parece ocurrir algo semejante, cuando las
personas pierden el control y se
agraden con gritos y palabrotas, descendiendo no es de
extrañar que se de la agresión física…
En ningún otro lugar demostramos con mayor propiedad nuestra
inferioridad. En el hogar se rompe la máscara social. Las
personas muestran lo que son. Como no hay santos en la
Tierra,
se perturba el ambiente, favoreciendo contaminaciones de
agresividad, que envuelven a los miembros de la casa.
5. ¿Cómo evitar eso?
Es necesario desarrollar y fortalecer defensas espirituales,
elevando nuestro patrón vibratorio, sintonizando en una
frecuencia que nos coloque por encima de las perturbaciones
del ambiente.
6. ¿Cómo funciona esa cuestión de sintonía?
Tomemos, por ejemplo, las ondas hertzianas, en las
transmisiones radiofónicas. Ellas se expanden dentro de una
frecuencia específica. Para oír una determinada emisora
giramos el dial y la sintonizamos. Nuestra mente es un
poderoso emisor y receptor de vibraciones y tendremos que
sintonizar con multitudes que se afinan mentalmente con
nosotros.
7. ¿Qué providencias debemos tomar para tener una sintonía
saludable?
Consideremos, en principio, que ella es determinada por la
naturaleza de nuestros pensamientos. Recordando al viejo
dicho “dime con quien andas y te diré quien eres”, podemos
afirmar “dime la naturaleza de tus pensamientos y te diré
que influencias irás asimilando”.
8. ¿Eso significa que equilibrio y desequilibrio, paz o
inquietud, alegría o tristeza, agresividad o mansedumbre,
dependen esencialmente de nosotros?
Exactamente.
Aunque nuestros problemas físicos y psíquicos puedan ser
ampliados por influencias ambientes, el origen de ellos está
en nuestra manera de pensar y obrar. Si queremos el Bien en
nuestra vida, es fundamental que pensemos y realicemos el
Bien.